Mensajes Puros

PORQUE ÉL VIVE

Para los creyentes, la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo les garantizan la promesa de un hogar eterno con Él en el cielo. Pero ¿qué significa esto para nosotros ahora mismo?

Porque Él vive, no solo tenemos esperanza en cuanto al futuro, ¡sino también la capacidad de caminar con Dios hoy!. Este mensaje enseña que, gracias a la Resurrección de Jesús, podemos vivir sin ansiedades, orar con confianza y tener una vida de influencia piadosa.

Porque Él vive, nosotros también podemos vivir con paz y confianza en su divina presencia cada día.

Nadie esperaba que Jesús resucitara de la muerte después de haber sido crucificado.

Muchos habían sido crucificados, pero ninguno había vuelto a vivir. ¿Por qué entonces las personas de esa época considerarían esa posibilidad? En nuestros días, aquellos que no creen en la resurrección de Cristo, no entienden por qué los creyentes nos reunimos para celebrar aquello que a ellos les parece no tener sentido. Pero ese evento es el cimiento de nuestra fe, no solo porque la Biblia lo menciona, sino porque sabemos que Jesucristo vive en nuestro corazón.

Los que conocían y creían en Jesús, no pensaron que el Señor regresaría a la vida después de haber sido crucificado.

José, un miembro del sanedrín, le pidió a Pilato que le diera el cuerpo, lo preparó para la sepultura y lo depositó en una tumba. El domingo, temprano en la mañana, algunas mujeres vinieron a la tumba con especies aromáticas. Si José y esas mujeres hubieran tenido la expectativa de que Jesús resucitaría, no hubieran hecho nada de eso.

Ni aun los discípulos de Jesús, quienes habían escuchado sus enseñanzas, visto sus milagros y presenciado momentos en que revivió a otras personas, esperaban que Él resucitara. De hecho, al hablarles acerca de su muerte y resurrección, Pedro declaró que algo así nunca debería suceder, y fue reprendido por el Señor (Mt 16.21-23).

Pero tal y como lo había anunciado Jesús, Él murió en la cruz y cuando las mujeres vinieron a la tumba, se dieron cuenta de que estaba vacía. Dos ángeles les dijeron que Jesús había resucitado. Fue en ese momento que recordaron sus palabras sobre lo que sucedería. Sin embargo, cuando les contaron a los discípulos, éstos no les creyeron.

LUCAS 24: 8-12 «Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

Pero Pedro y Juan corrieron al sepulcro y se dieron cuenta de que era verdad: Jesús no estaba muerto.

¿Qué significado tiene la resurrección de Jesús para nosotros?

Aunque muchos no creen que Jesús resucitó, para aquellos que hemos confiado en Él como nuestro Salvador, su resurrección no solo es real, sino también personal y muy importante.

Porque Él vive . . .

1. No tenemos que vivir con soledad en nuestro corazón. 

Tenemos una confianza absoluta de que Jesús está vivo y mora en nuestro corazón, tal y como lo prometió. No nos ha dejado huérfanos, pues envió al Espíritu Santo para que morase en nosotros.

JUAN 14: 16-18 «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

Nunca estamos solos, pues Jesús vive en cada creyente por medio de su Espíritu.

2. No tenemos que preocuparnos por la provisión de Dios. 

Desde el comienzo de su ministerio, Jesús le dijo a sus seguidores que su Padre celestial, quien cuida de las aves, las flores y las plantas del campo, también iba a proveer para sus necesidades. Esa promesa no tendría ningún valor si Jesús solo fuera un ser humano, pero al ser el Hijo de Dios, quien además venció la muerte, sabemos que podemos confiar en su Palabra. Nada es superior a su poder. Y en su tiempo perfecto proveerá para nuestras necesidades.

3. Podemos orar con seguridad. 

Después de resucitar, Jesús ascendió a la diestra del Padre, donde intercede por nosotros. Eso nos garantiza que responderá a nuestras oraciones.

 1 JUAN 5: 14-15 “que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye” y concede nuestras peticiones.

En vez de dudar, debemos vivir con la expectativa de la respuesta que nos dará.

4. Podemos tener una influencia espiritual positiva en la vida de otros. 

En el Sermón del monte, Jesús nos dice que somos la luz del mundo y la sal de la Tierra

MATEO 5: 13-16 » Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Por medio del poder de su Espíritu Santo, podemos ser una luz en medio de este mundo oscuro en el que vivimos.

5. Experimentamos al Espíritu Santo en nosotros. 

Aunque los discípulos ya habían vivido tres años cerca de Jesús, no estaban equipados para realizar la misión que les daría. Pero cuando el Espíritu Santo vino a morar en ellos, fueron capacitados para servirle. Fue por eso que el Señor les dijo que se quedaran en Jerusalén hasta que recibieran la promesa del Espíritu (Hch 1.4). Ese mismo Espíritu que ellos recibieron, es el mismo que también mora en el corazón de todos los que reconocen a Jesucristo como su Salvador personal. Es Él quien nos ayuda a comprender que el Señor murió por nosotros, para que nuestros pecados fuesen perdonados y pudiéramos ser salvos. Cuando nos arrepentimos y creemos en Cristo, su Espíritu Santo nos sella como hijos de Dios. Y nadie puede romper ese sello, pues la resurrección de Cristo hace que nuestra salvación sea segura y eterna.

6. Podemos tener paz en medio de los momentos más difíciles de nuestra vida. 

Antes de ser crucificado, Jesús le dijo a sus discípulos:

JUAN 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.

La paz de Cristo es como un ancla que nos sostiene en medio de las tormentas. Aunque en ocasiones sintamos temor, el Señor nunca se olvida de los que le amamos, por el contrario, intercede en todo momento por nosotros ante la presencia de nuestro Padre celestial. Jesús comprende nuestras debilidades, y está con nosotros en todo momento para sostenernos y ayudarnos a llegar a ser la persona que desea que seamos.

7. Podemos enfrentar la muerte sin temor alguno. 

Jesús está vivo y es la fuente de nuestra vida eterna. Si es nuestro Salvador, iremos a su presencia una vez que hayamos muerto.

2 CORINTIOS 5:8 » pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.

Porque Él vive, es que nunca moriremos, sino que viviremos para siempre con Él.

8. Solo por medio de Jesús recibimos la esperanza de la vida eterna.

Es al confiar en Cristo como nuestro Salvador, que obtenemos el regalo de la vida eterna.

  • Romanos 10.9 “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. Dos aspectos son esenciales para ser salvos: confesar que Jesús es el Señor y creer en su resurrección.
  • Efesios 2.8, 9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. La salvación depende del poder de Dios y no de nuestras buenas obras. Tenemos que reconocer que somos pecadores y creer que solo Jesús tiene el poder para perdonar nuestros pecados y hacernos aceptables ante Dios.

Gracias a Dios que Jesús vive y no esta muerto y si queremos tener la seguridad de que no estamos solos, sino experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas y la seguridad de su paz, el perdón de pecados, que siempre Dios nos suple nuestras necesidades, de que podemos venir delante de Dios para orar y tener la confianza que Él nos escucha y responde nuestras oraciones y saber con certeza que al morir viviremos con Dios por toda la eternidad, has esta oración repitiendo conmigo:

«Padre celestial, vengo delante de tu presencia, para pedirte perdón por mis pecados, vengas a morar a mi corazón, que hagas de mí una nueva criatura y que seas tú mi Señor y Salvador de mi vida. Qué me inscribas en el Libro de la Vida. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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EL MOMENTO MAS IMPORTANTE DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

Si usted le pidiera a un historiador, filósofo, o científico que identifique el momento más importante de la historia, lo más seguro es que le darían diferentes respuestas. Pero desde la perspectiva de Dios, ese momento fue la crucifixión, la muerte y la resurrección de su Hijo Jesucristo.

Como seres humanos, no podemos comprender por completo todo lo que sucedió en la cruz, pero el Señor nos ha dado un conocimiento más profundo por medio de lo que enseña en su Palabra.

Después de la resurrección, Jesucristo se apareció a dos de sus discípulos que iban por el camino a Emaús. Habían estado en Jerusalén, sabían que el Señor había muerto y también habían escuchado de su resurrección, pero estaban decepcionados y confundidos con estos sucesos. Jesucristo les dijo: “¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?”

Y les explicó todo lo que se había escrito acerca de Él en el Antiguo Testamento. Solo Jesucristo sabía con certeza lo que había sucedido, y por medio de su Palabra continúa explicando ese suceso hasta hoy.

Cuando Jesucristo fue crucificado, Dios juzgó el pecado. Como Dios es santo y justo, aborrece el pecado, y en su Palabra continúa advirtiéndonos que no debemos revelarnos contra Él, pues su ira “se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”

En el Antiguo Testamento, Dios estableció rituales con sacrificios de animales para lidiar con el pecado. Según Hebreos 9.22, “sin derramamiento de sangre no se hace remisión”. Pero esos sacrificios no eran suficiente. Lo que se necesitaba era un sacrificio perfecto, y por eso Jesucristo vino a este mundo. Juan el Bautista se refirió a Él como “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”

Jesucristo fue el único que calificaba para este sacrificio, pues era perfecto. En la cruz, Dios hizo que Aquél “que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”

 El Señor ocupó nuestro lugar al llevar la culpa y el castigo de nuestros pecados. Todo esto sucedió de acuerdo al conocimiento y al plan de Dios. Sacrificó a su Hijo para que llevara la condenación que merecíamos. Por tanto, no hay condenación alguna para los que están en Cristo Jesús

JESUCRISTO DERROTÓ A SATANAS EN LA CRUZ.

Poco antes de su crucifixión, el Señor dijo:

JUAN 12:31 “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera”.

 Aunque el diablo continúa haciendo su obra en este mundo, el Señor ya ganó la guerra contra él por nosotros, por medio de su muerte y resurrección.

1. El diablo no puede condenarnos.

Jesucristo pagó la sentencia de nuestros pecados por completo. Como todos hemos pecado, tenemos una sentencia en nuestra contra, pero el Señor ya la ha saldado, al clavarla en la cruz.

COLOSENSES 2:13-15 » Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él; perdonándoos todos los pecados; anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz; y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.»

Fue en la cruz que Dios despojó a los principados y potestades y los exhibió en público, habiendo triunfado sobre ellos por medio de Cristo.

Aunque Satanás aún nos tienta y nos ataca, es un enemigo derrotado. La victoria de Cristo sobre él nos garantiza que ninguna de sus acusaciones tendrá éxito, pues el registro de nuestros pecados ha sido anulado y nos mantiene la justicia de Jesucristo. Cuando pecamos y confesamos nuestra desobediencia, Dios promete perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.

De hecho, su sangre nos limpia cada día de nuestra vida. Nuestro Padre celestial nunca condenará a uno de sus hijos que ha sido comprado con esta preciosa sangre.

2. El diablo no puede hacernos pecar.

Jesucristo derrotó el poder que tenía el pecado en nuestra vida. De acuerdo a:

ROMANOS 6.6: “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”.

Satanás gobierna sobre los incrédulos, pues no tienen el poder para derrotarlo; pero él no puede obligar a un cristiano a pecar. Es cierto que en ocasiones pecamos, pero contamos con el maravilloso poder de Dios para resistir, si queremos usar ese poder.

3. El diablo no puede arrebatarnos la vida.

Solo Cristo tiene la llave de la muerte.

HEBREOS 2:14 » Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,”  

Estamos seguros en Dios, pues todo lo que nos sucede es con el permiso de su voluntad. En algún momento llegará la muerte, pero nuestro Padre celestial ya demostró en la cruz cuán malvado es nuestro enemigo. Tentó a Jesucristo para que descendiera de la cruz y se salvara a sí mismo; sin embargo, a pesar de la humillación, el abuso y el sufrimiento, el Señor no devolvió el agravio, sino que padeció en silencio, en obediencia a la voluntad de su Padre celestial, dejándonos así un ejemplo a seguir.

POR MEDIO DE JESUCRISTO, DIOS RECONCILIÓ AL MUNDO CONSIGO

Reconciliar significa volver a unir aquello que fue separado. Nuestro pecado nos ha separado de Dios, quien es santo, y no hay nada que podamos hacer para solucionar esta situación. Pero el Señor dio el primer paso para reconciliarnos consigo, al enviar a su Hijo para satisfacer su justicia divina en la cruz.

2 CORINTIOS 5:17-18 «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.»

Jesucristo ocupó nuestro lugar, llevó sobre sí nuestros pecados y recibió el castigo de la ira de Dios que merecíamos. Fue abandonado para que pudiéramos ser aceptados. Poco antes de morir exclamó: “Consumado es”

La obra de redención y reconciliación había sido hecha. Por medio de la fe en Cristo, la enemistad ha sido eliminada, y como hijos de Dios, hemos sido revestidos con la justicia del Señor .

2 CORINTIOS 5:21 «Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Ahora bien, el propósito de la muerte de Jesucristo en la cruz del Calvario fue con el objetivo de perdonar nuestros pecados, reconciliarnos con el Padre y que tuviéramos la vida eterna al lado de Dios. Pero para ello tenemos que nacer de nuevo, pidiéndole perdón a Dios por nuestros pecados. Y para ello debemos hacer la siguiente oración:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia para pedirte perdón por mis pecados, me arrepiento de ellos. Ven a morar a mi corazón y has de mi una nueva criatura que te ame y te exalte cada dīa de mi vida. Enséñame a seguirte, hacer tu voluntad y amarte todos los dīas de mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

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HAMBRE Y SED DE DIOS

¿Sueña con convertirse en alguien conocido? Ser un actor, músico o atleta famoso puede no traer la felicidad que usted piensa porque la fama no satisface el alma. La verdadera satisfacción solo llega cuando pasamos tiempo con el Señor, meditando en la Palabra de Dios, la Biblia.

Es cierto, Dios nos creó con una necesidad intrínseca de Él. Sin embargo, en varias ocasiones optamos por buscar los placeres temporales de este mundo, aunque el Único que puede satisfacer y llenar ese vacío en nuestra alma es Cristo.

En el libro de los Salmos encontramos muchos pasajes que expresan nuestro anhelo por el Señor.

 SALMO 42:1-2: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”.

David escribió muchos de los salmos y con frecuencia clamó al Señor por liberación en medio de sus problemas. Sin embargo, incluso en medio de su desesperación, meditó y buscó al Señor con todo su corazón.

De la misma manera, a todos nos acompañan los problemas y las decepciones, pero en vez de buscar al Señor, hay quienes tratan de saciarse con otras cosas, pues creen que así quedarán satisfechos. No tienen hambre y sed de Dios, sino que buscan satisfacerse con los placeres terrenales y actividades que carecen de valor eterno.

Lo mismo le puede suceder al creyente que no desarrolle un apetito por el Señor. Dios nos ha creado para Él y desea que lo adoremos (Is 43.21). Existimos para su gloria (Is 43.7). Por tanto, debemos nutrir nuestro deseo por Dios. Si descuidamos nuestro tiempo con el Padre celestial, buscaremos cualquier cosa que el mundo nos ofrezca.

DOS MENÚS

El menú de Satanás es largo y ofrece  muchas opciones, como por ejemplo riqueza, poder y autoridad, reconocimiento y aprobación, placeres sexuales fuera de los parámetros bíblicos y la acumulación de bienes materiales. Todo esto es comida espiritual chatarra, la cual tiene un buen sabor momentáneo, pero no contiene nada nutritivo para los creyentes en Cristo. Aquellos que se deleitan en ese menú buscan satisfacerse, pero llega el punto en el que solo encuentran decepción, desilusión y un gran vacío.

Por el contrario, el menú de Dios solo ofrece un alimento: Jesucristo. Si nos alimentamos en Él, nos da su paz, gozo, contentamiento y seguridad. Solo el Señor nos llena y da la satisfacción que necesitamos.

HAMBRE Y SED DE DIOS

Solo vivimos una vez en este mundo, así que debemos ser sabios y escoger desarrollar nuestra hambre y sed de Dios, en vez de desear aquello que el mundo nos ofrece. Necesitamos anhelar con todas nuestras fuerzas una comunión íntima con Dios, pues eso es lo que en realidad importa en esta vida. Es al sentir hambre del Señor cuando buscamos conocerlo más, y Él nos revela de su persona, y nuestra sed por Él continúa creciendo. La paradoja es que el Señor nos satisface en todo momento, pero al mismo tiempo incrementa nuestra hambre y sed por Él.

Si usted en verdad desea conocerlo mejor, no permitirá que los placeres de este mundo ocupen su lugar. Existen muchas tentaciones a nuestro alrededor que con mucha facilidad pueden captar nuestra atención y desviarnos. Muchas veces tratamos de encontrar nuestra satisfacción en otras personas, pero ningún ser humano puede satisfacernos, pues fuimos creados por el Señor. O quizás hemos creído que nuestros logros y experiencias nos pueden hacer sentir satisfechos, cuando no es así. Solo Dios puede llenar el vacío de nuestras vidas.

Debemos enfocarnos en nuestro amor y devoción hacia Cristo, anhelarlo por sobre todas las cosas. Las amistades se pueden perder, pero si hemos conocido al Señor nunca nos abandonará, pues su amor por nosotros es eterno. La devoción a Jesucristo es esencial, pues sin ella podemos volvernos tibios de espíritu.

La mayoría de las personas creen que la satisfacción y realización están basadas en las circunstancias. Por eso, si no se sienten satisfechos, creen que la solución consiste en cambiar la situación que enfrentan. Pero cuando el Señor es nuestro mayor amor y anhelo, tendremos satisfacción y contentamiento en medio de cualquier circunstancia.

CARACTERÍSTICAS DE AQUELLOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE DIOS.

Cuando lo que más anhelamos en nuestro corazón es estar con Cristo, cada área de nuestra vida se ve transformada.

  • Un mayor interés por la Palabra de Dios. La Biblia es la única fuente de información fidedigna para conocer más del carácter, las obras y los propósitos de Dios.
  • Más deseo por la oración. La comunicación es la manera en la que las relaciones se desarrollan; y ello se aplica a nuestra relación con Dios. Por medio de la oración podemos profundizar nuestra comunión con Él.
  • Un anhelo por conocer los caminos de Dios. Deseará conocer lo que el Señor piensa y su manera de obrar. Ningún conocimiento en todo el mundo puede producir la satisfacción que proviene de conocer más del carácter de Cristo, su manera de pensar, sus caminos y sus deseos.
  • Un creciente deseo de cumplir con la voluntad del Señor en su vida. Su meta consistirá en seguir la dirección de Dios y en hacer su voluntad. Cada vez que se enfrente a una situación difícil y no sepa qué hacer, clamará a Dios para que le guíe, mientras busca su voluntad divina. Lo que Jesucristo desee, eso deseará usted.
  • Un aumento en su fe en Dios. Mientras más le conozca, más confiará en Él en cualquier aspecto de su vida.

Dios siempre desea lo mejor para sus hijos. Nos atrae a su presencia y pone en nuestro corazón el deseo de buscarlo. Para cultivar nuestra hambre y sed de Dios, quizás tengamos que sacrificar algo. Aun así, los beneficios que recibimos al tener una comunión íntima con el Señor son mucho más grandes que cualquier cosa que sacrifiquemos.

OREMOS: Señor, hoy quiero que me atraigas hacia ti, quiero experimentar una intimidad contigo que no experimente antes. Quiero que seas real para mí aun cuando tenga este haciendo esto o aquello, que este consciente de tu presencia. Agita esa hambre dentro de mí, Crea un deseo mas profundo por ti dentro de mi corazón. Y cuando me veas siendo atraído o algo me sea atractivo y me aleje de ti, llévame de vuelta, hazme volver, acércame a ti. Llévame de vuelta a ti. No me permitas renunciar, ni me permitas divagar, sino, crea dentro de mi tal deseo por ti que controle absolutamente mi conversación y mi conducta todo el dīa. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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LA IGLESIA Y LA GRAN TRIBULACIÓN

Talves tu no te has percatado, pero estamos a las puertas de que suceda el rapto de la Iglesia, lo que dará inicio al período de la Gran Tribulación.

1 TESALONISENSES 4: 13-18 » Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

Esto que recién leímos es el rapto de la Iglesia. Arrebatar es lo mismo que el rapto, y que también significa llevarse con violencia. En este momento, Jesús descenderá a las nubes y con voz de mando, levantará a su Iglesia junto con Él, para estar con Él por los siglos de los siglos.

Desde ese momento nunca más estaremos lejos de nuestro Rey. Por lo tanto, la Iglesia no pasará por la Gran Tribulación.

Es decir, que el rapto dará inicio a la Gran Tribulación y luego la Segunda Venida que da inicio al milenio.

Déjame decirte que ese rapto tiene varias conotacions:

1. El rapto es secreto.

La tierra no la va a percibir porque será en el aire. El Señor no pisa la tierra, sino que nosotros subimos hasta las nubes. Dice la Biblia que el rapto será como un ladrón a la media noche, Pero para nosotros que estamos velando no será así.

La Segunda Venida dice la Biblia, que todo ojo lo verá al Señor, las naciones enteras lo verán.

2. El rapto es maravilloso.

Es una boda, es algo para que nosotros emocionalmente lo estemos esperando. Sin embargo, la Segunda Venida será horrorosa.

MATEO 24: 29-31 » E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.»

Jesús viene en su Segunda Venida no como en el rapto. porque el rapto es una celebración de boda. En la Segunda Venida vendrán los juicios de Dios.

3. El rapto afecta solamente a los creyentes.

Pero la Segunda Venida afectará el globo terráqueo entero.

4. El rapto trae recompensas y bendición para los creyentes.

La Segunda venida trae juicio, recompensa, lamento y reproche.

APOCALIPSIS 13: 5-8 » También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida.

APOCALIPSIS 20: 4 » Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

O sea, el que te diga que la Iglesia va a atravezar la Gran Tribulación y que Dios te va a proteger, te esta mintiendo, porque si asi fuera, Dios lo estaría exponiendo a que seas decapitado por el diablo. Déjame decirte lo siguiente:

El día del rapto, los cristianos verdaderos serán levantados por el Señor.

Ahora bien !, en que nos basamos para eso:

1 TESALONISENSES 1:9-10 » porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

Pablo sabia de la venida del Señor, pero no sabía cuándo, por lo tanto, él murió pensando que Jesús vendría en su tiempo. Por eso él dice: «y nosotros los que quedemos vivo seremos transformados..y que Dios nos libra de la ira venidera. A qué se refiere?, a la Gran Tribulación.

Este es el momento en que Dios va a vertir toda su ira sobre la Tierra, o sea sobre los que tienen que ser juzgados y aquí nos dice que nosotros los cristianos no vamos a pasar atraves de la gran Tribulación. sino que nos va librar de la ira venidera.

1 TESALONISENSES 5: 9 » Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 

Mas claro que aquí, yo no se como ponerlo.

LUCAS 21:34 » Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. 35Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

O sea que ahí te esta diciendo que habrá gente que podrá escapar de todas estas cosas., hay otros que se van a quedar y otros que se van a escapar.

2 TESALONISENSES 2: 1-8 » Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. 3Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. 5¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

Este versículo habla de la manifestación del anticristo y dice que el hijo de perdición no puede manifestarse antes de que la Iglesia sea quitada.

O sea que lo que esta deteniendo al anticristo es hasta que nosotros los nacidos en Cristo seamos quitados, o raptados, o arrebatados.

Todo esto que estas viendo, no es más que el preámbulo de lo que va a suceder. Porque esto?, porque nosotros somos la sal de la tierra. Y dice la Biblia, que si esta sal se desvanezca, la sal va a desaparecer con el toque de la trompeta.

IMÁGENES PROFÉTICAS DEL RAPTO O ARREBATAMIENTO.

1. Los días postreros serán como los días de Noe.

La Biblia dice que el Señor instruyo a Noe para que saliera del juicio no para que el recibiera el juicio, sino para que el ni su familia no se ahogaran en el diluvio, sino que el Señor le enseño a Noe como prepararse para que él pudiera escapar del juicio que vendría sobre la Tierra.

Asi será en el rapto de la Iglesía y así sucedió.

2. Tambien dijo que serían como los días de Lot.

O como los días de Sodoma y Gomorra. Lo que pasó es que Abraham comenzó a interceder a Dios, pidiéndole que como Lot vivía en Sodoma, que librara la ciudad por él y así evitar su ira sobre esa ciudad. Y dios le dijo que no, pero que si iba a librar a Lot.

Y el Angel de Dios se presentó ante Lot y le dijo, prepárate tu y tu familia, porque vienen los juicios de Dios y hemos sido enviados a sacarte y a librarte de aquí.

Lo que pasa es que Dios no permitirá que los justos pasen por juicios. Por lo tanto, por la intercesión de Abraham, Lot fue sacado de Sodoma antes que los juicios vinieran.

Qué de nosotros?, los que hemos sido lavados por la Sangre de Jesús, los que hemos nacido de nuevo, y que nuestros nombres están inscritos en el Libro de la Vida, no fuimos puestos para ira. Déjame decirte, como Lot estaba tardando mucho, le dijeron los Ángeles: que hasta que no salgas no pueden caer los juicios.

Entiendes, que tu como hijo de Dios, estas reteniendo la asignación de Dios. Así que no me vengas a decir que Jesús va a dejar su Iglesia, la elegida, la va dejar pasar por la Tribulación.

3. Otra imagen profética: ELIAS, de cómo será el rapto.

Elias no murió sino que fue traspuesto, arrebatado o llevado. Él tenía un problema, que había una entidad demoníaca en poder y autoridad llamada Jezabel que lo estaba buscando para cortarle la cabeza. Es interesante que la decapitación será utilizada en la Gran Tribulación para aquellos que se rindan al sistema del anticristo.

Dice la Palabra de Dios que antes que Jezabel le pusiera un dedo encima, vinieron carros fuego y se lo llevaron la presencia de Dios. Entonces no puedes decir que la Iglesia va a pasar por la Gran Tribulación, porque sería algo en contra de lo que la Biblia ha enseñado como culminación de los tiempos. Por lo tanto, en el rapto, Jesús va a celebrar las bodas del Cordero.

Por supuesto que para ver el rapto se necesita fe. Por eso es que el Señor quiere que estemos velando, que estemos esperándole, quiere que estemos pendientes de su venida.

1 TESALONISENSES 4: 18 «Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

La palabra alentar es ilusionar, levantar, animar, consolar o dar alas. El Apostol Pablo alienta a la gente diciéndoles: esta escrito que los muertos resuciten primero, lo mortal será cubierto de inmortalidad y estaremos con el Señor para siempre para os que han sido lavados con la Sangre de Jesús.

Preste atención, los que se queden en la Gran Tribulación serán decapitados y perseguidos. Esto no es un juego, es una realidad.

SEÑALES TECNOLÓGICAS QUE ESTAMOS VIVIENDO LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

1. Cómo es posible que no se podrá comprar ni vender sino tienen la marca del anticristo?,

Hoy por la tecnología sabemos que es posible, porque actualmente por tu teléfono podemos ser monitorizado o perseguido.

En el futuro se va a saber quién adora y quien no adora a una estatua, ahora tenemos inteligencia artificial. Todas estas cosas van a suceder.

Lo que tenemos que entender es que la Iglesia no va a pasar por la Gran Tribulación. Una cosa es segura, viene en el día en que está cerca, y la trompeta sonará y los muertos en Cristo que tu amas, resucitarán primero, y nosotros en un abrir y cerrar de ojos, seremos arrebatados para estar con ellos y con el Señor para siempre.

Luego vienen 7 años donde los problemas que vemos hoy en día son un juego de niños comparado con los problemas que vendrán a nivel global. Literalmente es satanás en control de la Tierra.

Y al final de la Gran Tribulación el Señor vuelve con su esposa (la Iglesia raptada) a establecer el único gobiernos justo que jamas existió

2. Antes del rapto, el evangelio será predicado en toda la Tierra.

Antes de que suene la trompeta, se desatará un derramamiento de la Gloria de Dios para que nosotros logremos alcanzar el mayor número de personas para Cristo. Y así como en Pentecostés, el mundo será estremecido por la Iglesia, porque en la lluvia tardía, se desatará una Gloria doble para la Gloria de Dios.

Y este evangelio será predicado en toda la Tierra y este será el fin y esto es por misericordia y favor de Dios.

Aun con todo esto, debemos buscar a Dios siempre, tener intimidad con Él todos los días, meditar en su Palabra, vivir por fe en santidad y en amor a Dios, sin mancha, ni pecado, limpios, buscando a Dios siempre y ocupados en la asignación que Dios nos dio.

Si alguna vez oraste, ora como nunca, predica como nunca antes, si has tenido comunión con Dios tenla como nuca, porque el Señor viene y viene pronto.

OREMOS repitiendo conmigo en voz audible: Padre mío, yo quiero estar listo para tu venida, guíame como guiaste a Lot, adviérteme como lo hiciste con el Profeta Elias, permíteme estar velando para que ese día no nos sorprendas como ladrón en la noche. Jesús me arrepiento de todos mis pecados. Te entrego mi vida, poner mis manos en el arado y nunca mirar atrás. En el nombre de Jesús evangelizaré para que ese día todos mis amigos y familiares partan conmigo al sonido de la trompeta, en el nombre de Jesús.

FUENTE: Gracias Pastor RUDY GRACIA por sus enseñanzas.

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