Hay un pasaje muy interesante que refleja esta misma situación. Las hermanas de Lázaro, enviaron por Jesús para que viniera a orar por su hermano, quien estaba enfermo de muerte, sin embargo, no se movió por otros dos días.
Libro de San Juan 11: 3-7 " Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba."
Aquí Jesús, apesar de que conocía a Lazaro frecuentemente pasaba a descansar a casa de Lázaro durante sus travesias y aun cuando se manifiesta que le amaba, no respondió inmediatamente al llamado de Marta y Maria.
Esto mismo puede estarnos sucediendo, hemos pedido a Jesús de todas las formas para que conteste nuestras oraciones, probable hemos ayunado, ofrendado, hecho guerra espiritual, y nada ha cambiado. Quizas estas sufriendo una enfermedad, has pedido a Dios que te sane y parece que El no escucha y nada ha sucedido.
O acaso, has visto que alguno de tus hijos anda mal y pides a Dios que le hable al corazón, pero parece que las cosas no cambian. Y te preguntas porque guarda silencio? Y estará en algún lugar, pero por algún motivo no lo encuentras.
COMO REACCIONAS CUANDO TE SIENTES ASÍ?
- Algunos talvez se sientan ofendido, como lo he visto suceder, y hasta le gritan a Dios: DONDE ESTÁS SEÑOR !, No eres tú el Dios Todopoderoso !, Quien responde las oraciones! , han pasado talvez dias, o meses o quizas años sin ver resultados.
- O probablemente has llegado al punto en que te sientas ya desilusionado.
Déjame decirte lo que pasa, es que Dios tiene un propósito en todo ello. Pero antes de conocer el proposito de Dios, tenemos es ahondar un poco para saber porque ese silencio:
RAZONES DE SU SILENCIO
1. Ese silencio de Dios, es para captar nuestra atención.
Segurito que cuando oramos, muchas veces lo hacemos unicamente por nuestras cosas, nos postramos, y pedimos por esto o por aquello, se queda en silencio. Pero recuerda que Dios no está sujeto a nuestras ordenes, a que venga sólo si lo llamo, o que se aparezca cuando yo quiero. Recuerda que Dios es el soberano del universo. Él es el que controla todo y no nosotros.
Él tiene que captar nuestra atención y para lograrlo guarda silencio. No escuchamos nada, no responde a nuestras oraciones.
2. O porque talvez hay pecado oculto no confesado en la vida de alguno.
Si eso está sucediendo, no podemos escuchar ninguna cosa. Pero si nos dispones a enfrentar nuestros pecados, Él está listo para hablar con nosotros.
Algunas veces no estamos acivos para escucharlo, solo activos en nuestras cosas, buscando nuestras metas. Y al estar pecando, porque Dios debe concedernos las peticiones del corazón. Porqué el Soberano del universo debería ignorar su demanda de obediencia, o ignorar su requisito de andar en sus caminos y contestarnos a nosotros.
Al Dios no aprobar el pecado, le garantizo que Satanas le ofrecerá otra alternativa. Un plan que lo aleje del propósito, el plan de Dios y de su voluntad. Así que Dios actua, de lo contrario seguimos en dirección equivocada.
3. Nos enseña a confiar en Él.
Cuando acudo a Dios a pedirle algo, tengo una conversación con Él, y sé que está hablándome. Pero si también, el guarda silencio, puedo confiar en su silencio. Puedo confiar que si está en silenio, no ha cambiado, no está inactivo, ni tampoco que no está escuchando.
4. El quiere que sepamos distinguir entre su voz y otras voces.
Muchas personas nos aconsejan que debemos hacer, pero al estar en con Dios, distinguimos entre lo que Él pueda decirnos y otros puedan decirnos.
5. El se mantiene en silencio, simplemente porque desea la intimidad con nosotros.
Su meta es una relación muy profunda y firme. Que su presencia sea suficiente. POdemos confiar, solo estar ahí en su presencia, pues así El lo quiere.
El quiere que vayamos más alla de necesito esto, o aquello, protege a mi esposa, mis hijos, mi familia, mi auto, mi casa y mi trabajo. Quiere que aprendamos a valorar su presencia.
Te aseguro que a Dios le agrada que estemos callados.
COMO REACCIONAMOS SÍ ÉL ESTÁ EN SILENCIO?
1. Podemos preguntar porque?
Dios no se molestará si le preguntamos: porqué Señor?. Jesús es nuestro modelo, en la cruz del calvario le pregunto a su Padre Dios: Porque me has desamparado?
Por esto, nosotros tenemos derecho a preguntarle a Dios sobre cualquier cosa. El no se molesta en absoluto, ni lo fastidiamos. Nos comprende a la perfección y nos motiva a preguntarle: porque ?.
2. Debemos comprender que su silencio, no quiere decir que Dios esté inactivo.
Al venir y pedirle a Él, cual es su voluntad, por lo general cuando termina el silencio, Él lo lleva a cabo. Debemos respetar su silencio.
Recuerde, Dios no está a nuestras ordenes, ni se aparece cuando yo lo deseo. El es una persona, de personalidad infinita, por lo que todo lo que Él hace es bueno y lo hace en su tiempo.
3. Debemos reaccionar con quietud. No mostrar duda, o temor, o ansiedad.
Salmo 46: 11 " Estad quietos, y conoced que yo soy Dios. Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros. Nuestro refugio es el Dios de Jacob."
Quedense quietos. En silencio, Él hace algo bueno por nosotros y en el momento apropiado. Entonces, todo lo que nos afecte, o que nos preocupa, Él lo confrontará. Pues así lo ha prometido. Y acabará lo que ha determinado con nosotros. Dios se interesa personalmente por nosotros, sólo debemos esperar el tiempo oportuno.
Así que debemos reaccionar confiando.
4. Anhelando y anticipando una relación más intima.
Esto es algo que debemos esperarlo. Si Dios guarda silencio, debemos esperar que El quiere hacer algo bueno en nosotros. Asimismo, quiere también acercarse para que tengamos una relación más estrecha con El.
Nuestra relación con Cristo, puede ser y será tan estrecha y tan satisfactoria como lo permitamos. Que haga en nosotros como y cuando quiera.
5. El quiere que estemos en silencio al abrir la Palabra y empezar a leerla.
No importa donde comencemos a leer la Palabra, ya sea en los Salmos o en el Libro de San Juan. Y al hacerlo podemos orar de esta manera "Dios mio, no se que ocurre, pero estoy a tu disposición, listo para escucharte."
Cuando nos disponemos, entonces El ESpíritu Santo, que está en usted y conoce su necesidad y cada detalle de su vida, en su interior lo que sucederá, aunque Dios no le diga nada, le explicará ese pasaje en su corazón.
Sí Dios sigue en silencio, siga leyendo la Biblia y de pronto veremos que el silencio se rompe y en el momento que Dios así lo quiera.
6. Siga manteniendo esa relación íntima, que pondrá nuestra vida cristiana a un nivel que está por encima de lo que se cree es cristiana.
No es solo ir a la Iglesia, leer la Palabra, orar, ofrendar, ser bueno y testificar a otros. Todo esto es muy importante, pero Él quiere una relación estrecha con cada uno de nosotros. Ese amor de una vida para El. Ese espíritu de obediencia, que implica un sentido de unidad, los dos uno solo. Si pensamos como Dios piensa, conoceremos su voluntad. Luego, nos concederá las peticiones de nuestro corazon, como una añadidura.
Nuestra meta principal debe ser tener una relación fresca y estrecha con el Dios Todopoderoso, mediante su Hijo Jesucristo.
Esto no funciona si no soy cristiano, hasta que le pida a Cristo que perdone sus pecados, le entregue su vida y crea que le perdonará basado en lo que hizo en la cruz del calvario. Porque cuando pides perdón por tus pecados, Él los perdonará, dirigira su vida y procederá a abrir su corazón y entenderá lo que hemos expuesto aquí.
Sí ya es un creyente, lo desafío para tomar la decisión de estar a solas y se postre humillado delante del Todopoderoso, se arrodille y le reconozca como Señor. Que le diga que quiere estar en quietud y en silencio total. Que El puede decir todo lo que quiera o que no tiene que decir nada y que quiere entregarse a Él en silencio. Y lo que El quiera decirle, usted lo oirá con cuidado. Y si practica el silencio delante de Él, la ansiedad, la impaciencia y todo aquello que provoca ataques cardiacos, embolias y toda clase de males, desaparecerá.
Entonces Dios pondrá en usted algo muy especial que no se compra, ni nadie se lo puede dar, le dará una parte de sí mismo que satisfacerá su anhelo mas profundo. Basta con pedirlo.
OREMOS: "Padre y Señor mío. Te damos gracias por amarnos tanto, que deseas una relación estrecha con nosotros; la cual, es casi imposible de comprender, porque somos indignos de ella. Y cuando nos salvaste, nos pusiste en posición de poder tener una relación contigo. Esta es mi petición: pon hambre de tí en mí corazón, no de lo que me puedas dar, sino de tí mismo. Y sé que Tú, satifarás mi alma por Cristo Jesús, Amén."