Mensajes Puros

REQUISITOS PARA UNA MEDITACIÓN EFECTIVA EN DIOS

¿Qué considera importante en su vida?

Todas las cosas y actividades buenas de este mundo no se pueden comparar con el valor que tiene su relación personal con Jesucristo porque eso es lo que determinará todo lo demás. Si cree que esto es cierto, entonces la meditación en la Palabra de Dios debería ser una prioridad para usted.

La meditación en la Palabra de Dios requiere tiempo a solas con Él, para escuchar y reflexionar en cuanto a lo que nos dice en la Biblia y poder avanzar en obediencia. Vemos un ejemplo de esto en la vida de David, después de que el profeta Natán le declarara que Dios afirmaría su reino para siempre. En 2 Samuel 7.18, 19 se registra una pequeña porción de su respuesta ante esa maravillosa revelación del Señor. David al llegar ante la presencia de Dios, intenta digerir el mensaje que había recibido por medio del profeta y alaba al Señor, quien por su gracia le había hecho esa promesa.

“Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: ‘Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí? Y aun te ha parecido poco esto, Señor Jehová, pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿Es así como procede el hombre, Señor Jehová?’”.

De igual manera debemos llegar ante la presencia del Señor al contemplar lo que nos declara en su Palabra. Esta es la porción de tiempo más importante de cualquier día. El soberano, omnipotente y eterno Creador de todo lo que existe es digno de nuestra diaria atención y alabanza. Es nuestro Padre celestial, quien sin condiciones ama a sus hijos, y nos llama a vivir en comunión con Él; y es por medio de la meditación que nos valemos de ese maravilloso privilegio.

Aunque muchas otras preocupaciones y actividades traten de captar nuestra atención, debe haber un tiempo diario en el que nos alejemos del ruido y de las distracciones para poner nuestro enfoque en el Señor y en lo que nos tenga que decir. La meditación debe comenzar con la confesión de pecado, para que podamos ser limpiados y así llegar ante Dios con un corazón puro. Es un tiempo para leer la Biblia, hacer preguntas, traer nuestras peticiones ante su presencia, buscar su voluntad y sencillamente disfrutar su compañía.

Prácticas que favorecen la meditación

No es fácil lograr que la meditación se convierta en un hábito, pues vivimos en una sociedad llena de distracciones y actividades; pero podemos lograrlo si hacemos de las siguientes prácticas parte de nuestro estilo de vida:

  • Un período específico de tiempo. Lo primero que debemos hacer es apartar un tiempo específico del día para estar en comunión con el Señor. La duración dependerá de la situación de cada persona. La meta consiste en tener un encuentro con Dios cada día, ya sea por 10, 15, 30 minutos o más.
  • Quietud. La multifuncionalidad no va de la mano de la meditación. Cuando intentamos combinar otras actividades con nuestro tiempo a solas con el Señor, nos distraemos rápidamente debido a la continua lucha por mantener la atención. El Salmo 46.10 nos declara: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra”. Para crecer en nuestro conocimiento del Señor, debemos invertir tiempo en nuestro enfoque en Él y en su Palabra.
  • Aislamiento. Cualquier relación estrecha requiere de tiempo a solas con la otra persona; y esta verdad también se aplica en nuestra relación con el Señor. Si el Hijo de Dios, que estaba libre de pecado, sintió la necesidad de apartarse para estar a solas con su Padre, ¿cuánto más no necesitaremos nosotros hacer de esta práctica nuestro estilo de vida?. Dedicar tiempo para estar a solas con Dios Todopoderoso y leer su Palabra aleja los miedos y temores, nos llena de su poder y nos capacita para lo que tengamos que enfrentar ese día que comienza.
  • Silencio. Necesitamos un lugar tranquilo en el que podamos reflexionar en Dios y en su Palabra. Debemos acallar todos los ruidos que casi siempre nos rodean y nos distraen. A veces eso significa que tenemos que dejar de hablar, para poder escuchar lo que el Señor desea decirnos. En otras ocasiones, necesitamos acallar nuestra mente y corazón, para que podamos enfocarnos en el Señor. Salmo 62.1, 2 nos dice: “En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación. El solamente es mi roca y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho”.
  • Dominio propio. Si la meditación es nuestra prioridad, debemos ejercitar el dominio propio al rechazar las distracciones. No hay necesidad de interrumpir nuestra conversación con el Señor cada vez que nos llamen por teléfono o algún pensamiento capte nuestra atención. Ese es un tiempo en el que literalmente debemos darle al Señor el primer lugar.
  • Sumisión a la voluntad de Dios. Mientras leemos la Biblia y escuchamos lo que el Señor nos dice, puede que sintamos convicción en cierto aspecto de nuestra vida, en el cual debemos obedecerlo. Quizás tengamos que arrepentirnos, o reconciliarnos con alguien, o cambiar nuestra actitud. Sin importar lo que sea, debemos someterlo a su voluntad, depender de sus fuerzas para obedecer y hacer lo que nos diga.
  • Sensibilidad. El Espíritu Santo, quien mora en nosotros, nos hace sensibles a los asuntos de Dios y nos ayuda a interpretar su Palabra para que podamos comprenderla y aplicarla. En todo momento Él obra en nuestra vida para transformar nuestro carácter, actitudes y acciones conformes a la imagen de Cristo. Para lograr su propósito en nosotros, necesita tiempo y nuestra mente, y ayudarnos a hacer las personas que Él quiere que seamos.

Solo una persona puede saciar nuestra vida y ese el Jesucristo, así que sí meditamos en Dios y su Palabra, Él nos mantiene en el rumbo correcto. Recuerde que nuestra ancla es nuestra relación con Dios y eso nos mantiene en la senda correcta y produce una vida fructífera todos los días.

Si tù no has aceptado a Jesucristo como tu Salvador, esto no funcionará. Por eso, te invito a hacer la siguiente oración, repite conmigo en voz alta: Padre celestial, vengo delante de tu presencia, a pedirte perdón por mis pecados. Me arrepiento de ellos y te pido que tu Espíritu Santo, venga a morar a mi corazón para que me ayude a cumplir tus mandamientos y preceptos. Todo te lo pido en el nombre de Jesucristo. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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OBSTÁCULOS PARA SEGUIR LA VOLUNTAD DE DIOS Y COMO DESCUBRIR LA VOLUNTAD DE DIOS

Uno de los temas más importantes de la Biblia es la Voluntad de Dios. Los no creyentes se burlan de ella y a menudo los creyentes la ignoran. La verdad es que cada día o vivimos en la voluntad de Dios o fuera de ella. La verdad es que es una elección propia.

Definiendo la voluntad de Dios, podemos decir que es el propósito y el plan de Dios para nuestras vidas.

Y por eso, hoy, hablaremos primero de: LOS OBSTÁCULOS PARA SEGUIR LA VOLUNTAD DE DIOS

  1. El primer obstáculo es la terquedad. Esto se trata del orgullo y del egoísmo de nuestra parte de no querer consultar a Dios muchas cosas. Solo las hacemos y luego le pedimos su bendición. Pero, ese no es su modo de operar, porque ninguno de nosotros es suficientemente capaz de llevar acabo la voluntad de Dios para nuestra vida.
  2. Otro obstáculo es la influencia de otras personas. Si alguien te dice » SI YO FUERA TU !, cuidado!, porque no son usted, no pueden serlo, no saben cuales son los planes de Dios para su vida, ni saben lo que Dios esta haciendo, pero, Dios sí puede mostrárselo, si estas dispuestos a escucharle.
  3. Desconocimiento de los principios divinos. No podemos andar en la voluntad de Dios sin conocer sus principios: a) Aprender a esperar en Dios, porque el tiempo es un asunto primordial en su vida cristiana. b) Aprender a confiar en Dios, y dejar las consecuencias en sus manos. c) Dios suplirá nuestras necesidades, porque al andar en su voluntad tendremos lo que necesitamos. d) El andar en su voluntad, damos un paso a la vez, la voluntad de Dios no nos dará el cuadro completo, Dios hará que demos un paso a la vez, confiar en Él, obedecerle y creerle. Creer que lo que no puedo ver en el futuro, Dios ya lo ha visto y me llevará allí en el momento propicio.
  4. Otro obstáculo, es el pecado deliberado y conocido en nuestra vida. a) El pecado, ensordece nuestros oídos a la voz de Dios. Y eso hace que no lo escuchemos con claridad. b) El pecado ciega los ojos a la visión de Dios. Esto provoca que la gente sea infeliz, porque no saben en qué rumbo van. c) Endurece el corazón al conocimiento de Dios. La desobediencia a Dios siempre endurece el corazón y no hay promesa en la Palabra de Dios que diga que Él bendice el pecado y la desobediencia. d) Insensibiliza la conciencia a la Palabra de Dios. pues al estar fuera de la voluntad de Dios, comenzamos a sentir que algo no esta bien, y nos preguntamos porque?. No busque en ningún otro lado, examine su corazón para ver qué hay en su vida.
  5. Otro obstáculo es la duda. Debido a que la vida cristiana no es fácil, es fácil dudar y entonces al dudar, podemos tomar decisiones equivocadas y salirnos de la voluntad de Dios. Lo que pasa es que no estamos escuchando a Dios. Está escuchando el deseo del diablo para hacer lo que a menudo es la parte más hermosa de la voluntad de Dios, porque Dios tiene preparado algo para su futuro que no puede descifrar. Dios tiene un plan nuestra vida, donde nos sostendrá y suplirá toda necesidad. Es cierto que habrán dificultades pero Dios hará que todo eso nos ayude a bien. para hacernos crecer, madurar, forjarnos, cambiarnos, quitar de nuestra vida lo indebido y transformarnos a la semejanza de Cristo.

Mire!, no subestime lo que Dios piensa que usted puede hacer, porque Él está aquí para ayudarle; así que no base su decisiones en su modo de pensar, sino en lo que Dios le ha llamado a hacer.

Ahora bien, el segundo tema a tratar es:

COMO DECUBRIMOS LA VOLUNTAD DE DIOS?

Sabemos que no podemos cambiar el pasado, pero si podemos hacer algo a partir de hoy para conocer la voluntad de Dios y la mente de Cristo y saber lo que es del agrado de Dios.

  1. Atravez de la Palabra de Dios. Podemos ver algunos ejemplos de su voluntad: a) Es que seamos salvos: JUAN 3:16 «Porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en Él crea, no se pierda, sino tenga la vida eterna. b) El deseo de Dios es que demos gracias a Dios en todo momento. 1 TESALONISENSES 5:18 » Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» c) La voluntad de Dios es la santificación. 1 TESALONISENSES 4: 3-5 » pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación,…..Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación».
    • La voluntad de Dios es que vivamos vidas santas y nos abstengamos de aquello que es inmoral y que nos aleje de la voluntad de Dios. Esos son algunos aspectos, hay muchos otros más.Y por eso es que la Biblia es el manual de vida, para que tengamos una guía en este mundo y sepamos cómo tener una relación intima con el Padre Celestial. Pero si optamos por ignorar la Palabra de Dios, desperdiciaremos nuestra vida y nos perderemos las bendiciones que Dios ha preparado para cada uno de sus hijos e hijas.
    • En la Palabra de Dios también descubriremos al Señor Jesucristo, quien sabe cada detalle de nuestra vida y sabe lo que mas nos conviene.
    • Asimismo, es en la Biblia donde hallamos aquellas advertencias para llegar a conocer su voluntad para nuestras vidas y hacer aquello que le agrada a Dios.

2. Podemos conocer la voluntad de Dios por medio de la oración. No podemos separar la Biblia de la oración, pues debemos leerla con una actitud de oración. Son las enseñanzas bíblicas las que nos ayudan a darnos cuenta de aquellas areas de nuestra vida que debemos trabajar para andar en la voluntad de Dios.

3. Por medio de las circunstancias. En ocaciones Dios hace uso de ellas para llevarnos al camino que Él desea.

4. Dios usa a otros para guiarnos. Hay ocaciones en que Dios nos da sabios consejos atraves de otras persona, pero también no debemos aceptar todos los consejos, a menos que estemos convencidos que es sabio y proviene del Señor.

5. Por medio del Espíritu Santo. JUAN 16:13 «pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad..», Si tenemos la mente de Cristo y andamos en el Espíritu podremos enfrentar cualquier situación que venga a nuestra vida y tomar decisiones correctas. Habrán momentos en que no sabremos qué dirección tomar o que camino elegir, porque el Espíritu de Dios nos guiará para que podamos mantenernos en su voluntad.

6. No dejarnos guiar por nuestros propios sentimientos. Pues son engañosos, pero nos pueden acompañar en nuestras acciones, siempre y cuando estemos convencidos de que el Espíritu de Dios ha confirmado nuestra decisión, dándonos la seguridad y la paz de que hemos tomado la mejor decisión y que es de su agrado.

ROMANOS 12:2 «No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»

Para que podemos andar en la voluntad de Dios, lo primero es hacer a Jesús el Señor y Salvador de nuestras vidas. A partir de ese momento, se activará te convertirás en un hijo de Dios, y Él te revelará sus secretos. Por eso te invito a hacer la siguiente oración:

OREMOS: Padre celestial, te pido que me perdones mis pecados, me arrepiento de cada uno de ellos. Ven a morar a mi corazón y has de mi una nueva criatura. Lávame con la preciosa Sangre de Jesucristo. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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VIVIENDO CERCA DE DIOS

Cuando Jesús murió en la cruz aquella tarde, dice la Biblia que el cielo se volvió oscuro y la tierra tembló. Y ocurrió algo portentoso, sé rasgó el velo del templo. Eso causó un revuelo enorme. Jesús clama y grita: “Tetelestai” Consumado es… todo está hecho.”

Al rasgarse el velo del templo se abría de manera tangible una señal para todos nosotros los que creemos en el Señor. TODOS tenemos entrada en la presencia de Dios, al recibir en nuestro corazón a Cristo como nuestro Salvador.

Esta mañana quiero compartir con ustedes 4 prácticas constantes en nuestra vida cristiana, para siempre vivir cerca de Dios. En estas 4 cosas debemos ejercitarnos.

Hebreos 10: 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

1. Acerquémonos a Dios. Hebreos 10:22a acerquémonos con corazón sincero,

  • Es una decisión personal.
  • Es una acción constante.
  • Es una decisión y una acción con la actitud correcta: con corazón sincero.

2. Nos acercamos porque nuestra fe es verdadera. Hebreos 10:22b en plena certidumbre de fe,

  • Esta fe es plenamente cierta. (No conduce al error)
  • Esta fe es pura. (Esta fe no tiene contaminación) 1 Corintios 2:4-5 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
  • Esta fe es personal. (Nadie puede tener fe por mí) Romanos 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

3. Nos acercamos con corazones purificados: Hebreos 10:22c purificados los corazones de mala conciencia,

  • Purificados por los méritos de Cristo.
  • Sin mala conciencia
  • Debemos ejercitarnos en tener un corazón puro. (Que vemos, que hablamos, qué leemos, que compartimos)

4. Lavados constantemente con la Palabra (Agua pura) Hebreos 10:22d y lavados los cuerpos con agua pura.

  • Necesitamos leer la Palabra a diario. Josué 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
  • No se vaya a dormir sin leer la Palabra.
  • Cuando lee, memoriza y medita, recibe un lavamiento con agua pura.

Conclusión: La vida cristiana es un constante ejercicio espiritual, no se reserva la vida en Cristo para la dificultad solamente, se trata de un constante renunciar a nuestros deleites personales y entregarnos por completo a Dios para ser usados para su Gloria.

Recuerde, debemos ejercitarnos a diario para acercarnos a Dios. Dios le bendiga.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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COMO SUPERAR LAS ADVERSIDADES

Todos estamos expuestos a vivir momentos de adversidad, pues vivimos en un mundo lleno de pecado y maldad. La adversidad es un estado de sufrimiento y dificultad, el cual puede incluir angustia, problemas, pruebas y decepciones. De ser posible, trataremos de evitar todo aquello que cause dolor, pero al hacerlo nos perdemos grandes bendiciones.

La Biblia nos da muchos ejemplos de personas que enfrentaron adversidades y que descubrieron que Dios las usó para bendecirlas. Todas estas personas nos hubieran podido decir que valió la pena sufrir con tal de recibir lo que se les dio como resultado.

Ejemplos de las Sagradas Escrituras

  • José sufrió traición, esclavitud y prisión antes de venir a ocupar el lugar más importante en Egipto después de Faraón.
  • Moisés estuvo fugitivo en el desierto antes de que Dios le llamara para que guiara a su pueblo Israel fuera de Egipto.
  • David pasó muchos años huyendo de Saúl antes de llegar a ser el rey más prominente del Antiguo Testamento.
  • Ester fue una exiliada judía hasta que Dios la elevó a la posición de reina de Persia y la usó para salvar a su pueblo.
  • Daniel estuvo cautivo en Babilonia, pero fue promovido por el rey a una alta posición en el gobierno.
  • En Los discípulos de Jesús sufrieron persecución, pero Dios usó esa adversidad para diseminar el cristianismo a lo largo del mundo romano.
  • María y Marta sufrieron la pérdida de su hermano antes de que Jesús le resucitara.

El ejemplo de Pablo

La adversidad puede venir a ser una bendición de Dios si reaccionamos de la misma manera que Pablo en 2 Corintios 12.7-10. Como consecuencia de las grandes revelaciones que recibió del Señor, también se le dio un “aguijón en la carne” para que se mantuviera humilde. El apóstol le pidió a Dios en tres ocasiones que esto fuera quitado de su vida, pero Él le respondió: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (v.9). A lo que Pablo respondió: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (v.9).

Dos respuestas ante la adversidad

En medio de la aflicción, las personas reaccionan de dos maneras completamente diferentes.

  • Se alejan de Dios. Si el Señor no llena sus expectativas, algunos se sienten decepcionados y reaccionan de las siguientes maneras:
    • Dudan de la existencia del Señor. Como ven que ha permitido que la adversidad suceda, se preguntan si Él es tal como la Biblia lo describe.
    • Culpan a Dios. Como no evitó que el motivo de dolor sucediera, deciden culpar a Dios.
    • Se alejan del Señor para siempre. Hay algunos que no pueden tolerar las dificultades y se enojan tanto con Dios que nunca regresan a Él.
    • Rechazan la Biblia. Cuando las personas desconocen las enseñanzas de la Palabra de Dios y sus expectativas no son llenadas, llegan a pensar que el Señor no cumple sus promesas. Pero el problema no radica en la fidelidad de Dios, sino en la interpretación que han dado a su Palabra.
    • Cultivan odio y enojo. El resultado de esa reacción es una ira mucho más grande, la cual lleva a las personas a la amargura. Y es esa amargura la que puede envenenar cada aspecto de sus vidas y traer miseria a los que les rodean.
    • Desperdician su vida. Aquellos que se alejan de Dios y de su Palabra renuncian al plan que Él tiene para ellos. La adversidad que fue diseñada para acercarlos al Señor ha sido desperdiciada al igual que sus vidas.
  • Avanzan hacia una comunión más profunda con Dios. En vez de alejarse del Señor, la mejor opción es acercarnos más a su presencia en medio de la adversidad. Esta opción trae como resultado lo siguiente:
    • Fe inconmovible. En medio de nuestro dolor, el Señor ha demostrado ser fiel, al no hacer lo que deseábamos, sino al cumplir sus promesas y estar con nosotros durante el sufrimiento.
    • Paciencia incansable. Es al comprender que Dios está con nosotros y que tiene un propósito para permitir la adversidad, que recibimos de Él la paciencia necesaria para esperar por su tiempo. Podemos confiar en que no prolongará nuestro sufrimiento más allá de lo que sea necesario.
    • Valentía inquebrantable. Dios exhortó a Josué a esforzarse y a ser valiente, pues Él le acompañaría en todo momento (Jos 1.9). Y lo mismo nos dice a nosotros en la actualidad. Cada vez que confiamos en el Señor recibimos la valentía que necesitamos para perseverar y enfrentar el próximo desafío con fe.
    • Pureza creciente. La adversidad nos impulsa a examinar nuestra vida. Cuando venimos ante el Señor, en medio del dolor y las dificultades, Él revela nuestros pecados y errores. De esa forma podemos arrepentirnos, ser purificados y vivir en santidad. Esa es una de las formas en las que somos hechos conforme a la imagen de Jesucristo. Es así también como cambian nuestros deseos para que no anhelemos nada que no esté de acuerdo con la voluntad de Dios. La Biblia nos llama santos, y esa es la manera en la que debemos vivir (1 Co 1.2). En medio de la adversidad, la santidad deja de ser una palabra, y se convierte en un estilo de vida. El Señor no espera que llevemos una vida exenta de pecados, sino una que esté completamente comprometida con Él.
    • Gran amor por la Palabra de Dios. Nuestra primera reacción ante la adversidad debe ser leer la Biblia, para así preguntarle al Señor lo que desea mostrarnos. La Palabra de Dios es nuestra posesión más valiosa, pues el Señor nos habla por medio de ella, nos anima, guía, consuela y reprende. Es al enfrentar la adversidad con una voluntad sometida a Dios, con una determinación a seguirle y con una fe firme en su Palabra, que podremos aceptar la prueba que llegue a nuestra vida. Es de esa manera que reconoceremos que la meta del Señor es transformarnos de acuerdo a su propósito y podremos dar un mejor testimonio ante las demás personas.

Puede que no tengamos la opción de elegir en relación con la aflicción, pero cuando llegue a nuestra vida, podremos decidir cómo reaccionaremos ante ella. Se nos da la opción de rendirnos ante la voluntad de Dios, pues sabemos que Él usará cada prueba para nuestro bien o podemos alejarnos del Señor, vivir en rebelión y desperdiciar nuestra vida.

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