¿Sabías tú que la fuerza de la fe tiene el poder de rejuvenecer tu cuerpo? Así es. Encontramos un ejemplo de eso en la vida de Sara. La mayoría de personas no entienden el alcance pleno de lo que Dios hizo en la vida de ella, lo único que saben es que Dios le dió un hijo en la vejez. 

Pero si analizamos la historia, veremos que hubo mucho más. Cuando Sara echó mano, por la fe, de la promesa Dios, la fe empezó a restaurar su cuerpo a tal punto que cuando el rey Abimelec la vió quiso tomarla por esposa.

Increible que a los 90 años de edad, ella era tan hermosa que ese rey la quería en su harén. Y eso no es todo, después de que dió a luz a Isaac, la Biblia nos relata que ella lo amamantó hasta que fue destetado, y vivió hasta cuando Isaac ya era muchacho.

 Ella recibió una promesa especial de Dios. Pero sí te aseguro que si crees que Dios puede restaurar tu fortaleza y salud en tu vejez, Él lo hará. De hecho, el Salmo 103: 3,5 dice  "Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias…El que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila". Afirma que uno de los beneficios que provienen de Dios es la salud. También agrega que Él llenará su boca de cosas buenas para que seas renovado como el águila.

El deseo de Dios es que en tu vejez seas un campeón poderoso y experimentado en la Palabra, y que su fortaleza sea renovada por la fe. Empieza a confesar eso hoy mismo. Llena tu boca con las promesas de Dios, declara: Alabado sea Dios, mi juventud se renueva como el águila. Y cuando tu labor en la Tierra finalice y te vayas al cielo, tu partida no será un simple desvanecimiento, sino que te irás de aquí cubierto de gloria, como el vencedor que Dios quiere que seas.

 

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