La valentía es vital en la vida de todo creyente en Jesucristo, ya que es necesaria para obedecer a Dios, para hacer lo que nos pida a hacer, para alejarnos de lo que Él quiere que dejemos, para darle lo que Él quiere que le entreguemos, para seguir sus mandamientos, incluso para invitar a alguien a la Iglesia o el testificar a otros de Cristo.

Asimismo, es muy importante enseñarles a nuestros hijos a ser valientes, a no temer, a no echarse para atrás, ser audaces, osados y sobretodo francos.

Podemos decir entonces, que Valentía es seguir instrucciones difíciles frente al peligro, sin detenerse y seguir haciéndolo, sabiendo que es correcto. 

A fin de ilustrar este aspecto, lo complementaremos con la historia de Noe. 

Genesis 6:5-  «Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.»

Se imaginan cuan malvado se había convertido el hombre, inmoral, depravado, vil aun en las intensiones de sus pensamientos, pues todo lo que le interesaba era satisfacer su carne, al punto que Dios se arrepintió de haberlo creado.

Dios mismo sintió una puñalada en su corazón porque se sintió completamente rechazado por el hombre a quien amó desde que lo creó.

Pero que tiene que ver esto con la valentía, la cual no se menciona explícitamente,  pero la verdad!, está ahí.

Le dijo Jehová a Noé:

Genesis 6:14 «Hazte un arca de madera,»

Y te salvaré con esto. Entonces Noé y sus hijos empezaron a cortar mucha madera para poder construir el arca. Seguramente la gente al pasar por ahí, se burlaban de esa situación ya que por ese tiempo en la tierra ni siquiera llovía.

Pero él, nunca desistió aunque fuese criticado. Noé fue valiente y siguió siendo obediente a Dios, hasta que terminó de construirla.

Una mañana se despertaron y lloviznaba. Luego empezó a llover un poco más y un poco más fuerte, los arroyos se llenaron. Ya esto era un asunto serio. Me pregunto cuántas personas al ver aquel arca, se preguntaban si eso tendría algo que ver con lo que estaba sucediendo.

El valiente Noé, su pequeña familia y los animales escogidos estaban a salvo en el arca.

Pero lo que quiero, es que veamos cómo Noé pudo construir esa gran arca en medio de tanta oposición y crítica, y un trabajo arduo durante tanto tiempo, porque esta labor no fue solo de varios días sino años. Como lo logró y tuvo el valor de obedecer a Dios?

1, La seguridad absoluta de que había escuchado a Dios.

Genesis 6: 13-14 «Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.

 Noé estaba seguro de haber escuchado a Dios decir: «haz el arca, que entren animales e insectos, Yo cerraré las puertas, confía en mí». Seguridad absoluta de haber escuchado a Dios.

Sino lo has escuchado, pídale a Dios de rodillas: «quiero escucharte, yo sé que tienes un propósito para mi vida, dijiste que el Espíritu Santo viviría en mí. Necesito escucharte. Haré lo que digas, pero necesito escucharte.»

Lo escuchara la primera vez, talvez no!, pero sí está dispuesto a escuchar a Dios, repítalo una y otra vez más, hasta que te hable al corazón.

2. El reconocimiento de la presencia de Dios.

Genesis 6: 9 «Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.» 

Esta es la Palabra que dice, con Dios caminó Noé. El estaba seguro de la presencia de Dios en su vida, él lo conocía porque siempre caminaba con Dios, y una muestra de ello es que le confió y le dio a conocer sus propósitos.

3. La claridad de las instrucciones que Dios le dio.

Genesis 6: 15-16 «Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.»

Dios no le dijo a Noé, construye un arca grande, sino, construye un arca con tanto de longitud, altura y anchura. Con 3 aposentos, 1 puerta y 1 ventana. Y le mostró cómo hacerlo paso a paso.

No tenía título en arquitectura, ni era experto en construcciones, pero escuchaba a Dios.

4. La experiencia de la fortaleza de Dios en él.

Genesis 6: 14 «Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.» 

Haz un arca de 140 metros de largo, corta árboles de gofer y cúbrela de brea por fuera y por dentro.

Noé sabía que era imposible hacerlo sino era con la fuerza de Dios. Es más, cuando Dios nos llama a hacer algo, Él nos da la fortaleza para hacerlo.

Noé fue obediente y perseveró porque escucho a Dios. Y tenía la fuerza de Dios, asi como, la sabiduria de Dios para seguir adelante.

5. Tuvo la advertencia del juicio venidero.

Genesis 6: 7 «Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.»

Dios le dijo: quiero que construyas un arca, porque voy a destruir toda vida sobre la faz de la tierra, excepto lo que esté dentro del arca. Y Noé le creyó a Dios.

De no haberle creído, no habría construido el arca. Y descubrió que cada vez que Dios le decía algo, y él lo hacia, Dios lo bendecía. Sabe porque?, porque Noé caminaba con Dios.

6. La gracia de Dios estaba sobre su vida.

Genesis 6: 8 «Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.»

Dios desea que sienta su gracia, la cual viene con obediencia, con rendición y entrega a Él.

Noé anduvo bajo el manto del reconocimiento de la gracia de Dios y a raíz de eso, todo lo que hiciera tendría el favor de Dios. En otras palabras, tendría éxito en todo lo que emprendiera. Lo que no supiera, Dios se lo enseñaría y actuaría en su vida de maneras indescriptibles.

7. Noé tenía una relación muy personal con Dios.

Genesis 6: 9 «Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.

Todo hijo de Dios tiene el derecho de tener una relación con Dios y es el Espíritu Santo quién se encarga de proveerle, guiarle, y capacitarlo para eso.

La base de su valentía era su relación personal con Dios. Aun cuando Noé se cansaba, no desistió por la gracia del Padre sobre él. Noé sabía que estaba obedeciendo a Dios.

8. La promesa que Dios le había dado de su futuro.

Genesis 6:18, 7:1 «Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo…; Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. 

Cuando Dios le dijo a Noé que haría un pacto con él y que lo salvaría a él y a su familia, debió haberse sentido muy honrado.

Que gran ejemplo el de Noé. Se necesita valor para obedecer a Dios, para hacer lo que nos pide hacer, para alejarnos de lo que Él quiere que dejemos, para seguir sus mandamientos.

No puedes seguir viviendo como has vivido hasta ahora, porque cuando obedezcas a Dios con valentía, no podrás perder.

Dios hará en tus circunstancias lo mismo que Dios hizo en las de Noé. Para él fue un arca, para ti algo más puede ser.

Te ruego que seas lo suficientemente sabio, sensible y valiente para obedecer a Dios, quien te ama incondicionalmente. Confía en Él.

Si nunca has aceptado a Cristo como tu Salvador, solo te estás manteniendo a flote, pero un día de estos se hundirás y todo terminará. Pero, pide a Cristo que perdone tus pecados. Y no importa cuan malo creas que has sido, si vienes a Cristo, Él transformará tu vida.

Déjame ayudarte a pedirle a Cristo que perdone tus pecados. Repite después de mi: «Señor Jesús, hoy vengo delante de tu presencia, humillado pidiéndote perdón por todos mis pecados, lávame con tu sangre, ven a morar a mi corazón y haz de mí una nueva criatura. Te necesito Señor. Hoy, quiero hacer un pacto contigo de seguir tus mandamientos y tus preceptos. Bautízame con tu Santo Espíritu y abre mis ojos espirituales, de tal manera que pueda ver lo que tu quieres que haga. Dame de tu Gracia y camina conmigo a partir de este día. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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