¿Qué piensa usted de Jesucristo? La forma en que responda esta pregunta es de suma importancia.
¿Acaso solo fue un hombre, o uno de los profetas o maestros que deambuló por el mundo en aquella época, o alguien más? Muchas personas pueden estar interesadas en sus enseñanzas o milagros, pero al verlo en un contexto más amplio, llegan a creer que Jesucristo no es importante, sino solo Dios Padre. Pueden que afirmen creer en Dios, pero consideran a Jesucristo irrelevante. Sin embargo, ¿qué dice la Biblia al respecto?
En el Evangelio de Juan encontramos una descripción de Jesucristo diferente al de cualquier otro pasaje de las Sagradas Escrituras. La respuesta de Juan en cuanto a la identidad de Cristo es una afirmación de que el Señor Jesús es Dios. Y toda la evidencia necesaria para sostener esta afirmación la encontramos en la Biblia, sobre todo en el Evangelio de Juan. Según Juan 1.1-5, Jesucristo es el Dios eterno, el Creador de todo lo que existe y la fuente de vida que estaba con Dios en el principio.
¿Quién dijo Jesucristo que era?
- “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” (Jn 10.14).
- “Yo soy la puerta de las ovejas… el que por mí entrare, será salvo” (Jn 10.7, 9).
- “Yo y el Padre uno somos” (Jn 10.30).
- “Y el que me ve, ve al que me envió” (Jn 12.45).
- “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8.12).
- “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn 14.6).
¿Fueron las acciones de Jesucristo coherentes con quien es Dios?
- “Porque yo hago siempre lo que le agrada” (Jn 8.29).
- “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn 10.10).
- “El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados” (Mt 9.6).
- “Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar” (Jn 10.17, 18).
- “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Jn 6.38).
¿Cuál era la relación de Jesucristo con Dios Padre?
- “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Gn 1.26). Los términos “Hagamos” y “nuestra” aluden a la Trinidad, la cual incluye a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
- “Yo y el Padre uno somos” (Jn 10.30).
- “Si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais” (Jn 8.19).
- “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros” (Jn 14.16, 17). Las tres personas de la Trinidad son mencionadas en este pasaje.
- “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Jn 1.1). Juan testifica que Jesucristo es Dios hecho hombre.
- “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Jn 1.3). Juan identifica a Jesucristo como el Creador, lo cual también es respaldado por Génesis 1.26.
- “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Col 1.15-17). Pablo también afirma que Jesucristo es el Creador.
- “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Jn 6.38).
- “Yo soy en el Padre, y el Padre en mí” (Jn 14.11).
- “Las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado” (Jn 5.36).
- “Porque yo hago siempre lo que le agrada” (Jn 8.29).
¿Por qué es tan importante la deidad de Cristo?
En la mente de muchas personas Dios es una entidad distante, extraña e indescriptible que vive en algún lugar remoto. Afirman creer en Dios aunque no le prestan atención ni tampoco se someten a Él. Creen en un dios que debe ayudarles cada vez que lo necesiten, sin hacerles sentir culpables por sus pecados.
Además, muchos de ellos dicen creer en Dios, pero no en Jesucristo. Lo cual también sucede en la mayoría de las religiones alrededor del mundo. Sin embargo, es imposible creer en el único Dios verdadero y excluir a Cristo, pues Él forma parte de la Trinidad. Además, el Señor Jesús afirmó que Él y el Padre son uno. Otra razón por la que algunos no desean reconocer la deidad de Cristo, es porque se niegan a creer en un Dios personal y no quieren tener que rendirle cuentas. Prefieren un dios que esté de acuerdo con ellos y que les ayude a obtener lo que desean, y no uno que se inmiscuya en sus asuntos y los haga responsabilizarse de sus propias acciones. Pero ese no es el Dios verdadero a quien servimos.
¿Por qué dijo Jesucristo que vino al mundo?
Vino para que tuviéramos vida y vida en abundancia (Jn 10.10). El Padre lo envió al mundo para que viviera como ser humano, enfrentará tentaciones sin llegar a pecar e hiciera milagros que testificaran su deidad. Llegado el momento, murió en la cruz para llevar el castigo de nuestros pecados para que todos los que creyesen en Él, pudieran ser perdonados y recibir la vida eterna. Y todo esto fue motivado por el amor de Dios hacia nosotros (Jn 3.16). Jesucristo es el único que puede salvarnos de la condenación eterna.
¿Qué pasaría si Jesucristo no fuera Dios?
- Jesucristo sería un mentiroso.
- No podríamos confiar en Él.
- Su muerte no tendría valor alguno y aún viviríamos en nuestros pecados.
- La historia de la resurrección sería falsa y no contaríamos con la esperanza de la vida eterna, ni de nuestra resurrección futura.
- El cristianismo solo sería otra religión falsa.
- Viviríamos sin esperanza en esta vida y tendríamos que enfrentar el juicio y el castigo eterno.
Pero Jesucristo es Dios. Todo lo que dijo y todo lo que hizo dio paso al perdón de nuestros pecados, al don de la vida eterna y al cielo como nuestra morada.
FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.