Categoría: Presencia

EL LUGAR SEGURO PARA TODOS

Cuántas veces decimos que creemos pero no es así. Pensamos que Cristo es el Salvador del Mundo pero no creemos que sea nuesto Salvador.

Todos nosotros tenemos algo seguro a lo que nos aferramos para algo. En nuestra vida ese asidero seguro es la persona de Jesucristo.

Véamos lo que nos dice el Salmo 16 un «Salmo de oro», considerado una joya preciosa.

SALMOS 16: 1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. 2 Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti. 3 Para los santos que están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia. 4 Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, Ni en mis labios tomaré sus nombres. 5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. 6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado. 7 Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia. 8 A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente; 10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción. 11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

En este día, es mi deseo que usted y yo sepamos y tengamos ese deseo de permanecer cerca de Jesús y estar seguros completamente en Él.

  1. YA NO BUSQUE MÁS, JESÚS ES EL LUGAR SEGURO. Vs. 1-2 Guárdame… otra versión dice: Manténme a salvo, porque a ti he acudido por refugio. Toda la vida buscamos estar seguros, bueno, le tengo buenas noticias, ya no busque más, su lugar de seguridad y paz se llama Jesús. En Él hay seguridad plena.
    • Podemos poner nuestra confianza plena en él. Todos vamos a fallar, todos pecamos. Pero hay una persona que no falla, Jesús, por lo tanto, ponga todo se ser en sus manos y confíe que Él es nuestro lugar seguro para siempre.
    • De manera deliberada el Espíritu Santo nos guía a declarar a Jesús como nuestro Señor. Juan 16:13 dice: Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
    • No hay nada bueno en nosotros, lo único bueno en nosotros viene solamente de Él. “No hay para mí bien fuera de ti.” Si usted puede amar, es por la obra de Cristo en usted. Si usted le sirve, es porque ese deseo viene de Dios solamente. Las personas intentan llenar su vacío y necesidad con distracciones, y no atacan la raíz del problema. El problema radica en creer que nosotros podemos darnos la seguridad que necesitamos, solo en Dios está nuestro refugio total.
  2. SALIRNOS DE ESE LUGAR SEGURO, NOS TRAERÁ DOLOR. Fuera de la voluntad de Dios, fuera de su cobertura, nos espera, dolor, sufrimiento, sin ninguna esperanza. Porque si estamos en su voluntad, podemos experimentar dolor o sufrimiento pero CON esperanza.
    • Los dolores de los que van detrás de otro Dios se multiplicarán. Vivir fuera de la voluntad y la cobertura de Dios es muy mala idea. Salirse de la presencia de Dios, es lento y sutil, cuide su vida de oración, cuide su comunión con Dios, cuide su vida personal, porque hay muchísimas distracciones.
    • Cuidado lo que sale de nuestra boca. Lo que sale de nuestra boca es producto de lo que tenemos dentro. Cuidado entonces con lo que entra a nuestro corazón. ¿Que hablamos? ¿Qué vemos? ¿Qué ocupa nuestro corazón y qué ocupa nuestro día?
    • Estar en ese lugar seguro nos hace íntegros. Dios se complace en nuestra vida, si le amamos, y seguimos sus mandamientos. Juan 14:21 dice: El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
  3. EL SEÑOR SE ENCARGA DE MANTENERNOS SEGUROS. El Espíritu Santo nos ha dado convicción de pecado. Y Él es quien provee TODO, esto es lo maravilloso, en el proceso de redención, Dios es quien toma la iniciativa. Dios es quien hace todo. Y vea todos los beneficios de estar de su lado.
    • Mi herencia es Él. Vs. 5a Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; (Mi futuro está asegurado) ¿Cuántas personas sueñan con que alguien les deje una fortuna en herencia? Bueno, ya no busque ni espere más, usted y yo tenemos un Padre amoroso, Todopoderoso, que dice: hijo mío, hija mía: YO SOY TU HERENCIA y TU SUSTENTO.
    • Mi suerte ya está segura en Él. Vs. 5b Tú sustentas mi suerte… Su vida no es producto del azar, es un camino ya trazado de manera intencional por la mente poderosa de Dios. ¿Cómo es eso? Realmente no lo sé. Pero!, se ocupa menos fe, para creer que Dios diseñó mi vida, que creer que soy producto de la casualidad y del azar.
    • Aún mi sueño es guardado y guiado por Él. Vs7 Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia. ¿Qué quiere decir esto? Usted está llenandose de Dios, su conciencia continuamente sigue recordando todo esos tesoros de parte de Dios. Es decir que si nos llenamos de Dios, viviremos de Dios a cada instante. No hay manera de meter nada más cuando Dios ocupa el 100% de nuestro ser.
  4. JESÚS ES MI LUGAR SEGURO, NADIE ME MOVERÁ. Vs.8-11 Dios es nuestra Roca, nuestro amparo y fortaleza. En este lugar seguro estoy lleno de gozo y contentamiento. Vs. 9  Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;
    • Él va delante de mí, nunca seré conmovido. Vs. 8 A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Recuerda la enseñanza de Jesús, sobre los dos cimientos? Usted y yo tenemos un lugar seguro en Cristo. Ya no busque más, su gracia está fluyendo abundante sobre usted y su familia, procure que esa gracia nunca falte, mantenga el fuego del don de Dios bien encendido. 2 Timoteo 1:6
    • La muerte no tiene poder sobre mí. Ya no soy esclavo de la muerte, ni del pecado. Soy su hijo, redimido y salvado, tengo vida, y vida en abundancia.
    • Mi caminar en la vida está iluminado por Él y su palabra. Salmos 119:105 Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino. Mi vida tiene un rumbo definido trazado por el Autor de la Vida, estoy seguro que llegaré a puerto seguro.
    • Su gozo me traerá contentamiento. Si hay algo que a esta generación que vivimos le cuesta, es tener contentamiento. Su palabra me dice que tendré “delicias a mi diestra PARA SIEMPRE” Salmos 16:11, dice: Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre. Cuando Dios está conmigo, no necesito más!!!

El rey David escribió este Salmo y nos enseña con este Salmo que:

  1. Dios es nuestro refugio seguro.
  2. Que todo lo bueno que tenemos viene de Él.
  3. Que Dios es nuestra herencia y que buena herencia tenemos en Él.
  4. Declaramos que nuestra suerte no es producto del azar sino de un diseño y trazo intencional del corazón lleno de gracia de nuestro Dios.
  5. Declaramos que en Dios tenemos todo lo que necesitamos, y estaremos contentos.

Se atreve a declarar este Salmo hoy para su vida y la de si familia. Es mi deseo y oración que así sea.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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Cómo caminar con Dios en tiempos difíciles

Hay momentos difíciles que cada uno de nosotros experimenta cuando estamos abrumados y no sabemos qué hacer. ¿Está usted atravesando por un momento así?. Una cosa es cierta, Todos enfrentamos desafíos en nuestra vida.

Y casi siempre están vinculadas con nuestras relaciones personales, situaciones económicas, familiares, de salud o carrera profesional. En ocasiones, se nos dificulta comprender por qué esas pruebas han ocurrido y puede que nos sintamos agobiados, confundidos y solos.

Mientras estamos en medio de las pruebas, no podemos entender lo que Dios desea alcanzar, pero la Biblia nos asegura que el Señor desea lo mejor para nuestra vida y que obrará incluso en los tiempos más difíciles para nuestro bien.

Como creyentes en Cristo no vivimos en las tinieblas del pecado (Col 1.13). Sin embargo, para que seamos moldeados, el Señor permite que enfrentemos pruebas y tribulaciones. En la historia de José en Génesis 37-39 encontramos seis principios que podemos recordar en tiempos de dificultades.

  1. DIOS ESTÁ CON NOSOTROS EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES

Este es el cimiento para poder enfrentar las pruebas. Guiados por sus celos, los hermanos de José tramaron asesinarlo, pero el Señor tocó el corazón de sus hermanos Rubén y Judá. La Biblia afirma que Dios estaba con José en todo momento, desde el instante en el que fue vendido como esclavo, hasta su encarcelamiento. El Señor le prosperó y le dio gracia delante de faraón.

HEBREOS 13:5  Dios declara: “No te desampararé, ni te dejaré”.

No existe un lugar tan lejano, ni una dificultad demasiado grande para que estemos fuera del alcance de nuestro Padre celestial.

SALMOS 139:7-12 «¿A dónde me iré de tu Espíritu?¿Y a dónde huiré de tu presencia?8Si subiere a los cielos, allí estás tú;Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.9Si tomare las alas del albaY habitare en el extremo del mar,10Aun allí me guiará tu mano,Y me asirá tu diestra.11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.12Aun las tinieblas no encubren de ti,Y la noche resplandece como el día;Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

2. DIOS PERMITE LOS TIEMPOS DIFÍCILES POR UNA RAZÓN.

Sin importar cuán difícil parezca la prueba, si usted es un seguidor de Jesucristo, Dios tiene una buena razón para permitir esa dificultad en su vida. José tenía 17 años cuando fue vendido como esclavo, y no fue hasta tener 30 años cuando llegó a ser gobernador de Egipto. Así que, durante 13 años, tuvo que enfrentar la adversidad.

En ocasiones, cuando sufrimos agravios, desviamos nuestra atención de Dios, para enfocarnos en la situación que enfrentamos o en las personas que nos han maltratado. El Señor tenía un propósito con cada paso que dio José en su rocoso recorrido. En los planes de Dios, José, no solo salvaría a su familia, sino también a todo Egipto durante los 7 años de hambruna. Por eso José les dice a sus hermanos:

GENESIS 50:20 “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”.

La dirección soberana de Dios en la vida de José ilustra la verdad que nos enseña en:

 ROMANOS 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

3. LA OSCURIDAD DURARA CUANTO SEA NECESARIO PARA QUE DIOS CUMPLA SU PROPÓSITO

Todos nos impacientamos en momentos de dolor. Pero si pudiéramos ver el futuro en medio de la oscuridad, le agradeceríamos al Señor, pues comprenderíamos el propósito de sus pruebas. Fue en medio de lo que José padeció en casa de Potifar y en la prisión como aprendió el lenguaje egipcio y sus costumbres. Y además, adquirió habilidades administrativas, aprendió a vivir bajo autoridad y supo cómo supervisar a otros. Dios lo preparó para que llegara a tener un lugar maravilloso de servicio, como segundo al mando después de Faraón.

Lo que el Señor nunca hizo fue mostrarle su plan, ni el tiempo en el que ocurriría. Así que, aunque quisiéramos acortar las pruebas, tenemos que reconocer que son las dificultades las que nos moldean. No batallemos contra Dios. Más bien rindamos nuestra voluntad al decirle: “Señor, no entiendo esto, ni tampoco es de mi agrado, pero me rindo ante tu propósito, cualquiera que sea. Mantenme en este lugar hasta que lo logres”.

4. A MENUDO, APRENDEMOS MÁS EN LA OSCURIDAD QUE EN LA LUZ

Sin importar en dónde estaba José, ya fuera en el fondo de la cisterna, en la casa de Potifar o en la cárcel, seguía avanzando hacia la luz. Todo ese tiempo Dios lo continuó dirigiendo hacia su divino propósito; José vendría a ser gobernador de Egipto. Su plan no solo salvaría a la familia de José, sino a toda la población de Egipto. Su historia quedaría escrita en la Biblia para enseñanza y bendición.

Todos evadimos tener que aprender por medio de las dificultades, pero las lecciones no se adquieren hasta que no pasamos por ellas. Experimentar nuestra completa dependencia de Dios en medio de las tribulaciones es muchísimo más efectivo que solo escuchar acerca de su fidelidad.

5. AÚN EN LOS MOMENTOS SOMBRÍOS, CAMINAMOS HACIA LA LUZ

Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas. Al confiar en Él y al seguirlo en obediencia podemos cumplir con su plan. Tenemos que obedecerlo aun cuando tomar la decisión correcta se nos haga difícil, o implique un sacrificio. ¿Por qué? Porque es así como nuestro Padre celestial moldea nuestro carácter. Solo la obediencia fiel nos permite crecer en sabiduría y madurez para servirle. No se enfoque en la oscuridad, sino fije su mirada en el Señor. Él no iluminará todo el camino al mismo tiempo, sino que alumbrará lo suficiente para que demos un paso a la vez.

6. LO QUE APRENDEMOS EN LA OSCURIDAD, DEBEMOS COMPARTIRLO EN LA LUZ

José había crecido en una familia que creía en Jehová, pero de pronto se encontró en medio de una sociedad idólatra. Al interpretar el sueño de Faraón, en ningún momento trató de ocultar su fe en el único Dios verdadero (Gn 41.1, 25, 28, 32).

El Señor ha ido edificando sus principios en su vida y desea que comparta con otros dichas verdades. Muchos de los que caminan a nuestro alrededor viven en tinieblas, vanidades, ansiedades y frustraciones. Pero usted debe poner a disposición del prójimo, tanto su vida como las lecciones que ha aprendido en los momentos más sombríos.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas

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CRISTO VIVE

Después de la crucifixión de Jesús, nadie esperaba que resucitara de entre los muertos.

Aquellos que no creen en la resurrección de Cristo no pueden entender por qué los cristianos se reúnen en las iglesias para celebrar lo que para ellos parece una tontería. Sin embargo, este evento es la base de nuestra fe, no sólo porque la Palabra de Dios habla de ella, sino porque los creyentes de todo el mundo saben con certeza de que Cristo vive en sus corazones.

Los que conocieron y creyeron en Jesús no pensaron que pudiera volver a la vida después de ser crucificado.

José, que era miembro del Concilio, le pidió a Pilato por el cuerpo de Jesús, lo preparó para el entierro, y lo colocó en un tumba. Temprano en la mañana del domingo, algunas mujeres vinieron al sepulcro con especias aromáticas para Su cuerpo.

Incluso los propios discípulos de Jesús que habían caminado con Él durante tres años, le escucharon enseñar, fueron testigo de Sus milagros, no esperaban Su resurrección.

Pero tal como había dicho, Jesús murió en una cruz, y cuando las mujeres regresaron a la tumba, descubrieron que estaba vacía. Dos ángeles les dijeron que Jesús había resucitado. Solamente entonces se acordaron de Sus palabras acerca de Su resurrección. Sin embargo, cuando se lo dijeron a los discípulos, pensaron que las mujeres hablaban tonterías (Lucas 24:11-12). pero Pedro y Juan se levantaron, corrieron al sepulcro y descubrieron que era cierto: Jesús ya no estaba muerto.

¿Qué significa la resurrección de Jesús para nosotros, hoy?

Aunque mucha gente todavía no cree que Jesús resucitó de los muertos, sin embargo, los que hemos confiado en Él como nuestro Salvador, Su resurrección no solo es verdadera sino también relevante y muy personal.

PORQUE ÉL VIVE. . .

  • No tenemos que vivir con un vacío en el corazón.

Porque tenemos la seguridad absoluta de que Cristo está vivo y sigue viviendo dentro de nosotros tal como Él lo prometió. Envió al Espíritu Santo, el tercer miembro de la Trinidad, para morar en nuestros corazones (Juan 14:16-18). Ya que Jesús ahora vive dentro de los creyentes a través de Su Espíritu, nunca estamos solos.

  • No tenemos que preocuparnos si Dios proveerá todo lo que necesitamos.

Al principio de Su ministerio, Jesús les dijo a Sus seguidores que Su Padre, que cuida de los pájaros, la hierba y las flores, también proveería para sus necesidades. Esta promesa no hubiera significado nada si Jesús hubiera sido solo un hombre, pero porque es el Hijo de Dios que venció la muerte, sabemos que podemos confiar en su palabra.

  • Podemos orar con confianza.

Jesús ascendió a la diestra del Padre, donde Él intercede por nosotros. Saber esto nos asegura que Él responder a nuestras peticiones. Y 1 Juan 5:14-15 dice: “Si pidamos cualquier cosa conforme a su voluntad, él nos oye” y no concede nuestras peticiones. En lugar de dudar, debemos estar expectantes y buscar Su respuesta.

  • Podemos tener una influencia piadosa y poderosa en la vida de los demás.

En su Sermón de la Montaña, Jesús nos dijo que somos la sal de la tierra y la luz del mundo (Mateo 5:13-16). A través del poder de Su Espíritu que mora en nosotros, podemos ser una luz influyente en este mundo oscuro.

  • Experimentamos al Espíritu Santo dentro de nosotros.

A pesar de que los discípulos habían estado con Jesús durante tres años, ellos no estaban equipados para completar la obra que Él les había encomendad, sino hasta que el Espíritu Santo vino a habitar y empoderarlos a ellos. Por eso Cristo les dijo que se quedaran en Jerusalén hasta que recibieron el Espíritu prometido (Hechos 1:4). Este mismo Espíritu que vino a ellos también vive dentro de cada persona que ha confiado en Jesucristo como su Señor y Salvador. Él es quien nos abre los ojos, ayudándonos entender que Jesús murió en nuestro lugar para que nuestros pecados pudieran ser perdonados, y ser salvos. Cuando nos arrepentimos y creemos en Cristo, su Espíritu Santo nos sella como hijos de Dios, y nadie podrá jamás romper ese sello. La resurrección de Jesús hace nuestra salvación verdadera, segura, e irrompible.

  • Podemos tener paz en medio de las dificultades.

Antes de Su crucifixión, Jesús les dijo a Sus discípulos: “La paz os dejo; Mi paz os doy; no como el mundo la da. No dejes que tu corazón se turbe, ni tenga miedo” (Juan 14:27). de Cristo la paz es como un ancla que nos sostiene en las tormentas de la vida.

Aunque podemos clamar a Él en la confusión, Él nunca nos abandona y se sienta a la diestra del Padre obrando en nuestro favor. Jesús entiende nuestra debilidad y está siempre con nosotros para llevarnos a través de nuestras dificultades y ayúdanos a convertirnos en las personas que Él desea que seamos.

  • Podemos enfrentar la muerte con valentía, audazmente y con confianza de que Jesús está vivo y es la fuente de nuestra vida eterna.

Si Él es nuestro Salvador, podemos entrar inmediatamente a Su santa presencia cuando morimos (2 Corintios 5:8). Porque Jesús vive, nunca morimos sino que vivimos para siempre con él.

  • Jesús la esperanza de la eternidad con Él.

Cuando confiamos en Cristo como nuestro Salvador, el don de la vida eterna se vuelve nuestro y la seguridad de que viviremos con Él por la eternidad.

Una cosa es hablar que Cristo Vive y otra que es experimentar esta verdad, pero para que eso suceda debemos rendirnos a Él. Y por esto, te invito a que hagas conmigo la siguiente oración en voz alta:

«Padre Celestial, vengo delante de ti, pidiéndote perdón por mis pecados. Hoy me rindo a ti y te hago el Señor y Salvador de mi vida. Hago un compromiso de seguir tus mandamientos y preceptos. Abre los ojos de mi corazón para que me hables de manera personal. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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UNA VIDA FIRME

Todos sabemos lo que constituye un cuerpo físico fuerte, pero ¿qué define los atributos de una vida fuerte y cómo podemos usarlos para defendernos de las tormentas de la vida que experimentamos.

Nadie puede determinar con precisión si alguien es fuerte simplemente observando las apariencias externas. Eso es porque un cuerpo físicamente en forma, no es necesariamente un signo de fortaleza interior.

MATEO 7:24-29 » 24Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Aqui Jesús relató una historia que demuestra vívidamente la diferencia entre una vida fuerte y una vida débil. Dijo que aquellos que son sabios construyen sus vidas sobre el fundamento de roca al escuchar y aplicar la Palabra de Dios.

Sin embargo, una persona que escucha la Palabra, pero no la obedece, básicamente está edificando su vida sobre arenas movedizas. La verdadera prueba de fuerza ocurre cuando las tormentas llegan a nuestras vidas.

Todos están edificando su vida sobre algo, ya sea el fundamento firme de las Escrituras o las arenas inestables de este mundo.

Pero no importa lo que haya hecho en el pasado o la edad que tenga, nunca es demasiado tarde para comenzar a construir sobre la roca. Este es un proyecto de construcción que no terminará hasta que el Señor te lleve a casa.

CARACTERÍSTICAS DE UNA VIDA FUERTE.

Mientras piensa en las siguientes características, pregúntese si son ciertas para usted. Una persona con una vida fuerte:

  • Confía y ha hecho a Jesucristo como su Salvador personal: Este es el punto de partida y el fundamento mismo para una vida fuerte que no puede ser ignorada si desea fortalecerse en la fe
  • Es guiado por el Espíritu Santo de Dios: En el momento de la salvación, Cristo envió a Su Espíritu Santo a vivir dentro de nosotros. Su trabajo es capacitarnos para obedecer, dirigir nuestros caminos y guiar sabiamente nuestras decisiones.
  • Pasar tiempo a solas en oración es una prioridad: Este es nuestro punto de conexión con Dios y el medio para fortalecer nuestra relación con Él. Una persona con una vida fuerte está comprometida con la disciplina diaria de la oración y sabe comunicarse con el Señor sobre todo.
  • Edifica su vida sobre las enseñanzas y la aplicación de la Palabra de Dios: La Biblia es nuestra posesión mas preciada porque es la voz del Señor hablándonos directamente. Obedecer sus verdades debería ser la norma en nuestras vidas, no la excepción. Cuando nos alimentamos constantemente de Su Palabra, Él nos dará Escrituras para fortalecernos en nuestras pruebas y sufrimientos.
  • Ve al Señor Jesús como la fortaleza de su vida: Cuando el apóstol Pablo estaba en la cárcel, escribió estas palabras: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Su fundamento de obediencia a Cristo era tan firme que nada lo detuvo o lo desanimó de completar la obra que Dios le había señalado. Sabía que su fuerza no provenía de sí mismo, sino que fluía de su relación con Cristo.
  • Tiene dirección para la vida: Una vida fuerte tiene un sentido de propósito. Cada actividad y situación es vista como una oportunidad para ser útil al Señor. Incluso el envejecimiento y la enfermedad no deberían obstaculizarnos porque son simplemente formas nuevas y diferentes de servirle.
  • Puede soportar las tormentas y aprender de ellas: Muchos cristianos se quejan y cuestionan el amor de Dios cuando experimentan dificultades y dolor. Pero aquellos que son fuertes entienden que el propósito del Señor no es sacarnos de todas las pruebas, sino usarlas para fortalecernos, transformarnos en personas piadosas y equiparnos para cumplir Su voluntad para nuestras vidas.
  • Tiene una fe fuerte: Cuando se prueba una vida fuerte, sale de las pruebas con mayor fe. Los hombres y mujeres sabios reconocen que hay una lección en cada situación difícil y quieren que cada experiencia aumente su fe.
  • Tiene coraje: Todos necesitamos coraje para manejar las dificultades y los desafíos de la vida, pero el coraje solo crece cuando seguimos el ejemplo de Josué de confiar en el Señor (1:9). A medida que obedecía al Señor y observaba su fidelidad, recibió fuerza interior para enfrentar con valentía todos sus desafíos.
  • Es optimista: Dado que Dios es quien controla y guía nuestras vidas, podemos ser optimistas sobre nuestro futuro, sin importar las incertidumbres que nos rodeen.
  • Desarrolla amistades con personas que enriquecen su vida: Las personas fuertes se rodean de amigos piadosos que los ayudan y los aman.
  • Expresa amor y cuidado por los demás: Aquellos que son fuertes se entregan voluntariamente a los demás estando disponibles, ofreciéndoles ánimo y marcando una diferencia en sus vidas.
  • Sirve a Dios con sus dones espirituales: El Señor da dones espirituales a los creyentes que les permiten servir excepcionalmente bien en un área en particular. Cuando operamos usando nuestros dones, tendremos la fuerza para lograr lo que Dios nos ha llamado a hacer.
  • Es pronto para perdonar: Un espíritu que no perdona afecta nuestras emociones, relaciones e incluso nuestro cuerpo. También obstaculiza todos los aspectos de nuestro caminar con Cristo. Somos fuertes cuando nos damos cuenta de cuánto nos ha perdonado Dios y podemos perdonar más fácilmente a los demás.
  • Tiene paz interior: Cuando nuestra relación con el Señor es correcta, Él nos da una sensación de paz interior, independientemente de nuestras situaciones.
  • Usa el dinero sabiamente: Una persona con una vida fuerte no se preocupa por el dinero porque confía en Dios. Él sabe que el Señor promete bendecir y cuidar a aquellos que le den la primera parte de sus ingresos (Lucas 6:38).
  • Pertenece a una iglesia que enseña la Biblia: nadie supera la necesidad de que se le enseñen las Escrituras. Es por eso que todos necesitamos pertenecer a una iglesia donde podamos crecer en nuestro conocimiento de la Palabra, participar en la adoración y ser fructíferos para el reino de Dios.
  • Obra para construir una familia fuerte: Si tenemos una vida fuerte, querremos ser un ejemplo piadoso para nuestros hijos y educarlos en la fe.
  • Tiene espíritu de servidor: Alguien con fuerza interior se deleita en servir y ayudar a los demás.
  • Está orientado a metas: Dado que el Señor tiene un propósito para nuestras vidas, debemos establecer metas para nosotros mismos de acuerdo con Su voluntad, para que podamos vivir productivamente y lograr lo que Él desea.
  • Tiene confianza: la confianza de Dios no es egoísta. Es seguridad en uno mismo basada en nuestra relación con el Señor. Sabemos que cualquier cosa que Él nos haya llamado a hacer, Él nos ayudará a lograrlo.
  • Es fructífero: Si somos fuertes, los demás verán cómo Dios ha transformado nuestro carácter, conducta y conversación, y querrán que Él haga lo mismo en sus vidas.
  • Impacta la vida de los demás: Las personas fuertes influyen positivamente en otras personas con sus ejemplos y palabras.

Gloria a Dios, porque al estar fundamentados en Cristo Jesús, veremos a Dios actuar y transformar nuestras vidas en las personas que Dios quiere que seamos (a la imagen de Cristo), pero para que todo lo dicho anteriormente suceda, lo primero es hacer a Jesús nuestro Señor y Salvador y para ello, es tan simple como hacer y repetir conmigo la siguiente oración:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia, reconociendo que soy un pecador y que eso me ha alejado de tí. Pero, hoy quiero que vengas a morar a mi corazón porque creo que Jesús es el Hijo de Dios y que Tú lo resucitaste de entre los muertos. En este momento te haga el Señor y Salvador de mi vida. Y me consagro a tí por el resto de mi vida. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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