A diferencia de lideres religiosos como Mahoma, Buda, etc, se encuentran sus tumbas intactas, la de Jesucristo esta vacía porque es el único que resucito. La Biblia relata que Jesús les dijo repetidamente a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, sufrir muchas cosas de parte de los líderes religiosos, morir y resucitar al tercer día (Mateo 16:21). Todo sucedió tal como Él dijo y hoy conocemos los eventos en el momento de la resurrección:

MATEO 28: 1-6 » Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado,»

Este fue un evento externo de lo que aconteció el primer día de la semana, después de la crucifixión. Pero hay mensajes más profundos más allá de lo que sucedió ese día.

El primer mensaje es que CRISTO ESTA VIVO. Y DONDE ESTA?

Pues Hebreos 10:12 nos explica que después de Su resurrección, Él “se sentó a la diestra de Dios”. Pero, ¿Y qué está haciendo Él en el cielo?

  • Él está intercediendo por nosotros. Hebreos 7:25 nos dice que, “Él también puede salvar para siempre a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.
  • Él está preparando un lugar para nosotros en la casa de Su Padre (Juan 14:2-3). Mientras se prepara para nosotros, está esperando el momento en el plan del Padre cuando regrese por nosotros y nos lleve a casa.
  • Él vive dentro de cada hijo de Dios a través de la presencia del Espíritu Santo. Esta unión divina se describe en Juan 15:5 con una ilustración: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí, y yo en él, lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer”.
  • Por lo tanto, el primer mensaje es que Jesucristo, el eterno Hijo de Dios esta vivo, nuestro Cristo, en efecto está vivo, muy vivo y eternamente vivo.

El segundo mensaje de la resurrección es este: que nuestros pecados han sido perdonados y estamos eternamente seguros en Cristo. Recuerde que Él, vino a salvar lo que se había perdido.

  • No debemos temer que algún pecado nos condene. Porque Efesios 1:7 nos asegura: “En Él (Cristo) tenemos redención por su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia”.
  • Jesús pagó la pena completa por nuestros pecados en la cruz. Pero en lugar de la muerte eterna, apareció en el cielo como nuestro Sumo Sacerdote. “Por su propia sangre entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención” (Heb. 9:12). El hecho de que Él resucitó de entre los muertos es prueba de que el Padre aceptó el sacrificio de Su Hijo como el Cordero de Dios.
  • Como resultado, todos los que confían en Él como Salvador están eternamente seguros. Jesús dijo: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí, y al que a mí viene, ciertamente no lo echo fuera” (Juan 6:37). Luego, para enfatizar nuestra seguridad, añadió: “Porque esta es la voluntad de mi Padre, que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el último día” (v. 40). ). Además, Jesús con su muerte y al haber resucitado, satanás pensó que había vencido a Jesús, pero no se imagino que Cristo resucitaría, por lo que venció al que tenia el imperio de la muerte, este es satanás. Y si Cristo venció a satanás, esa misma victoria es nuestra porque Cristo vive en nosotros y esto nos asegura que hemos pasado de muerte a vida eterna.

El tercer mensaje de la resurrección es que los creyentes vivirán para siempre.

  • Después de la muerte de Lázaro, Jesús tuvo una conversación con Marta, asegurándole que su hermano viviría de nuevo. Él dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí vivirá, aunque muera, y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás” (Juan 11:25-26).
  • Los creyentes de Tesalónica estaban preocupados por sus seres queridos muertos que habían confiado en Cristo, pero Pablo los tranquilizó en 1 Tesalonicenses 4:13-17. Cuando Cristo regrese, traerá las almas de los que han muerto en Él, y se unirán con cuerpos resucitados. Entonces los creyentes que aún estén vivos serán transformados con cuerpos glorificados y se unirán a los santos resucitados en el aire para encontrarse con el Señor.

El cuarto mensaje es nuestra resurrección corporal.

  • El primero en resucitar en un cuerpo glorificado fue Jesucristo. La próxima resurrección será para “los que son de Cristo en su venida” (1 Corintios 15:23). Los cuerpos que recibiremos serán diferentes a los que tenemos ahora. Nuestros cuerpos actuales son caídos y perecederos y no pueden entrar al cielo, pero Dios nos va a dar cuerpos gloriosos, libres de pecado y corrupción (1 Cor. 15:50).

El quinto mensaje de la resurrección es que el cielo será nuestro hogar eterno.

  • Apocalipsis 21 y 22 nos dan un pequeño vistazo a nuestro futuro. Dios creará un cielo nuevo y una tierra nueva, y su ciudad santa, la Nueva Jerusalén, descenderá del cielo a la tierra nueva. “Nada inmundo, ni nadie que practique abominaciones y mentiras entrará jamás en ella, sino solamente aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero” (Apocalipsis 21:27).
  • Lo importante del cielo es que Dios y Jesucristo están allí. Veremos Su rostro y le serviremos para siempre (22:4-5).

El sexto mensaje de la resurrección es que debido a que Cristo resucitó de entre los muertos, podemos enfrentar cada circunstancia con seguridad y perfecta paz.

  • Dado que Jesús ahora mora en nosotros a través de Su Espíritu, nunca caminamos solos por los valles. Él está allí fortaleciéndonos, protegiéndonos, guiándonos y empoderandonos a lo largo del camino. Y cuando termine nuestro viaje, nuestro Salvador nos estará esperando para darnos la bienvenida al cielo.

Dios nos hizo estas maravillosas promesas, y en algún punto por ahí, cuando este viaje termine, el Hijo de Dios que resucito, va estar ahí, para cumplir su última promesa: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis”.

Dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mi”. Si esta dispuesto a decir una simple oración con todo su corazón, su destino eterno, puede cambiar en menos de 60 segundos. Su nombre será inscrito en el Libro de la Vida dentro de un minuto. Y si eso es lo que quiere, ore conmigo al Dios Todopoderoso:

Padre Celestial, yo creo en el testimonio de la Biblia que Jesucristo es Tu Hijo eterno. Creo que Él fue a la cruz y murió por mis pecados. Te confieso que soy pecador. Necesito tu perdón y te pido que me salves. Confío en que lo harás ahora mismo. Te acepto como mi Salvador. En el nombre de Cristo. Amén.”

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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