Mensajes Puros

QUE HACER CUANDO NUESTRAS CARGAS PARECEN INSOPORTABLES

Cuando sientes una carga grande en tu corazón, y te sientes desanimado, desesperanzado y muy agobiado, ¿dónde buscas alivio?, ¿recurres a alguien o algo en busca de consuelo o una forma de escape?. Pero hoy te quiero decir que hay una mejor opción, venir a CristoJesús. MIra lo que Él dijo:

MATEO 11:28, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y agobiados, y yo os haré descansar».

En la Biblia, dos tipos de cargas son mencionados:

1. Las Cargas del Señor. En el Antiguo Testamento, un divino mensaje de Dios dado a un profeta fue llamado una carga o un oráculo. Muchos veces, estas profecías eran una declaración de la voluntad de Dios como un juicio inminente sobre una persona o una nación. Hoy, podemos sentir una carga por orar o ayudar a alguien cuando el Espíritu le traiga esa persona a la mente. O algún sentido de urgencia por predicar las verdades de La Palabra de Dios a la congregación. Estas indicaciones, producen en nosotros una urgencia, y un sentido de la responsabilidad tal como lo experimentaron los profetas.

2. Las Cargas Cotidianas. Vivimos en un mundo caído, y siempre tendremos pruebas que debemos soportar, pueden venir de varias formas, ya sea financieros, de salud, de relaciones familiares, problemas en el trabajo, abuso, arrepentimientos pasados y pecados, dolencias físicas o la muerte de seres queridos. Todas o cada una de ellas, pueden hacernos sentir agobiados más allá de lo que podamos soportar.

Pero!, Jesús ofrece una solución.

1. Nos hace la siguiente invitación. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). El Hijo del Dios viviente, quien es soberano sobre todas las cosas y tiene todo el poder, siempre está dispuesto y es capaz de venir a nuestra ayuda, porque nada es demasiado difícil o pesado para Él puesto que Él, fue quien cargó con nuestros pecados en la cruz del Calvario, y ciertamente llevará nuestros cargas, cualquiera que sea, una vez que hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Él nos invita a venir a Él con nuestras cargas.

  • En oración, admitiendo tu debilidad, diciéndole al Señor lo que es agobiante en tu vida, y pidiéndole Su ayuda.
  • Entrégale a Él tu carga. Estás invitado a lanzar todos tus ansiedad en Él porque Él se preocupa por vosotros (1 Pedro 5:7), y Él promete sostenerte para que no seas sacudido (Sal. 55:22). Puede que Él no levante tu carga, pero Él te fortalecerá para soportarlo.

2. Proseguir de acuerdo a este mandato. “Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de Mí… porque Mi yugo es suave, y Mi carga es liviana” (Mateo 11:29-30). Un yugo es un marco de madera colocado sobre los cuellos de dos bueyes para distribuir uniformemente el peso y alinearlos mientras caminan juntos. En el tiempo de Jesús, la gente estaba bajo el yugo del Imperio Romano y el religioso de los fariseos, quienes impusieron pesadas cargas de legalismo, que incluso, ellos mismos no pudieron sobrellevar. Jesús les dijo a los que estaban cansados de ese legalismo, que intercambiaran esos yugos, tomando el Suyo y aprendiendo de Él.

Para tomar su yugo, confesamos nuestros pecados y recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Como sus discípulos, respondemos con gratitud y amor, viviendo una vida piadosa de entrega y obediencia. Asi que cuando vengan las cargas diarias de la vida, Él nos ayuda a llevarlas y nos enseña a caminar a través de ellos con paz y confianza en Él, para que no se vuelvan insoportables.

3. Esta es la Garantía. “Porque soy manso y humilde de corazón”(Mateo 11:29). El carácter de nuestro Salvador es un gran consuelo para nosotros cuando nos sentimos agobiados. Él nunca nos condena y nos invita a venir a Él en tiempo de necesidad (Juan 6:37). Él nos trata amablemente y se ofrece para ayudarnos a llevar nuestras cargas pesadas.

4. Esta es la Promesa. “Encontraréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29). Cuando confiamos en Jesús para salvación y para cada carga diaria, Él nos da la seguridad eterna, y la paz en nuestros corazones. Mientras mantenemos nuestro enfoque en Él, Él reemplaza la confusión, el miedo, la ansiedad, la ira y la frustración con tranquila confianza en Él. Además, Él viene a nuestro lado a llevar nuestras cargas para que no las sintamos tan pesadas. Incluso, aunque la carga permanezca, nuestras almas estarán en paz porque confiamos en Él.

Nuestra primera respuesta cuando las pruebas de la vida se vuelven pesadas debería ser venir a Cristo, tomar su yugo y aprender de él. No importa lo que estemos enfrentando, Él es suficiente para sustentarnos.

Para que esto sea posible en nuestras vidas, debemos estar dispuestos a entregarnos a Dios, aceptando a Jesús como nuestro Salvador y haciendo la siguiente oración en voz alta:

«Padre Celestial, te pido que perdones mis pecados, que vengas a morar a mi corazón, hagas de mi una nueva criatura, que te sirva, que abres mis ojos espirituales, me muestres tu voluntad para mi vida. Lávame con la preciosa Sangre de Jesucristo y lléname de tu Santo Espíritu. Hago un nuevo pacto contigo de seguir tus mandamientos y tus preceptos, en el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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GUIADOS POR DIOS

Algunas de las decisiones que tomamos son tan importantes que pueden llegar a cambiar nuestro futuro. Enfrentamos, dificultades económicas, problemas de salud, situaciones familiares y toda clase de desafíos. Y Puede que hayamos dedicado tiempo para investigar algún asunto en específico, pero quizás aún no sepamos qué decisión debemos tomar.

Puede que nuestro problema pareciera no tener solución, o quizás otras personas hayan pedido nuestro consejo, y no sepamos cómo orientarlas. En situaciones como estas, necesitamos de alguien que nos dé buenos consejos y el único que puede guiarnos bien, en todo momento es definitivamente Dios, quien nunca está demasiado ocupado para escucharnos cada vez que buscamos su dirección.

Mire bien lo que dice esta Palabra de la Biblia:

SALMO 32: 8-11 » 8Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. 9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti. 10Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia. 11Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.»

Aqui, Dios nos hace una maravillosa promesa para animarnos cada vez que necesitemos su dirección.

LO IMPORTANTE AQUÍ, ES DARNOS CUENTA, QUE LA BASE DE ESTA PROMESA RADICA EN LA NATURALEZA DE NUESTRO DIOS TODOPODEROSO.

ÉL es el Creador de todo lo que existe, quien tiene todo el conocimiento y poder, quien nos ha prometido: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (v. 8). Es que Nuestro Señor, se ha comprometido a hacerlo. Si creemos en Cristo y venimos ante su presencia, nos guiará e indicará la mejor decisión que debemos tomar. Lo anterior es posible porque Dios conoce cada detalle de nuestra vida, sabe lo que enfrentamos, cómo ha comenzado y cómo terminará, si lo obedeceremos o no. Nuestro Padre celestial nos ha prometido guiarnos, y esa promesa se aplica para todos los seguidores de Jesucristo.

MIRE BIEN LO QUE VOY A DECIRLE: EL VALOR DE ESTA PROMESA PROVIENE DE AQUEL QUE NOS LA HA DADO

Es decir, esa promesa proviene de Dios, quien siempre cumple su Palabra. Y no tenemos por qué preocuparnos, pues hará aquello que ha prometido, ya que Él siempre es fiel.

Esta es una promesa perfecta, e incluye todo lo que necesitamos conocer para llegar a tomar la decisión correcta.

  • Dios nos instruye. Ha prometido instruirnos con su Verdad (v. 8). La guía que el mundo nos ofrece está llena de errores, pero la dirección que el Señor nos da siempre nos guía por el camino correcto.
  • Dios nos enseña. Y nos ayuda a entender lo que leemos en su Palabra (v. 8). No solo debemos conformarnos con adquirir conocimiento, sino que tenemos que aplicar lo que hemos aprendido, para así beneficiarnos de sus enseñanzas. Hay momentos en que erróneamente podemos tomar una decisión sin considerar si es buena o mala, solo por tratar de obtener lo que más nos convenga. Por esta razón necesitamos tener sabiduría y discernimiento para tomar buenas decisiones. El Espíritu Santo que mora en nosotros ha prometido guiarnos hacia la Verdad (Jn 16.13). Su deseo es dirigirnos hacia la voluntad de Dios, al ayudarnos a distinguir entre lo bueno y lo malo. Y es que como conoce el futuro, sabe lo que podría suceder si tomamos la decisión equivocada. Él nos guía para que podamos obedecer a Dios y recibir sus bendiciones. Si nos dejamos guiar por el Señor, no sufriremos el remordimiento inevitable que proviene de tomar malas decisiones.
  • Dios nos aconseja. Nuestro Padre celestial promete tener sus ojos sobre nosotros y aconsejarnos (v. 8). Esa promesa nos habla de cuán cerca está Dios de nosotros, pues toda consejería necesita de compañerismo. También revela que andamos bajo la mirada del Señor. Nos ama tanto, que no solo nos observa, sino también nos da consejos sabios para nuestro diario vivir. No podemos ignorar su sabiduría y tomar decisiones basadas en nuestro conocimiento, pues Dios nos ama, quiere lo mejor para nosotros y conoce cada detalle de nuestra circunstancia.
  • Dios nos protege. Al afirmar que tiene su mirada puesta en nosotros, nos hace saber que también nos protege. No importa dónde estemos, el Señor está con nosotros. Conoce todo lo que sucederá cada día de nuestra vida, y nos guía por el camino correcto. Nuestra responsabilidad es estar atentos a su voz y poner nuestra mirada en Cristo. Cada vez que debamos tomar una decisión, debemos preguntarle lo que desea que hagamos. Y si otros nos piden consejos, debemos buscar la dirección del Señor inmediatamente. Cada vez que ofrezcamos consejos, debemos depender de esta promesa, pues somos responsables ante Dios por los consejos que damos.

POR OTRO LADO, EL SEÑOR LES ADVIERTE A AQUELLOS QUE NO ESCUCHAN

Después de haber dado a su pueblo esta maravillosa promesa, también advierte a los que no están dispuestos a buscar su instrucción, ni sus enseñanzas, ni su consejo y les dice:

  • No sean testarudos (v. 9). El Señor desea que sigamos su dirección de manera voluntaria. Si nos resistimos, vendremos a ser como esos caballos o mulas que solo son controlados a la fuerza por el cabestro y el freno. Si rechazamos el consejo de Dios, recibiremos las consecuencias por no haberlo escuchado.
  • El impío sufrirá dolores (v. 10). Cada vez que ignoremos el consejo de Dios, sufriremos problemas y dificultades. En ocasiones vivimos en rebeldía al depender de nosotros mismos y al tomar decisiones según lo que creemos que es mejor para nuestra vida. Y como no dependemos del Señor, andamos en desobediencia, indiferencia y orgullo. Ese es un estilo de vida insensato y eventualmente producirá frutos de amargura.

POR LO TANTO, Y DE ACUERDO A ESA PROMESA DE INSTRUIRNOS Y ENSEÑARNOS, DIOS NOS BENDICE A LOS QUE NOS DETENEMOS PARA ESCUCHARLE.

A diferencia de los testarudos y rebeldes, los que confían en el Señor recibirán los frutos de la obediencia.

  1. Los que siguen esa promesa, el amor y la misericordia nos rodeará (v.10). Si buscamos a Dios y seguimos su dirección, disfrutaremos de su compasión. Eso no significa que estaremos exentos de problemas y dificultades; sin embargo, Dios los usará para aumentar nuestra fe y edificar nuestra comunión con Él. Su misericordia nos rodeará, para así protegernos. Puede que en ocasiones flaqueemos, pero si confesamos nuestros errores y le pedimos que nos perdone, nos guiará de regreso hacia su voluntad.
  2. Nos alegraremos y nos gozaremos. (v. 11). Cuando seguimos las instrucciones del Señor recibimos paz, gozo y contentamiento en medio de las pruebas y las dificultades.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas

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EL LUGAR SEGURO PARA TODOS

Cuántas veces decimos que creemos pero no es así. Pensamos que Cristo es el Salvador del Mundo pero no creemos que sea nuesto Salvador.

Todos nosotros tenemos algo seguro a lo que nos aferramos para algo. En nuestra vida ese asidero seguro es la persona de Jesucristo.

Véamos lo que nos dice el Salmo 16 un «Salmo de oro», considerado una joya preciosa.

SALMOS 16: 1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. 2 Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti. 3 Para los santos que están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia. 4 Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, Ni en mis labios tomaré sus nombres. 5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. 6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado. 7 Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia. 8 A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente; 10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción. 11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

En este día, es mi deseo que usted y yo sepamos y tengamos ese deseo de permanecer cerca de Jesús y estar seguros completamente en Él.

  1. YA NO BUSQUE MÁS, JESÚS ES EL LUGAR SEGURO. Vs. 1-2 Guárdame… otra versión dice: Manténme a salvo, porque a ti he acudido por refugio. Toda la vida buscamos estar seguros, bueno, le tengo buenas noticias, ya no busque más, su lugar de seguridad y paz se llama Jesús. En Él hay seguridad plena.
    • Podemos poner nuestra confianza plena en él. Todos vamos a fallar, todos pecamos. Pero hay una persona que no falla, Jesús, por lo tanto, ponga todo se ser en sus manos y confíe que Él es nuestro lugar seguro para siempre.
    • De manera deliberada el Espíritu Santo nos guía a declarar a Jesús como nuestro Señor. Juan 16:13 dice: Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
    • No hay nada bueno en nosotros, lo único bueno en nosotros viene solamente de Él. “No hay para mí bien fuera de ti.” Si usted puede amar, es por la obra de Cristo en usted. Si usted le sirve, es porque ese deseo viene de Dios solamente. Las personas intentan llenar su vacío y necesidad con distracciones, y no atacan la raíz del problema. El problema radica en creer que nosotros podemos darnos la seguridad que necesitamos, solo en Dios está nuestro refugio total.
  2. SALIRNOS DE ESE LUGAR SEGURO, NOS TRAERÁ DOLOR. Fuera de la voluntad de Dios, fuera de su cobertura, nos espera, dolor, sufrimiento, sin ninguna esperanza. Porque si estamos en su voluntad, podemos experimentar dolor o sufrimiento pero CON esperanza.
    • Los dolores de los que van detrás de otro Dios se multiplicarán. Vivir fuera de la voluntad y la cobertura de Dios es muy mala idea. Salirse de la presencia de Dios, es lento y sutil, cuide su vida de oración, cuide su comunión con Dios, cuide su vida personal, porque hay muchísimas distracciones.
    • Cuidado lo que sale de nuestra boca. Lo que sale de nuestra boca es producto de lo que tenemos dentro. Cuidado entonces con lo que entra a nuestro corazón. ¿Que hablamos? ¿Qué vemos? ¿Qué ocupa nuestro corazón y qué ocupa nuestro día?
    • Estar en ese lugar seguro nos hace íntegros. Dios se complace en nuestra vida, si le amamos, y seguimos sus mandamientos. Juan 14:21 dice: El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
  3. EL SEÑOR SE ENCARGA DE MANTENERNOS SEGUROS. El Espíritu Santo nos ha dado convicción de pecado. Y Él es quien provee TODO, esto es lo maravilloso, en el proceso de redención, Dios es quien toma la iniciativa. Dios es quien hace todo. Y vea todos los beneficios de estar de su lado.
    • Mi herencia es Él. Vs. 5a Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; (Mi futuro está asegurado) ¿Cuántas personas sueñan con que alguien les deje una fortuna en herencia? Bueno, ya no busque ni espere más, usted y yo tenemos un Padre amoroso, Todopoderoso, que dice: hijo mío, hija mía: YO SOY TU HERENCIA y TU SUSTENTO.
    • Mi suerte ya está segura en Él. Vs. 5b Tú sustentas mi suerte… Su vida no es producto del azar, es un camino ya trazado de manera intencional por la mente poderosa de Dios. ¿Cómo es eso? Realmente no lo sé. Pero!, se ocupa menos fe, para creer que Dios diseñó mi vida, que creer que soy producto de la casualidad y del azar.
    • Aún mi sueño es guardado y guiado por Él. Vs7 Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia. ¿Qué quiere decir esto? Usted está llenandose de Dios, su conciencia continuamente sigue recordando todo esos tesoros de parte de Dios. Es decir que si nos llenamos de Dios, viviremos de Dios a cada instante. No hay manera de meter nada más cuando Dios ocupa el 100% de nuestro ser.
  4. JESÚS ES MI LUGAR SEGURO, NADIE ME MOVERÁ. Vs.8-11 Dios es nuestra Roca, nuestro amparo y fortaleza. En este lugar seguro estoy lleno de gozo y contentamiento. Vs. 9  Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;
    • Él va delante de mí, nunca seré conmovido. Vs. 8 A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Recuerda la enseñanza de Jesús, sobre los dos cimientos? Usted y yo tenemos un lugar seguro en Cristo. Ya no busque más, su gracia está fluyendo abundante sobre usted y su familia, procure que esa gracia nunca falte, mantenga el fuego del don de Dios bien encendido. 2 Timoteo 1:6
    • La muerte no tiene poder sobre mí. Ya no soy esclavo de la muerte, ni del pecado. Soy su hijo, redimido y salvado, tengo vida, y vida en abundancia.
    • Mi caminar en la vida está iluminado por Él y su palabra. Salmos 119:105 Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino. Mi vida tiene un rumbo definido trazado por el Autor de la Vida, estoy seguro que llegaré a puerto seguro.
    • Su gozo me traerá contentamiento. Si hay algo que a esta generación que vivimos le cuesta, es tener contentamiento. Su palabra me dice que tendré “delicias a mi diestra PARA SIEMPRE” Salmos 16:11, dice: Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre. Cuando Dios está conmigo, no necesito más!!!

El rey David escribió este Salmo y nos enseña con este Salmo que:

  1. Dios es nuestro refugio seguro.
  2. Que todo lo bueno que tenemos viene de Él.
  3. Que Dios es nuestra herencia y que buena herencia tenemos en Él.
  4. Declaramos que nuestra suerte no es producto del azar sino de un diseño y trazo intencional del corazón lleno de gracia de nuestro Dios.
  5. Declaramos que en Dios tenemos todo lo que necesitamos, y estaremos contentos.

Se atreve a declarar este Salmo hoy para su vida y la de si familia. Es mi deseo y oración que así sea.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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Cómo caminar con Dios en tiempos difíciles

Hay momentos difíciles que cada uno de nosotros experimenta cuando estamos abrumados y no sabemos qué hacer. ¿Está usted atravesando por un momento así?. Una cosa es cierta, Todos enfrentamos desafíos en nuestra vida.

Y casi siempre están vinculadas con nuestras relaciones personales, situaciones económicas, familiares, de salud o carrera profesional. En ocasiones, se nos dificulta comprender por qué esas pruebas han ocurrido y puede que nos sintamos agobiados, confundidos y solos.

Mientras estamos en medio de las pruebas, no podemos entender lo que Dios desea alcanzar, pero la Biblia nos asegura que el Señor desea lo mejor para nuestra vida y que obrará incluso en los tiempos más difíciles para nuestro bien.

Como creyentes en Cristo no vivimos en las tinieblas del pecado (Col 1.13). Sin embargo, para que seamos moldeados, el Señor permite que enfrentemos pruebas y tribulaciones. En la historia de José en Génesis 37-39 encontramos seis principios que podemos recordar en tiempos de dificultades.

  1. DIOS ESTÁ CON NOSOTROS EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES

Este es el cimiento para poder enfrentar las pruebas. Guiados por sus celos, los hermanos de José tramaron asesinarlo, pero el Señor tocó el corazón de sus hermanos Rubén y Judá. La Biblia afirma que Dios estaba con José en todo momento, desde el instante en el que fue vendido como esclavo, hasta su encarcelamiento. El Señor le prosperó y le dio gracia delante de faraón.

HEBREOS 13:5  Dios declara: “No te desampararé, ni te dejaré”.

No existe un lugar tan lejano, ni una dificultad demasiado grande para que estemos fuera del alcance de nuestro Padre celestial.

SALMOS 139:7-12 «¿A dónde me iré de tu Espíritu?¿Y a dónde huiré de tu presencia?8Si subiere a los cielos, allí estás tú;Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.9Si tomare las alas del albaY habitare en el extremo del mar,10Aun allí me guiará tu mano,Y me asirá tu diestra.11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.12Aun las tinieblas no encubren de ti,Y la noche resplandece como el día;Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

2. DIOS PERMITE LOS TIEMPOS DIFÍCILES POR UNA RAZÓN.

Sin importar cuán difícil parezca la prueba, si usted es un seguidor de Jesucristo, Dios tiene una buena razón para permitir esa dificultad en su vida. José tenía 17 años cuando fue vendido como esclavo, y no fue hasta tener 30 años cuando llegó a ser gobernador de Egipto. Así que, durante 13 años, tuvo que enfrentar la adversidad.

En ocasiones, cuando sufrimos agravios, desviamos nuestra atención de Dios, para enfocarnos en la situación que enfrentamos o en las personas que nos han maltratado. El Señor tenía un propósito con cada paso que dio José en su rocoso recorrido. En los planes de Dios, José, no solo salvaría a su familia, sino también a todo Egipto durante los 7 años de hambruna. Por eso José les dice a sus hermanos:

GENESIS 50:20 “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”.

La dirección soberana de Dios en la vida de José ilustra la verdad que nos enseña en:

 ROMANOS 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

3. LA OSCURIDAD DURARA CUANTO SEA NECESARIO PARA QUE DIOS CUMPLA SU PROPÓSITO

Todos nos impacientamos en momentos de dolor. Pero si pudiéramos ver el futuro en medio de la oscuridad, le agradeceríamos al Señor, pues comprenderíamos el propósito de sus pruebas. Fue en medio de lo que José padeció en casa de Potifar y en la prisión como aprendió el lenguaje egipcio y sus costumbres. Y además, adquirió habilidades administrativas, aprendió a vivir bajo autoridad y supo cómo supervisar a otros. Dios lo preparó para que llegara a tener un lugar maravilloso de servicio, como segundo al mando después de Faraón.

Lo que el Señor nunca hizo fue mostrarle su plan, ni el tiempo en el que ocurriría. Así que, aunque quisiéramos acortar las pruebas, tenemos que reconocer que son las dificultades las que nos moldean. No batallemos contra Dios. Más bien rindamos nuestra voluntad al decirle: “Señor, no entiendo esto, ni tampoco es de mi agrado, pero me rindo ante tu propósito, cualquiera que sea. Mantenme en este lugar hasta que lo logres”.

4. A MENUDO, APRENDEMOS MÁS EN LA OSCURIDAD QUE EN LA LUZ

Sin importar en dónde estaba José, ya fuera en el fondo de la cisterna, en la casa de Potifar o en la cárcel, seguía avanzando hacia la luz. Todo ese tiempo Dios lo continuó dirigiendo hacia su divino propósito; José vendría a ser gobernador de Egipto. Su plan no solo salvaría a la familia de José, sino a toda la población de Egipto. Su historia quedaría escrita en la Biblia para enseñanza y bendición.

Todos evadimos tener que aprender por medio de las dificultades, pero las lecciones no se adquieren hasta que no pasamos por ellas. Experimentar nuestra completa dependencia de Dios en medio de las tribulaciones es muchísimo más efectivo que solo escuchar acerca de su fidelidad.

5. AÚN EN LOS MOMENTOS SOMBRÍOS, CAMINAMOS HACIA LA LUZ

Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas. Al confiar en Él y al seguirlo en obediencia podemos cumplir con su plan. Tenemos que obedecerlo aun cuando tomar la decisión correcta se nos haga difícil, o implique un sacrificio. ¿Por qué? Porque es así como nuestro Padre celestial moldea nuestro carácter. Solo la obediencia fiel nos permite crecer en sabiduría y madurez para servirle. No se enfoque en la oscuridad, sino fije su mirada en el Señor. Él no iluminará todo el camino al mismo tiempo, sino que alumbrará lo suficiente para que demos un paso a la vez.

6. LO QUE APRENDEMOS EN LA OSCURIDAD, DEBEMOS COMPARTIRLO EN LA LUZ

José había crecido en una familia que creía en Jehová, pero de pronto se encontró en medio de una sociedad idólatra. Al interpretar el sueño de Faraón, en ningún momento trató de ocultar su fe en el único Dios verdadero (Gn 41.1, 25, 28, 32).

El Señor ha ido edificando sus principios en su vida y desea que comparta con otros dichas verdades. Muchos de los que caminan a nuestro alrededor viven en tinieblas, vanidades, ansiedades y frustraciones. Pero usted debe poner a disposición del prójimo, tanto su vida como las lecciones que ha aprendido en los momentos más sombríos.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas

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