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¿LA ORACIÓN INFLUYE EN DIOS?

Uno de los dones prácticos más poderosos que Dios ha dado a los cristianos es el privilegio de la oración, pero a menudo se descuida porque no estamos seguros de si influye en Dios o no.

En lugar de acercarnos al Señor con la confianza de que Él escuchará y responderá, tendremos un tipo de vida de oración de “eso espero”.

Sin embargo, mire lo que la Palabra de Dios dice en:

MATEO 7:7-11, Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?, ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?, Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? ”.

Según este versículo, nos asegura que el Padre celestial nos ama y nos cuida. Incluso los padres humanos dan buenas dádivas a sus hijos, entonces, ¿cuánto más nuestro Padre que está en los cielos nos dará lo que es bueno para nosotros cuando se lo pidamos?

Con esto en mente, consideremos varios aspectos de la oración que responden a la pregunta:

«¿PORQUE DIOS NOS PIDE QUE OREMOS?»

  1. Porque la oración honra a Dios. Cuando nos humillamos en oración ante el Soberano del cielo y la tierra, lo honramos al reconocer que Él controla todo y es la fuente de todas nuestras necesidades.
  2. La oración es un medio principal para el crecimiento espiritual. A medida que leemos la Palabra de Dios, oramos en respuesta y obedecemos lo que Él dice, Él iluminará nuestro entendimiento para que podamos crecer en el conocimiento de Él y en la intimidad con Él. Pero la falta de oración es un camino a la derrota espiritual porque careceremos del poder de Dios en nuestro caminar cristiano.
  3. La oración es una manera de participar en la obra de Dios. Una oración ofrecida con un corazón puro de acuerdo con Su voluntad es poderosa. Es como un triángulo. Nuestras intercesiones suben al Padre que está en los cielos, quien luego responde impactando las vidas de los destinatarios para lograr Sus propósitos. Esa persona es bendecida y Dios es glorificado en el proceso.
  4. La oración es el medio por el cual se satisfacen nuestras necesidades. Dios sabe lo que necesitamos incluso antes de que lo pidamos (Mateo 6:8). Sin embargo, solicitar Su provisión lo honra al reconocer que dependemos totalmente de Él para satisfacer nuestras necesidades.

EXHORTACIONES EN LA ORACIÓN

  • Lucas 6:28 “Orad por los que os ultrajan”.
  • Lucas 22:40 “Orad para que no entréis en tentación.”
  • Mateo 9:37-38 “La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”.
  • Efesios 1:18-19 “Orad para que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza a que os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál es la abundancia grandeza de su poder para con nosotros los que creemos”.
  • Colosenses 4:3-4 Oren “para que Dios nos abra puerta a la palabra, a fin de que anunciemos el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso; para que lo aclare en la forma en que debo proclamarlo.”
  • Santiago 5:14-15 “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Luego debe llamar a los ancianos de la iglesia y ellos deben orar por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor; y la oración de fe restaurará al que está enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados, le serán perdonados.”

PROMESAS DE ORACIÓN

  • Juan 14:14 “Si algo me pidiereis en mi nombre, lo haré.” Esto no significa que podamos obtener todo lo que queremos de Dios si agregamos la frase, “En el nombre de Jesús”. Orar en Su nombre significa que nos ponemos bajo Su autoridad y hacemos nuestras peticiones en sumisión a Su voluntad.
  • Juan 15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho”. Esta promesa está condicionada a permanecer en Cristo y que Sus palabras permanezcan en lo más alto de nuestras vidas.
  • 1 Juan 5:14-15 “Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que le pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho”.

RESPUESTAS A LA ORACIÓN

Dios no siempre responde a nuestras solicitudes de inmediato, y es posible que no veamos los resultados de nuestras oraciones durante nuestra vida, pero Él siempre es fiel. Sé paciente.

  • Salmo 40:1-3 “Pacientemente esperé a Jehová; y se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó del pozo de la destrucción, del lodo; y Él puso mis pies sobre una roca, haciendo firmes mis pisadas. Puso en mi boca cántico nuevo, cántico de alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán y confiarán en el Señor.”

PREGUNTAS SOBRE LA ORACIÓN

  1. Si Dios ya conoce mis necesidades, ¿por qué tengo que pedir? No informamos al Señor con nuestras peticiones, pero al pedirle que provea, estamos demostrando una completa dependencia de Él como nuestra única fuente de ayuda.
  2. Si el Señor ya ha predeterminado lo que va a hacer en una situación, ¿por qué debo orar al respecto?
  • Aunque Dios conoce el resultado que desea, nosotros no. Por ejemplo, no sabemos si Él sanará a un amigo enfermo, pero debemos continuar intercediendo hasta que Su voluntad se aclare.
  • Nuestras oraciones pueden ser los medios que el Señor usa para llevar a cabo Su plan predeterminado.
  1. ¿Depende el éxito de los decretos eternos de Dios de nuestras oraciones? No. Un decreto eterno es un curso de acción que el Señor determinó antes de la creación. Estas son cosas que Él hará pase lo que pase. Sin embargo, se espera que seamos fieles en la oración. Si no lo somos, nuestras vidas serán infructuosas e impotentes.
  2. ¿Nuestras oraciones cambian la mente de Dios? No. Hay pasajes como Éxodo 32:9-14 que dicen que el Señor cambió de opinión después de que Moisés intercediera por Israel. Pero en realidad, Dios movió a Moisés a suplicar misericordia debido a Su promesa a Abraham, Isaac y Jacob, que se cumpliría en Israel. El carácter, las promesas y los propósitos de Dios nunca pueden cambiar.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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UN MENSAJE ENFOCADO EN DIOS

La Biblia es un Libro enfocado en Dios, con un mensaje enfocado en Dios, para gente enfocada en Dios.

Aunque fue escrita hace mucho tiempo, no es irrelevante. Las verdades que nos enseña acerca del Señor y las lecciones que encontramos en sus páginas todavía se aplican a nuestra vida. No es solo un libro de historia, sino la Palabra de Dios que penetra corazones y demanda obediencia. Solo hay dos maneras de vivir: lejos de la Biblia o conforme a sus enseñanzas. Las personas enfocadas en Dios son quienes tienen un corazón inclinado a Él, quienes rigen su vida por las enseñanzas bíblicas y desean obedecerlo en sus caminos, al confiar en su fidelidad.

El libro de Éxodo no solo relata la historia de la liberación milagrosa de Israel de la esclavitud de Egipto. También nos muestra cómo el Señor obró con poder en y mediante la vida de un hombre obediente: Moisés.

El pueblo hebreo había vivido en esclavitud en la tierra de Egipto durante muchos años. Moisés era un hebreo que había vivido en el palacio de faraón hasta la edad de 40 años. Sin embargo, después de matar a un egipcio mientras defendía a un esclavo hebreo, se vio forzado a huir al desierto de Madián para salvar su vida.

Cuarenta años después, cuando Moisés tenía 80 años, Dios le habló por medio de una zarza ardiente, para darle la orden de regresar a Egipto y decirle a faraón que dejara ir a su pueblo. Moisés obedeció, pero la respuesta de faraón fue aumentar las labores pesadas del pueblo.

EXODO 6:1-2 “Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra. Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: ‘Yo soy JEHOVÁ’”

En este pasaje hay dos verdades que Dios enfatizó.

  • “Yo haré”:Sería Dios quien los liberaría y no Moisés.
  • “Yo soy JEHOVÁ”:Dios es Señor y lo tiene todo bajo su control. Moisés solo tenía que someterse y obedecer a sus órdenes.

Estas dos verdades fueron dadas para quitar de Moisés cualquier duda que pudiera tener acerca de esa misión que parecía imposible de realizar y para fortalecer su confianza en el Señor, quien es Soberano sobre el tiempo, las personas y los eventos. Moisés no tenía que conocer todos los detalles de cómo Israel sería liberado, ni tampoco comprender lo que Dios hacía; solo debía confiar en el Señor y seguir sus instrucciones.

Esta lección también se aplica a nuestra vida.

Debemos reconocer que cuando parece difícil o incluso imposible obedecer al Señor, Él es quien impulsa nuestra obediencia. Él es también el Señor de nuestra vida. Muchas veces no podemos comprender sus caminos, pero podemos seguirlo y confiar en Él, pues siempre está en lo cierto. Si razonamos y titubeamos, nos saldremos de su voluntad. Aunque en ocasiones sintamos miedo de ser obedientes, es un gozo saber que estamos haciendo justo lo que Dios quiere.

Sin lugar a dudas Moisés sintió temor al enfrentar a faraón, y la misión parecía imposible, pero también contaba con la seguridad de que el Señor estaba con él y que llevaría a cabo la liberación de Israel. Moisés solo actuaba bajo las órdenes del soberano Rey del universo, quien tiene todo el poder y la autoridad.

Dios asume toda la responsabilidad por lo que sea que nos llame a hacer.

Él nos capacitará, nos equipará y proveerá todo lo necesario para obedecerlo. Puede que la misión parezca estar por encima de nuestras facultades y tal vez no comprendamos cómo el Señor podría usarnos; pero si nos da una orden, lo hará posible.

La misión que Dios le confió a Moisés parecía insuperable. Desde la perspectiva humana, faraón era el rey más poderoso en el mundo de esa época; pero las promesas que Dios le dio a Moisés y a su pueblo eran más grandes que cualquier fortaleza o autoridad terrenal.

En Éxodo 6.6-8 Dios les prometió lo siguiente a los hijos de Israel:

  • “Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto”.
  • “Y os libraré de su servidumbre”.
  • “Y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes”.
  • “Y os tomaré por mi pueblo”.
  • “Y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto”.
  • “Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob”.
  • “Y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ”.

Nada es imposible para Dios.

Sin importar lo que nos mande hacér el Señor es fiel para fortalecernos. Todas sus promesas son verdaderas y no pueden fallar. Conscientes de esto, deberíamos estar deseosos de obedecerlo, aunque parezca imposible desde el punto de vista humano. Dios puede cumplir su voluntad en y por medio nuestro si le obedecemos en sumisión.

En el enfrentamiento entre Moisés y faraón, parecía que éste último tenía todo el poder, mientras que Moisés no contaba con nada. Sin embargo, Moisés estaba respaldado por el Dios Todopoderoso, por sus palabras y promesas, las cuales eran más poderosas que faraón y su ejército. El Señor usó a Moisés para cumplir su propósito de derrotar a esa poderosa nación, para rescatar a su pueblo y para proveerles con riquezas y bienes materiales que tomaron de los egipcios.

La Biblia es un Libro enfocado en Dios, con un mensaje enfocado en Dios, para gente enfocada en Dios.

Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento encontramos lecciones que aplicamos a nuestra vida diaria. Aprendemos acerca de la gracia de Dios, de su misericordia, su bondad, su perdón, su purificación y del regalo de la vida eterna por medio de Jesucristo. Sin embargo, si descuidamos su Palabra y no prestamos atención a sus mandamientos, no podremos conocer a Aquél que obró con poder en Moisés para cumplir su buena voluntad y nos perderemos las bendiciones que provienen de la obediencia.

Solo necesitamos lo mismo que tuvo Moisés para obedecer al Señor: su Palabra, su presencia y sus promesas. Tampoco tenemos que comprender a cabalidad la forma en la que Dios obrará en nuestra vida; solo debemos confiar y obedecerlo. En vez de enfocarnos en nuestras deficiencias, o de compararnos con otros, debemos mantener nuestra mirada en el Señor y en su Palabra, mientras confiamos en que por su poder cumplirá su voluntad en nosotros.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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SALVADOS PARA UN PROPÓSITO

¡Vivimos en tiempos malos! De todos es conocida la situación actual. Nos hemos dado cuenta, que hay gente mala. Muy mala. La Biblia nos advierte de eso, pero cuando lo vemos tan crudo como lo que vemos en las noticias, nos quedamos realmente perplejos.

¿Leyó la noticia de unas supuestas vacunas que venían de contrabando? Uno dice, ¿por qué hacen eso? ¡Cuánta maldad! ¡Cuánta mala intención! Aprovechar la necesidad de la gente, y de la buena fe de las personas para obtener ganancias deshonestas.

Sin duda estamos rodeados por toda la maldad de un mundo caído. Y necesitamos regresar a la fuente de esperanza y vida. Saber que estamos en el lugar correcto y haciendo lo correcto para estar dentro del propósito de Dios.

GALATAS 5:1-5 » 1 Pablo, apóstol, no por investidura ni mediación humanas, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muertos; 2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: 3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. 4 Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Pablo da inicio a su carta, aclarando quién es él, y su ministerio que fue directamente comisionado por Jesús. En esa experiencia exclama la pregunta que muchos creyentes alrededor del mundo han hecho: ¿Que quieres que haga Señor?

Jesús lo comisiona y Pablo inicia un ministerio tremendo en toda Asia menor. Y justo a las iglesias de Galacia les envía esta carta para exhortarlos, para llamar de la atención de manera enérgica y directa, porque algunos se habían infiltrado y estaban enseñando cosas apartadas de la sana doctrina.

Y luego de su presentación como apóstol investido directamente por Jesucristo, hace una declaración, que es un axioma. Un axioma por definición es: Una proposición tan clara y evidente que se admite sin demostración.

GALATAS 5: 4 » Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Quiero que meditemos en 3 pilares de nuestra fe cristiana que harán nuestra carga más liviana y reconocer que nuestra fe tiene una trascendencia eterna. Nuestra fe en Jesús puede afectar el rumbo de nuestras generaciones para siempre.

  1. Jesucristo dio su vida por nuestros pecados. (Vs.4a) Jesús vino en forma de hombre para pagar la deuda de nuestros pecados de una vez y para siempre. Él consumó e instituyó el ministerio de la reconciliación con Dios. Jesús logró en la cruz, lo que ninguna religión o profeta ha podido lograr, hacer que un pueblo que no era pueblo, se volviera pueblo de Dios, hizo de este pueblo, la reunión de los hijos de Dios.
    • .Nada puede cambiar ese hecho. Ni que usted peque más o menos, cambia el hecho que Jesús hizo una obra perfecta de perdón de pecados.
    • No teníamos esperanza. Nadie nos iba a rescatar, nosotros solos no podíamos, y nadie aparte de nuestro Creador, vendría en rescate.
    • Jesús nos reconcilió con el Padre por siempre. Estábamos lejos, enemistados y totalmente opuestos a Dios, en Jesús la separación del pecado se va y ahora somos uno con el Padre.
  2. Para rescatarnos de este mundo malvado. (Vs 4b) Nosotros en el mundo sin Cristo, moriríamos irremediablemente. Dios tiene misericordia y nos salva, por la sola gracia de su amor sin límites. «Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados».
    • El rescate fue pagado. Aunque la salvación es gratuita, el valor de ella es incalculable. El hecho que sea gratuita, no significa que su valor es insignificante. Al contrario, en nosotros, vasos de barro se ha derramado un tesoro que no se puede cuantificar, el precio pagado es la sangre misma de Jesús.
    • Este mundo es malo. Este rescate fue la llave de la prisión de este mundo malo. El mundo es malo, no hay nada bueno en él. Sin Dios nada tiene sentido, con Dios, absolutamente todo cobra propósito y vida.
    • Aunque no nos ha sacado del mundo, su rescate nos sacó del mundo. Seguimos en el mundo, Jesús dijo en Juan 17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. Es decir, que su rescate nos permite estar en el mundo, sin pertenecer a este mundo.
  3. Según la voluntad de nuestro Dios y Padre. (Vs4c) Somos hijos de Dios por la voluntad de Dios. Juan 1:13 A Dios en su sola potestad le dió placer hacernos su hijos. Por medio del sacrificio de Jesús, somos hechos sus hijos y el sobre nosotros se ha derramado el Espíritu Santo, que nos ha adoptado y ahora somos los hijos amados de Dios.
    • La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. ¿Cómo sé cuál es la voluntad de Dios para mi vida? Toda su vida pásela por el “colador” de Romanos 12:2 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Toda su vida pásela por esta declaración… y verá como la voluntad de Dios se revela ante usted.
    • La voluntad de Dios es soberana. Dios dice, y lo dicho se cumple. Dios habla y todos obedecemos, él manda y nadie cuestiona. Él es el REY y nosotros sus súbditos. Su voluntad es soberana.
    • La voluntad de Dios no se equivoca. Separa usted que el propósito de Dios, NUNCA conduce al error. Dios es amor y en el perfecto amor no hay temor. Su voluntad es tan amorosamente correcta, que aún las cosas que no tienen ningún sentido, se aclaran ante su bendita voluntad. Su voluntad nunca nos conduce al error.

Conclusión: El apóstol Pablo, nos desafía en Gálatas a vivir, buscar y velar por estar siempre dentro de la sana doctrina. Y en este pasaje nos introduce a este glorioso evangelio:

Gálatas 1:4 «Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,

Gálatas 1:5 «a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.»

Dios sea glorificado en Nuestra vida, Nuestras relaciones, Y todo lo que hagamos.

Es mi oración que usted y yo podamos proclamar con nuestras vidas: ¡Gloria a ti Cristo por los siglos de los siglos. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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EL ESPIRITU SANTO: NUESTRO AYUDADOR y CONSOLADOR


En ocasiones los nuevos creyentes creen que sus vidas serán más fáciles después de ser salvos; pero eso no es lo que casi siempre sucede.

A veces, puede que enfrentemos más bien algunos problemas y desafíos. Y esto puede llegar a preguntarse dónde está Dios o por qué no responde nuestras oraciones. Si no sabemos qué hacer, puede que nos sintamos solos y abrumados. Pero si hemos recibido a Cristo como Señor y Salvador, nunca estamos solos, pues nos ha prometido un AYUDADOR : el Espíritu Santo.

Antes de ir a la cruz, Cristo les dijo a sus discípulos que enviaría a alguien que les ayudaría.

LA BIBLIA habla de la Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Sin embargo, algunos creyentes no comprenden que Dios, en la persona de su Espíritu, ha venido a morar en ellos, o no le han dado el lugar que se merece.

No obstante, el problema no es el Señor, sino la falta de conocimiento en cuanto a la presencia y guía del Espíritu Santo en sus vidas. Se nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir nuestro andar de fe. Solo debemos estar dispuestos a rendirnos ante Dios para hacer uso de los recursos del Espíritu Santo. Nuestro Ayudador divino siempre está dispuesto a socorrernos. En ningún momento, desde que recibimos a Cristo como Salvador, hemos estado solos ni desamparados; aunque nos sintamos así. Su Espíritu está siempre presente y obra de manera activa en nuestra vida.

CUAL ES LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO ?

  1. Nos convence de pecado. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn 16.8). En primer lugar, nos hace reconocer que somos pecadores necesitados de salvación para que podamos arrepentirnos, depositar nuestra fe en Cristo y recibir su perdón. E incluso, después de ser salvos, nos hace reconocer cuando actuamos de manera incorrecta, al recordarnos que el pecado no debe ser parte de nuestra vida, pues ahora seguimos a Jesucristo.

2. Nos sella para salvación. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Ef 1.13). En esa época el sello era usado para autentificar, demostrar posesión y protección. El Espíritu Santo nos sella en Cristo como hijos de Dios, pues ahora vivimos bajo su divina protección. Es un sello que nadie puede romper, ni Dios, ni el diablo, ni nosotros mismos. Sin embargo, eso no significa que podemos pecar sin sufrir consecuencias. Dios nos muestra lo que está mal y también nos disciplina.

3. Mora en nosotros. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Ro 8.11). El Espíritu Santo es un regalo eterno que ha enviado a nuestra vida. Y vivimos bajo su dirección, mientras nos capacita para que hagamos lo que nos pide.

4. Nos enseña. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosa” (Jn 14.26). Puesto que es Dios, su Espíritu es un maestro que supera a todos los demás. Nos guía al leer la Palabra de Dios y nos ayuda a interpretarla adecuadamente. La Biblia es un maravilloso regalo que Dios nos ha dado, y si somos fieles al leerla y le pedimos a su Espíritu que nos enseñe, nos ayudará a entenderla y sobretodo a ponerla en práctica.

5. Nos revela su verdad. “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1 Co 2.12). Se nos promete un conocimiento divino que va más allá de nosotros y del universo, y que solo puede ser hallado en la Palabra de Dios. Puede que no entendamos de manera inmediata lo que significa el pasaje que hemos leído, o cómo podremos aplicarlo; pero, si perseveramos en buscar y escudriñar la Palabra de Dios, el Espíritu nos ayudará a entender. No obstante, si dejamos de leer la Biblia, nos faltará la sabiduría que solo proviene de Dios.

6. Nos guía. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Jn 16.13). Nuestro Ayudador divino es también quien nos guía. Nos ayuda a discernir lo verdadero y a tomar decisiones correctas. En vez de buscar los consejos de otras personas, lo primero que debemos hacer es pedirle al Espíritu Santo que nos dirija.

7. Produce fruto en nosotros. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Ga 5.22, 23). A menudo, estas cualidades se producen en nosotros por medio de circunstancias que podrían hacernos responder de manera diferente. Por ejemplo, si nos resulta difícil amar a una persona, el Espíritu Santo puede cambiar nuestra actitud si se lo pedimos y si deseamos caminar en obediencia a Él.

8. Nos recuerda. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14.26). Aunque los discípulos ya habían estado con Cristo y escuchado sus enseñanzas durante tres años, solo disponían de lo que recordaban después de que Él había partido. Para enseñar a otros acerca de Cristo necesitaban que el Espíritu Santo les ayudara a recordar. Incluso en nuestro tiempo, necesitamos que nos recuerde los pasajes bíblicos que necesitamos para cada situación. Si leemos la Biblia fielmente, Él nos ayudará a recordar lo que dice.

9. Nos faculta con dones espirituales. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo” (1 Co 12.4). Su Espíritu nos da dones espirituales para que podamos servirnos los unos a los otros de la manera que Él desea.

10. Nos da poder. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (He 1.8). Su poder nos permite completar la misión que nos ha dado y nos capacita en cada aspecto de la vida.

11. Nos llena. “Sed llenos del Espíritu” (Ef 5.18). Esta es una vida gobernada y guiada por el Espíritu Santo, pues su presencia mora en nosotros. Ningún creyente tiene una excusa legítima para no obedecer a Dios, pues su Espíritu nos ha capacitado para cumplir con su voluntad y mandamientos.

OREMOS: Gracias Padre celestial por habernos enviado al Espíritu Santo a morar en nosotros, a enseñarnos, a guiarnos, a fortalecernos, a darnos dirección, a revelarnos la Palabra de Dios, a revelarnos y a glorificar a Jesucristo, el Hijo de Dios, y a permanecer en nosotros todos los días de nuestras vidas. Enciende el fuego del Espíritu Santo en nosotros. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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