Categoría: VALENTIA

LA HONRA QUE TRAE BENDICIÓN

¡Amigos y amigas, hoy el fuego del Espíritu Santo nos impulsa a hablar de algo vital! ¡Algo que viene directamente del corazón de Dios, desde los mismos cielos donde su trono está establecido para siempre!

Deuteronomio 5:16 nos habla con poder y autoridad: «Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.»

Escúchame bien: ¡Este mandamiento no es una sugerencia! No es una opción, no es un consejo opcional. ¡Es un mandato directo del Dios Altísimo! El mismo Dios que separó las aguas del Mar Rojo, que habló desde el Sinaí con relámpagos y truenos, el Dios que resucitó a Cristo de los muertos, te está diciendo hoy: ¡Honra a tus padres!

¿Por qué es tan importante este mandamiento? Porque detrás de la honra a nuestros padres está la honra a Dios mismo. Tus padres son los primeros representantes de autoridad que Dios ha puesto sobre tu vida. Ellos son los que han sido colocados como guías, como cuidadores, como aquellos que te han mostrado el camino. Y, escúchame, cuando honras a tus padres, ¡estás honrando a Dios mismo!

Quiero que comprendas lo siguiente: que el enemigo odia la honra. ¿Sabes por qué? Porque la honra es la llave que abre las bendiciones de Dios sobre nuestras vidas. El enemigo sabe que si puede robarte la honra, puede cortarte las bendiciones. ¡Pero hoy levantamos un estandarte de fuego y de verdad en contra de toda obra del enemigo! Hoy declaramos que la honra regresará a nuestras familias.

La Palabra de Dios es clara: «para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.» ¡Este es un mandamiento con promesa! No solo es un mandato de obediencia, ¡es un canal para las bendiciones de Dios! ¿Quieres tener una vida larga? ¿Quieres que te vaya bien en todo lo que hagas? ¡La llave está en la honra! ¡Dios ha prometido una vida llena de sus bendiciones para aquellos que honran a sus padres!

Escucha bien, en tiempos de rebelión, de desobediencia, en una generación que está en constante desafío a las autoridades, la iglesia tiene que brillar más fuerte. Somos el pueblo que debe levantar el estandarte de la honra, el respeto, y la obediencia al mandato de Dios. No somos de este mundo. No vivimos según los patrones de este siglo, ¡vivimos según los principios eternos del Reino de Dios!

Y no solo hablo para los jóvenes. ¡Adultos, esto también es para ustedes! La honra a nuestros padres no tiene fecha de expiración. Si tienes padres vivos, aún es tu llamado honrarlos. Tal vez no fueron perfectos, tal vez fallaron, pero Dios no te llama a honrarlos por su perfección, sino por Su mandamiento. ¡El mandamiento de Dios es santo, es justo y es verdadero!

Si alguno aquí ha fallado en este mandamiento, ¡hay oportunidad hoy! El Espíritu Santo te está llamando al arrepentimiento. ¡Hoy es el día de restaurar relaciones! Hoy es el día de pedir perdón, de buscar reconciliación, de liberar todo rencor o amargura. No permitas que la falta de honra te robe el propósito de Dios para tu vida.

Y escúchenme, padres: ¡Ustedes también tienen un llamado santo! No es solo que los hijos honren a los padres, ¡los padres tienen el deber de criar a sus hijos en el temor y la admonición del Señor! ¡No provoques a tus hijos a ira! Guíalos, corrígelos, ámalos, y enséñales a caminar en los caminos del Señor, para que ellos también puedan vivir en la bendición de Dios.

El Espíritu de Dios está aquí, y Él nos llama a una vida de obediencia radical, de honra profunda, de respeto reverente hacia aquellos que nos han precedido. ¡Hay una bendición generacional que se desata cuando obedecemos este mandamiento! ¡Hoy proclamamos una restauración de la honra en cada hogar, en cada familia!

Así que, hoy te digo en el nombre del Señor Jesucristo: ¡levántate y honra! Honra a tus padres. Honra la autoridad que Dios ha puesto en tu vida. Y verás cómo los cielos se abrirán a tu favor, verás la mano de Dios moverse con poder, verás cómo el favor de Dios será como un escudo alrededor de ti. Porque la Palabra de Dios nunca falla, ¡y Él es fiel para cumplir todo lo que ha prometido!

Que el fuego del Espíritu Santo te llene hoy, que te consuma, que te impulse a caminar en obediencia, en valentía y en el poder del Señor Jesucristo! ¡Amén!

Honrar a los padres es un mandato clave en la Biblia y abarca tanto el respeto como el cuidado práctico. Aquí te dejo algunas formas concretas en las que puedes honrar a tus padres:

1. Mostrar Respeto

  • Escuchar: Presta atención a lo que tus padres dicen, valorando sus consejos y opiniones.
  • Hablar con respeto: Elige palabras de gratitud y respeto, incluso en desacuerdos. Evita actitudes despectivas o irrespetuosas.
  • Evitar críticas públicas: Nunca critiques o desacredites a tus padres frente a otros.

2. Agradecer y Valorar

  • Expresar gratitud: Agradece a tus padres por los sacrificios que hicieron por ti, por sus cuidados y amor.
  • Reconocer su esfuerzo: Dales las gracias por el trabajo y dedicación que invirtieron en tu educación, crianza y bienestar.

3. Cuidar de Ellos en la Vejez

  • Proveer ayuda: A medida que envejecen, bríndales el apoyo que necesitan, ya sea emocional, físico o financiero.
  • Acompañarlos: Pasar tiempo con tus padres, visitarles con frecuencia y hacerles sentir valorados es una forma clave de honrarlos.
  • Cuidar su salud: Preocuparte por su bienestar físico, ayudándoles en citas médicas o asegurándote de que reciban los cuidados necesarios.

4. Perdonar sus Errores

  • Liberar el rencor: Ningún padre es perfecto, y parte de honrarlos implica perdonar los errores o heridas del pasado.
  • Buscar reconciliación: Si hay relaciones rotas o distantes, haz lo posible por restaurarlas con humildad y amor.

5. Seguir Sus Buenas Enseñanzas

  • Aplicar su sabiduría: Si tus padres te enseñaron principios bíblicos o valores importantes, vivir de acuerdo con ellos es una forma poderosa de honrarlos.
  • Compartir su legado: Habla de ellos de manera positiva y honra su legado a través de la forma en que vives y educas a tus propios hijos.

6. Ayudarles a Encontrar Gozo

  • Celebrar con ellos: Participa en momentos importantes de su vida, como cumpleaños, aniversarios, y hazles sentir amados.
  • Escuchar sus historias: Valora su experiencia y sabiduría, dándoles la oportunidad de compartir su historia y legado.

7. Orar por Ellos

  • Interceder por su vida: Ora por su salud, bienestar, y vida espiritual. Pedir a Dios que los guíe y los proteja es una forma de mostrar amor y cuidado espiritual.

8. Obedecerles en el Señor (Si eres joven)

  • Seguir sus consejos mientras vivas bajo su techo: A los jóvenes, la Biblia les manda obedecer a sus padres, siempre y cuando los principios estén alineados con la voluntad de Dios.
  • Respetar su autoridad: Someterse a la autoridad de los padres es honrar el orden que Dios ha establecido.

En resumen, honrar a los padres es un acto continuo que involucra respeto, gratitud, apoyo, reconciliación y cuidado. No importa la edad que tengas, la honra es un principio que trasciende el tiempo y trae bendición a tu vida.

Haz ésta oración en voz alta:

Señor, hoy reconozco que he fallado en honrar a aquellos que has puesto en mi vida como autoridades, especialmente a mis padres. Perdóname por mi falta de obediencia y humildad. Ayúdame a caminar en honra, no solo hacia mis padres, sino también hacia todas las autoridades que Tú has establecido. Enséñame a reconciliarme donde haya heridas y restaurar las relaciones rotas. Declaro que en obediencia a tu palabra, veré la manifestación de tus promesas en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

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VALENTÍA PARA CONFRONTAR OPOSICIÓN

Quienes le conocen major, dirían que usted es valiente o cobarde?. Al verle tomar decisiones que fueron muy difíciles, le vieron evadir tales situaciones difíciles o le vieron enfrentarlas con valentía. Al cometer errores, fue valiente para reconocerlos y corregirlos o más bien quiso echarle la culpa a alguien. Y es que la valentía es una cualidad esencial en la vida del creyente por la sencilla razón de que, al aceptar a Cristo como nuestro Salvador y al testificar de Él a otros, a veces, requiere valentía.

La valentía es un elemento vital en la vida. Es muy importante en la vida de nuestros hijos. Desde pequeño debemos enseñarles a ser valientes, a no temer, no echarse para atrás, ser valientes, audaces, osados y francos.

Bien, en el siguiente pasaje bíblico quizás nos hará pensar cómo se es valiente en esto.

GENESIS 6:5-22 “Y el Señor vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra. y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová. Y dijo Jehová, «Raeré de sobre la faz de la tierra los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia y hasta el reptil y las aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noe, halló gracia ante los ojos de Jehová, y estas son las generaciones de Noé. Noé era varón justo, era perfecto en sus generaciones, con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos, Hacén, Acam, Hafeed, y se corrompió la tierra delante de Dios. Y miró Dios la tierra y aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido. Dijo, pues Dios a Noé, «He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia, a causa de ellos y he aquí que yo los destruiré. Hazte una arca de madera de Gofer, harás aposentos en el arca y la calafatiarás con brea por dentro y por fuera. Y de esta manera la harás, de 300 codos de longitud de la arca equivalente a casi 140 metros, de 50 codos o anchura, unos 23 metros, y de 30 codos o altura, unos 14 metros más o menos, una ventana harás a larga y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba y pondrás la puerta a su lado y le harás piso abajo, segundo y tercero. Y aquí que yo traigo un diluvio de agua sobre la tierra para destruir a todo en que haya espíritu de vida. Debajo del cielo todo lo que hay en la tierra morirá. Más estableceré mi pacto contigo y entrarás en el arca, tu, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo lo que vive de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo, macho y hembra serán, de las aves según su especie y de las bestias según su especie, de todos reptiless de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para que tengan vida y toma contigo de todo alimento que se come y almacénalo y servirá de sustento para ti y para ellos. Y lo hizo así, Noé hizo conforme a todo lo que Dios le mandó. Entra tú y toda tu casa en el arca, porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. Y siete días después comenzó a llover.”

Ahora bien, analizaremos este pasaje por el asunto de la valentía. Porque Noé debió haber sido un hombre muy valiente o no habría hecho lo que hizo. En aquel momento, todo plan en la imaginación del hombre siempre era vil, dice que continuamente eran consumidos por el mal y se habían entregado a la maldad. Lo único que les importaba era satisfacer la lujuria de sus corazones.

¿Y cómo se sintió Dios? Lo que él dijo fue, me arrepiento de haber creado la tierra y todo lo que hay en ella a causa de lo que ha pasado. El perfecto corazón de Dios se sintió totalmente rechazado por el hombre a quien amó desde que le creó. Entonces, ¿qué quiso hacer Dios al respecto?  Declaro que los juzgaría ahogándoles, personas, animales, insectos, todo.

Qué tiene esto que ver esto con la valentía? Bien, es interesante que en ninguna parte de estos versículos se hable de valentía per se, no se lo menciona. Pero la verdad está ahí. ¿Por qué esto fue lo que le dijo Dios a Noé? Quiero que hagas esto: construye una arca y te salvaré con esto.

Entonces, si puede imaginar, en esa sociedad vil de la que hemos hablado, un día Noé y  sus hijos empiezan a cortar madera. Seguramente la gente al pasar por ahí decía, ¿qué será lo que están haciendo? ¿Van a construir una casa? O quizás se burlaron de él. Pero Noé, valientemente, siguió siendo obediente a Dios hasta que terminó de construirla.

Luego, lo interesante es que todos los animales vinieron en esa dirección, haciendo exactamente lo que Dios ya había planeado que hicieran. El sembró en ellos algo innato para que poco a poco llegaron a la barca.

Entraron tal como Dios lo había planeado de dos en dos. Macho y hembra. Pasaron siete días y una mañana, despertaron y lloviznaba. Luego empezó a llover un poco más y un poco más fuerte. En poco tiempo llovía a cántaros. Los arroyos se llenaban. Y llovió, llovió, llovió, llovió, llovió, llovió, llovió, llovió. Y el valiente Noé, su pequeña familia y esos animales estaban a salvo en el arca.

Lo que deseo que veamos, Noé cómo pudo construir esa gran arca en medio de tanta oposición y todo lo demás? Trabajo arduamente durante un año  o quizás más. ¿Cómo lo logró?: Tuvo el valor de obedecer a Dios.

¿CUÁL FUE LA BASE DE SU VALENTÍA?

Le daré a una lista y ésta también debería ser la base de nuestra valentía. No importa quién sea usted, la base es la misma.

  1. La seguridad absoluta de que había escuchado a Dios. Esa fue su primera línea de defensa en su valentía. Estaba seguro de haber escuchado al Dios del cielo decir: haz una barca para que entren animales e insectos. Yo cerraré la puerta. Confia en mí. Deseo preguntarle. ¿Cuándo fue la última vez que Dios le habló y usted estuvo completamente seguro de lo que le dijo a usted? Mucha atención. Si usted está pensando. No sé si he escuchado a Dios hablarme. Entonces le pido en el nombre de Jesús qué postrado de rodillas en casa diga: Señor, quiero escucharte, me creaste, tienes un propósito para mi vida, dijiste que el Espíritu Santo viviría en mí, necesito escucharte. Si se pregunta si Dios lo hará, claro que sí. Escuche bien. ¿Lo escuchará la primera vez? Quizás no, pero insista. Miren, no hay nada que hoy usted necesite más que poder escuchar a Dios. Noé estaba seguro de que Dios le había hablado.
  • Lo segundo es esto: el reconocimiento de la presencia de Dios en Él. Cuando pienso en lo que debió de haber sentido en aquellos días. La palabra de Dios dice que Noe era varón justo y perfecto. Con Dios caminó Noe; seguro de su presencia.  ¿Puedo usted decir, estoy seguro de la presencia de Dios en mi vida? No solo la siento, la conozco. Anticipo que Dios se me revele cuando y como sea. Pero sé que Él está en mi vida. Por lo tanto, la base de su valentía, sabía que escuchaba a Dios y sabía que entendía lo que era la presencia de Dios.
  • Lo tercero fue la claridad de las instrucciones que Dios le dio. Dios no le dijo quiero que construyas algo grande, sino que le dijo construye una arca. Con tanto de longitud, altura y anchura, con tres aposentos, una puerta y una ventana. le mostró cómo hacerlo paso a paso. No tenía título en la arquitectura, no era un experto en construcción, pero escuchaba a Dios.
  • Otra razón por la cual Noé fue tan valiente fue la experiencia de la fortaleza de Dios en él. Noé sabía que era posible hacer esa arca solamente con la fuerza de Dios. Recuerde esto, no hay nada que Dios nos llame a hacer sin darnos la fortaleza para hacerlo. Dios no nos llamará a hacer algo sin ayudarnos a hacerlo.  
  • La advertencia del juicio divino venidero, Dios le dijo, quiero que construyas el arca, voy a destruir toda vida sobre la faz de la Tierra, excepto lo que esté dentro del arca, y Él le creyó a Dios. De no haberle creído no habría construido el arca. Le creyó y descubrió que cada vez que Dios le decía algo y Él lo hacía, Dios lo bendecía. ¿Sabe por qué? Porque caminaba con Dios. Y la Biblia dice que tenía su gracia. Me encanta lo que dice este versículo hablando de Él, pero Noé ha hallado gracia ante los ojos de Jehová, permítame preguntarle. ¿Tiene usted la gracia de Dios en su vida? ¿Siente que tiene el favor de Dios? O es una de esas personas que piensan, no sé dónde está Dios, oro, pero no veo nada, no siento nada, de verdad no siento nada o me pregunto, ¿dónde está Dios? Dirás, creo que nunca he sentido eso. ¿Sabe por qué? Número uno, no lo espera. Número dos, al ver su vida piensa, con razón no tengo el favor de Dios. Cuando Dios le muestra su gracia, Él comienza a actuar en su vida de maneras indescriptibles. Al considerar todo esto pienso en lo que dice la Biblia, que Noé camino con Dios, es decir que tenía una relación personal con Dios. No hay una sola persona aquí que no pueda tener una relación personal con Dios y quiere hacerlo. Dios Todo Poderoso puede morar en nosotros, expresarse en nosotros, llenarnos, bendecirnos, como nadie más lo puede hacer.
  • Y desde luego, creo que otra cosa motivaba Noe a ser valiente es la promesa que Dios le había dado de su futuro. Le dijo, destruirá a toda persona sobre la faz de la tierra excepto a ti. ¿Se imagina cómo se habría sentido? Al pensar en eso quisiera postrarme sobre mi rosto ante Dios y decir, señor, dame un vislumbre de lo que sintió Noe. Destruirá a toda persona que ha creado sobre la faz de la tierra, a toda persona, a todos los animales e insectos. Excepto los que estén en el arca, los destruiré salvo a ti. Entonces, al pensar en Noé pienso, señor, gracias por este ejemplo maravilloso.

 ¿Se necesita valentía para obedecer a Dios? Para hacer lo que nos pida hacer, para alejarnos de lo que Él quiere que dejemos, para dar lo que Dios quiere que demos, para entregarle lo que quiere que entreguemos, para obedecerle, seguir sus mandamientos, se necesitaba valor para hacerlo. Le damos muchos otros nombres, pero la verdad, es cobardía.

Solo digo que si no estamos dispuestos a obedecer a Dios somos cobardes, porque Él nos dará la valentía para obedecerle. Mucha atención, no puede vivir, no importa cómo haya vivido en el pasado. Pase lo que pase en su vida, este donde esté, no puede perder en lo absoluto obedeciendo a Dios. Y Él hará en sus circunstancias lo mismo que hizo en las de Noé. Para Noé fue un arca, para usted algo más. Y les ruego que sea lo suficientemente sabio, sensible y valiente, para obedecer a Dios, quien le ama totalmente, sin lugar a dudas. infinita e inmensurablemente, Dios le ama, confiará en Él?

Si nunca ha aceptado a Cristo como Salvador, está manteniéndose aflote. Pero un día de estos se hundirá y todo terminará. Si le pide a Cristo que perdona sus pecados, no importa lo malo que crea que haya sido. Y reconoce que la razón para su perdón no es porque lo merece, sino porque Jesús el hijo de Dios fue a la cruz, dio su vida voluntariamente. Fue una muerte sustituta, voluntaria y expiatoria que pagó nuestros pecados en la cruz. Pídale perdón por sus pecados basado en eso. El Padre le perdonará porque su hijo pagó toda su deuda. Entregue su vida a Él y toda su vida cambiará. Al instante se dará cuenta de qué es la vida y lo que ha perdido. No importa lo que haya tenido, no se compara al gozo, la seguridad, la confianza, el amor y todo lo que Dios hace en nuestras vidas. Nada se le compara a eso. ¿Lo haría usted? ¿Le pediría que perdone sus pecados? ¿Rendiría su vida a Él? ¿Tiene la valentía de entregarle su vida de ser bautizado para que la gente sepa que es seguidor de Jesucristo? Es la decisión más sabia.

Oremos: “Te damos gracias, Padre, porque nada supera tu poder ni tu alcance. Rindo mi vida a Cristo. Me arrepiento de mis pecados. Te pido perdón por haberte ofendido. Ven a morar a mi corazón y haz de mí una nueva criatura que te honre y bendiga todos los días de mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas

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JESÚS CALMA LAS TEMPESTADES DE LA VIDA

Permitamos que el poder del Espíritu Santo inunde este lugar en este momento, porque hoy, en este lugar sagrado, estamos llamados a experimentar un encuentro divino con el Dios vivo, el mismo Dios que calmó las tormentas y domó los mares.

MATEO 8:23-27 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. 25Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! 26Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. 27Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Aquí nos encontramos con un relato que va más allá de la simple narración de un milagro. Es un testimonio poderoso de la autoridad y el dominio absoluto de nuestro Señor Jesucristo sobre todas las circunstancias de la vida. Aquí vemos a Jesús y sus discípulos enfrentando una tormenta feroz en medio del mar. Las olas golpeaban la barca con furia, mientras Jesús dormía tranquilamente en su interior.

Imaginen la escena: el viento aullaba, las olas rugían y el temor se apoderaba del corazón de los discípulos. En su desesperación, acuden a Jesús, clamando: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!». ¿Cuántas veces nos encontramos en situaciones similares en nuestras vidas? ¿Cuántas veces nos enfrentamos a tormentas que parecen demasiado grandes para soportarlas? Pero en medio de esas tormentas, Jesús nos pregunta lo mismo que preguntó a sus discípulos: «¿Por qué teméis, hombres de poca fe?».

Escuchemos estas palabras con atención: ¡no teman! Porque el mismo Jesús que calmó las olas y los vientos con una simple orden es el mismo que está con nosotros en medio de nuestras tormentas. Él es el mismo Dios que nos sostiene en las aguas turbulentas de la vida. Él nos ha dado su promesa de que nunca nos dejará ni nos abandonará, ¡y esa promesa es nuestra fortaleza en medio de la adversidad!

Es fácil perder la fe cuando las tormentas azotan nuestras vidas, pero hoy les digo que no permitamos que el miedo nos robe la bendición de confiar en el poder soberano de Dios. Él está en control, incluso cuando todo parece estar fuera de control. Él puede traer paz a cualquier situación caótica, puede transformar nuestras pruebas en testimonios y nuestras lágrimas en alegría.

Es hora de despertar nuestra fe dormida y elevarnos con valentía y audacia en el nombre de Jesús. No permitamos que las tormentas de la vida nos paralicen, sino que enfrentémoslas con la certeza de que somos más que vencedores a través de aquel que nos amó.

El mundo puede preguntar con asombro: «¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?». Pero nosotros, como hijos e hijas del Dios altísimo, conocemos la respuesta: ¡Él es nuestro Salvador, nuestro Redentor, nuestro Rey de reyes y Señor de señores!

Por lo tanto, levantémonos, pueblo de Dios, y afirmemos nuestra fe en medio de la tormenta. Clamemos a Jesús, el único que puede calmar las tempestades de nuestras vidas. ¡Creamos que, con Dios, todas las cosas son posibles!

Que el fuego del Espíritu Santo arda en sus corazones y nos capacite para enfrentar cualquier tormenta con una fe inquebrantable y una confianza absoluta en el poder de nuestro Dios. En el nombre de Jesús, amen.

Ahora, veamos aplicaciones practicas que debo implementar para no estar temeroso y ser capaz de enfrentar cualquier situación respecto a este mensaje:

  1. Fortalece tu relación con Dios: Dedica tiempo diario a la oración, la lectura de la Biblia y la comunión con Dios. Cuanto más íntima sea tu relación con Él, más confianza tendrás en su poder y su fidelidad para guiarte y protegerte en todas las situaciones.
  2. Recuerda sus promesas: Llena tu mente y tu corazón con las promesas de Dios contenidas en la Biblia. Memoriza versículos que hablen sobre su protección, su amor incondicional y su soberanía sobre todas las cosas. Estas promesas te servirán como ancla en medio de las tormentas de la vida.
  3. Cultiva una fe activa: La fe es como un músculo que necesita ser ejercitado y fortalecido. Pon tu fe en acción confiando en Dios en todas las áreas de tu vida, incluso cuando las circunstancias parezcan desafiantes. Busca oportunidades para confiar en Dios y verás cómo Él obra poderosamente en tu vida.
  4. Practica la gratitud: Agradece a Dios por todas las bendiciones que has recibido, incluso en medio de las pruebas y dificultades. La gratitud te ayudará a mantener una perspectiva positiva y a recordar el poder de Dios para transformar cualquier situación adversa en algo bueno.
  5. Enfrenta el miedo con la verdad: Cuando el miedo amenace con paralizarte, contrarresta esos pensamientos con la verdad de la Palabra de Dios. Recuerda que Dios no te ha dado un espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio (2 Timoteo 1:7).
  6. Confía en la providencia divina: Reconoce que Dios está en control de todas las cosas y que tiene un plan perfecto para tu vida. Aunque no siempre entendamos sus caminos, podemos confiar en que Él trabaja todas las cosas para nuestro bien (Romanos 8:28).
  7. Busca apoyo en la comunidad de fe: No enfrentes tus luchas solo. Busca el apoyo y la compañía de otros creyentes que puedan fortalecerte y animarte en tu caminar de fe. Compartir tus cargas con otros puede aliviar la carga y recordarte que no estás solo en tus batallas.

Implementar estas prácticas te ayudará a cultivar una fe inquebrantable y a enfrentar cualquier situación con valentía y confianza en el poder de Dios que obra en ti.

Que Dios continue bendiciendo tu vida.

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CONFIANZA PARA AFRONTAR EL FUTURO

En esta vida nada está garantizado (empleos, familia, finanzas, salud), y nadie puede predecir los desafíos que vendrán mañana, y mucho menos en los años venideros. Pero se puede encontrar una seguridad genuina e inmutable en nuestra relación con Jesucristo.

Los creyentes de hoy pueden sentirse animados al estudiar personajes del Antiguo Testamento, quienes mantuvieron su confianza en Dios.

HEBREOS 11:27 dice Moises: “Por la fe salió de Egipto, sin temer la ira del rey; porque sufrió, como viendo al que no se ve”.

En otras palabras, el profeta puso su mirada espiritual en el Señor. Al seguir su ejemplo, debemos ver diariamente nuestras circunstancias a la luz de la completa soberanía de nuestro amoroso Padre.

¿PORQUE DEBERÍA IMPORTARNOS LO QUE EL ANTIGUO TESTAMENTO TENGA QUE DECIR?

Cuando vemos cómo Dios trabajó diligentemente en las vidas de los creyentes, podemos sentirnos animados de que Él nos guiará y consolará de manera similar.

ROMANOS 15:4 dice: “Porque todo lo que se escribió en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que mediante la paciencia y la consolación de las Escrituras tengamos esperanza”.

Al leer la Biblia, busquemos principios que muestren cómo opera Dios en la vida de los fieles. Él no ha cambiado. El Padre desea guiarte hacia Su perfecta voluntad para tu vida, de la misma manera que lo hizo con los santos de la antigüedad.

¿COMO SOBREVIVIÓ MOISÉS A LA INCERTIDUMBRE?

Una y otra vez, el profeta atravesó la adversidad con seguridad. Considere cómo regresó ante Faraón para exigir libertad para el pueblo de Dios, cómo soportó las diez plagas o cómo enfrentó la rebelión y la idolatría del pueblo en el desierto.

El secreto es que Moisés “estuvo como viendo al invisible” (Heb. 11:27). La palabra traducida aguantar proviene de una raíz que significa “fuerza, coraje o capacidad de resistir circunstancias difíciles y no darse por vencido a pesar de la presión”. A pesar de las dificultades, este líder hizo la voluntad del Señor con confianza.

¿POR QUÉ DIOS ESPERA QUE TENGAMOS GOZO EN LAS DIFICULTADES?

Las dificultades son la herramienta del Señor para desarrollar nuestra madurez espiritual. Ningún sufrimiento es en vano en la vida de un creyente.

SANTIAGO 1:2-4 “Tened por sumo gozo… cuando os encontréis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Y que la paciencia tenga su resultado perfecto, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada”

Dios sabe exactamente qué tipo de dificultad o prueba traer a nuestras vidas para desarrollar nuestra madurez espiritual.

¿CUÁL ES LA CLAVE DE NUESTRA RESISTENCIA?

Las Escrituras dicen que la razón por la que Moisés pudo aguantar fue porque vio a Dios.

La respuesta es que Moisés vio al Señor a través de los ojos de la fe, en lugar de una visión física. El rey David también obtuvo fortaleza espiritual al tener presente a su Creador:

SALMO 16:8 “He puesto al Señor continuamente delante de mí; porque él está a mi diestra, no seré conmovido”.

Aunque usaron terminología diferente, ambos líderes eligieron continuamente centrarse en Dios.

Hoy tenemos el beneficio de saber aún más cómo es el Padre porque Jesús lo reveló perfectamente Además, el Espíritu Santo vive dentro de cada creyente y nos ayuda a discernir realidades espirituales que no son visibles a los ojos humanos.

¿CÓMO PODEMOS VER LO QUE ES INVISIBLE?

  1. Abra la Palabra de Dios y comience a leer. Vea cómo actúa en las vidas de personas como José, Moisés, David, Daniel y Pablo. Busque principios bíblicos que describan patrones de cómo el Señor interactúa con los creyentes. Él quiere ser tan real para ti como lo fue para los santos bíblicos.
  2. Identifica las obras de Dios a tu alrededor. Una vez que veas los caminos del Señor en la Biblia, comenzarás a ver Su obra en tu vida y en la de tus amigos y familiares. Esto es ver la manifestación de Dios. El Espíritu Santo habita dentro de cada creyente y nos permite ser conscientes de Su presencia y verlo obrar a nuestro alrededor.
  3. Busque un caminar más cercano a Dios. ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8)? Esto no se refiere a la perfección sin pecado. Más bien, mantenemos una conciencia tranquila al arrepentirnos rápidamente del pecado. Cuando nuestra mente está limpia, podemos “ver” o experimentar la presencia del Señor. Considere este hábito diario: agradezca a Dios al final de cada día por la forma en que obró en su vida y encomiende a Él sus planes para el día siguiente.

¿QUE DIFERENCIA HARÁ ESTO EN TU VIDa?

Verás la vida desde una perspectiva completamente diferente. En lugar de pensar en lo que te falta, te concentrarás en nuestro Dios capaz y omnipotente. Esto lleva a pensar más positivamente, tener mayor confianza al tomar decisiones, ver las dificultades como oportunidades para crecer y desear una mayor intimidad.

Solo le pregunto esto: esta sintiendo que en su vida esta solo, deprimido, viendo lo que le rodea, su futuro, indefenso, ansioso, ocupado, inquieto, inseguro?, entonces lo que necesita es aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador y le aseguro que al acercarse a Dios, Él le mostrará y le guiará por un camino seguro y con propósito.

Para ello, repita después de mi la siguiente oración: «Padre Celestial, vengo delante de tu presencia para pedirte perdón de mis pecados, porque entiendo que mis pecados me alejan de tī. Rompo todo pacto que hice con el mundo, conmigo y con las tinieblas. Y ahora hago un nuevo pacto contigo Jesucristo. Ahora soy libre, soy sano y hago a Jesús el Señor y Salvador de mi vida. Amén.

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