Categoría: Perseverancia

DE LA PRUEBA A LA VICTORIA

Dice la Palabra de Dios que Jacob estaba luchando con el Señor y como Jacob no lo soltaba, vino el Señor y le descoyuntó el muslo de la cadera y a raíz de eso, tuvo que caminar con dolor por mucho tiempo, pero él no se detuvo y siguió caminando haciendo la voluntad de Dios.

Esto nos da una idea de que mucha gente ante circunstancias dolorosas se paraliza o retrocede por el dolor, por la prueba, por las circunstancias que están pasando, pero, el hombre o la mujer de fe aprende a caminar en medio de las circunstancias dolorosas de la vida, porque sabe que la victoria es segura.

Si Jacob se hubiera detenido en desilusión, en amargura o en el dolor, nunca hubiera obtenido la promesa que le había hecho Dios.

Observa lo que Dios le prometió y cumplió a Jacob:

GENESIS 35:9-13 » Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él.

Hoy vengo a decirte lo siguiente: continua caminando aun cuando estes desilusionado, o si sientes amargura o estas con dolor, pero nunca dejes de caminar porque tu bendición está por delante y nunca atrás.

Todos los cristianos tenemos nuestras propias batallas, vivimos en constante combate, pero hemos aprendido que cada paso de dolor, nos conducen a pasos de victoria.

En otras palabras, cada uno de nosotros, tiene que aprender a caminar ante cualquier circunstancia, viniendo a la Iglesia, diezmando aunque haya perdido su trabajo, tienes que seguir sirviendo a Dios en la buenas y las regulares.

Podrás estar pasando por el peor momento de tu vida, pero no te puedes paralizar, ni detener, porque cuando menos lo esperas, Dios te conduce a la bendición que Él te tiene preparado. Tu no estas solo, Dios esta contigo y sino viene en tu auxilio.

Quiero mostrarte otro ejemplo que ilustra este principio:

1 SAMUEL 30: 1-8 » Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego. Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino. Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar… Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios. Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David. Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

Según este relato, el rey David y sus hombres estaban en gran angustia porque sus esposas e hijos habían sido llevados en cautiverio; es mas, sus seguidores hablaban de apedrearlo. Pero David hizo lo correcto, se fortaleció en Dios. Y después de consultar con Él, siguió a aquellos que habían venido a saquear la ciudad y llevado cautivo a su gente.

Aquí vemos a un David solo, angustiado y preocupado, pero siguió caminando y Dios le dio la victoria, rescatando a su gente y obteniendo un gran tesoro que repartió entre todos.

Asimismo, la Biblia nos habla de 4 leprosos:

2 REYES 7:3-8 » Había a la entrada de la puerta cuatro hombres leprosos, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos? Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos. Se levantaron, pues, al anochecer, para ir al campamento de los sirios; y llegando a la entrada del campamento de los sirios, no había allí nadie. Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros. Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas. Cuando los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata y oro y vestidos, y fueron y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron y lo escondieron.

Aqui encontramos a la ciudad de Samaria sitiada por los sirios, pero habían 4 leprosos que estaban afuera de ciudad, y se dijeron uno al otros, si entramos a la ciudad moriremos de hambre, si nos quedamos aquí moriremos también, entonces vayamos al campamento de los sirios y talves ellos tengan misericordia, no den pan y nos dejen vivir.

Lo interesante que cuando iban caminando, con su debilidad, con su dolor, preocupados y donde la vida se les va cayendo a pedazos; y mientras iban caminando, la Biblia dice que Dios puso un temblor en los pasos de ellos, sacudiendo la tierra, porque el que camina en dolor, el que camina en bancarrota, el que camina, aun cuando haya perdido a un familiar o esta pasando por uno de esos momentos, Dios te va a sacr adelante y te aseguro que que lo que viene será mejor que lo que quedo atrás.

Al final, los leprosos encontraron el campamento de los sirios sin gente, se saciaron de comida y encontraron tesoros que habían abandonado aquellos.

Nadie enseño mejor este principio que nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nuestro Redentor. Camino en dolor, con la cruz en su hombro, sangro, fue escupido, rechazado y burlado, y así tuvo que caminar al Gólgota, donde camino a la victoria de la resurrección.

Si Jesús no hubiera caminado al Gólgota, no hubiera obtenido la victoria. HOY, lo que tienes que entender que lo que te ha tocado vivir es solo la antesala de lo que Dios te ha prometido.

Ahora mismo tiene que decidir: «Yo voy a dar un paso más», «Yo voy a creerle otra vez», «Yo voy a permanecer esperando, orando y velando otra vez más». Entonces Dios te dará la victoria.

Por lo tanto, como lo hacemos?, cómo podemos mantenernos caminando en medio del dolor, en medio de la angustia, en medio de la enfermedad, en medio del problema?. Enfocándote en lo que te da energía y la habilidad de seguir adelante.

1. ENFÓCATE EN LAS PROMESAS DE DIOS.

Medita en la Palabra de día y de noche. Si Dios te dijo que te iba a llevar a una bendición gloriosa, que te iba a meter en la tierra prometida, que tenía un plan para ti. Entonces, confía y camina, porque tu estas yendo de la mano del Dios Todopoderoso. No dudemos de Él y confiemos en su Palabra.

2. ENFÓCATE EN DIOS.

SALMO 23:4 » Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.»

De acuerdo a esta Palabra, Dios camina contigo, cada paso que tu das, Dios da un paso contigo.

Oye bien lo que te voy a decir: Dios no le huye al problema porque Él es el buen pastor que te protege, te sustenta, te cuida y cuando Dios esta presente, la enfermedad tiembla y tiene que huir.

Cuando usted está en la presencia de Dios, comienzan a suceder cosas que tu mismo no ves, ni entiendes, pues el enemigo esta atemorizado.

Tienes que entender que cuando tú vas caminando por Dios, para Dios y en Dios, el infierno tiene que quitarse de en medio. Así que enfócate en Él.

3. ENFÓCATE EN TU PROPÓSITO.

Tu sabes porque Jacob siguió caminando?, porque tenía una misión de parte de Dios y tu sabes que tienes una misión de parte de Dios

Simplemente porque te paso una tragedia, no te tienes que quedar allí, tú tienes una misión que cumplir y tienes que cumplirla. Termina tu carrera, y termínala en victoria, con gozo para la Gloria de Dios.

4. ENFÓCATE EN LO QUE TIENES.

Talvez no te das cuenta, pero tu tienes mucho: tu tienes fe, tienes Palabra de Dios, tienes unción de Dios, sus promesas, ángeles caminando contigo, tienes Iglesia, tienes aliados dispuestos a interceder por ti, has nacido de nuevo, tienes tu nombre inscrito en el Libro de la Vida, tienes morando en tī al Espíritu Santo, al Hijo y al Padre.

Mira bien, tienes todo lo que necesitas para seguir caminando y completar tu misión.

5. ENFÓCATE EN EL PODER DE DIOS.

Porque cuando tu vas caminando, en un abrir y cerrar de ojos, en un de repente de Dios, Él va a transformar la enfermedad en salud, la escasez en abundancia, el dolor en bendición, porque el poder de tu y de mi Dios es tan glorioso que no hay nada imposible para Él, y no hay nada imposible que impida cambiar tu vida y la mía en un momento, en un instante.

Es más, cada vez que caminas en la presencia de Dios tienes que estar con la expectativa de que algo va a suceder.

Si quieres llegar al lugar que Dios tiene para ti, si ese eres tu, levanta tus manos y repite conmigo:

«Padre celestial, Padre mío. En este día, yo tomo la decisión de caminar por ti, para ti y en ti. Aun cuando las condiciones no son perfectas, viviré para ti, y nunca me detendré hasta alcnzar lo que tu fidelidad me ha prometido. No retrocedo, no me detengo, sino que avanzo para la Gloria de Dios, en nombre de Jesús. Amén.»

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LA CLAVE PARA LA VIDA CRISTIANA

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CUANDO DIOS NOS PIDE ESPERAR

Conocer los principios bíblicos es esencial para caminar en los pasos de Dios como Él desea.

Uno de los principios más importantes es obedecer al Señor y dejar todas las consecuencias en sus manos. Y junto a este, también hay otro igual de transcendental, el cual nos enseña a esperar por el tiempo del Señor. Obedecer a Dios no solo implica hacer su voluntad, sino también obrar en su tiempo y de la manera que nos indique hacerlo.

Para mantenernos en el centro de la voluntad perfecta de Dios, debemos evitar adelantarnos a su tiempo.

Aunque no siempre es fácil esperar en el Señor, no fallaremos si con paciencia le dejamos guiarnos de acuerdo a su tiempo. Si nos adelantamos, caeremos en problemas; pero si confiamos en su dirección, nos guiará hacia su voluntad y hará más de lo que esperábamos.

Antes de tomar una decisión rápida y avanzar, en vez de esperar en el tiempo de Dios, prestemos atención a las palabras del 

SALMO 27:14 “Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová”.

El tiempo de Dios no solo es bueno, sino perfecto.

Es Omnisciente y conoce cada aspecto del pasado, del presente y del futuro. El Señor ve cada área de nuestra vida; conoce todas nuestras necesidades y deseos. Comprende lo que es mejor para nosotros. Su plan divino para nuestra vida siempre es perfecto y cumple su buena voluntad.

En cambio, casi siempre estamos apurados para obtener lo que deseamos. Como poseemos un conocimiento limitado, debemos orar y esperar a que el Señor nos muestre el camino a seguir. Pero, en nuestra prisa por avanzar, casi siempre tomamos decisiones sin pedirle a Dios que nos muestre su tiempo perfecto para ese aspecto de nuestra existencia.

Sin embargo, el Señor ha provisto todo lo que necesitamos para obedecerlo. Al salvarnos, su Espíritu vino a morar a nuestra vida para siempre. Una de las responsabilidades del Espíritu Santo es guiarnos de acuerdo a la voluntad y a la Palabra de Dios. Nos advierte acerca de los caminos equivocados y nos exhorta para que hagamos lo correcto, pues no tenemos la capacidad para tomar decisiones sabias por nosotros mismos.

Cuando Dios dice que debemos esperar, eso es exactamente lo que desea que hagamos.

Así que debemos aprender a escucharlo y a seguir su dirección, en vez de tomar nuestras propias decisiones. Si nos acostumbramos a escucharlo en todo momento, estaremos listos para oírle cuando necesitemos ser guiados en situaciones difíciles. El Señor promete en su Palabra que contestará nuestras oraciones y dirigirá nuestro andar; aunque a veces debemos esperar a que nos muestre el camino. Aunque quizás deseamos una respuesta inmediata, Dios, por su amor y omnisciencia, conoce lo que es mejor para nosotros hoy y en el futuro, pues su perspectiva es eterna.

¿Cuáles son los requisitos para esperar en Dios?

• Fe. Si comprendemos quien es Dios, confiaremos en Él, pues sabe más que nosotros y su tiempo es siempre perfecto. No nos priva de nada, sino que hace lo que es mejor para nuestra vida, de acuerdo a su conocimiento y sabiduría. Nos invita a pedir, a buscar y a llamar en oración, y promete respondernos de acuerdo a su divino propósito y a su tiempo perfecto (Mt 7.7).

Por tanto, no debemos pensar que, si su respuesta no llega de manera inmediata, significa que no nos dará lo que le hemos pedido. Por el contrario, tenemos que recordar el poder, la sabiduría, el amor y el conocimiento de Dios, confiar en que tiene el control de toda situación y que nos dará lo que es bueno. Si su provisión no llega inmediatamente, es porque no la necesitamos, o porque no es bueno para nosotros, o no es el tiempo adecuado para recibirla.

• Paciencia. El Salmo 37.7 enseña: “Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres…”. Tener que esperar puede causar ansiedad e impaciencia, pues cuando lo hacemos pareciera que Dios no hiciera nada. Sin embargo, debemos recordar que nos ama y ofrece dirección, provisión, ayuda y fortaleza durante el tiempo de espera.

Cuando David fue ungido como rey de Israel siendo aún adolescente, no sabía que tendría que esperar más de doce años antes de que esa promesa se hiciera realidad. Lo que parecía como un tiempo perdido era parte del plan perfecto que Dios tenía con su vida. El Señor no estaba perjudicando a David con ese retraso, lo estaba ayudando.

• Valentía. Cuando una oferta u oportunidad parece buena, se requiere de gran valor para esperar en Dios, pues quizás tendremos que rechazarla. Aunque los demás no comprendan nuestra decisión y nos insten a proseguir, si esto no está de acuerdo al tiempo y a la voluntad del Señor, no debemos tomar la decisión equivocada. No podemos entender las dificultades que tendremos que enfrentar si avanzamos en desobediencia, en vez de esperar con paciencia y valor hasta que Dios nos muestre el camino a seguir.

• Determinación. Como la influencia de otros tiene un efecto poderoso en nuestra vida, se requiere de fortaleza para esperar en el Señor. Aunque la situación parezca buena, si el Espíritu Santo nos advierte, debemos cambiar de parecer para obedecerlo y no dejarnos guiar por los consejos de otras personas.

• Fortaleza. Si nos sentimos tentados a adelantarnos a Dios, debemos recordar que el Todopoderoso es la fuente de nuestra fuerza y quien provee el poder que necesitamos para esperar con paciencia. Además, es Dios quien puede cambiar los deseos de nuestro corazón para alinearlos con su voluntad y darnos pasión para obedecerlo.

• Perseverancia. Si el Señor nos llama a esperar, necesitamos perseverar para mantenernos firmes cuando otros den sus opiniones y ofrezcan sugerencias sobre lo que debemos hacer.

Aunque el mundo está lleno de ofrecimientos tentadores y muchos se apresuran para decirnos cómo debemos vivir, solo hay un Ser superior al que debemos escuchar, y es el Señor. Nuestra responsabilidad es obedecer y dejar las consecuencias en sus manos. Andar en la voluntad de Dios es la mejor decisión que podemos tomar. Aunque no recibiremos todo lo que anhelamos de acuerdo con nuestros planes, no nos perderemos las bendiciones del Señor, las cuales sí concuerdan con el tiempo y la voluntad de Dios. Por tanto, en todo momento debemos buscar la sabiduría de Dios en oración, mientras esperamos por su dirección y observamos cómo obra en nuestra vida.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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COMO ENFRENTA LOS CAMBIOS Y ADAPTARSE A ELLOS

En cualquier etapa de nuestras vidas nos vemos enfrentados en situaciones de cambio, ya sea por asuntos de trabajo, o de cambios repentinos en la salud o puede ser en nuestros matrimonios o con nuestros amigos, pero en todo caso, nos corresponde adaptarnos a ellos.

Me voy a referir aquí al Libro de RUT de la Biblia, de donde podemos aprender algunas lecciones: resulta que la suegra de Rut, que se llama NOEMI, había venido con su esposo y sus dos hijos a la tierra de MOAB, pero resulta que después de un tiempo, falleció el esposo y los dos hijos de Noemi, quedando solo con sus dos nueras. Al final tomo la decisión de regresar a Belen, pero ya esta vez solo con su nuera Rut.

RUT 1:19-21 » Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es esta Noemí? 20Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. 21Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?.

QUE HACER ANTE LOS CAMBIOS

  1. No pongas títulos o etiquetas despectivos.

Si leemos detenidamente los versículos anteriores, encontraremos que Noemi, culpo a Dios y declaró que la llamaran Mara, o sea amargada.

2. Toma decisiones que cambien el curso de tu vida.

Cierra capítulos negativos, suelta tus cargas.Toma en cuenta que esa sería una oportunidad de de crecer y es un tiempo de tomar buenas decisiones.

Nohemi tomo la buena de decisión de regresar a Belen de Juda. Y lo mismo sucedió con el hijo prodigo, después de gastarse toda su herencia y terminar de jornalero cuidando cerdos, decidió regresar a su casa, donde fue recibido por su padre con los brazos abiertos.

Asimismo, cuando leemos la historia de la caída de los muros de Jericó, Rahab la ramera vio a los espías de los Hebreos, los salvo de la muerte y al final fue salvada de morir, ella y sus familiares, pasando a vivir entre el pueblo de Dios.

Abraham espero el final de la promesa de un hijo. En todos los casos, al tomar una buena decisión, todos se alinearon a los propósitos de Dios.

Rut decide quedarse con su suegra:

RUT 1:16-17 » Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos. Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.

Entonces, Noemi se convierte en una madre que guía a su nuera, hasta que llega a casarse con Booz. Asimismo, los discípulos esperaron la promesa, obedecieron y decidieron esperar hasta cuando llego el día de Pentecostes, y de ahí en adelante, nació la Iglesia del Dios Todopoderoso.

3. Los cambios no son producto de tu pecado.

Nadie debería de juzgarte cuando ocurren cambios en tu vida diciendo que has sido castigado por Dios.

4. Lleve los cambios a Dios

Voy a enfatizar este aspecto: lleve todo cambio a Dios, porque Él es especialista en cambiarlos por tiempos de gozo.

RUT 4:13-17 » Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos. Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.

Mire como termina esta historia, Rut se casa con Booz, tiene un hijo, se lo acreditan las amigas a Nohemi, y este se convierte en la descendencia de el Rey David, siendo este parte de la generación de Jesucristo.

Podemos concluir que cuando suceden cambios intempestivos, y tu se los entregas a Dios, Él los convierte para bien y se alinean a los propósitos de Dios. Así que suelta tu pasado, acepta la realidad de tu vida y sigue adelante agarrados de la mano de Dios Padre, El Espíritu Santo y del Señor Jesucristo.

OREMOS: Padre celestial, hoy vengo delante de tu trono, presentándote esta situación por la que estamos pasando, no lo entiendo, pero sé que tú la conoces. Te lo entrego a ti, y toma control de mi vida. Si he pecado, ofendido a alguien, te pido perdón. Me arrepiento y me consagro a ti en este momento, en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias PASTOR MIGUEL VARELA por sus enseñanzas.

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