Categoría: Oración

Libremos Nuestras Batallas de Rodillas

Todos libramos batallas, que pueden ser internas tales como heridas, sentimientos de rechazo, tentación, entre otros; asimismo, batallas externas como ser la avaricia, la envidia, la lujuria, etc.

El asunto es como las enfrentamos y salimos victoriosos ante cualquier batalla.

1. Nos postrarnos de rodillas. En estos versiculos de la Palabra, Mateo 26:36-3.  Estando Jesús en el Getsemaní, dió a conocer que estaba trizte y se separó un poco de sus discípulos para postrarse de rodillas y orar.

A estas alturas, ya Jesús habia establecido que iría a la cruz, pero lo que más le preocupaba era que en algún momento durante la crucificción, se separaría de su Padre. Esta fué la lucha que libró. 

Es claro que Satanas quería verlo vencido, pero Cristo ganó la batalla de rodillas y lo mismo debemos hacer nosotros para provecho del Reino y darle Gloria y Honra a Dios.

2. Separamos tiempo a solas con Dios. Cuando nos humillamos delante de Dios, lo reverenciamos a El, involucramos al Soberano del Universo, llevamos a Dios a la batalla y por ende no estamos solos. Y como estamos con El, sabemos que El es Todopoderoso, El lo sabe todo, sabe lo que tenemos que hacer exactamente y cuando debemos hacerlo. El es la persona que sabe ejecutar nuestro destino.

Y es atravez del Espiritu Santo que nos dá el punto de vista de Dios, la perspectiva divina acerca de la batalla que estamos librando, nos dá discernimiento de que hacer y cuando hacerlo, nos hace saber cuando callar y cuando hablar. Nos da consuelo, seguridad, confianza y aliento a nuestro corazón. Tenemos la percepción mas clara de lo que sucede y al escuchar su voz, nos dice que hacer.

3, Escuchamos en silencio y esperamos que Dios nos hable. La oración no solo es decirle a Dios lo que hay en nuestra mente y corazón. La oración genuina es hablar y escuchar. Dios nos ama incondicionalmente que desea que lo conozcamos. El quiere esa relación estrecha, hablar de nuestros asuntos y escucharlo.

4. Cuando El nos señala algo en nuestras vidas, no se irá hasta que lo resolvamos. Nos mantiene inquietos hasta que lo resolvemos desde el punto de vista de la Palabra.

5. El busca que nos arrepintamos. Debemos tener un corazón arrepentido

6. Debe haber sumisión total. Porque al hacerlo nos protege de ser amargados. Al confrontar esta actitud, pidiendo perdón, entonces, El irá mas allá de lo que esperamos y entendemos.

7. Solo puede haber un general. Rom 8:28 "Todas las cosas ayudan a bien a que aman a Dios." No se trata de nuestra manera de hacer las cosas, sino de lo que ha establecido nuestro Señor.

Si hacemos todo esto, Dios nos va a bendecir con lo mejor que tiene para nosotros. Y llegaremos a ser las personas que Dios quiere que seamos. Estemos listos por lo que debemos reconocer que El tiene el control.

Bendito sea el Padre, El Hijo y El Espiritu Santo.

 

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Busque a Dios Temprano

"Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche, porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido." – Salmo 63:1-8

Probablemente has escuchado decir que el desayuno es la comida más importante del día. Esto se aplica a nuestro corazón y mente. Lo que les damos cada mañana afecta grandemente el resto del día. Es la Palabra de Dios, la oración y la meditación, el alimento espiritual para tu relación con el Padre.

David comenzó su día con el Señor. En el Salmo 63, describió la búsqueda temprana de Dios. Despertó voraz por su Creador, y después de llenar su alma de la plenitud del Señor, estalló en acción de gracias y alabanzas a Él. Incluso mientras estaba acostado en su cama por la noche, David seguía pensando en su Padre celestial.

Imagínate tener un día así lleno de alegría y gratitud hacia Dios. Esto es posible cuando separamos el inicio de nuestro día pasando con el Señor, escuchándolo hablar a través de Su Palabra y hablando con Él en oración. Nuestra bendición será aún más rica cuando permanezcamos conscientes de Dios durante todo el día y en la noche, contemplando quién es y cómo trabaja. Buscar al Señor no sólo llena nuestro alma vacía; también aumenta nuestra hambre de más de Él.

¿Consideras que es una lucha separar tiempo con el Señor cada mañana? Los hábitos de toda la vida comienzan con pequeños pasos, no resoluciones abrumadoras. Comienza hoy, deja 15 minutos esta mañana. Entonces trata de hacerlo durante unos días, y veras como el Señor comienza a satisfacer tu alma y a aumentar tu hambre por Él.

 

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