Servir a Dios es la mejor decisión que nosotros podemos tomar, y si la familia completa lo hace aún es mejor. Se ha dicho que uno de los asuntos de más riesgo que puso Dios en nosotros fue el “libre albedrío”; eso es, la capacidad de elegir entre lo que me conviene o lo que me afecta. 

El propósito de haber sido creados de esta manera, era para que el seguir a Dios no estuviera determinado por la orden de Dios sino por la elección nuestra.

Y por ello quise retomar este tema acerca de la familia, pues como es bien sabido por nosotros, la familia es la base de la sociedad, y si las familias están destruidas que podemos esperar de la sociedad.

Josué 24:15 «Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Si queremos ver familias cimentadas, debemos hacer esta declaración y no solo conocerla, sino más bien ponerla por obra.

Este versículo, es una declaración con toda firmeza y seguridad, que estaba haciendo Josué por él, por su familia y por toda su futura generación.

No hay lazos más fuertes que sostienen a una familia que teniendo al Señor nuestro Dios como centro de nuestro hogar. Si nosotros nos ocupamos en el servicio a Dios, esto nos une bajo un mismo sentir. Eso es a toda la familia.

Este mensaje, tiene que ver con la necesidad de buscar, y querer constituir una familia que realmente sirva a Dios en medio de un mundo lleno de perdición, de cosas vanas y que no edifican en lo absoluto, en medio de peligros y de la posibilidad de desvió de los miembros de la familia.

CUANDO ES QUE UNA FAMILIA LLEGA A SER FUERTE Y SOLIDA? 

Definitivamente cuando Dios ocupa el primer lugar.  Recordemos siempre lo que nos dice la palabra:

SALMOS 127: 1-2 «Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.

Toda crisis dentro de la pareja y la familia se produce cuando marginamos al Señor de nuestra existencia y del núcleo familiar.

QUE PODEMOS HACER, ENTONCES?

1.- Vivir para Dios.

Si nuestro padre Celestial ocupa el primer lugar, estaremos alerta ante las señales de que algo anda mal, con el fin de que con ayuda del Señor apliquemos los correctivos necesarios.

Vivir para Dios nos asegura solidez, pero además crecimiento permanente, vivir para Dios es parte de dejarnos transformar, aplicar principios y valores que renueven nuestra forma de pensar, actuar y desarrollar a partir de ese momento una mejor relación con nuestro cónyuge y nuestros hijos.

2.-Educar con principios y valores.

Si formamos una familia bajo principios y valores, establecidos en la Palabra de Dios, sin duda experimentaremos crecimiento permanente en todas las áreas.

Cuando nos negamos a corregir a nuestros hijos, no solo cometemos un grave error, sino que además estamos sembrando en ellos las semillas para el fracaso. A menos que se corrijan los errores a tiempo si no, las consecuencias serán más dolorosas.

Preguntémonos nosotros: Que estamos haciendo para que nuestros hijos y sus generaciones sirvan a Dios con todo el corazón y que podamos declarar con firmeza: Mi familia y yo serviremos a Jehová, tal y como lo hizo Josué. (esto es nuestro anhelo, no solo pensar en los hijos y nietos, si no en todas las generaciones futuras)

Nosotros los padres cristianos debemos gozarnos que nuestros hijos se involucren en los diferentes ministerios de la iglesia, así tendrán el fundamento solido en la verdad de la palabra. (por que dando es como recibimos)

3ª JUAN 1.:4 » nos dice.  No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. 

Ese debe ser nuestro anhelo, por ello debemos siempre animarlos.

Hoy en día es preocupante ver tantas mentiras y falsedades de este mundo apartando a los jóvenes de estos propósitos, en la actualidad hay jóvenes luchando con depresiones, ansiedades y mucha confusión y nosotros padres miembros de esta congregación. ¿Qué estamos haciendo por Ellos?

Nosotros los padres somos los responsables de la condición o de cómo actúan nuestros hijos, (y así es pues en el hogar es donde nosotros educamos a los nuestros, (es la primera escuela) no en la escuela o la Iglesia.

Situaciones en las que nosotros como padres podemos afectarles

  1. Nuestras malas decisiones

2. Malas actitudes

3. Inseguridades

4. Mal testimonio (la hipocresía, el mostrar varias caras)

5. Las discusiones delante de Ellos

6. El poco interés en las condición emocional, moral, espiritual que a veces mostramos por Ellos

7. Los extremos son malos al no poder balancear lo permisivo o lo muy extremadamente rigurosos y exigentes que seamos.

Y existen muchos más factores. Que influyen.

¿COMO PODEMOS INFLUENCIAR A NUESTROS HIJOS POSITIVAMENTE?

  1. Manteniendo la unidad familiar.

La familia es uno de los regalos mas extraordinarios que toda persona pueda tener en la vida.

Para crear lazos de unión familiar, la comunicación es esencial. Tanto los padres como hijos deben crear pilares de confianza que garanticen la estabilidad en el hogar, es importante que haya armonía entre todos los miembros, desde el más pequeño hasta la persona más adulta que integra la empresa familiar.

De repente como padres nos podemos desanimar cuando nuestros hijos crecen y se van de casa y forman sus familias, y creemos que se terminó nuestra labor de padre, No es así mis hermanos y hermanas, debemos seguir preocupándonos por el futuro de ellos en el caminar con Dios. Orando siempre por ellos, que no se aparten de sus caminos.

2. CONVIRTAMONOS EN MODELOS A SEGUIR.

Marquemos sus vidas con nuestro caminar con Dios, instruirlos correctamente desde pequeños, no ser tan permisivo, interesarnos por su vida personal y su relación con DIOS, levantar sus ánimos cada día, ya que ellos fácilmente pueden flaquear y caer como dice Isaías 40:30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; darles apoyo moral, espiritual y emocional.

Modelemos nosotros el buen ejemplo, la pureza y la integridad, dediquémosle tiempo, seamos rápidos a enseñar, ya que todos somos expuestos a la falsedad de esta sociedad.

Veamos lo que nos dice Josie 24:13 Y os di la tierra por la cual nada trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en las cuales moráis; y de las viñas y olivares que no plantasteis, coméis.

 Dos versículos antes de nuestro versículo principal.   Si Dios ha sido tan bondadoso con nosotros, debemos retribuirle, y es algo que no estamos obligados si no que lo haremos por amor.

Es una determinación que cada uno de nosotros toma, nadie nos obliga y si los padres lo hacemos, sin duda lo hará nuestras generaciones, por ese motivo Josué hizo esa declaración

Podemos concluir con esto, No somos padres perfectos y no tenemos hijos perfectos, pero si tenemos la certeza, la convicción y la firmeza de hacer esta declaración YO Y MI CASA SERVIREMOS A JEHOVA (DIOS) POR QUE NUESTROS HIJOS SON UNA GENERACION BENDITA, ESCOGIDA Y APARTADA.

FUENTE: Gracias Pastor ELVIS LOPEZ por sus enseñanzas.

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