Mateo 26:36-46 “Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemani, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy ahí y oro. Y tomando a Pedro y a los hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo:mi alma está muy trizte, hasta la muerte, quedaos aquí y velad conmigo. Yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible pase de mi esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como tú.
El Getsemaní es un lugar santo, es personal y privado. Y este es un momento donde Jesús hizo una oración personal, donde de alguna manera nos permite ver su lucha como humano, y así abrazar lo que habría de ser su llamado en el Reino de Dios.
Esto es tan importante, especialmente hoy, porque los cristianos actuamos como que no tuviéramos luchas en nuestras vidas. Pero hay momentos en que aún cuando nos saludamos alegremente, se está desatando un caos internamente que te hacen pensar si Dios existe.
O bien, no sabes exactamente qué es lo está pasando en tu vida, o por cuánto tiempo durará y cuando se va a terminar.
Este es un momento crucial en la vida de Jesús, nuestro amado Señor. Estaba pasando por un momento de ser prensado. Parecido a un momento que pudiéramos estar pasando nosotros mismos, donde llegamos a un punto límite, al punto de quiebre, al punto de ruptura.
Es un momento decisivo, un momento en que estas sujeto a una presión emocional, que te preguntas, Y donde está Dios?, Porque está silencioso?, Que está queriendo decirme?, Que vamos a hacer?
Lo qué está sucediendo es que Dios ha ordenado que venga a tí esa presión y sientas que no puedes salir de eso. Y piensas que como buen Bautipentecostal, se te ocurre aplicar la Sangre de Jesús. O reprender al diablo y le ordenas que se vaya de tu vida.
Pero tu no puedes reprender lo que Dios ha ordenado para que pases.
Este es el momento por el cual Jesús está atravesando, pero aún cuando estemos pasando por esos momentos, necesitamos venir a la Iglesia para fortalecer nuestros pasos, para mantenernos firmes, someternos a su voluntad al proceso de lucha como un buen soldado de Cristo.
Jesús estaba ahí, pasando por un momento difícil. Habia tal presión que era indescriptible, porque iba a cargar con mis pescados, los tuyos y los del mundo entero.
Ademas El no se merecía eso porque era inocente y todo lo iba a llevar sobre sus espaldas.
Jesús dijo: Mi alma está extramadamente triste. Se sentía tan solo, ni siquiera los doce discípulos estaban con El. A Pedro, Jacobo y Juan, les pide que lo acompañen.
Esa es la clase de Dios que tenemos, que aún cuando sabe que Pedro le va a negar tres veces, le pide que venga a orar con El. Sino fuera por la clase de Dios que tenemos, no iríamos a la Iglesia.
El siempre nos va a pedir que vengamos a El, sin importarle nuestras debilidades, o nuestra inconsistencia y nos permite ver su humanidad, que el batalla en oración.
El Getsemani un lugar de prensado, de presión imperiosa.
Ahí, Jesús le preguntó al Padre: puedo hacer tu voluntad sin tener que pasar por la crucifixión?, es posible obtener la bendición sin llevar la carga?, puedo obtener la promesa sin tener problemas?, de alguna manera puedes pasar esta copa de mi?.
Talvez te encuentres en una situación parecida y no te lo merezcas, pero tienes que pasar por ello.
Alguno de ustedes están aquí batallando por algo que no pidieron, que no fueron llamado a ello, que tu no lo querías, pero hoy vengo a decirte: que tú eres el hombre o la mujer para el trabajo.
Yo voy a orar hasta que tenga un rompimiento. Yo no merezco esto, no es justo, pero aquí voy a confiar en Dios.
Mi testimonio está hecho de momentos de prensado, mi unción está hecha de momentos de prensado.
El Getsemani es un lugar para hacer que el aceite fluya.
La única manera que el aceite sale, es sí la semilla de la oliva se machaca o se aplasta.
Yo no lo obtuve porque leí un libro de alguien, sino porque el enemigo escuchó que le pediste a Dios que te ungiera y él desató el caos sobre tu vida.
Hay alguna manera de obtener el aceite sin ser prensado? NO. Porque hay algo que tú aprendes en la batalla que no lo puedes obtener de otra manera. Porque hay una Gloría que está a punto de ser desatada en tu vida.
Por eso, Dios me dió este mensaje, para explicarte porque ha sido tan duro. Pues al ser aplastado, el aceite que saldrá de tí, será una unción tal que te va a volar la cabeza.
Porque para llevar esta unción, no puedes estar con otra gente. De hecho Jesús lo hizo y entendió que debería ir más allá de sus discípulos más íntimos.
Porque hay un lugar en el espíritu donde no puedes llevar a nadie, ya que Dios te quiere llevar, es a otra dimensión.
En otras palabras, les estaba diciendo a sus discípulos, quédense aquí, porque voy a un lugar donde seré lavado, donde voy a entrar a adorar, estar con mi Padre. Y eso es lo que debemos hacer nosotros también.
Decir: necesito ver a Jesús, necesito su compañía, voy a postrarme sobre mi cara delante de Dios y llamarlo por su nombre. Porque tú punto de prensado, es siempre tu lugar de transformación, es tu punto de cambio. Es tu punto de partida.
Es más, ese momento de prensado es un signo de que las cosas están a punto de cambiar.
No solo tienes fé que vas a tener algo, sino también para hacerle ver al diablo con firmeza: Yo sé, que estoy saliendo de esto, yo no sé como, yo no sé cuando, posiblemente llore, posiblemente me queje, pero yo sé, que Dios me va a sacar de esto.
Jesús se percató que todo lo que necesitaba estaba enfrente de Él.
Nada necesitaba de lo que dejó atrás. En el momento que te das cuenta que lo único que necesitas está delante tuyo. Tú le puedes decir a tu pasado: Adiós.
Dios me ha enviado a decirte que todo lo que necesitas está enfrente tuyo. Nada de lo que necesitas está detrás de tí. Nada, ninguna persona, ninguna oportunidad, ningún grupo.
Porque el lugar que Dios tiene preparado para llevarte es a la voluntad de su propósito.
Hoy quiero que sepas que Dios está dispuesto a traer un rompimiento en tu vida. Quiero que sepas que esto no es tu vida, más bien es un momento en tu vida. Este es un momento de prensado. Tú historia no termina aquí.
Este es el lugar donde la presión te empuja a una Gloría que nunca habías tenido antes.
Tu estás en el Jardín de Getsemani, no estás perdido. Tú no has sido olvidado.
El Señor me dijo que tú no estás maldecido. Alguien sentirá que esta maldecido, pero quiero que sepas que ese es un espíritu de mentira, que viene del infierno. Tú no eres un maldecido, tú eres un bendecido.
Y el Espíritu Santo te trajo aquí hoy, porque algo maravilloso está por acontecer en tu vida. Después de esto vas a caminar en la Gloría de Dios. En sanidad, en restauración, y en liberación. Así que alístate, porque tus días postreros serán mayores que tus días primeros. Esta es la historia de tu vida: llena de la Gloría de Dios.
Oración para que la unción venga sobre tu vida y la gloria de Dios se manifieste: “Señor, me humilló delante de ti y te pido perdón por mis pecados. Límpiame y lávame con la pr cuida Sangre de tu Hijo Jesucristo. Hoy yo reprendo la depresión, yo reprendo el temor, yo reprendo la soledad, yo vengo contra todo eso ahora. Yo no moriré en este lugar, yo no me voy a dar por vencido, porque el poder del Espíritu Santo desciende sobre mi, ahora mismo. Levantó mis manos y te digo: ! TE NECESITO PADRE!. Pasa de mí esta copa, pero que no sea mi voluntad sino la tuya. En el nombre de Jesús. Amén