Tenemos un desafío en nuestra vida y es el demostrar a Cristo en nuestras vidas, y es cierto, que la palabra hablada es eficaz, pero nuestro testimonio es una evidencia que nadie puede negar.

1 Pedro 2.9 | Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Este pasaje nos da algunos detalles y define nuestra identidad en Cristo, por lo que estar seguros de lo que somos en Cristo nos va a ayudar a cumplir nuestra misión de manera eficaz.

¿Qué respondería usted ante las preguntas: “Quién eres”, “cómo te defines”, “cómo te definen las personas? Adultos, jóvenes y niños tienen problemas para responder esta pregunta. Pero la Palabra de Dios define claramente cuál es nuestra identidad y en ella encontramos varios personajes definidos por sus hechos: Moisés “el libertador”, Josué “el sucesor”, Jeremías “profeta a las naciones”, Pablo “instrumento escogido”, Juan “voz del que clama en el desierto”.

Jesús nos da una cátedra de definición de identidad en Mateo 16.13-20. En este pasaje de la Biblia, Pedro declara:

MATEO 16: 13-20 «……Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Jesús se expone, de manera intencional, al escrutinio de los demás. Primero preguntando a las personas lejanas y luego a la cercanas. ¿estaríamos nosotros dispuestos a ese escrutinio? ¡Qué bueno sería que las personas nos recordaran por ser personas: amables, apacibles, verdadero, fiable, integro, buena paga, etc.

Juan 1.19-22. A Juan lo expusieron accidentalmente al escrutinio. Y aquí encontramos la primera de 3 lecciones.

1. EL MUNDO DEMANDA NUESTRA IDENTIDAD.

Hay una urgencia del mundo esperando que seamos una respuesta al problema moral, al problema del pecado. La iglesia tiene la oportunidad de levantarse como bandera de esperanza. Pero la responsabilidad es de cada uno de nosotros.  Juan seguramente tenía buen testimonio porque lo comparaban con grandes profetas del pueblo judío.

Frente a la necesidad moral de este mundo que opción tomaremos: ¿nos quedamos viendo la muerte moral de este mundo? O ¿nos levantamos con el Señor siendo un modelo a seguir en el entorno donde vivimos?

2. NOSOTROS DEBEMOS DEFINIR NUESTRA IDENTIDAD

Juan tenía claro quien era y quien no era. ¿Hemos definido nosotros nuestra identidad?

¿Hemos definido quienes somos? El libro de Efesios nos muestra mucho de nuestra identidad, pero debemos apropiarnos de esa identidad.

¿Cuál es su área de servicio? ¿Adónde lo está llamando el Señor a poner en práctica sus dones y talentos?. Es importante definir nuestra identidad, para descubrir las áreas en que Dios va a usarnos.

1 TIMOTEO 4.12 » Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

Cuidar como hablamos, nuestras convicciones, nuestra integridad…

3. DEBEMOS VIVIR NUESTRA IDENTIDAD.

Juan vivió su identidad.

Mateo 14.1-12. Herodes creyó que Jesús era Juan el Bautista que había resucitado. Esto nos demuestra que él dejó huella en su sociedad.

  • Marcando y dejando huellas en nuestra sociedad. ¿Estamos nosotros dejando huella en la sociedad? ¿Estamos escribiendo el epitafio del final de nuestra vida para darle gloria a Dios?
  • Guardando nuestros principios hasta las últimas consecuencias, aun cuando el resultado no sea favorable.¿Podemos nosotros mantener nuestras convicciones hasta las últimas consecuencias?
  • Desarrollando nuestra personalidad de acuerdo a nuestras convicciones.

Lo que yo creo se tiene que ver. Cuando logremos hacer que nuestras acciones se evidencien con nuestras acciones estaremos viviendo nuestra identidad.

Para vivir nuestra identidad debemos de asumir las implicaciones de nuestra obediencia a Cristo. Juan ofrendó su propia vida por causa del llamado del Señor.

2 Reyes 3.20. Ante una muerte inminente Ezequías le dice al Señor “acuérdate que he andado en integridad”. ¿Podríamos decirle a Dios hoy “acuérdate de como te he servido, acuérdate de cómo me he comportado?… Evaluemos nuestra vida para vivir nuestra identidad al máximo y que Dios tenga buenas noticias de nosotros

Para llegar a ser testigos de Cristo lo primero que tenemos que hacer es nacer de nuevo espiritualmente hablando, porque en ese momento somos sellados como hijos de Dios, podemos venir al trono de Dios en confianza, el Espíritu Santo viene a morar en nuestro interior, quien abre nuestro entendimiento para percibir la voluntad de Dios, revelarnos la verdad de la Palabra de Dios, y sobretodo inscribirnos en el Libro de la Vida, y tener vida eterna.

Por lo tanto has esta oración conmigo:

«Padre mio, vengo delante de tu presencia para pedirte perdón por todos mis pecados, rompo todo pacto que hayan llevado a cabo mis ancestros con las tinieblas. Ven a morar a mi corazón. Has de mí una nueva criatura dedicada a servirte y cumplir tus mandamientos y preceptos. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor ABRAHAM MURILLO por sus enseñanzas.

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