Categoría: Voluntad de Dios

LA BIBLIA NO ES CUALQUIER LIBRO

Cuando surgen problemas, tenemos una variedad de lugares a donde acudir en busca de ayuda, pero nuestra primera opción siempre debe ser la Biblia.

Después de todo, no es un libro cualquiera; es la revelación del Dios Todopoderoso. De principio a fin, el Señor demuestra Su amor y preocupación por Su pueblo. Él nos da promesas asombrosas y tiene el poder infinito para cumplirlas. En las Escrituras se encuentra ayuda para cada circunstancia de la vida.

¿CUAL ES EL PROPÓSITO DE LA BIBLIA?

Dios nos ha dado Su Palabra escrita por las siguientes razones:
1. Revelar al único Dios verdadero. Sin la revelación de las Escrituras, tendríamos un concepto muy limitado, si no erróneo, del Señor. A través de Su Palabra, aprendemos de Sus atributos, carácter y poder.
2. Para llevarnos a la salvación. La Biblia revela nuestra condición pecaminosa y el plan de Dios para rescatarnos. Debido a Su amor, gracia y misericordia, Él creó una manera de perdonar los pecados y reconciliarnos consigo mismo.
3. Entender cómo vivir una vida piadosa y de obediencia. Muchos pasajes de la Biblia, especialmente las Epístolas, nos instruyen cómo vivir vidas santas y obedientes que muestren el carácter y las obras de Cristo. Cuando pecamos, Su Palabra nos enseña cómo experimentar la restauración mediante el arrepentimiento.
4. Saber servir al Señor. Las Escrituras nos dicen cómo ministrarnos unos a otros y compartir Su Palabra con otras personas.

LA BIBLIA ES UN LIBRO DIGNO DE CONFIANZA.

Las Escrituras son un mensaje que nos ha dado el Todopoderoso. Y puesto que es la Palabra de nuestro Creador y Salvador, podemos confiar en que es verdad. Él dice que Su Palabra es:

SALMO 119:105 » lámpara a nuestros pies y luz a nuestro camino;»

Por lo tanto, siempre nos guía por el camino correcto. Y aunque nuestro mundo cambia constantemente, “la palabra de nuestro Dios permanece para siempre” (Isaías 40:8). Debido a que Él quiere que sepamos vivir de una manera que lo honre y nos beneficie, nos ha dado palabras de promesa, gozo y paz, así como instrucciones y advertencias.

LA BIBLIA ES MAS QUE UN LIBRO PORQUE:

1. Es la verdad. Las verdades de las Escrituras nunca pasan de moda y siguen siendo aplicables a cualquier situación que podamos enfrentar.

2. No tiene errores. Dado que las Escrituras son la revelación del único Dios verdadero, no tienen errores. Debido a que Él es Todopoderoso, tiene la capacidad de hablar a través de los hombres, guiándolos a escribir sólo lo que es verdad. Puede que haya conceptos que no entendamos, pero eso nunca invalida el hecho de que la Palabra de Dios es verdadera.

3. Es una guía confiable. La Biblia es adecuada para cada necesidad. Debido a que es infalible, podemos confiar en él para obtener una guía sabia en cada circunstancia de la vida.

4. Expone el pecado y la condición desesperada del hombre. Según Romanos 3:23, todos “estamos destituidos de la gloria de Dios”, su estándar perfecto. Aunque tal vez no queramos enfrentar nuestra condición pecaminosa, no podemos simplemente decidir descartar este pasaje. La buena noticia es que aunque merecemos la muerte como paga por nuestro pecado, el regalo de la salvación de Dios nos concede vida eterna (Romanos 6:23).

5. Nos advierte de las consecuencias del pecado. Al comienzo de la creación, antes de que el pecado entrara en el mundo, Dios advirtió a Adán y Eva sobre las consecuencias de la desobediencia. A lo largo de las Escrituras, esta advertencia continúa. Quizás no queramos pensar en los resultados de nuestras decisiones pecaminosas, pero el principio de sembrar y cosechar no se puede alterar. Aunque las consecuencias del pecado pueden no ser obvias de inmediato, eventualmente cosecharemos lo que hemos sembrado y más.

6. Habla del amor incondicional de Dios por nosotros. Es su propia naturaleza amar. Porque amó al mundo, dio a su Hijo para que aquellos que creen en él pudieran tener vida eterna (Juan 3:16).

7. Dice cómo podemos ser salvos de nuestros pecados. Aunque el pecado nos condena, el Señor no quiere que permanezcamos en esa condición. Es por eso que Él ha provisto un medio para nuestra salvación sobre la base de la fe (Efesios 2:8-9).

8. Nos dice por qué vino Jesús a la tierra. Cristo vino a rescatarnos de la destrucción del pecado brindándonos un camino para el perdón.

9. Muestra por qué era necesario un nacimiento virginal. Cada persona nacida desde Adán ha heredado una naturaleza pecaminosa, pero el único sacrificio aceptable por los pecados tenía que ser impecable. Dado que Jesús nació de una virgen sin padre terrenal, Él era el Cordero perfecto de Dios.

10. Explica por qué Jesús murió en la cruz. Él vino como Cordero sacrificial para llevar los pecados del mundo en Su cuerpo, para que pudiéramos ser perdonados.

11. Explica Su resurrección. Dios lo resucitó de entre los muertos como prueba de que Jesús verdaderamente es el Hijo de Dios cuyo sacrificio fue suficiente para pagar por los pecados. La resurrección también confirma que el Señor tiene el poder de cumplir cada promesa que ha hecho.

12. Dice dónde está Jesús ahora. Después de Su resurrección, Cristo ascendió al cielo donde está sentado a la diestra del Padre intercediendo por nosotros.

13. Revela dónde está Dios Padre. Él todavía está en Su trono en el cielo, reinando activamente sobre los asuntos de la humanidad.

14. Explica la persona del Espíritu Santo y su obra en nuestras vidas. Después de Su ascensión, Jesús envió al Espíritu Santo para que habitara en Sus seguidores. Él es quien nos explica las Escrituras y nos capacita para impactar al mundo y realizar Su obra. El Espíritu también nos sella, garantizando nuestra salvación hasta el día de la redención cuando Cristo regrese.

15. Nos dice cómo ser sabios. Los libros de Salmos y Proverbios, junto con muchos otros pasajes, nos enseñan cómo manejar sabiamente nuestras responsabilidades y relaciones.

16. Enseña cómo soportar dificultades y penurias. De las Escrituras (particularmente las epístolas de Pablo), aprendemos a responder a las pruebas como el Señor desea.

17. Ofrece estímulo. La Palabra de Dios es una fuente constante de aliento. Para cada situación que enfrentamos, hay un pasaje de las Escrituras aplicable que ofrece ayuda y esperanza.

18. Es un libro de promesas. Cada promesa de Dios en Su Palabra está respaldada por Su asombroso poder para cumplirla.

19. Elimina el miedo a la muerte. Si somos salvos por la gracia de Dios, sabemos que inmediatamente nos uniremos a Cristo cuando muramos.

Para que esto se haga realidad en nuestras vidas es imperativo que aceptemos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Y lo puedes hacer mediante una simple oración, la cual te invito a repetirla conmigo:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia para pedirte perdón por mis pecados, me arrepiento de ellos. Has de mí una nueva persona. Ven a morar a mi corazón. Séllame con tu Espíritu Santo. Inscríbeme en el Libro de la Vida y el día que parta, me despierte en tu presencia. Hago un nuevo pacto contigo de seguir tus mandamientos y preceptos. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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COMO ELEVAR NUESTRO NIVEL DE FE

Al enfrentar dificultades y adversidades, ¿cómo respondes? con duda y miedo?, o talvez respondes con fe?

Ciertamente, cuanto más vivamos, más deberíamos funcionar a un nivel de fe más elevado. Sin embargo, algunas personas ni siquiera se dan cuenta de que hay grados de fe. Incluso si lo hacen, el miedo puede obstaculizar su confianza y permanecerán en el nivel más bajo, perdiéndose lo mejor de Dios.

Dios ofrece el don de la fe a cada persona, cristiana o no. De hecho, todos ejercitamos la fe todos los días: vamos a la oficina esperando tener un trabajo allí; y como cristianos oramos porque confiamos en que Dios nos escucha y nos responde. La fe del creyente es dirigida por Dios, mientras que la fe del incrédulo es autodirigida y simplemente elige no ejercer la fe en el Señor.

La fe en Dios es vital para nuestra relación con Él. Determina si tenemos paz o ansiedad y puede significar la diferencia entre el coraje y el miedo. Confiar en Dios impacta cada aspecto de la vida. Incluso la forma en que manejamos las decisiones cotidianas menores está estrechamente relacionada con lo que creemos. La fe puede ser una lucha porque reaccionamos naturalmente de acuerdo con lo que vemos y sentimos. Pero cuando respondemos confiando en Dios, Él nos bendice.

CUALES SON ESTOS NIVELES DE FE ?, COMO PODEMOS DISTINGUIRLOS ?, QUE DICE DIOS SOBRE ELLOS ?

1. NIVEL UNO: POCA FE

Esta una fe inquieta, que se caracteriza por luchar y vacilar entre la esperanza y la incertidumbre. Dice: «Sé que Dios puede, pero no estoy seguro de que lo hará».

Vemos numerosos pasajes de las Escrituras donde Jesús menciona la debilidad de la fe de alguien, no como una crítica sino con un sentido de aliento para pasar a un nivel más profundo.

MATEO 8:23-26 » 23Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. 25Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! 26Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. 27Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Muchas personas permanecen en esta etapa porque su enfoque está en sí mismos, sus circunstancias y sus propios recursos o habilidades en lugar de en el Señor. Son incapaces de creer mucho en Dios y se vuelven irritables.

Santiago 1:6-8 advierte contra este tipo de fe vacilante: dice que la persona que duda “…no debe esperar recibir cosa alguna del Señor, porque el hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos”.

Eso no quiere decir que Dios nunca contestará tus oraciones a menos que alcances el más alto grado de fe. Como Él desea lo mejor para nosotros, no quiere que vivamos en este nivel más bajo.

También debemos darnos cuenta de que ser espiritualmente maduro no significa que un cristiano nunca flaqueará. Hay momentos en los que nos enfrentamos a situaciones nuevas o confusas, y es entonces cuando podemos esforzarnos por conocer la voluntad de Dios.

Para el cristiano que está luchando con la fe de nivel uno, las preguntas que debe hacerse son: ¿Dónde está mi enfoque? ¿Realmente creo que Dios es quien dice ser, que es omnipotente y omnisciente, que me ama incondicionalmente y ha prometido no dejarme ni abandonarme nunca?. Algunos de los obstáculos para la fe de nivel superior son: 1) no saber lo que dice la Escritura acerca del Señor y 2) pensar de acuerdo con el patrón del mundo en lugar de «programar» la mente con la Palabra de Dios. En cualquier caso, la solución es la misma: ingesta regular de la verdad bíblica.

2. NIVEL DOS: GRAN FE.

Esto es la fe que se extiende, que asciende, y se demuestra en creyentes maduros que no están dispuestos a permanecer en un nivel de duda y temor.

La gran fe se basa en la verdad de las Escrituras y no necesita otra prueba que la Palabra de Dios. Su enfoque está en el Señor, no en la dificultad. El problema no es cuán mala es la situación, sino que nuestro Dios soberano es más grande que cualquier cosa que enfrentemos y es lo suficientemente poderoso como para cambiar cualquier circunstancia.

Como resultado, una gran fe está dispuesta a esperar. En el nivel uno, las personas se preocupan y se enfurecen cuando las cosas no salen como se esperaba, y luego se dan por vencidas. La gran fe está dispuesta a perseverar. Dice: «No me rendiré» y confía en Dios con plena expectativa de que Él hará exactamente lo que ha prometido.

MATEO 8:5-10 » Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 6y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 9Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe... 13Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

Aqui se ilustra este nivel de fe. El centurión confiaba tanto en la capacidad del Señor para restaurar la salud de su siervo que ni siquiera consideró necesario que Jesús sanara al hombre en persona. Cuando el oficial declaró: “Solo di la palabra, y mi criado sanará” (v. 8), la respuesta de Jesús fue maravillarse ante tanta fe (v. 10).

3. NIVEL 3: FE PERFECTA.

Esta es la fe que descansa, no lucha, no se afana, ni se extiende, sino que descansa. Qué dice: “Asunto concluido». Una persona que opera en este nivel de confianza sabe qué tiene lo que pide, porque se apoya en la Palabra de Dios con absoluta seguridad. No hay más preocupación, no más manipulación, no más intentos de resolver las cosas y hacer que sucedan.

La fe perfecta debe ser la meta de todo creyente.

MARCOS 11:14-20 «2Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 13Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 14Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos…..20Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Los discípulos notaron que la higuera que Jesús había maldecido, ahora estaba seca de raíz. La respuesta de Jesús fue: “Tened fe en Dios… todo lo que oráis y pidiereis, creed que lo habéis recibido [tiempo pasado], y os serán concedidos [tiempo futuro]” (vv. 22-24). La fe perfecta sabe lo que Dios dice y no lo cuestiona, pero con confianza asume que ya está hecho.

El Señor quiere que nuestra fe sea tal que constantemente veamos cómo las promesas divinas se hacen realidad. Por supuesto, una persona que vive en pecado o que ora por algo fuera de la voluntad de Dios no puede esperar que se le conceda su pedido. Pero el cristiano obediente con fe de nivel tres descansa en las promesas de las Escrituras: no siente la necesidad de mendigar; lo que Dios ya ha prometido ocurrirá.

Poca fe se preocupa porque las circunstancias parecen sombrías y asume que Dios no debe estar escuchando. Gran fe razona: “Padre, dijiste que suplirías mi necesidad, y confío en que lo harás”. La fe perfecta dice: “Tú has prometido que suplirías mi necesidad, y sé que ya has preparado la provisión que tienes en mente. Lo que es una lucha para mí, no lo es para Ti en absoluto. Tú lo tienes todo resuelto. Muchas gracias.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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CONOCIENDO A DIOS COMO PADRE NUESTRO

Quizás el título de Dios más reconfortante e íntimo que se comparte en la Biblia es el de “Padre”. Y no importa cuál sea nuestra necesidad, tenemos el privilegio de volvernos hacia el Soberano del universo como un niño se vuelve hacia un padre terrenal. El Padre siempre está ahí para guiar, proveer y proteger. Qué gran privilegio tenemos de acercarnos al Señor, en una relación cercana y amorosa, que solo es posible a través de Su Hijo, Jesucristo.

En el Sermón de la Montaña, Jesús enseñó a Sus discípulos cómo acercarse a Dios en lo que a menudo se llama “El Padre Nuestro”, un modelo a seguir para nosotros. Él dijo lo siguiente:

MATEO 6:8-13 “Vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de que se lo pidáis. Orad, pues, así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal.»

DEFINITIVAMENTE SI PODEMOS CONOCER A DIOS COMO PADRE, POR LA REVELACIÓN DE SU HIJO JESUCRISTO.

En el Antiguo Testamento, Dios es llamado el Padre de la nación hebrea. Sin embargo, los individuos no podían reclamar Su paternidad de ninguna manera especial para ellos mismos. En contraste, el Nuevo Testamento revela que cada creyente puede relacionarse personalmente con el Padre como parte de una relación amorosa e íntima con su Hacedor.

JESÚS MISMO, SE REFIRIO A DIOS COMO PADRE

Cristo nos reveló al Creador, no como una deidad distante y trascendente, sino como un Padre celestial amoroso.

• En la oración modelo, Jesús instruyó a sus discípulos a comenzar sus oraciones con “Padre nuestro…” (Mat. 6:9), tal como lo leímos al inicio de este devocional.
• Explicó la importancia de hacer la voluntad del Padre (Mateo 7:21).
• En el jardín de Getsemaní, Jesús oró: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa” (Mateo 26:39).
• Cuando estaba fuera de la tumba de Lázaro, dijo: “Padre, te doy gracias porque me has oído” (Juan 11:41).
• Y La noche antes de la crucifixión, Jesús comenzó Su oración: “Padre, ha llegado la hora…” (v. 17:1).

Y es que Jesús siempre se dirigió a Dios como Padre, y el mensaje del Nuevo Testamento, es que estamos invitados a experimentar una relación similar con el Señor.

ASIMISMO, EL APOSTOL PABLO TAMBIÉN CONOCIA A DIOS COMO PADRE

Pablo comenzó cada una de sus epístolas con una referencia a Cristo. La teología de Pablo se basa en esta relación íntima; somos hijos de Dios, parte de Su familia y coherederos con el Hijo, Jesucristo. El mensaje de las cartas del apóstol, es que podemos conocer a nuestro Hacedor, no solo en Su grandeza, sino como un Padre capaz y amoroso.

Y ES A TRAVÉS DE JESUCRISTO QUE PODEMOS CONOCER A DIOS COMO NUESTRO PADRE CELESTIAL

En cierto sentido, el Creador es el Padre de toda la humanidad. Sin embargo, es solo a través de la confianza en Jesús que una persona se convierte en hijo de Dios (Gálatas 3:26). Algunas personas afirman que no importa si alguien cree en Cristo, todavía puede tener una relación íntima con Dios como Padre. Pero eso no es lo que dijo nuestro Salvador:

JUAN 8:42 » Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.

La buena noticia es que HOY, cualquiera puede invocar el nombre de Jesús y convertirse en hijo de Dios. Pablo dice que “hemos recibido un espíritu de adopción como hijos e hijas por el cual clamamos: ‘¡Abba! ¡Padre!’” (Romanos 8:15). Nos colma de afecto: “¡Qué gran amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios!” (1 Juan 3,1). Nuestras acciones, en general, reflejarán que pertenecemos a Jesús (v. 10).

Afortunadamente, incluso si fallamos de vez en cuando, nuestra relación con Dios está sellada y segura. Jesús dijo de Sus seguidores:

JUAN 10:29 “Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre”.

VEAMOS LO SIGUIENTE: ¿CÓMO ES QUE DIOS EXPRESA LA PATERNIDAD HACIA NOSOTROS?

Un buen padre cuida y provee para sus hijos. Jesús reveló a un Padre amoroso que…

1. Desea de tener una relación íntima con nosotros. Una amistad con Dios es posible a través de Jesucristo. Podemos ser honestos con Él y compartir nuestras luchas. Él está listo para ayudarnos a vencer la tentación y deseoso de proveer para nosotros. Conocer a Dios cómo Padre nos da comunión y un sentido de unidad con Él.

2. Quiere comunicarse con nosotros. Cuando oramos, Él escucha. Cuando Él habla, podemos reconocer Su voz. Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; Busca y encontraras; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y al que llama se le abre” (Mateo 7:7-8). Dios es como un buen padre que se deleita en satisfacer las necesidades de sus hijos (v. 6:6).

3. Nos ama incondicionalmente. El Señor está comprometido con nosotros basado en Su propia naturaleza amorosa, no en una actuación sin pecado. La palabra “incondicional” puede no aparecer en la Biblia, pero Dios Padre nos ama tal como amó a Jesús (Juan 17:23).

4. Satisface todas nuestras necesidades. Nuestro Padre sabe lo que necesitamos antes de que lo pidamos (Mat. 6:8). No tenemos que estar ansiosos por la provisión básica; Él proveerá las necesidades, tal como lo hace con las aves (vv. 6:25-26). Ningún padre humano puede estar siempre disponible para ayudar. Pero tenemos un Padre amoroso que nunca nos deja (Juan 15:26-27).

5. Nos disciplina. El hecho de que Dios nos corrija es una de las señales de que somos sus hijos (Hebreos 12:5-11). Así como los padres terrenales disciplinan a sus hijos para ayudarlos a desarrollar el carácter, el Padre nos corrige para que crezcamos en santidad. No es agradable ser castigado, pero la disciplina eventualmente conduce a una cosecha de justicia.

5. Nos guía para hacer lo correcto. Proverbios 3:5-6 dice: “Fíate de Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas”. El Salmo 32:8 expresa una seguridad similar: “Te instruiré y te enseñaré el camino en que debes andar; Yo te aconsejaré con Mi ojo sobre ti.”

Esta es la clase de Padre que tenemos cuando hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Y hemos recibido esta revelación, la cual nadie nos la puede quitar. Y es por eso, que podemos venir confiadamente al trono de la Gracia de Dios para alcanzar la misericordia y la Gracia para el oportuno socorro.

Mi pregunta para tí es: quieres experimentar a Dios como Padre?

Si has dicho que si, quisiera hacer una oración contigo, para lo cual te pido que la repitas conmigo en voz alta: «Padre Celestial, vengo delante de tu presencia, a pedirte que perdones mis pecados. Creo que Jesucristo murió por mi. Te pido que me salves y me hagas uno de tus hijos. En el nombre de Jesús. Amén».

Te aseguro que Dios Padre contestará esa oración de inmediato.

FUENTE: Gracias PASTOR CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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PRINCIPIOS PARA VIVIR UNA VIDA ABUNDANTE

La Biblia esta llena de grandes principios para que rijamos nuestras vidas. Y lo más sabio que un padre puede hacer por sus hijos es enseñarles desde muy pequeños, a creer que esta es la Palabra de Dios, de tal manera que rijan sus vidas por preceptos divinos, lo que hará que tengan vidas más plenas.

Así que veamos a que principios nos referimos:

1. Obedece a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos.

PROVERBIOS 3:1-4 » 1Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; 2Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. 3Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.»

Para esto se requiere primero escuchar a Dios, y segundo, confiar en Él, porque sino confiamos en Él veremos las consecuencias de nuestra desobediencia.

Lo maravilloso es que Él se ha hecho responsable de las consecuencias de nuestra obediencia, pero es mi responsabilidad escuchar a Dios, y confiar en Él, por lo que debemos de lidiar con la opinión de otras personas que nos quieren decir, como vivir y que decisiones debemos tomar, ya que si las oímos a ellos no escucharemos cual es la voluntad y los propósitos de Dios para nuestras vidas.

Estamos claros que ser obedientes requiere valor y fe, pero recuerde, Dios en su sabiduría sabe cuales serán las recompensas de ello.

2. Aprender a confiar en Dios para todo lo que necesitemos en la vida.

A menudo, las dificultades nos ayudan a confiar en Dios y Él nos enviará suficientes para aprender a confiar en Él, por lo que, después de 44 años de vida cristiana, puedo decirte que podemos confiar en que nos proteja en cada circunstancia.

ISAIAS 54:17 «Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.»

Crea en lo que dice Dios, en lugar de lo que crea o vea, porque si cree en lo que dice Dios, nunca se equivocará en hacer lo bueno.

3. Aprende a esperar la dirección y el tiempo e Dios.

Al decir Dios: «espera», nos esta queriendo decir que no estamos listos para lo que Él tiene para nosotros respecto a su voluntad, porque no es mi tiempo, sino el suyo. Si Dios dice: «espera», debes esperar.

Esta es una de las decisiones más difíciles y mas importantes, así que no se mueva, espere hasta que Dios le dé permiso de hacerlo.

Otra razón, es porque la circunstancia aun no esta lista. No podemos apresurarnos a Dios, porque Él hace las cosas en su tiempo perfecto y de manera perfecta.

Otra razón, es porque Él tiene algo mejor, algo mejor que nunca hemos pensado o soñado.

4. Dar con generosidad a la obra de Dios.

Cuando abro mis manos para dar de lo que tengo, esto demuestra que no estoy aferrado a nada. Y es que nuestra meta no debe ser el dinero, sino andar en obediencia a Dios.

Si seguimos sus principios de diezmar y ofrendar, Dios le prosperará de maneras que nunca nos imaginamos. Le protegerá de la avaricia y de el egoísmo, de volverse a lo material, porque no hay felicidad en el dinero, sino en una relación intima con Dios.

5. No puedo por siímismo llevar la vida cristiana: es Cristo en cada uno de nosotros.

Cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, Él vino a morar en cada uno de nosotros, a llevar una vida que nosotros no podríamos vivir.

No se si le ha pasado lo siguiente: lo que no queremos hacer, eso hacemos, no tenemos la fuerzas suficientes, probablemente hemos ido de fracaso en fracaso y por eso creemos que la vida cristiana no funciona, es entonces cuando debemos recordar lo siguiente:

JUAN 15:5 » Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.»

Esto nos demuestra que nosotros por nuestros propios medios, no podemos llevar una vida cristiana, hasta que reconozcamos que Jesús es el único que puede llevar una vida por ti, porque Él quiere que nos rindamos a nuestras habilidades, capacidades y dependamos de Él, confiemos en Él y le dejemos vivir en y a traves nuestro.

GALATAS 2:20 » Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Esto es liberador saber que Cristo vive en mí, de tal manera que dejemos de dar la talla, de tratar de complacerlo para que Él pueda actuar a traves de nosotros.

Tenga presente esto: CRISTO en nosotros, la verdad mas reveladora.

6. Dios nos ama incondicionalmente.

Él nos ama de esa manera, no por quienes somos o como actuamos, sino porque así es su naturaleza y carácter, amarnos con toda la plenitud y potencial.

ROMANOS 8:38-39 «38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

No tiene nada que ver con nosotros, sino con Él, quien recibe la Gloria, el Mérito y la Alabanza. Es importante entender que cuando comprendemos el amor de Dios, la gratitud nos motiva a obedecerlo.

Al recibir a Jesús como nuestro Salvador, Él nos sella con su Santo Espíritu hasta el día de la Redención, nos hace hijos de Dios, y nada que hagamos podrá alterar ese hecho, ni podrá alterar que Jesucristo murió por sus pecados y que lo ama incondicionalmente.

7. Dios tiene el control de cada circunstancia de nuestras vidas y de la vida.

Dios tiene el control total y absoluto. Dice la Palabra: «ninguna arma forjada contra nosotros prosperará». Dice que ninguna, pues Él tiene el control.

Sí hay algo que pareciera estar en contra nuestra, Dios sabe justo lo que sucede. Voy a decirle con toda seguridad que vivimos bajo su cobertura divina, su soberanía, su omnisciencia, su omnipresencia y su omnipotencia.

Dios tiene el control de cada faceta de nuestra vida, sino lo creyera, dejaría de predicar la Palabra de Dios.

8. Debemos depender por completo del Espíritu Santo.

Lo que Dios te llame a hacer, lo puedes hacer bien y hacerlo de modo que tenga un impacto. Así nos diseño Dios, que Él viva en nosotros mediante el poder sobrenatural del Espíritu Santo, quien nos faculta para lograr lo que sea.

9. Nuestro tiempo personal de meditación con Dios debe ser la prioridad de nuestra vida.

Además de orar, meditar en la Palabra de Dios es lo mas valioso, lo más fructífero, y los más productivo que podemos hacer en nuestra vida cristiana, porque esto sustenta cada uno de estos otros principios.

Dios quiere que pasemos tiempo con Él, a solas con Él, escuchándole, orando y clamando a Él. Y esto debemos hacerlo también con nuestros hijos para que crezcan con una fe firme.

Sabes porque?, porque este Evangelio de Jesucristo, puede penetrar en el corazón más endurecido, transformar nuestras vidas y cambiar el destino eterno de cualquier persona.

Si hay algo que he aprendido, es que la Biblia es lo mas valioso de la tierra. Esta es la revelación del Dios Todopoderoso. El Apostol Pablo dijo: «porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que en Él cree». Este es el gran poder de la Palabra Viva de Dios.

ISAIAS 40:8 » Sécase la hierba, marchítase la flor; más la Palabra del Dios nuestro permanece para siempre.»

Este es el Libro de instrucciones de Dios, y si usted desea una vida plena, le he presentado principios que funcionan, sé que funcionan, lo he visto en otras persona, y lo he visto en mi propia vida.

Y la única manera en que esto puede convertirse en una realidad en su vida, es aceptando a Jesús como su Señor y Salvador. Por eso le invito a que repitas conmigo la siguiente oración:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia, a rendirme a ti, a decirte, que me perdones mis pecados, se que te he ofendido, perdóname, me arrepiento de ello. Ven a morar a mi corazón y me comprometo a seguir tus mandamientos y preceptos. Te hago en este día, el Señor y Salvador de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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