¿Qué tiempo el que estamos viviendo?. Es un desafío familiar y personal sumamente interesante. Para muchos ha sido muy estresante, otros han aprovechado para recuperar tiempo de familia. Otros siguen trabajando con cierta normalidad, algunos están con incertidumbre.
Les comento algo de mi vida personal y familiar, para que vea que no somos tan diferentes. Durante los primeros años de matrimonio, trabajé como diseñador gráfico independiente, lo que se conoce como un freelancer, una persona que trabaja desde casa y desarrolla una profesión con horarios más flexibles. Pues este tiempo me ha hechorecordar esos tiempos. Como familia, pues nos hemos ajustado a rutinas diferentes, nuestro hijo debe recibir escuela en casa y Sandrita debe ser su maestra, y nos apoyamos en todas nuestras actividades, estamos ocupandonos en producir música y videos para nuestra reunión dominical, y por supuesto que hemos tenido tiempos de oración y lectura de la Palabra, y estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para no sentirnos desanimados, y renovamos nuestra mente enfocando nuestra mirada en el Señor.
En esta oportunidad quiero compartir una meditación con tres aspectos para este tiempo: Permanezca firme, Regocíjese en el Señor y No se afane.
1. Debemos permanecer firmes en medio de cualquier circunstancia.
FILIPENSES 4:1-3 «Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados. Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a estas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.«
Es para este momento que necesitamos esta esperanza. Cuando todo está bien, cuando fluye el dinero sin problemas, no se requiere mucha fe, cuando podemos salir a pasear y disfrutar de los deleites de la vida, todo es ¡Aleluya! pero ahora que nuestra vida está siendo sacudida, necesitamos pegarnos mas al Señor, amar su Palabra y llenarnos de fe. Esta fe que tenemos, es para estos momentos, no lo olvide, permanezca
2. Ayudemos a edificar a otros.
Pablo recomienda a dos hermanas de Filipenses, Evodia y Síntique, que sean de un mismo sentir, aparentemente estas dos siervas, pudieron haber tenido alguna diferencia, pero el apóstol les invita a llevarse bien y estar en un solo sentir.
Bueno, si somos creyentes, edifiquémonos mutuamente, hablemos palabras de ánimo, de exaltación al Señor. Cada vez que hable con alguien, siempre aproveche a edificar con palabras que glorifiquen a Dios.
3. Siga firme dando testimonio de Cristo. Somos combatientes desde una trinchera, ahora ya nuestra trinchera, no es en el templo o en la oficina, es en la casa, en ropa casual, sin un agenda tan apretada, pero con un compromiso enorme para predicar a Cristo. Con su familia, con amigos, con los vecinos, con todos los que se acerquen a su vida.
4. Regocíjese en el Señor.
FILIPENSES 4:4 «!!Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Me encanta que Dios no deja nada a nuestra consideración, esto es una orden, es un acto deliberado de una voluntad rendida a Dios,
REGOCÍJENSE! OTRA VEZ LES DIGO… LES ORDENÓ, ESTÉN GOZOSOS, ESTÉN ALEGRES… Usted puede decirme, pero cómo, ¿si me suspendieron del trabajo? Pero como me regocijo, ¿si mi negocio está sufriendo?. Como me regocijo?… pues bien.
a. Decida dejar la tristeza. Es como ir de un lugar a otro, está triste, pues bien llore, lamente, pero no haga casa en la tristeza, la tristeza, es como la lluvia pasajera, una la recibe, la aguanta, la pasa y sigue adelante a un lugar mejor, así que decida dejar la tristeza.
b. Sea gentil con los demás. Si usted es amable con los demás, como la Palabra nos dice, usted se estará llenando de alegría, las personas le empezarán a conocer como una persona gentil, una persona que considera a los demás con delicadeza y amor. ¿Qué oportunidad más grande tenemos en este tiempo para mostrar gentileza y cuidado a los demás. Tiene arroz o frijoles para compartir con alguien, sabe si alguien necesita medicinas? Porque no compartir? Sabe algo y lo puede enseñar? Hágalo!
c. Sepa que Dios volverá y nunca le dejará. DIos ha prometido estar con nosotros y no dejarnos nunca. El Señor está cerca. ¿Cómo sé que él Señor está cerca? Lea su Palabra, ore al Señor y hable con él. Tenga comunión con Dios, y sentirá su toque sanador, su abrazo consolador y su presencia renovadora a su vida.
5. No se afane.
FILIPENSES 4: 6-7 «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Hay cosas que están fuera, absolutamente fuera de nuestro control. Cosas que no podemos cambiar. No se afane por esas cosas que no tienen sentido. Hace un poco más de un mes, usted y yo jamás pensamos que íbamos a pasar tanto tiempo en casa, nunca imaginamos que íbamos a dejar de congregarnos y ahora estos medios son los que nos permiten reunirnos y congregarnos.
Dios nos manda a no afanarnos, pero eso no indica que estemos inactivos, nada más lejos que eso. Este tiempo es cuanto más ocupados debemos estar, pero ocupados en asuntos relevantes, no se afane por cosas que no están en su control, que si el virus, que si el toque de queda, que si se roban las cosas, que si compran caras las cosas, que si hay dinero o si no hay… ocúpese de buscar el rostro del Señor.
a. Toda necesidad preséntela al Señor. Necesita algo? Tiene una queja de algo? Presente todo al Señor, no cargue de manera innecesaria lo que no debe cargar, presentemos nuestras cargas al Señor y eso hace que nuestros anhelos se van alineando a la voluntad de DIOS.
b. Llénese de gratitud. De gracias por todo. Sea agradecido, si tiene mucho, agradezca, si tiene poco, agradezca, llénese de gratitud, y no de lugar al resentimiento, ni al enojo. Sea impulsado por la gratitud al Señor.
c. Dios derramará su paz. Ni siquiera lo va a entender, pero Dios le llenará de su dulce paz. Y esa paz guardará nuestra vida, nuestro corazón de toda esta avalancha emocional, financiera, y desconcierto que recibimos a diario.
OREMOS: Padre celestial, hoy, venimos delante de tu presencia, rindiéndonos a tu Majestad y Señorio, y a pedirte por paz a cada familia, por sanidad en los que están sufriendo, por sabiduría para los emprendedores que están con preocupación e incertidumbre para esta pandemia, por los que deben salir a trabajar, por provisión abundante para los que quedan en casa, por sabiduría para nuestros gobernantes, por temor de Dios y responsabilidad para los que gestionan, y manejan fondos públicos, por los que toman decisiones que afectan directamente al país, para que Dios gobierne sus corazones. por las personas en seguridad, equipos de salud, y en la primera línea contra todo este virus. por nuestros pastores de la PIER y por los pastores en todo Honduras que están predicando el evangelio y están en necesidad de paz, y alimento, por renovación de ánimos, creatividad, y paz en cada hondureño y ciudadano de cada País aquí receptor de esta palabra. Todo te lo pido en el nombre de Jesucristo. Amén.
FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas,