Mensajes Puros

LOS REQUISITOS DE UNA INFLUENCIA PIADOSA

Afectamos a los que nos rodean por la forma en que vivimos, ya sea para bien o para mal. Por eso aqui examinaremos la responsabilidad y el privilegio de la influencia a lo largo de la vida del profeta Daniel del Antiguo Testamento, cuyo carácter piadoso y convicciones llamaron la atención de algunas personas muy poderosas.

La influencia puede ser intencional o pasiva, consciente o inconsciente. Pero cualquiera que sea la forma que tome el poder de la influencia, el factor más importante es que sea piadoso.

La influencia de Dios ayuda a las personas a entender el evangelio, crecer en su conocimiento de las Escrituras, andar en rectitud, servir y seguir a Cristo, apoyar Su obra y difundir el mensaje de Su salvación.

Respecto la vida de Daniel, es un ejemplo de alguien cuya influencia piadosa alcanzó a todos los que lo rodeaban. Cuando era un joven judío, el rey Nabucodonosor lo exilió a Babilonia. Daniel era parte de un grupo de adolescentes judíos escogidos para ser entrenados en la cultura babilónica durante tres años y luego ingresar al servicio personal del rey.

REQUISITOS DE LA INFLUENCIA DIVINA

La vida de Daniel demuestra lo que se requiere para ser una influencia piadosa en quienes nos rodean.

  • Fuerte convicción acerca de la Palabra de Dios. El primer desafío de Daniel en Babilonia se produjo poco después de su llegada. El rey ordenó que a este grupo de jóvenes se les diera comida y vino de su mesa.
    • “Pero Daniel decidió que no se contaminaría con la comida selecta del rey, ni con el vino que él bebía” (Daniel 1:8).
    • Su fuerte convicción provino de las Escrituras. El Señor había ordenado a los israelitas que no comieran ni bebieran nada sacrificado a los ídolos (Éxodo 34:15).
      Daniel pidió permiso al comandante de los oficiales para no contaminarse. Sugirió una prueba en la que él y sus tres amigos recibirían verduras y agua en su lugar. Después de diez días, el funcionario pudo evaluar su apariencia. Debido a que Daniel se aferró a su convicción y procuró obedecer las Escrituras, Dios le dio el favor del oficial, y él continuó reteniendo la comida y la bebida del rey. El Señor también bendijo a Daniel y sus amigos con conocimiento, inteligencia y sabiduría mas allá de todos los demás jóvenes, lo que resultó en su promoción en el reino.
  • Una convicción es algo en lo que creemos porque estamos convencidos y persuadidos de que es verdad. Y así es como debemos sentirnos acerca de la Palabra de Dios. Es infalible y contiene principios por los cuales debemos vivir y por los cuales seremos juzgados por Dios. Si no nos aferramos a las Escrituras, seremos sacudidos por cada dificultad que enfrentemos y comenzaremos a tomar decisiones basadas en nuestras preferencias, en lugar de las verdades de las Escrituras.
  • Fuerte Compromiso con Nuestras Convicciones. “Daniel decidió que no se contaminaría” (v. 8), y eso es exactamente lo que debemos hacer también. El compromiso comienza en la mente, pero se demuestra en nuestras acciones. La verdadera prueba del compromiso con nuestras convicciones es si las vivimos, no solo cuando es conveniente, sino todo el tiempo. Jesús dijo que dejáramos brillar nuestra luz para que la gente viera nuestras buenas obras y glorificara a Dios (Mateo 5:16). Cuando decimos que creemos una cosa, pero vivimos de otra manera, arruinamos nuestro testimonio.
  • Coraje para defender nuestras convicciones (VALOR). Daniel y sus amigos valientemente se mantuvieron firmes en su convicción de obedecer al Señor a pesar de las amenazas y los peligros. Enfrentaron la ira de un rey poderoso, pero permanecieron fieles a su Dios. Daniel siguió orando al Señor cuando la ley persa lo prohibía, sabiendo que podía ser arrojado al foso de los leones. Y Sadrac, Mesac y Abed-nego se negaron a adorar la estatua de Nabucodonosor, aunque el castigo era la muerte en un horno de fuego. En cada situación desafiante, obedecieron valientemente a su Dios y confiaron en Él para manejar las consecuencias. Y eso es exactamente lo que debemos hacer cuando se ponen a prueba nuestras convicciones.
  • Confianza en el Dios de las Escrituras. Debemos estar convencidos, no solo de que la Biblia es verdadera, sino de que Dios mismo es digno de confianza. Cada promesa que Él hace en Su Palabra, Él la cumplirá, y todo lo que Él dice acerca de Sí mismo en las Escrituras es verdad.
  • Para ser una influencia piadosa necesitamos una fe inquebrantable. Al igual que Sadrac, Mesac y Abed-nego, ¿podemos decir con confianza:
    • DANIEL 3:17-18 “Si es así, nuestro Dios a quien servimos puede rescatarnos… pero aun si no lo hace, sépate, oh rey, que no vamos a servir a tus dioses ni a la estatua de oro que has levantado adoraremos”
  • Un espíritu tranquilo cuando está bajo fuego. Cuando nuestras convicciones son desafiadas, debemos mantener nuestro enfoque en el Señor. Si no lo hacemos, nos volveremos ansiosos, frustrados, temerosos o estremecidos. Cuando Daniel escuchó que Nabucodonosor había ordenado la muerte de todos los sabios de Babilonia, incluido él mismo, su primera respuesta fue orar (Dan. 2:17-18). Cuando nos volvemos inmediatamente al Señor cuando estamos bajo fuego, Él calmará nuestro espíritu y fortalecerá nuestra confianza en Él. Él es soberano sobre todo en el cielo y en la tierra (Salmo 103:19), y promete cuidarnos y obrar para nuestro bien (Romanos 8:28).
  • Un espíritu semejante a Cristo. Nunca somos más como Cristo que cuando perdonamos. Daniel tenía muchas razones para estar amargado y resentido con Nabucodonosor. Había atacado su ciudad, lo había desarraigado de su familia y lo había llevado cautivo a una tierra extranjera. Sin embargo, no hay evidencia en las Escrituras de que Daniel guardara rencor o que alguna vez tomara represalias. Al contrario, sirvió fielmente a todos los reyes que estaban sobre él, sin animosidad. A veces, nuestra mayor influencia en los demás es cuando nos ven perdonar a quienes nos hicieron daño.
  • Una Caminata Consecuente. A lo largo de su vida, Daniel fue constante en su caminar con Dios. No proclamó una cosa e hizo otra, sino que vivió con integridad. Su postura intransigente le valió el respeto de sus amigos, los funcionarios del gobierno, los reyes y toda una nación. El suyo es un ejemplo que todo creyente debe seguir. La constancia de aferrarnos a nuestras convicciones y caminar en obediencia a Dios es lo que hace que nuestra influencia sea piadosa y eficaz.

OREMOS: Padre Celestial, venimos ante tu presencia, declarando que Tú eres nuestro Señor, el único Dios verdadero, creador del cielo y de la tierra y de todo lo que existe en el Universo. Hoy queremos decirte que te amamos y pedimos al Espíritu Santo que nos fortalezca y guíe en nuestro diario vivir, de tal manera que no desmayemos ante nadie ni nada. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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ADQUIRIENDO SABIDURIA

Mientras que el mundo define la sabiduría como el uso correcto del conocimiento y la información, la sabiduría divina significa que tenemos la capacidad de ver las cosas desde el punto de vista de Dios y responder de acuerdo con los principios de las Escrituras. Qué podemos hacer para aumentar la sabiduría divina?

En este tiempo actual se describe como la era de la información, y tenemos acceso a más conocimientos de los que sabemos qué hacer con ellos. Pero todavía falta algo: una gran sabiduría. Por ejemplo, hay muchas personas que se jactan de su nivel de educación y títulos, pero hacen de sus vidas un desastre porque les falta el verdadero discernimiento y la comprensión espiritual.

Las Escrituras nos advierten que busquemos sabiduría. Debido a que Dios es la única fuente de verdad, toda sabiduría proviene de Él. Ve más allá de las circunstancias inmediatas y conoce el futuro. Por eso, si seguimos los principios bíblicos, Él nos dará entendimiento y guía para cada decisión y situación que enfrentemos en la vida.

COMO ADQUIRIMOS LA SABIDURIA DIVINA?

Se necesita tiempo y esfuerzo para volverse verdaderamente sabio, y es el resultado de aprender de las decisiones que tomamos. A lo largo de la vida, enfrentaremos preguntas y situaciones desafiantes que exigen una mayor riqueza de conocimientos y comprensión de la que los seres humanos posiblemente puedan poseer. Podemos adquirir la sabiduría divina:

  • Buscándola. Nadie nace con sabiduría, por lo que tenemos dos opciones: buscarla o enfrentar las consecuencias de vivir sin ella. Sin embargo, debemos preguntarnos si realmente queremos sabiduría o si estamos buscando algo más. El mundo ofrece otras cosas que satisfacen nuestros deseos: seguridad, riqueza, amigos, salud, popularidad, prestigio o belleza. Pero Proverbios 8:11 dice que todas las cosas deseables palidecen en comparación con la sabiduría. Es un regalo que Dios da a aquellos que lo buscan como un tesoro escondido (Prov. 2:4-7). La sabiduría no vendrá con intentos a medias de leer las Escrituras; requiere una búsqueda diligente.
  • Meditando en la Palabra de Dios. La Biblia es la mente de Dios registrada para nosotros en papel. Revela Sus caminos, planes y propósitos, y cuando lo leemos y entendemos, Sus pensamientos se vuelven parte de nosotros y afectan la forma en que vivimos. Es por eso que debemos comenzar cada día con el Señor y pedirle que nos guíe desde Su Palabra. Dado que el Señor es el único que sabe lo que está por venir, necesitamos Su perspectiva con respecto a nuestros planes, acciones y elecciones. Si descuidamos Su Palabra, no podemos entender Sus caminos y tomaremos malas decisiones. En lugar de experimentar las mejores bendiciones de Dios, encontraremos disciplina porque cada acción imprudente tiene un alto precio.
  • Obedecer los principios bíblicos. El mero hecho de tener conocimiento de la Biblia no puede hacernos sabios. La sabiduría de Dios está reservada para aquellos que prestan atención a Sus instrucciones y eligen aplicar Sus verdades a sus vidas (Proverbios 8:33-34). Cada vez que necesitamos dirección divina, está disponible para nosotros en Su Palabra. Cuando creemos en Sus principios y nos atenemos a ellos, cosecharemos las bendiciones de la sabiduría que vienen con la obediencia.
  • Orando por ello. El libro de Proverbios no enfatiza específicamente orar por sabiduría, pero Santiago nos dice que le pidamos a Dios si es algo que nos falta (Santiago 1:5-6). Sin embargo, solo pedir sabiduría no es suficiente. Debemos pedir con fe, obedecer lo que dice el Señor y observar los resultados de nuestras acciones. La obediencia siempre nos beneficia, pero las consecuencias negativas ocurren cuando ignoramos a Dios y seguimos nuestro propio camino. Para evitar tomar decisiones tontas y costosas, debemos comenzar cada día en oración, preguntándole al Señor cómo quiere que operemos.
  • Observar cómo obra Dios en el mundo. La Palabra de Dios nos enseña que la sabiduría también proviene de observar varios estilos de vida y los resultados que producen. Por ejemplo, los sabios son cautelosos y se apartan del mal, pero los necios son soberbios y descuidados (Proverbios 14:16). Dios incluso usa hormigas para enseñarnos la importancia de trabajar diligentemente para nuestras provisiones porque la pereza invariablemente conduce a la pobreza (Proverbios 6:6-11). Cuando prestamos atención a los comportamientos de los demás, podemos ver que las consecuencias, tanto buenas como malas, siempre siguen. En nuestra cultura, que enfatiza el logro personal y el placer, pocas personas piensan en los efectos futuros de sus acciones. Pero la Biblia nos ayuda a entender la vida desde la perspectiva de Dios y nos ayuda a tomar las decisiones sabias que producen resultados positivos.
  • Haciendo caso al consejo piadoso. Todo el mundo necesita orientación a veces, pero no todos los consejos son piadosos. Algunas personas, incluso consejeros capacitados, en realidad pueden desviarnos del camino en lugar de ayudarnos a encontrar el camino de Dios. Cada vez que buscamos a alguien para recibir dirección, debemos examinar el estilo de vida de esa persona y determinar la fuente de su consejo. ¿Se basa el consejo en la Palabra de Dios o en conocimientos académicos y opiniones personales? Una vez que hayamos determinado que la guía proviene de Él, debemos estar dispuestos a prestarle atención y aceptar la reprensión si es necesario (Proverbios 15:31-32).
  • Asociarse con los sabios. Nunca debemos subestimar la influencia de los amigos. Pueden ayudarnos a crecer en sabiduría o causarnos daño (Proverbios 13:20). Es por eso que debemos examinar a nuestros amigos de cerca para determinar si nos están edificando espiritualmente o nos están desviando. También debemos evaluar qué tipo de amigos somos para los demás. ¿Estamos dispuestos a decirles la verdad en base a lo que dice la Escritura, o nuestro objetivo es solo decirles lo que quieren escuchar? Dar malos consejos a las personas solo para que se sientan mejor o para obtener aprobación para nosotros mismos es un perjuicio.

Si verdaderamente queremos la sabiduría divina, lo primero que debemos hacer es venir y hacer de Jesús el Señor y Salvador de nuestras vidas, por lo que, te invito a hacerlo en este momento:

Repite conmigo la siguiente oración: Padre Celestial, vengo delante de ti para pedirte que perdones mis pecados, creo que Jesucristo murió en la cruz del calvario y que Dios le resucito de entre los muertos. Hago en este momento a Jesús, el Señor y Salvador de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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DESCANSANDO EN TIEMPOS INCIERTOS

Estamos en tiempos inciertos, tratando de sobrellevar las responsabilidades y cargas, confiar y descansar en la voluntad del Padre. Sin embargo, esta época es cuando más debemos anunciar el evangelio, es la temporada en la que más esperanza podemos anunciar, porque estamos seguros que ni la vida, ni la muerte ni ninguna cosa creada, nos podrá separar del inmenso amor que tenemos en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 8:28 dice: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Siempre hago paréntesis antes de entrar en materia para que notemos cosas interesantes de la Palabra de Dios.

a. Y sabemos. Usted y yo no debemos preguntar ni ignorar, ya debemos saber…

b. Que TODAS LAS COSAS nos ayudan a bien. Las buenas y las malas.

c. Lo que nos pasa a los que ya tenemos clarito que TENEMOS UN PROPÓSITO eterno.

Asimismo, hoy deseo compartir con usted, una porción de la Escritura que nos debe desafiar a vivir en paz, y confiados como un león.

1. EL MENSAJE DE JESÚS ES SENCILLO.

MATEO 11:25 » En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

Dios es increíble, tan sencillo que Él tenia preparado cosas en su Palabra para revelarnos a aquellos que le amamos: “Cristo nos ama». Qué más explicación queremos, Cristo nos ama, nos amó con tanta intensidad que dio su vida por nosotros.

2. DIOS SE AGRADÓ DE DARNOS A CONOCER A JESÚS.

MATEO 11: 26 «Sí, Padre, porque así te agradó.

La voluntad de Dios es que usted y yo seamos prosperados en todo, así lo dice la Palabra de Dios, 3 Juan 1:2 » Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Podemos dar gracias al Señor y hacer nuestras las palabras “Sí, Padre porque así te agradó”

Ya no se cuestione porque merece el amor de Dios, Usted y yo no lo merecemos, es por pura gracia. Viva en la GRACIA DE DIOS. Usted no puede hacer nada para merecer el amor de Dios. Si hiciéramos algo, sería recompensa, pero la Gracia solo ocupa un corazón dispuesto a recibir.

Dios nos sigue amando y quiere que tengamos relación y comunión con Él.

3. JESÚS ES AMO Y SEÑOR DE TODO.

MATEO 11:27 » Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

Uno lee estos pasajes y piensa cómo es posible que si Jesús, es amo de todas las cosas, cosas malas suceden. ¿La respuesta? ¡No lo sé!

Tenemos hermanos muy amados con enfermedades, estamos luchando en oración por misericordia, por hermanos queridos que sufren terriblemente. Pero mis queridos amigos, eso no cambia esta verdad. JESÚS ES EL SEÑOR y él sabe mejor que yo, sabe mejor que usted, y si conozco a Jesús conozco al Padre, porque Jesús nos ha revelado al Padre. ¿Qué nos ha revelado Jesús?, nos ha revelado un Padre lleno de gracia redentora, un Padre que nos ha dado su Palabra, llena de promesas, y encima de todo eso tenemos el poder del Espíritu Santo que nos fortalece en estos momentos.

Ha sido revelado por su Palabra que Dios está en control de todo. Nada está fuera de su control. DIOS es el Dios que ve, el DIOS que sabe y el DIOS que oye y siente. Todo está sometido bajo sus pies.

4. JESÚS ES REFUGIO Y DESCANSO ETERNO.

MATEO 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Jesús nos invita HOY, a descansar en él. Pero este descanso es un descanso ACTIVO, un descanso que nos impulsa a creer. Mucha gente mira esta frase vengan a mí los trabajados y cargados y yo los haré descansar, con la imagen de una cama llena de almohadas, y dormir plácidamente.

El Señor mas bien se refiere a ustedes trabajados y cargados, vengan que les cambiaré la carga, les daré seguridad, y les aseguraré que su destino es el correcto. Para darle un ejemplo de este tipo de descanso, las amas de casa, díganme que es una sensación agradable cuando la alacena está llena de comida, y a pesar de todo el trabajo de la casa, el saber que va a dar de comer a su familia, le trae paz, o cuando nos acaban de pagar el salario, o cuando hizo un buen negocio, y todo sale bien,

Pues bien, Jesús nos dice; ustedes que sembraron, no teman, tendrán buena cosecha, ustedes que trabajan, tranquilos que disfrutarán del fruto de sus manos, ustedes que llevan cargas, calmados, esa carga no durará para siempre. ÉL GARANTIZA, nuestra vida y futuro.

Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

EL GARANTIZA que no debemos darle cabida al temor, porque EL HA VENCIDO.

5. ATRÉVASE A CARGAR LA CARGA DE JESÚS Y DESCANSAR EN ÉL.

MATEO 11: 29-30 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Siga llevando la carga que lleva, lleve todo al pie de la cruz y cambie su carga por la de Jesús. Con mansedumbre y humildad, cuando lo traicione la duda, corra a la cruz de Cristo, cuando sienta flaquear y abandonar todo, sea humilde y manso, y corra a los pies de Jesús, cuando todo haya fallado, pídale a Jesús que cambie su carga por la suya, porque es mucho más liviana y más fácil de cargar.

Tenga en cuenta que las promesas de Dios: Él cumple su Palabra, las cumplirá y nunca falla.

Conclusión: Tenemos un Dios que nos ama, y nos quiere dar el descanso de un porvenir glorioso. Aunque no lo veamos, él está obrando a nuestro favor. Aunque no lo entendamos, Él sí entiende, y nos dará un motivo para creer. No deje de creer, con fe sencilla, como de niño, lleve la carga de Jesús, porque es mas liviana, solo debemos creer.

Para que esto sea realidad en tu vida, repite en voz alta la siguiente oración:

«Padre Celestial, venimos delante de ti para pedirte que vengas a morar dentro de mi corazón, perdona mis pecados, límpiame con la Preciosa Sangre de tu Hijo Jesucristo. Hoy decido hacerte el Señor y Salvador de mi vida. Has de mí una nueva criatura llena del Espíritu Santo para que dirija mis pasos y mi vida y cumplas tus propósitos en mi. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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CAMINAS TU CON DIOS?

Cuando llegue al final de su vida, ¿qué quiere que la gente recuerde de usted?

Tal vez le gustaría ser conocido por cualidades admirables como la bondad, el amor, la generosidad, el conocimiento o la sabiduría. O tal vez tus habilidades y capacidades, o la forma en que te relacionaste con los demás, es lo que quieres que la gente recuerde?. Si eres creyente, el mayor cumplido que puedes recibir es el reconocimiento de que caminaste con Dios.

Caminar con Dios significa mantenerlo en el centro de nuestras vidas, en todo lo que hacemos, decimos y pensamos en nuestras relaciones, finanzas, planes y en todas las demás áreas de la vida.

Génesis 5:21-24 dice que Enoc fue un hombre que caminó con Dios hasta que el Señor lo llevó al cielo.

Hoy, nosotros también vivimos en un mundo muy pecaminoso en el que muchas personas están perdidas y viven en la oscuridad. Su camino es tan oscuro espiritualmente que no pueden ver a dónde van o qué peligros u obstáculos están por delante. Sin embargo, muchos de ellos afirman que no necesitan ayuda y no quieren tener nada que ver con la única fuente de luz, el Señor Jesucristo.

CRITERIO PARA CAMINAR CON DIOS

Por el contrario, aquellos de nosotros que hemos puesto nuestra fe y confianza en Jesucristo como nuestro Salvador deseamos la ayuda de Dios porque queremos vivir de una manera que le agrade y le honre, y que también resulte en la mejor vida posible para nosotros. Para caminar con Dios como lo hicieron Enoc y Noé, debemos seguir los siguientes criterios:

  1. Debemos aceptar al Señor Jesucristo como nuestro Salvador personal. Este es el primer y más esencial requisito porque la única manera de llegar a Dios es a través de Su Hijo Jesús (Juan 14:6). Una vez que hemos creído en Él y recibido el perdón de nuestros pecados, nuestro caminar con Dios puede comenzar.
  2. Necesitamos aprender a escuchar a Dios. El tiempo que pasamos a solas con Él, leyendo y meditando en Su Palabra y hablando con Él en oración, es esencial. Así es como recibimos instrucciones y orientación para el día siguiente. Luego, a lo largo del día, se nos recuerdan Sus caminos y podemos pedirle al Señor sabiduría o dirección cuando lo necesitemos.
  3. Tenemos que confiar en Él. Proverbios 3:5-6 dice: “Fíate de Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas”. Si no confiamos en el Señor, no lo seguiremos sino que preferiremos confiar en nuestro propio juicio. Esto es especialmente cierto cuando Su camino no tiene sentido para nosotros o el momento no parece el correcto. Lo que debemos recordar es que no podemos entender completamente los caminos de Dios de este lado del cielo, pero podemos confiar en que Él siempre nos guiará por el camino correcto.
  4. Debemos estar de acuerdo con Dios. Cuando no estamos de acuerdo con Su dirección y pensamos que sabemos una mejor manera, tontamente o ignorantemente tratamos de hacer que todo salga bien. Pero la Palabra de Dios nos dice que sigamos al Señor, no a nuestro propio entendimiento limitado. Él solo es omnisciente, omnipotente y omnipresente. Debemos alinearnos con Él en lugar de esperar que Él se alinee con nosotros.
  5. Debemos obedecer al Señor. Si decimos que estamos de acuerdo con Dios y Su Palabra pero no lo estamos obedeciendo, no estamos caminando con Él. El Señor requiere que hagamos lo que Él dice, cuando Él dice y cómo Él dice, incluso si no lo entendemos completamente o no nos gusta. Sin obediencia, no podemos ser verdaderamente seguidores de Cristo. Debe convertirse en nuestro estilo de vida. Cada mañana debemos despertarnos con la intención de rendirle nuestra voluntad a Él, confiar en Su guía y seguir Su liderazgo a lo largo del día.
  6. Tenemos que caminar en la misma dirección que camina Dios. Él tiene una voluntad diseñada de manera única para cada uno de nosotros. Por eso es tan importante buscar Su guía todos los días y comprometernos a hacer lo que Él desee por el poder de Su Espíritu Santo, quien siempre nos guía a tomar decisiones sabias y piadosas. Aunque otra dirección pueda parecer más corta, más rápida y menos costosa, solo el camino de Dios es el correcto. A veces puede que tengamos que dejar nuestros propios deseos y búsquedas o separarnos de las personas que van en la dirección opuesta.
  7. Debemos permanecer en el paso con el Señor. La idea es caminar juntos en la misma dirección y al mismo ritmo. A menudo, nos quedamos atrás o nos impacientamos y nos adelantamos a Dios porque no queremos esperar. Por eso es tan importante hacer de las Escrituras una parte diaria de nuestra vida. La Palabra de Dios es nuestra brújula que nos muestra si estamos caminando en la dirección correcta y al paso correcto. A medida que leemos la Palabra y escuchamos al Señor, seremos receptivos y sensibles a Su liderazgo para poder obedecerle. Como Él es omnisciente y conoce el futuro, podemos estar seguros de que Su tiempo para nuestras vidas siempre es el mejor.
  8. Debemos amar a Dios. Si verdaderamente amamos al Señor, haremos lo que Él dice porque nuestro deseo será agradarle y obedecerle. Mantendremos nuestros oídos abiertos para escuchar Sus instrucciones y esperar Su tiempo.
  9. Debemos abandonar el pecado. Para caminar con Dios necesitamos un corazón limpio. Cada vez que pecamos en pensamiento o acción, debemos enfrentarlo de inmediato y alejarnos de él. Además, debemos pedirle al Señor que revele cualquier pecado en nuestra vida que nos esté haciendo tropezar, para que podamos abandonarlo y continuar caminando con Él y disfrutando de las bendiciones de la obediencia.
  10. También tenemos que buscar una vida de santidad. Esta no es una vida perfecta, sino una vida rendida y comprometida con la voluntad de Dios todopoderoso. Cuando buscamos la santidad, confesaremos rápidamente y nos alejaremos del pecado para que podamos ser perdonados y limpiados (1 Juan 1:9).

ESto es lo mas hermos que podemos experimentar, caminar bajo la mano de Dios. Es un experiencia de cada día y que provoca sentido pleno en nuestras vidas. Pero ! , necesitamos venir a Dios con un corazón humilde, creyendo que lo hay. Y para eso, estamos a la distancia de una oración, a la cual te invito que repitas conmigo:

Padre Celestial, vengo delante de tu presencia a pedirte perdón por mis pecados y que vengas a morar a mi corazón. Hoy te hago el Señor y Salvador de mi vida. Y a partir de hoy consagro mi vida a ti. En el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas. Amén.

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