Categoría: Poder

PREPARÉMONOS PARA LA BATALLA

Los creyentes estamos en una batalla espiritual entre el reino de la luz y el reino de las tinieblas. De todas las formas posibles, Satanás busca obstaculizar la obra de Dios en nuestras vidas. Por supuesto, si estamos en Cristo, nuestros nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero y estamos destinados al cielo, y nada ni nadie, puede cambiar esa verdad. Pero al diablo le encantaría hacernos cristianos vencidos e ineficaces aquí en la tierra, y así robarnos nuestras recompensas celestiales.

¿ENTONCES, COMO PODEMOS EVITAR SER PRESA DE LOS PLANES DESTRUCTIVOS DE SATANÁS PARA NOSOTROS?

Déjame decirte lo siguiente: nosotros no estamos llamados a luchar contra el diablo; en cambio, lo resistimos manteniéndonos firmes en el poder del Señor. A través de la habilidad de nuestro Dios, es decir, los creyentes podemos vencer la tentación, incluso cuando enfrentamos circunstancias difíciles.

Efesios 6, “fortalécete en el Señor y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra las fuerzas mundiales de estas tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestiales. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo hecho todo, estar firmes”

DEBEMOS PREGUNTARNOS: ¿CUAL ES LA NATURALEZA DE NUESTRA BATALLA CONTRA SATANÁS?

  1. Es una batalla espiritual. Pablo no está hablando de una armadura física (v. 11). Nos esta hablando de “fuerzas de maldad en los lugares celestiales” (v. 12). Nuestros cuerpos actuales son temporales pero nuestros espíritus durarán para siempre; y es a través de ellos, que nos relacionamos con Dios. Aunque Satanás no puede cambiar nuestro destino eterno, hará todo lo posible para interrumpir nuestra relación con Dios mientras estemos en la tierra, alejándonos y haciéndonos infelices y espiritualmente improductivos.
  2. Esto es una batalla Personal. Pablo dice: “Nuestra lucha no es contra sangre ni carne” (Efesios 6:12). La lucha aquí indica un combate uno contra uno. Los cristianos experimentan ciertos tipos de tentaciones, pero el diablo nos ataca y nos tienta a cada uno de nosotros individualmente.
  3. También es una batalla real. Una de las tácticas de Satanás es convencer a la gente de que él no existe. 2 Corintios 4:4 dice: “El dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”. Con tal engaño, el diablo puede ejecutar fácilmente sus estrategias de destrucción. Aunque el Señor permite que Satanás traiga adversidad, el Espíritu Santo puede capacitarnos para atravesarla victoriosamente, e incluso con gozo, mientras confiamos en Él (Santiago 1:2-4).

¿ANALICEMOS AHORA, PORQUE EL PUEBLO DE DIOS CEDE A LA TENTACIÓN?

Recordemos que como hijos de Dios, el Espíritu Santo mora en nosotros. De ahi, ¿Por qué los creyentes todavía son a veces derrotados en la guerra espiritual?

  1. Por la ignorancia de que existe una batalla. Muchos cristianos ni siquiera saben que hay una guerra en curso. Atribuyen lo bueno o lo malo de sus vidas a la suerte.
  2. Otros niegan la existencia de Satanás. No señores, el diablo es real: Jesús le habló en el desierto, echó fuera demonios y le enseñó a sus discípulos acerca de los planes del diablo. Cristo no habría hablado del adversario si no existiera.
  3. La falta de formación. No es suficiente ser salvo. Las Escrituras nos llaman a “sufrir penalidades… como buen soldado” (2 Timoteo 2:3). Los soldados en la fe necesitan aprender a usar las armas de la guerra espiritual: la Palabra de Dios y la oración.
  4. La propaganda del diablo. Satanás busca robar la gloria de Dios y perturbar Su reino. El maligno siempre nos miente acerca de lo que nos satisfará. Una de las formas en que obra es hacer que las metas, los placeres y las posesiones terrenales sean tan atractivos que nos alejen de la devoción a Dios.
  5. Debemos estar conscientes que hay minas terrestres espirituales. El pueblo de Dios a veces no anticipa las zonas de peligro que enfrentará. Pero ciertos pecados son como minas terrestres; nos toman por sorpresa y causan grandes daños. El diablo dice: «Solo un poco no te hará daño», pero pronto desarrollamos un hábito peligroso o tomamos una decisión que destruye la vida.
  6. Por último, una Instrucción bíblica inadecuada. Llamamos al servicio del domingo por la mañana “adoración”, pero también es un tiempo de aprendizaje. Los sermones nos enseñan principios para enfrentar la batalla victoriosamente. No asistir a la iglesia no hará que perdamos nuestra salvación, pero el conocimiento espiritual y el reunirse con otros cristianos es una parte importante de la preparación para la guerra espiritual.

DEBEMOS ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE NUESTRO PECADO

Esto es lo primero que debemos hacer, porque esa responsabilidad nos da el poder para resistir el pecado. Y como lo hacemos:

  1. Con la fuerza de Dios. Vencemos en la fuerza de Dios, no en la nuestra. En otras palabras, el gran poder de Dios, que fue lo suficientemente fuerte como para resucitar a Jesús de la muerte, nos permite vencer el pecado. El diablo, ha estado engañando a los humanos durante mucho tiempo y sabe qué trucos usar. Nuestra responsabilidad es fortalecernos en el Señor” (Efesios 6:10).
  2. Tenemos la autoridad de Dios. Un oficial de policía dirige el tráfico usando la autoridad y el respaldo total del gobierno, respaldado por la policía y todo el ejercito si es necesario, no con su propio poder físico. Del mismo modo, no te enfrentas solo a Satanás; puedes resistirlo en el poder de la autoridad de Jesús. Cuando caminamos según el Espíritu, podemos ordenarle a Satanás que nos deje en el poder del nombre de Jesús.
  3. Como creyentes, podemos ser fuertes y ver a Dios pelear nuestras batallas. Estamos llamados a ponernos nuestra armadura espiritual y luego “mantenernos firmes” (Efesios 6:11). Esto es similar a lo que el Señor le dijo a Moisés, y siglos más tarde, al rey Josafat: “No tienes que pelear en esta batalla; toma tu posición, ponte de pie y observa la salvación del Señor” (2 Crónicas 20:17). Aunque estamos en una guerra espiritual, Dios no nos llama a pelear con el diablo. Simplemente debemos ser fuertes en el Señor y ver cómo se desarrollan los milagros.

Ahora bien, si tú estas pasando por una situación que parece más grande que tus fuerzas, ven a Jesús. Reconoce tu pecado, tu debilidad delante de Él y rinde tu vida a Jesús. Para esto, repite conmigo esta oración:

«Padre Celestial, reconozco que he pecado contra Tí, y que no tengo fuerzas para salir adelante. Te pido que me perdones y avives el fuego de tu Espíritu Santo en mi. Ahora mismo, reprendo todo espíritu de tentación que haya venido a mi vida. Renueva mis fuerzas. toma control de mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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DE RODILLAS SOMOS MAS ALTOS Y MÁS FUERTES

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LIBERACIÓN DE LA MENTE

Después de la pandemia del COVID, las personas han experimentado pérdida de empleos, problemas sicológicos, miedo a enfermar o a morir del Covid, sentimientos de impotencia, trastornos síquicos, problemas mentales y emocionales, poblemas económicos, entre otros.

Es por ello, que hoy por hoy necesitamos la cruz, necesitamos la Sangre de Jesús, porque no podemos lidiar con demonios con consejería, porque la consejería es para la gente que tiene su mente cabal. Ya que un demonio no se aconseja, se echa fuera. Y debido a todo esto, necesitamos el Ministerio de La Liberación.

Entonces cómo ganar esa guerra de la mente cuando todo lo que ha sucedido, ha producido incertidumbre, estrés, no se sabe qué va a pasar en el futuro. Seguro que dos cosas: 1) Recesión: qué es una contracción de la economía y, 2) Depresión o problemas de la mente, tales como ansiedad, preocupación, depresión, fortalezas de la mente, imaginaciones, pensamientos sexuales, esquizofrenia, incredulidad, escapismo, escuchar voces, duda, confusión, estrés, sueño errático, pesadillas.

Todos estos son problemas de la mente y tenemos esta guerra que debemos ganar. Una cosa es estar ansioso en un momento y ya, pero otra es estar preocupado en la mañana, en la tarde, en la noche y esta allí permanentemente, es una obsesión. Por lo tanto, esto es una señal que esta demonizado o influenciado por un espíritu inmundo.

Demonizado no significa que tiene una posesión demoniaca, porque la posesión demoniaca toma toda una vida y la controla. La demonización es estar bajo la influencia de un espíritu inmundo, entonces esta influenciando tu mente. Por eso es que tenemos que identificar y localizar dónde es la guerra.

HAY TRES NIVELES DE GUERRA ESPÍRITUAL

  1. La primer guerra es por la Palabra de Dios.

Déjame explicarte, tu estas en un servicio escuchando un sermón o predicación de la Palabra, y te dices a ti mismo: «el Pastor n esta viviendo eso», con esa clase de pensamiento, el diablo te saca de lo que Dios te quiere dar y asi ese enemigo esta pronto a robarte la Palabra de tu ser.

Sales de la Iglesia libre en tu mente, pero al salir, viene de nuevo la negatividad, la incertidumbre, ahi mismo, el diablo te robo la Palabra de tu corazón. Por lo tanto debes desconectarte de la cocina, de tu familia, de todo el mundo para que al escuchar la Palabra de Dios, la tomas, la recibes, la crees, la declaras, la confiesas. Cree en la Palabra de día y de noche, porque la Palabra de Dios es la verdad y la Palabra te hace libre.

2. La segunda guerra es en la mente.

3. La tercera guerra en en los cielos, en los aires, con principados.

Pero aquí se requiere un príncipe reprender a otro príncipe. y este tipo de guerra se lidia bajo unción. pero lo que vamos a lidiar hoy, es la mente.

ROMANOS 12:2 » No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»

No os conformeis a este siglo quiere deir que no aceptes, no te pongas de acuerdo cuando vienen pensamientos negativos del enemigo a tu mente. Tu no te puedes poner de acuerdo con eso, no puedes aceptar eso. Y si viene, porque van a venir en determinado momento, es cuando tienes que sacar el antimisil de la Palabra de Dios y derribar esos pensamientos.

Estas enfermo, cierto, lo sientes en tu cuerpo, pero ganas ese argumento con la verdad de la Palabra, llevando cautivos argumentos, imaginaciones, y pensamientos. Tu tienes que dominarlos con la verdad de la Palabra, porque detras de toda manera de pensar o detras de una conducta hay algo, hay un demonio detrás de esa circunstancia.

En estas situaciones, hay un impacto espiritual en las persona, y si Dios te influencia, Él va a cambiar tu manera de hablar y de caminar para bien, caso contrario si lo hace el diablo. Asi que, cuidado aceptas pensamientos que no son de Dios.

CONSIDERACIONES PARA LIBERAR TU MENTE

  1. Entender que la mente es un territorio.

Dios no le ha prohibido al diablo hacer guerra en la mente. La mente es un territorio neutral y el diablo quiere ocuparla, y Dios quiere ocuparla.

Cuando nosotros renovamos nuestra mente con la Palabra de Dios, nosotros comenzamos a ocupar nuestro territorio. Hay muchos que perdieron su mente, perdieron su visión, perdieron sus sueños y el diablo te dijo: «esto es imposible, no lo puedes hacer». Entonces, que es lo que tú haces?, tu tienes que pelear, regresar y agarrar la mente.

Cuantas gentes han perdido su personalidad, eran contentos, estaban gozosos, estaban felices, pero perdieron porque el diablo les robo su territorio, les robo su mente, pero Dios te dice hoy: » VUELVE A TOMAR TU TERRITORIO», porque tu mente es una posesión valiosa.

Si Dios usa tu mente, vas a ser un canal para que Dios te use, pero si el diablo la usa, su propósito es destruirte. tenemos que cuidar nuestra mente porque estamos siendo bombardeados por las noticias, por los medios sociales, es un bombardeo todos los días, entonces, todos los días debemos estar sacando los misiles de la Palabra de Dios. De ahi es que llevamos cautivos los pensamientos a la obediencia de Cristo Jesús.

Asi que recupera tu mente, lo gozoso que eras, lleno de vida, positivo, que creía la Palabra. Así que di conmigo: » VUELVO A TOMAR MI TERRITORIO, EN EL NOMBRE DE JESÚS».

2. Los pensamientos negativos son una entrada para los demonios.

Podemos dar lugar al diablo atraves de nuestros pensamientos, porque los demonios se alimentan de los malos pensamientos y cuando nosotros los entretenemos, lo que estamos haciendo es invitando a los poderes demoniacos a que vengan a nuestras mentes.

Por esto, la Palabra de Dios nos advierte:

EFESIOS 4: 27 » ni deis lugar al diablo».

No le des lugar al diablo, ni siquiera un centímetro. Cuando venga un pensamiento de desanimo, saca la Palabra, porque esto no es natural, es sobrenatural,

2 TIMOTEO 1: 7 » Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.»

Que tal si te botan del trabajo y esta mal la economía:

FILIPENSES 4: 19 «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.»

Asi que no les un solo centímetro al diablo de tu territorio, porque de ese centímetro, es donde él te influencia e impacta tu vida. Comenzó con tu mente y después te enferma.

2 CORINTIOS 10: 4-5 » porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,»

Asi que si tienes miedo del COVID o de lo que sea, hoy tienes que derribarlo, llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo Jesús. Estos pensamientos solo se derriban con fuerza y con poder.

Hoy vas a creer la Palabra de Dios de que tu estas sano, eres libre, eres prospero, eres bendecido. cambia tu mentalidad porque en la medida que entretienes esos pensamientos negativos, en ese momento estas empoderando esa mentira.

FILIPENSES 4: 6-7 » Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.»

No estéis afanosos por nada significa que no estén preocupados, no estén estresados, aprende a confiar a Dios, Dios tiene el control de tu vida, Dios te guarda, Dios te cuida, te protege y Él esta contigo. Cuando te quieras afanar o preocupar, ven a presentarte a Dios, vena orar a Dios, ven a los servicios a adorar a Dios y preséntale eso a Dios y te aseguro que vas a estar desestrezado y vas a tener paz en tu mente y en tu corazón.

FILIPENSES 4 : 8 » Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.»

Si alguien te trae un chisme, dile: «NO GRACIAS, QUIERO PENSAR EN ALGO BUENO». Alguien vino a desanimarte, dile: «NO QUIERO DESANIMO, NO QUIERO QUE CORROMPAS MI MENTE». Si viene cualquier dardo, tu levantas la espada del Espíritu.

Tienes que cambiar la mente, transiciona de lo viejo a lo nuevo, del pasado al futuro, así que expande tu mente a las cosas de Dios. Para eso Dios te trajo hoy aquí, para liberar tu territorio.

3. La condición de tu mente es la condición de tu vida.

Es decir, que donde está tu mente, ahi esta el estado de tu vida.

PROVERBIOS 23:7 » Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.»

En otras palabras, si tu vida esta en derrota, así estas pensando. Sí te has conformado a la pobreza, te conviertes en pobreza. Sí estas pensando continuamente en depresión, te vas a convertir en depresión. A donde va fijas tu mente, ahí va estar la dirección de tu vida.

COMO GANAMOS LA GUERRA EN LA MENTE

  1. Te arrepientes.

Si te has puesto de acuerdo con pensamientos de ansiedad, preocupación, dejarlo todo, miedo, duda, incredulidad, etc, entonces tenemos que arrepentirnos.

1 JUAN 1:9 » SÍ confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.»

Porque en el momento que reconoces que has pecado, y te arrepientes, tu rompes toda ligadura con el diablo.

2. Tu renuncias.

Porque debo renunciar?, porque aceptaste, aprobaste, jugaste, y entretuviste esos pensamientos negativos. Todo lo que no renuncias, se queda ahí adentro y se pone pero.

Entre más tiempo se quedan en tu mente, te conviertes en eso mismo.

3. Llevas cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo Jesús.

2 CORINTIOS 10:5 » 2 CORINTIOS 10: 4-5 » derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,»

En el momento que el diablo te lance un dardo, es el momento de rechazarlo y traes tu mente a la obediencia de Cristo Jesús y dices: » TE REPRENDO SATANAS, EN EL NOMBRE DE JESÚS», y no lo entretienes más. El argumento dice: «tu no puedes» pero la Palabra dice: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece».

Hay una pelea, hay una guerra en la cabeza. En el momento que estas adorando a Dios, te viene un pensamiento sucio, y tu le dices: «TE ECHO FUERA,EN EL NOMBRE DE JESÚS». El diablo te dice: «tus hijos nunca van a servir a Dios», tu le dices: «LA PALABRA DE DIOS QUE YO Y MI CASA SERVIREMOS A JEHOVA, Y VIENEN A CRISTO».

4. Tu obediencia debe ser completa.

Si has reprendido y vienes a lo mismo al siguiente día, es porque no te has arrepentido completamente. Tienes que ser obediente al 100%, de lo contrario eres desobediente, porque l 99% de obediencia es igual a desobediencia. Si lo vas hacer para Dios, hazlo completo.

Porque cuanto obedeces, Dios abre las ventanas de los cielos y Dios te bendice.

OREMOS Y REPITE EN VOZ ALTA: «Padre celestial, en este día, te doy gracias por la obra de Jesús en la cruz, donde Cristo me liberó y me transformó y ahora yo enforzo la obra de la cruz, me apropio de lo que es mío, la liberación obra de la cruz. Y en el nombre de Jesús, yo vengo al mundo del espíritu y reconozco que he aceptado, me he puesto de acuerdo con pensamiento de ansiedad, preocupación, depresión, fortalezas, imaginaciones, escapismo, incredulidad, duda, confusión, engaño, estrés, insomnio y pesadillas, y ahora mismo rompo el contrato por aceptar esos pensamientos, y en el nombre de Jesús me declaro libre, y renuncio a la ansiedad, a la depresión, a la duda, a la confusión, renuncio a las pesadillas, renuncio a la mentalidad de pobreza y ahora mismo me declaro libre. Tomo de regreso mi territorio, mi mente, lo consagro y los entrego a Jesucristo. Me arrepiento con todo mi corazón y renuncio a toda opresión en mi mente. Y todo espíritu demoniaco se va de mi cuerpo, ahora mismo, en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor GUILLERMO MALDONADO por sus enseñanzas.

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EL ESPIRITU SANTO: NUESTRO AYUDADOR y CONSOLADOR


En ocasiones los nuevos creyentes creen que sus vidas serán más fáciles después de ser salvos; pero eso no es lo que casi siempre sucede.

A veces, puede que enfrentemos más bien algunos problemas y desafíos. Y esto puede llegar a preguntarse dónde está Dios o por qué no responde nuestras oraciones. Si no sabemos qué hacer, puede que nos sintamos solos y abrumados. Pero si hemos recibido a Cristo como Señor y Salvador, nunca estamos solos, pues nos ha prometido un AYUDADOR : el Espíritu Santo.

Antes de ir a la cruz, Cristo les dijo a sus discípulos que enviaría a alguien que les ayudaría.

LA BIBLIA habla de la Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Sin embargo, algunos creyentes no comprenden que Dios, en la persona de su Espíritu, ha venido a morar en ellos, o no le han dado el lugar que se merece.

No obstante, el problema no es el Señor, sino la falta de conocimiento en cuanto a la presencia y guía del Espíritu Santo en sus vidas. Se nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir nuestro andar de fe. Solo debemos estar dispuestos a rendirnos ante Dios para hacer uso de los recursos del Espíritu Santo. Nuestro Ayudador divino siempre está dispuesto a socorrernos. En ningún momento, desde que recibimos a Cristo como Salvador, hemos estado solos ni desamparados; aunque nos sintamos así. Su Espíritu está siempre presente y obra de manera activa en nuestra vida.

CUAL ES LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO ?

  1. Nos convence de pecado. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn 16.8). En primer lugar, nos hace reconocer que somos pecadores necesitados de salvación para que podamos arrepentirnos, depositar nuestra fe en Cristo y recibir su perdón. E incluso, después de ser salvos, nos hace reconocer cuando actuamos de manera incorrecta, al recordarnos que el pecado no debe ser parte de nuestra vida, pues ahora seguimos a Jesucristo.

2. Nos sella para salvación. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Ef 1.13). En esa época el sello era usado para autentificar, demostrar posesión y protección. El Espíritu Santo nos sella en Cristo como hijos de Dios, pues ahora vivimos bajo su divina protección. Es un sello que nadie puede romper, ni Dios, ni el diablo, ni nosotros mismos. Sin embargo, eso no significa que podemos pecar sin sufrir consecuencias. Dios nos muestra lo que está mal y también nos disciplina.

3. Mora en nosotros. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Ro 8.11). El Espíritu Santo es un regalo eterno que ha enviado a nuestra vida. Y vivimos bajo su dirección, mientras nos capacita para que hagamos lo que nos pide.

4. Nos enseña. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosa” (Jn 14.26). Puesto que es Dios, su Espíritu es un maestro que supera a todos los demás. Nos guía al leer la Palabra de Dios y nos ayuda a interpretarla adecuadamente. La Biblia es un maravilloso regalo que Dios nos ha dado, y si somos fieles al leerla y le pedimos a su Espíritu que nos enseñe, nos ayudará a entenderla y sobretodo a ponerla en práctica.

5. Nos revela su verdad. “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1 Co 2.12). Se nos promete un conocimiento divino que va más allá de nosotros y del universo, y que solo puede ser hallado en la Palabra de Dios. Puede que no entendamos de manera inmediata lo que significa el pasaje que hemos leído, o cómo podremos aplicarlo; pero, si perseveramos en buscar y escudriñar la Palabra de Dios, el Espíritu nos ayudará a entender. No obstante, si dejamos de leer la Biblia, nos faltará la sabiduría que solo proviene de Dios.

6. Nos guía. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Jn 16.13). Nuestro Ayudador divino es también quien nos guía. Nos ayuda a discernir lo verdadero y a tomar decisiones correctas. En vez de buscar los consejos de otras personas, lo primero que debemos hacer es pedirle al Espíritu Santo que nos dirija.

7. Produce fruto en nosotros. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Ga 5.22, 23). A menudo, estas cualidades se producen en nosotros por medio de circunstancias que podrían hacernos responder de manera diferente. Por ejemplo, si nos resulta difícil amar a una persona, el Espíritu Santo puede cambiar nuestra actitud si se lo pedimos y si deseamos caminar en obediencia a Él.

8. Nos recuerda. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14.26). Aunque los discípulos ya habían estado con Cristo y escuchado sus enseñanzas durante tres años, solo disponían de lo que recordaban después de que Él había partido. Para enseñar a otros acerca de Cristo necesitaban que el Espíritu Santo les ayudara a recordar. Incluso en nuestro tiempo, necesitamos que nos recuerde los pasajes bíblicos que necesitamos para cada situación. Si leemos la Biblia fielmente, Él nos ayudará a recordar lo que dice.

9. Nos faculta con dones espirituales. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo” (1 Co 12.4). Su Espíritu nos da dones espirituales para que podamos servirnos los unos a los otros de la manera que Él desea.

10. Nos da poder. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (He 1.8). Su poder nos permite completar la misión que nos ha dado y nos capacita en cada aspecto de la vida.

11. Nos llena. “Sed llenos del Espíritu” (Ef 5.18). Esta es una vida gobernada y guiada por el Espíritu Santo, pues su presencia mora en nosotros. Ningún creyente tiene una excusa legítima para no obedecer a Dios, pues su Espíritu nos ha capacitado para cumplir con su voluntad y mandamientos.

OREMOS: Gracias Padre celestial por habernos enviado al Espíritu Santo a morar en nosotros, a enseñarnos, a guiarnos, a fortalecernos, a darnos dirección, a revelarnos la Palabra de Dios, a revelarnos y a glorificar a Jesucristo, el Hijo de Dios, y a permanecer en nosotros todos los días de nuestras vidas. Enciende el fuego del Espíritu Santo en nosotros. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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