Categoría: Espíritu Santo

“¡NO SOLO AGUA… SINO FUEGO!”

MATEO 3:11 “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

¡Escúchalo bien! Juan el Bautista preparaba el camino… pero él sabía que su ministerio era solo el principio. Él decía: “Yo te bautizo en agua, para arrepentimiento…” Pero luego levantaba la voz y anunciaba: “¡Viene uno más poderoso que yo! ¡Viene el que trae el fuego del cielo!”

¡Cristo no vino solo a limpiarte, vino a encenderte! El agua lava… pero el fuego transforma. El arrepentimiento es el primer paso, pero el bautismo de fuego es el encargo del cielo para que vivas en poder, en autoridad, y en victoria.

¡Jesús vino a darte algo más que religión! Vino a sumergirte en su Espíritu y prenderte en su fuego.

¿Y QUE HACE EL FUEGO

  1. Te despierta
    Ya no puedes dormir espiritualmente. Ya no puedes vivir en la rutina, tibio, apagado, porque cuando el fuego te toca, te despierta a lo eterno. A lo celestial. A lo que verdaderamente importa.
  2. Te consume para Dios
    Ese fuego no te destruye, ¡te consagra! Quema el orgullo, el pecado, las cadenas… y lo que queda es un corazón que arde solo para Él.
  3. Te capacita
    Porque el fuego del Espíritu te empodera para caminar en lo sobrenatural. Para vivir por fe. Para servir sin temor. Para llevar la gloria dondequiera que vayas.

¡No es tiempo de solo agua, es tiempo de fuego!

Muchos se conforman con ser perdonados. Pero Jesús no te llamó solo a ser limpio. ¡Te llamó a ser encendido! Y Él quiere hacerlo hoy. Hoy puedes decir: “Señor, ya no me basta la religión, ni los recuerdos… ¡yo quiero tu fuego ahora!”

Bautízame con tu Espíritu y con fuego. Quema lo que no es tuyo. Despierta lo que está dormido. Y enciende en mí una llama que nunca se apague.”

¡Este es el bautismo del Reino! Este es el poder del Evangelio. Y este es el fuego del Cristo vivo. ¡Que caiga ahora… sobre tu vida! Amén.

OREMOS: Señor Jesús, yo creo en tu Palabra. Hoy vengo delante de ti, no solo por limpieza, ¡sino por fuego! Bautízame con tu Espíritu Santo y fuego. Quema en mí todo lo que no te agrada. Despierta mi alma, enciende mi corazón, y hazme un instrumento encendido para tu gloria. ¡No quiero vivir más apagado! Hoy recibo tu fuego, en el nombre poderoso de Jesús. ¡Amén!

[fbcomments]

PARA TI ES LA PROMESA DE DIOS

Pueblo de Dios, escúchame como quien oye voz del cielo. Hoy no hablo como hombre… Hoy hablo como un atalaya apostólico y profético, enviado por Dios para despertar generaciones dormidas…

Dice la Escritura en Hechos capítulo 2: “Al oír esto, se compungieron de corazón…”

¡Esa es la obra del Espíritu! ¡Cuando Él habla, el corazón del hombre no puede quedar igual! ¡Cuando la Palabra del Cordero resucitado atraviesa, el alma tiembla! Los que escuchaban a Pedro no recibieron solo información, ¡recibieron una impartición divina!

Y entonces vino la pregunta eterna: “¿Qué haremos?”

¡Esa es la pregunta que el cielo está provocando en esta generación! ¿Qué vas a hacer con el Cristo que resucitó? ¿Qué vas a hacer con el llamado de Dios que ha llegado a tu puerta?

Y Pedro respondió como lo hace un verdadero apóstol: sin rodeos, sin religiosidad, sin temor a los hombres: “Arrepentíos…”
¡Arrepiéntete, Iglesia!
¡Arrepiéntete, nación!
No de palabra… ¡sino con fruto digno del arrepentimiento!
¡Rompe tu alianza con el mundo!
¡Corta todo lazo con el pecado!

¡Es tiempo de volver al fuego original! “…y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados…”

No hay otro nombre. No hay otra autoridad. ¡El cielo no reconoce otro Nombre sino el del Cordero inmolado! Porque en ese nombre hay perdón. En ese nombre hay restauración. ¡Y en ese nombre hay poder para nacer de nuevo!

Y ahora escucha, porque viene la parte profética: “Y recibiréis el don del Espíritu Santo…” ¡Esto no es una idea simbólica! ¡Es una experiencia real! El mismo Espíritu que descendió como fuego en Pentecostés quiere llenarte hoy. ¡No para entretenerte, sino para transformarte! No para que hables bonito, sino para que camines en poder y santidad.

Y luego Pedro, lleno del Espíritu, profetiza algo eterno: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos…”

¡Escucha esto, generación!
Esta promesa no ha caducado.
¡El Espíritu todavía se derrama!
¡El fuego todavía cae!
¡El Reino todavía avanza!

Y la voz de Dios todavía llama: “Ven. Arrepiéntete. Recibe mi Espíritu. Vive para mí.”

Así te dice el Señor hoy: “Yo estoy despertando a los que tienen oído. Estoy llamando a los postreros a tomar su lugar. Esta es la hora del regreso. Esta es la hora de la restauración. Esta es la hora del fuego.” ¡La promesa es para ti! ¡Para tu casa! ¡Para tus hijos! ¡Y para los que están lejos — en otra nación, en otro pecado, en otra generación!

¡Pero el Espíritu los está llamando! Hoy, como apóstol y profeta del Cordero, te digo: ¡vuélvete a Él! ¡No esperes más! ¡No resistas más! Arrepiéntete. Bautízate en Su Nombre. Y recibe el Espíritu del Dios vivo. La promesa es para ti. ¡Y el tiempo es ahora! Así dice el Señor. Amén.

Oración: Señor Jesús, hoy oigo tu voz y mi corazón se quebranta. Me arrepiento con todo mi ser. Renuncio al pecado, al orgullo, a mi voluntad. Te entrego mi vida. Lávame con tu sangre. Bautízame con tu Espíritu. Lléname con tu fuego. Recibo tu promesa, para mí, para mi casa y para mi generación. Hazme parte de tu remanente. En el nombre de Jesucristo, ¡Amén!

[fbcomments]

!TÚ ERES EL TEMPLO DE DIOS!

Hoy vengo a recordarles una verdad que cambiará su manera de vivir si la toman en serio, que despertará tu fé y moverás montañas.

1 CORINTIOS 3: 16: ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?

Aquí lo dice claramente la Palabra de Dios: Ustedes son el templo de Dios y el Espíritu de Dios mora en ustedes.

¿Cuántas veces hemos buscado la presencia de Dios en lugares lejanos? ¿Cuántas veces hemos sentido que Él está distante? Pero la Palabra nos sacude y nos dice: Dios no está lejos. Él está en ti. Él mora en ti. Tú eres Su casa, Su santuario, Su templo.

  • Esto significa que donde tú caminas, la presencia de Dios camina.
  • Donde tú hablas, la voz de Dios puede hablar.
  • Donde tú oras, el cielo se abre porque Dios mismo habita en ti.

Si esto es verdad – y lo es, porque Dios no miente – entonces, ¿cómo debemos vivir?

La Biblia dice en 1 PEDRO 1:16: «Sed santos, porque yo soy santo.»

Si somos Su templo, no podemos llenarlo de impureza, de incredulidad, de temor, de pecado.

No permitas que el enemigo te haga sentir indigno. No permitas que el pasado te condene. El Espíritu Santo ya ha hecho morada en ti. ¡Levántate y camina como hijo de Dios!

¡Despierta, iglesia!

Ya no eres cualquier persona. Eres un portador de la gloria de Dios. No estás solo. El poder que levantó a Cristo de los muertos vive en ti.

Así que cuando el enemigo quiera decirte que no puedes, que eres débil, que no vales nada, ¡respóndele con la verdad!: «Dios vive en mí. Soy Su templo. No hay gigante que me pueda detener. No hay prueba que me pueda destruir.«

Escucha lo que te voy a decir: ¡es tiempo de caminar con la autoridad de quien lleva la presencia del Dios Todopoderoso!

Levanta tus manos y di en voz alta: ¡Soy templo de Dios! ¡Soy morada del Espíritu Santo! ¡El poder de Dios está en mí! ¡Voy a vivir en santidad y victoria!

Que esta verdad arda en tu corazón, porque cuando lo crees, ¡las montañas se mueven y el mundo verá la gloria de Dios en ti!. Que Dios te bendiga poderosamente. En el nombre de Jesús.

[fbcomments]

ANDANDO CON EL ESPÍRITU SANTO

Vivir la vida cristiana es vivir en sumisión al Espíritu Santo, cuyo propósito es vivir la vida de Jesucristo en nosotros, lo que nunca podríamos hacer nosotros solos.

Uno de los temas Bíblicos que más ignoramos, es la obra del Espíritu Santo en el creyente. La Biblia dice que no podemos agradar a Dios, ni podemos servirle adecuadamente, sino entendemos como actúa Él en nuestras vidas.

Para comenzar, déjame hacerte la siguiente pregunta: ¿ a quién recurres para recibir orientación diaria sobre cómo vivir o qué decisión tomar?

Las Escrituras nos dicen que el único Guía digno de confianza es el Espíritu Santo. Él es quien conoce completamente nuestro pasado, desde el momento en que fuimos concebidos hasta el presente, y quien también conoce nuestro futuro, desde este día hasta la eternidad. Él conoce el plan y el propósito de Dios para nosotros hoy y para cada día de nuestra vida. Él también sabe lo que es bueno y correcto para nosotros. Además, sin el Espíritu Santo no podríamos entender la Palabra de Dios, Él la traduce y la hace viva para nosotros.

Por otro lado, sin el Espíritu Santo, un creyente no será eficaz y tampoco tendría el fruto que podría tener si dependiéramos de Él para llevar a cabo su labor.

Jesús se refirió repetidamente al Espíritu como el “Espíritu de la verdad”. Note lo que dijo acerca de la actividad del Espíritu Santo en su vida:

JUAN 16:13 “Él os guiará a toda la verdad; porque Él no hablará de Su propia iniciativa, sino que todo lo que oiga, Él hablará; y Él os hará saber lo que ha de venir”.

El Espíritu de la verdad es como una brújula interna en nuestras vidas, siempre apuntándonos hacia lo que Jesús sería, diría o haría en un momento dado.

Dios desea darte a conocer Su voluntad. Él quiere que sepas qué hacer y cuándo hacerlo. ¡Por lo tanto, puede confiar en que el Espíritu Santo será su guía diario! . Después que el Señor derramó el Espíritu Santo sobre los discípulos, se encontraron guiados profundamente por el Espíritu. Los versículos a continuación dan solo algunos ejemplos de cómo el Espíritu Santo trató a su pueblo de maneras que le proporcionaron una guía muy personal y específica. Lo que Él hizo por ellos entonces, Él desea hacerlo por ti hoy.

HECHOS 13:2 “Mientras estaban ministrando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” .

HECHOS 16:6 “Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido prohibidos por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia”.

Los líderes de la iglesia primitiva confiaron en el Espíritu Santo para que les diera este tipo de guía específica y personal, y somos sabios al hacer lo mismo.

GÁLATAS 5:16 «Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.»

Este versículo se refiere a que seamos “guiados por el Espíritu”, la norma de la vida cristiana, y de esa manera, Él nos da la fuerza para que hagamos lo que le agrada a Dios y no a las tendencias que existen en nosotros y que no van de acuerdo a la voluntad de Dios, es decir pecar contra Dios.

Te estarás preguntando y quien es el Espíritu Santo?, pues bien, Él es la Tercera persona de Deidad. Él fue enviado por el Padre como el otro Consolador, el Ayudador para que las cosas que hagamos no sean un fracaso y nos salgan bien. O nos ayude para que podamos atravesar por cualquier problema, o prueba, o dificultad, o tentación en victoria. Y sobre todo, cumplir con los planes y propósito que Dios tiene en mente en nuestras vidas.

Por lo tanto, el Espíritu Santo es esencial en la vida de todo creyente y tenemos que estar consientes de su labor. Él esta por nosotros para siempre, y viene a morar en nosotros cuando hemos aceptado a Jesús como Señor y Salvador. Él da testimonio de Jesucristo, nos enseña quién es Él y porque lo necesitamos tanto. Nos da seguridad de nuestra relación con el Padre, porque nos ha hecho hijos de Dios y podemos acercarnos a Él confiadamente. Y nos empódera con poder para llevar el evangelio a todo el mundo.

ENTONCES, PERMÍTEME DETALLARTE LAS CONDICIONES PARA SER GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS.

Andar en el Espíritu es vivir en cada momento, depender del Espíritu Santo, sensibles y obedientes a Él, de tal manera que andemos como le agrada a Dios.

1. Primero, debemos permanecer rendidos al Espíritu.

Debemos decir si al Espíritu cuando Él nos impulsa a realizar una determinada acción o decir una determinada palabra. Debemos dar asentimiento mental a la dirección del Espíritu, y luego debemos realmente obedecer Su inspiración y seguir adelante haciendo o diciendo lo que Él nos ha llamado a hacer o decir.

El Espíritu a menudo nos habla en la quietud de nuestros corazones con una palabra de convicción o seguridad. Cuando el Espíritu Santo nos está alejando de algo dañino, muy a menudo tenemos una pesadez, un sentimiento de problema, presentimiento o inquietud en nuestro espíritu. Cuando el Espíritu Santo nos está dirigiendo hacia cosas útiles, tendemos a sentir una profunda paz interior, un deseo de ver lo que Dios hará y un sentimiento de gozo.

¿Cómo puedes saber si estás rendido al Espíritu Santo? Estás rendido a Él cuando puedes decirle: “Esto es lo que deseo. Pero si Tu respuesta a esto es ‘no’, está bien. Haré lo que dices”.

2. Debemos creer y obedecer su guía.

Es mucho más probable que escuchemos lo que el Espíritu Santo tiene que decir si estamos escuchando activamente para que Él hable. Es mucho más probable que veamos la dirección del Espíritu Santo si lo buscamos. Hebreos 11:6 nos dice que Dios es “remunerador de los que le buscan”. Debemos ser diligentes en buscar Su guía, pedirla, velar por ella, anticiparla y recibirla.

El Espíritu Santo ha venido a revelarnos la verdad. Él ha venido en Su habilidad omnisciente para impartirnos lo que necesitamos saber para vivir una vida obediente y fiel. ¡Confía en Él para guiarte, ahora y siempre!

Ahora bien, para que todo esto sea una realidad en nuestras vidas, lo que debemos hacer es venir delante de Dios, rendir su vida a Él y hacer de Jesús el Señor y Salvador de nuestras vidas. Para ello le invito hacer la siguiente oración en voz alta después de mi:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia, para pedirte perdón de mis pecados. Me arrepiento de ellos. Hoy declaro con mi boca que creo que Jesucristo es el Hijo de Dios y El Padre lo levanto de entre los muertos. Te pido Jesucristo que vengas a morar a mi corazón. Te pido que tu Espíritu Santo venga a mi vida, sea mi guía y mi Ayudador. Bautízame con el fuego de tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

[fbcomments]

Deprecated: Automatic conversion of false to array is deprecated in /home/theobepd/shekina/wp-content/plugins/ultimate-social-media-icons/libs/sfsi_widget.php on line 539

Deprecated: Automatic conversion of false to array is deprecated in /home/theobepd/shekina/wp-content/plugins/ultimate-social-media-icons/libs/sfsi_widget.php on line 539
Facebook
YouTube