DEUTERONOMIOS 7:9 — “Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.”

Hoy no vengo a traerte filosofía, ni una palabra bonita para tu emoción. Hoy vengo a recordarte quién es tu Dios.

¡Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios! No es una opción más, no es uno entre muchos. ¡Él es el único Dios verdadero! El Creador del cielo y de la tierra. El que sostiene todo con su Palabra. Y Él no solo es grande, no solo es poderoso…Él es FIEL.

¡Sí, Dios es fiel! Fiel cuando otros te abandonan. Fiel cuando no entiendes el proceso. Fiel cuando estás en el hospital, en la escasez, en la batalla.

Él guarda el pacto. ¿Sabes qué significa eso? Que Él no rompe lo que ha prometido. Lo que Dios dice, Él lo cumple. Lo que Él empieza, Él lo termina.

1 TESALONISENSES 5:24 dice: «Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.»

Si Él te llamó, Él te sostendrá. Si Él te salvó, Él te transformará. Si Él te prometió vida eterna, ¡nada ni nadie podrá arrebatártela!

Escucha esto: Dios no se olvida de ti. Dios no se cansa de ti. Dios no te ha soltado, ni lo hará. Él es el Pastor que no abandona a sus ovejas.

2 TIMOTEO 2:13 dice: «Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo.»

¡Ese es el carácter de nuestro Dios! Un Dios que guarda el pacto y la misericordia. No solo contigo…Sino con tus hijos. Y con los hijos de tus hijos. Hasta mil generaciones.

Eso me rompe el corazón de gratitud, porque no solo pienso en lo que Dios hará conmigo, ¡Sino en lo que hará con mis nietos, con mis bisnietos, con toda mi descendencia!

HECHOS 16:31 dice: «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa.»

Dios es fiel a su pacto. Y el pacto más glorioso que ha hecho con nosotros está sellado con la sangre de su Hijo, Jesucristo. La cruz es el testimonio eterno de que Dios no cambia, no falla, no miente.

Así que si estás pasando por el valle, si estás en prueba, si estás orando sin ver aún la respuesta…Acuérdate: Dios es fiel. Él está contigo. Él te sostiene. Él te ama. Y Él cumplirá su Palabra en ti, en tu casa, y en las generaciones que vienen detrás de ti.

QUIERES VER LA FIDELIDAD DE DIOS MANIFESTADA EN TU VIDA: Ora conmigo: “Señor, gracias por tu fidelidad. Aunque yo he fallado, tú nunca me has dejado. Hoy descanso en tu pacto, me aferro a tu Palabra, y confieso con fe que tú eres fiel, hasta mil generaciones. Perdona mis pecados, me arrepiento de ellos. Lávame con tu preciosa Sangre y haz de mí una nueva criatura. Ahora confieso que Tú eres mi Señor y Salvador. En el nombre de Jesús, ¡amén!”