Categoría: Entendimiento

QUIEN ES EL REY DE GLORIA

Hoy, nos reunimos en el poderoso nombre de Jesucristo, y traigo un mensaje inspirado por las palabras del Salmo 24, un salmo que proclama la majestad, la soberanía y la santidad del Señor. Dice así:

«De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan. Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.» (Salmo 24:1-2).

Este pasaje nos recuerda algo fundamental: todo le pertenece a Dios. Todo lo que vemos y todo lo que somos tiene su origen en Él. No hay un rincón de esta tierra que no esté bajo su autoridad. El mundo clama por independencia, por poder y control, pero la verdad es esta: el Señor es el único soberano, y su gobierno es eterno.

¿QUIEN PUEDE ACERCARSE AL REY DE GLORIA?

El salmo sigue diciendo:

«¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño.» (Salmo 24:3-4).

Aquí encontramos un llamado solemne. Dios no solo es Rey, sino que es un Rey Santo. Él exige pureza, justicia y verdad. Pero si somos honestos, ¿quién puede cumplir con este estándar? La Palabra dice: «No hay justo, ni aun uno». Nadie, por sus propias fuerzas, puede pararse en la presencia del Dios santo.

Y aquí está el centro del evangelio: Dios sabía que no podíamos alcanzar su santidad por nosotros mismos. Por eso envió a su Hijo, Jesucristo. Él es el limpio de manos y el puro de corazón. Él vivió la vida que nosotros no podíamos vivir, y en la cruz, cargó con nuestros pecados para que, por medio de su sangre, podamos ser lavados y presentados santos ante Dios.

LEVANTEN PUERTAS ETERNAS

El salmo concluye con un poderoso clamor:

«Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.» (Salmo 24:7-8).

Jesucristo es este Rey de gloria. Él venció la muerte, destruyó el poder del pecado y abrió las puertas del cielo para nosotros. Él es fuerte y valiente, el que lucha nuestras batallas y nunca pierde. Hoy, Él está tocando a las puertas de tu corazón, diciendo: “Ábreme, déjame entrar, y haré morada contigo.”

UN LLAMADO A RESPONDER

Hermanos, ¿cómo debemos responder a este mensaje? El apóstol Pablo lo dice claramente: «Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.» (Romanos 10:9). Hoy es el día para abrir las puertas de tu vida al Rey de gloria. Hoy es el día de dejar las cosas vanas, los ídolos, y entregarte completamente a Cristo.

Recuerda, de Jehová es la tierra y su plenitud. Él no quiere solo una parte de tu vida; Él quiere todo. Porque todo ya le pertenece.

Así que levántate, deja tus cargas y rinde tu vida al único que es digno. Jesucristo, el Rey de gloria, te llama. Para ello, te invito a que hagas conmigo la siguiente oración en voz alta.:

Oremos:

Señor Dios todopoderoso, reconozco que la tierra y todo lo que hay en ella te pertenecen, porque tú la creaste con tu poder. Tú eres el Rey de gloria, fuerte y valiente, digno de toda alabanza.

Hoy vengo ante ti humildemente, sabiendo que solo los de manos limpias y corazón puro pueden entrar en tu presencia. Te pedo que me purifiques por la sangre de Jesús, que limpies mi pecado, y renueves mi corazón. Ayúdame a apartarme de las cosas vanas y a vivir una vida que te glorifique.

Señor, abro las puertas de mi corazón para que tú, el Rey de gloria, entres y tomes el control de mi vida. Reina en mi con tu poder y guíame en tus caminos. Te exalto, te honro y te bendeigo. En el nombre de Jesús, amén.

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LA HONRA QUE TRAE BENDICIÓN

¡Amigos y amigas, hoy el fuego del Espíritu Santo nos impulsa a hablar de algo vital! ¡Algo que viene directamente del corazón de Dios, desde los mismos cielos donde su trono está establecido para siempre!

Deuteronomio 5:16 nos habla con poder y autoridad: «Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.»

Escúchame bien: ¡Este mandamiento no es una sugerencia! No es una opción, no es un consejo opcional. ¡Es un mandato directo del Dios Altísimo! El mismo Dios que separó las aguas del Mar Rojo, que habló desde el Sinaí con relámpagos y truenos, el Dios que resucitó a Cristo de los muertos, te está diciendo hoy: ¡Honra a tus padres!

¿Por qué es tan importante este mandamiento? Porque detrás de la honra a nuestros padres está la honra a Dios mismo. Tus padres son los primeros representantes de autoridad que Dios ha puesto sobre tu vida. Ellos son los que han sido colocados como guías, como cuidadores, como aquellos que te han mostrado el camino. Y, escúchame, cuando honras a tus padres, ¡estás honrando a Dios mismo!

Quiero que comprendas lo siguiente: que el enemigo odia la honra. ¿Sabes por qué? Porque la honra es la llave que abre las bendiciones de Dios sobre nuestras vidas. El enemigo sabe que si puede robarte la honra, puede cortarte las bendiciones. ¡Pero hoy levantamos un estandarte de fuego y de verdad en contra de toda obra del enemigo! Hoy declaramos que la honra regresará a nuestras familias.

La Palabra de Dios es clara: «para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.» ¡Este es un mandamiento con promesa! No solo es un mandato de obediencia, ¡es un canal para las bendiciones de Dios! ¿Quieres tener una vida larga? ¿Quieres que te vaya bien en todo lo que hagas? ¡La llave está en la honra! ¡Dios ha prometido una vida llena de sus bendiciones para aquellos que honran a sus padres!

Escucha bien, en tiempos de rebelión, de desobediencia, en una generación que está en constante desafío a las autoridades, la iglesia tiene que brillar más fuerte. Somos el pueblo que debe levantar el estandarte de la honra, el respeto, y la obediencia al mandato de Dios. No somos de este mundo. No vivimos según los patrones de este siglo, ¡vivimos según los principios eternos del Reino de Dios!

Y no solo hablo para los jóvenes. ¡Adultos, esto también es para ustedes! La honra a nuestros padres no tiene fecha de expiración. Si tienes padres vivos, aún es tu llamado honrarlos. Tal vez no fueron perfectos, tal vez fallaron, pero Dios no te llama a honrarlos por su perfección, sino por Su mandamiento. ¡El mandamiento de Dios es santo, es justo y es verdadero!

Si alguno aquí ha fallado en este mandamiento, ¡hay oportunidad hoy! El Espíritu Santo te está llamando al arrepentimiento. ¡Hoy es el día de restaurar relaciones! Hoy es el día de pedir perdón, de buscar reconciliación, de liberar todo rencor o amargura. No permitas que la falta de honra te robe el propósito de Dios para tu vida.

Y escúchenme, padres: ¡Ustedes también tienen un llamado santo! No es solo que los hijos honren a los padres, ¡los padres tienen el deber de criar a sus hijos en el temor y la admonición del Señor! ¡No provoques a tus hijos a ira! Guíalos, corrígelos, ámalos, y enséñales a caminar en los caminos del Señor, para que ellos también puedan vivir en la bendición de Dios.

El Espíritu de Dios está aquí, y Él nos llama a una vida de obediencia radical, de honra profunda, de respeto reverente hacia aquellos que nos han precedido. ¡Hay una bendición generacional que se desata cuando obedecemos este mandamiento! ¡Hoy proclamamos una restauración de la honra en cada hogar, en cada familia!

Así que, hoy te digo en el nombre del Señor Jesucristo: ¡levántate y honra! Honra a tus padres. Honra la autoridad que Dios ha puesto en tu vida. Y verás cómo los cielos se abrirán a tu favor, verás la mano de Dios moverse con poder, verás cómo el favor de Dios será como un escudo alrededor de ti. Porque la Palabra de Dios nunca falla, ¡y Él es fiel para cumplir todo lo que ha prometido!

Que el fuego del Espíritu Santo te llene hoy, que te consuma, que te impulse a caminar en obediencia, en valentía y en el poder del Señor Jesucristo! ¡Amén!

Honrar a los padres es un mandato clave en la Biblia y abarca tanto el respeto como el cuidado práctico. Aquí te dejo algunas formas concretas en las que puedes honrar a tus padres:

1. Mostrar Respeto

  • Escuchar: Presta atención a lo que tus padres dicen, valorando sus consejos y opiniones.
  • Hablar con respeto: Elige palabras de gratitud y respeto, incluso en desacuerdos. Evita actitudes despectivas o irrespetuosas.
  • Evitar críticas públicas: Nunca critiques o desacredites a tus padres frente a otros.

2. Agradecer y Valorar

  • Expresar gratitud: Agradece a tus padres por los sacrificios que hicieron por ti, por sus cuidados y amor.
  • Reconocer su esfuerzo: Dales las gracias por el trabajo y dedicación que invirtieron en tu educación, crianza y bienestar.

3. Cuidar de Ellos en la Vejez

  • Proveer ayuda: A medida que envejecen, bríndales el apoyo que necesitan, ya sea emocional, físico o financiero.
  • Acompañarlos: Pasar tiempo con tus padres, visitarles con frecuencia y hacerles sentir valorados es una forma clave de honrarlos.
  • Cuidar su salud: Preocuparte por su bienestar físico, ayudándoles en citas médicas o asegurándote de que reciban los cuidados necesarios.

4. Perdonar sus Errores

  • Liberar el rencor: Ningún padre es perfecto, y parte de honrarlos implica perdonar los errores o heridas del pasado.
  • Buscar reconciliación: Si hay relaciones rotas o distantes, haz lo posible por restaurarlas con humildad y amor.

5. Seguir Sus Buenas Enseñanzas

  • Aplicar su sabiduría: Si tus padres te enseñaron principios bíblicos o valores importantes, vivir de acuerdo con ellos es una forma poderosa de honrarlos.
  • Compartir su legado: Habla de ellos de manera positiva y honra su legado a través de la forma en que vives y educas a tus propios hijos.

6. Ayudarles a Encontrar Gozo

  • Celebrar con ellos: Participa en momentos importantes de su vida, como cumpleaños, aniversarios, y hazles sentir amados.
  • Escuchar sus historias: Valora su experiencia y sabiduría, dándoles la oportunidad de compartir su historia y legado.

7. Orar por Ellos

  • Interceder por su vida: Ora por su salud, bienestar, y vida espiritual. Pedir a Dios que los guíe y los proteja es una forma de mostrar amor y cuidado espiritual.

8. Obedecerles en el Señor (Si eres joven)

  • Seguir sus consejos mientras vivas bajo su techo: A los jóvenes, la Biblia les manda obedecer a sus padres, siempre y cuando los principios estén alineados con la voluntad de Dios.
  • Respetar su autoridad: Someterse a la autoridad de los padres es honrar el orden que Dios ha establecido.

En resumen, honrar a los padres es un acto continuo que involucra respeto, gratitud, apoyo, reconciliación y cuidado. No importa la edad que tengas, la honra es un principio que trasciende el tiempo y trae bendición a tu vida.

Haz ésta oración en voz alta:

Señor, hoy reconozco que he fallado en honrar a aquellos que has puesto en mi vida como autoridades, especialmente a mis padres. Perdóname por mi falta de obediencia y humildad. Ayúdame a caminar en honra, no solo hacia mis padres, sino también hacia todas las autoridades que Tú has establecido. Enséñame a reconciliarme donde haya heridas y restaurar las relaciones rotas. Declaro que en obediencia a tu palabra, veré la manifestación de tus promesas en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

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COMO AFRONTAR LAS ADVERSIDADES O PRUEBAS

Hay dos formas opuestas de responder a la adversidad.: 1) Algunas personas se amargan ante dificultades inesperadas, hasta enojarse con Dios y alejarse de Él o incluso alejarse completamente de su fe. 2) Otros creyentes atraviesan dificultades pero desarrollan una relación más fuerte con Dios. Crecen en su comprensión de cómo sacar fuerza de Su capacidad sobrenatural para superar los desafíos de la vida, rodeados de Su amor y capacitados por Su poder sustentador.

El apóstol Pablo no era ajeno a las circunstancias difíciles.

2 CORINTIOS 4:8 “Estamos afligidos en todo, pero no aplastados; perplejo, pero no desesperado; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos” .

Mientras Pablo llevaba a cabo la obra de Dios, constantemente enfrentó conflictos y adversidades, azotado, apedreado, naufragios, etc. Podemos aprender mucho sobre cómo afrontar las dificultades de este fiel siervo, PORQUE nunca desmayo, al contrario, se fortaleció en Dios.

¿CUALES SON LAS CIRCUNSTANCIAS MÁS ALLÁ DE NUESTROS LÍMITES?

Todos hemos enfrentado situaciones difíciles, un ambiente laboral o escolar hostil, o la experiencia de rechazo, traición y fracaso. Es posible que seamos llamados a soportar una situación difícil e interminable. Nuestra prueba puede ser dolor físico o enfermedad crónica. Independientemente de la dificultad particular, Dios quiere que confiemos en Su fuerza en lugar de ceder a la tentación de resolver el problema por nuestra cuenta.

COMO PODEMOS AFRONTAR LAS DIFICULTADES?

En el poder que nos da Cristo, podemos encontrar la capacidad de afrontar las dificultades triunfalmente y sin perder la paz ni el gozo.

  1. Fuerza más allá de la capacidad humana. Cuando recibimos a Jesús por fe como nuestro Salvador personal, Él viene a vivir dentro de nosotros a través de la Persona del Espíritu Santo. Jesús dijo: “Yo rogaré al Padre, y él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Juan 14:16). Él vive la vida de Cristo a través de nosotros. En otras palabras, toda la fuerza que necesitamos para resistir ya reside dentro de nosotros. Sólo tenemos que aprender a experimentarlo.
  2. Pablo también escribió:
    • “Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10).
    • “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1).
    • “Todo lo puedo en Aquel que me fortalece” (Filipenses 4:13).
  3. Disponible cuando sea necesario. No podemos aprender sobre este poder simplemente leyendo sobre él. De hecho, tenemos que experimentarlo al ser arrojados a una situación imposible. Sólo cuando superamos nuestras propias fuerzas podemos saber que el poder de Cristo fluye a través de nosotros.
  4. Limitado por la voluntad del Padre. Dios nos fortalece sólo para hacer su voluntad. Por ejemplo, el Padre te permitirá hacer lo que te ha facultado a la que te ha llamado, ya que eso está dentro de Su voluntad para tu vida. Incluso cuando te traten injustamente, Él puede empoderarte para que siempre hagas lo correcto en lugar de ceder al resentimiento.
  5. Crece más en nuestra debilidad. El mundo valora el orgullo y la autosuficiencia, pero Dios honra la humildad. A los corintios, Pablo reconoció su completa dependencia del Señor: “Yo estuve con vosotros en debilidad, y en temor y mucho temblor, y mi mensaje y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder” .
  6. Cuando nos faltan fuerzas, podemos experimentar el poder de Dios. El apóstol escribió: “Más bien me gloriaré en mis debilidades, para que el poder de Cristo habite en mí. Por eso me contento con las debilidades, con los insultos, con las angustias, con las persecuciones, con las dificultades, por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Cor. 12:9-10). En sus momentos más débiles, Pablo pudo experimentar la energía divina y sobrenatural de Dios, dándole poder para vivir victoriosamente.

Cuando Dios introduce una gran prueba en tu vida, es una oportunidad para aprender de Su gran poder y Su fuerza permanente trabajando dentro de ti. No trates de evitar todas las situaciones difíciles de la vida o te perderás de experimentar Su poder sobrenatural.

Ese poder esta disponible para nosotros los que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador. Este poder es un regalo de Dios, no algo que ganamos. Su presencia no significa que evitemos las dificultades, por supuesto, sino que Él está con nosotros a través de ellas, sosteniéndonos.

¿CÓMO PUEDO LIBERAR ESTE PODER EN MI VIDA?

  1. Reconozca que está totalmente indefenso. Un hijo de Dios en crecimiento valorará la humildad.
  2. Lánzate a la misericordia de Dios. Confía genuinamente en Él para realizar buenas obras a través de ti, dándote fuerza para hacer lo correcto en situaciones imposibles.
  3. Cree que Él hará lo que dijo. “Y mi Dios suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19)

.Dios quiere llevarnos al punto en que confiemos completamente en él. Como dijo Pablo, “no confiaremos en nosotros mismos, sino en Dios” (2 Cor. 1:9). Esto no significa que no haya lágrimas, ni desánimo, ni sufrimiento, sino que a través de todas esas cosas, somos sostenidos por el amor de Dios.

Para superar los desafíos de la vida, rodeados de Su amor y capacitados por Su poder sustentador es necesario venir humillados ante Dios y hacer a Jesús el Señor de tu vida. Y lo haces haciendo la siguiente oración en voz alta:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia a pedirte perdón por mis pecados, me arrepiento de ellos y a partir de este día te hago el Señor y Salvador de mi vida. Rompo todo pacto con el mundo, conmigo mismo y con las tinieblas. Y hago un nuevo pacto con Jesucristo. Declaro que soy sano y libre, en el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias PASTOR CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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PRINCIPIOS PARA VIVIR UNA VIDA ABUNDANTE

La Biblia esta llena de grandes principios para que rijamos nuestras vidas. Y lo más sabio que un padre puede hacer por sus hijos es enseñarles desde muy pequeños, a creer que esta es la Palabra de Dios, de tal manera que rijan sus vidas por preceptos divinos, lo que hará que tengan vidas más plenas.

Así que veamos a que principios nos referimos:

1. Obedece a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos.

PROVERBIOS 3:1-4 » 1Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; 2Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. 3Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.»

Para esto se requiere primero escuchar a Dios, y segundo, confiar en Él, porque sino confiamos en Él veremos las consecuencias de nuestra desobediencia.

Lo maravilloso es que Él se ha hecho responsable de las consecuencias de nuestra obediencia, pero es mi responsabilidad escuchar a Dios, y confiar en Él, por lo que debemos de lidiar con la opinión de otras personas que nos quieren decir, como vivir y que decisiones debemos tomar, ya que si las oímos a ellos no escucharemos cual es la voluntad y los propósitos de Dios para nuestras vidas.

Estamos claros que ser obedientes requiere valor y fe, pero recuerde, Dios en su sabiduría sabe cuales serán las recompensas de ello.

2. Aprender a confiar en Dios para todo lo que necesitemos en la vida.

A menudo, las dificultades nos ayudan a confiar en Dios y Él nos enviará suficientes para aprender a confiar en Él, por lo que, después de 44 años de vida cristiana, puedo decirte que podemos confiar en que nos proteja en cada circunstancia.

ISAIAS 54:17 «Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.»

Crea en lo que dice Dios, en lugar de lo que crea o vea, porque si cree en lo que dice Dios, nunca se equivocará en hacer lo bueno.

3. Aprende a esperar la dirección y el tiempo e Dios.

Al decir Dios: «espera», nos esta queriendo decir que no estamos listos para lo que Él tiene para nosotros respecto a su voluntad, porque no es mi tiempo, sino el suyo. Si Dios dice: «espera», debes esperar.

Esta es una de las decisiones más difíciles y mas importantes, así que no se mueva, espere hasta que Dios le dé permiso de hacerlo.

Otra razón, es porque la circunstancia aun no esta lista. No podemos apresurarnos a Dios, porque Él hace las cosas en su tiempo perfecto y de manera perfecta.

Otra razón, es porque Él tiene algo mejor, algo mejor que nunca hemos pensado o soñado.

4. Dar con generosidad a la obra de Dios.

Cuando abro mis manos para dar de lo que tengo, esto demuestra que no estoy aferrado a nada. Y es que nuestra meta no debe ser el dinero, sino andar en obediencia a Dios.

Si seguimos sus principios de diezmar y ofrendar, Dios le prosperará de maneras que nunca nos imaginamos. Le protegerá de la avaricia y de el egoísmo, de volverse a lo material, porque no hay felicidad en el dinero, sino en una relación intima con Dios.

5. No puedo por siímismo llevar la vida cristiana: es Cristo en cada uno de nosotros.

Cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, Él vino a morar en cada uno de nosotros, a llevar una vida que nosotros no podríamos vivir.

No se si le ha pasado lo siguiente: lo que no queremos hacer, eso hacemos, no tenemos la fuerzas suficientes, probablemente hemos ido de fracaso en fracaso y por eso creemos que la vida cristiana no funciona, es entonces cuando debemos recordar lo siguiente:

JUAN 15:5 » Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.»

Esto nos demuestra que nosotros por nuestros propios medios, no podemos llevar una vida cristiana, hasta que reconozcamos que Jesús es el único que puede llevar una vida por ti, porque Él quiere que nos rindamos a nuestras habilidades, capacidades y dependamos de Él, confiemos en Él y le dejemos vivir en y a traves nuestro.

GALATAS 2:20 » Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Esto es liberador saber que Cristo vive en mí, de tal manera que dejemos de dar la talla, de tratar de complacerlo para que Él pueda actuar a traves de nosotros.

Tenga presente esto: CRISTO en nosotros, la verdad mas reveladora.

6. Dios nos ama incondicionalmente.

Él nos ama de esa manera, no por quienes somos o como actuamos, sino porque así es su naturaleza y carácter, amarnos con toda la plenitud y potencial.

ROMANOS 8:38-39 «38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

No tiene nada que ver con nosotros, sino con Él, quien recibe la Gloria, el Mérito y la Alabanza. Es importante entender que cuando comprendemos el amor de Dios, la gratitud nos motiva a obedecerlo.

Al recibir a Jesús como nuestro Salvador, Él nos sella con su Santo Espíritu hasta el día de la Redención, nos hace hijos de Dios, y nada que hagamos podrá alterar ese hecho, ni podrá alterar que Jesucristo murió por sus pecados y que lo ama incondicionalmente.

7. Dios tiene el control de cada circunstancia de nuestras vidas y de la vida.

Dios tiene el control total y absoluto. Dice la Palabra: «ninguna arma forjada contra nosotros prosperará». Dice que ninguna, pues Él tiene el control.

Sí hay algo que pareciera estar en contra nuestra, Dios sabe justo lo que sucede. Voy a decirle con toda seguridad que vivimos bajo su cobertura divina, su soberanía, su omnisciencia, su omnipresencia y su omnipotencia.

Dios tiene el control de cada faceta de nuestra vida, sino lo creyera, dejaría de predicar la Palabra de Dios.

8. Debemos depender por completo del Espíritu Santo.

Lo que Dios te llame a hacer, lo puedes hacer bien y hacerlo de modo que tenga un impacto. Así nos diseño Dios, que Él viva en nosotros mediante el poder sobrenatural del Espíritu Santo, quien nos faculta para lograr lo que sea.

9. Nuestro tiempo personal de meditación con Dios debe ser la prioridad de nuestra vida.

Además de orar, meditar en la Palabra de Dios es lo mas valioso, lo más fructífero, y los más productivo que podemos hacer en nuestra vida cristiana, porque esto sustenta cada uno de estos otros principios.

Dios quiere que pasemos tiempo con Él, a solas con Él, escuchándole, orando y clamando a Él. Y esto debemos hacerlo también con nuestros hijos para que crezcan con una fe firme.

Sabes porque?, porque este Evangelio de Jesucristo, puede penetrar en el corazón más endurecido, transformar nuestras vidas y cambiar el destino eterno de cualquier persona.

Si hay algo que he aprendido, es que la Biblia es lo mas valioso de la tierra. Esta es la revelación del Dios Todopoderoso. El Apostol Pablo dijo: «porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que en Él cree». Este es el gran poder de la Palabra Viva de Dios.

ISAIAS 40:8 » Sécase la hierba, marchítase la flor; más la Palabra del Dios nuestro permanece para siempre.»

Este es el Libro de instrucciones de Dios, y si usted desea una vida plena, le he presentado principios que funcionan, sé que funcionan, lo he visto en otras persona, y lo he visto en mi propia vida.

Y la única manera en que esto puede convertirse en una realidad en su vida, es aceptando a Jesús como su Señor y Salvador. Por eso le invito a que repitas conmigo la siguiente oración:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia, a rendirme a ti, a decirte, que me perdones mis pecados, se que te he ofendido, perdóname, me arrepiento de ello. Ven a morar a mi corazón y me comprometo a seguir tus mandamientos y preceptos. Te hago en este día, el Señor y Salvador de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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