Dios nos dice en Josué 1:5 » …no te dejaré, ni te desampararé», Yo estaré contigo, yo te guiaré, si me sigues y haces lo que te digo, prosperaré tu camino y todo te saldrá bien. Esa es la promesa del Dios Todopoderoso, quien tiene poder para guiarnos y prosperarnos en la vida.
Sin embargo, si descuidamos los principios de Dios, el temor puede apoderarse de nosotros al punto que crea ansiedad en nuestros corazones, divide nuestra mente y dificulta todo lo que hacemos en la vida. De hecho Dios espera de sus seguidores que no sean temerosos.
Tal como Jesús instruyo a sus discípulos a no temer, asimismo, nos instruye a nosotros a no temer también, pero lo hacemos cuando enfrentamos crisis financieras, o has perdido tu trabajo, o talvez por la pandemia que estamos pasando, o bien por lo que vaya a deparar el futuro.
LA PREGUNTA AQUI ES: COMO RESPONDEMOS?
Como seguidores de Cristo, tenemos una respuesta específica de cómo responder. Y no significa que nunca tendremos temor. NO!, pero no vivimos en temor.
Hemos de responder como quienes conocemos al Dios del Universo, al Soberano del Universo quien controla todo siempre en toda circunstancia. Y si creemos que ese es el Dios que tenemos, sabremos que pase lo que pase, Él nos ayudará a superar lo que sea.
CLAVES PARA VENCER EL TEMOR
Para esto iremos a la Biblia donde encontraremos la clave para vencer el temor., la clave para vivir consagrados a Dios, y tener una vida exitosa y prospera. Porque si los practicamos, Dios cambiará nuestra vida para bien y para lo mejor.
En un Libro del Antiguo Testamento, encontramos que este personaje estaba nuevamente a las puertas de la tierra prometida, Moises había fallecido, y Dios tuvo que hablarle a Josué.
Venían de salir de la tierra de Egipto, de la esclavitud, pasado por el Mar Rojo, llegaron a la Monte Sinaí donde recibieron la Tabla de los Diez Mandamientos, y Moises envió a 12 príncipes a reconocer esa tierra. Al regresar, 10 de ellos manifestaron que no podrían tomar esa tierra porque habían gigantes y las ciudades amuralladas.
Sin embargo, Josué y Caleb dijeron, sí podemos, Dios nos la entrego, vamos. Pero la gente escucho a los 10 y no a los 2, por su actitud negativa, no quisieron ir porque tenían MIEDO. Increíble, estaban temerosos aun después de haber visto a Dios hacer milagros y prodigios. Se quejaban y lloraban día y noche, estaban temerosos.
Entonces Dios les dijo: hasta aquí. Y a partir de ese momento, vagaron por el desierto durante 40 años hasta que todos los mayores de 20 años fueron muriendo.
Ahora estaban en el mismo lugar, así que escuche lo que sucedía aquí.
JOSUÉ 1:1-9 » Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. 5Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.6Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»
Lo impactante del pasaje bíblico son los principios que enseña lo que Dios le dice a Josué. Los que también se aplican a nuestras vidas cuando enfrentamos desafíos, dificultades, apuros y cosas que naturalmente causan temor.
Como Josué estaba dudoso, Dios tuvo que venir y decirle 3 veces: ESFUERZATE Y SE MUY VALIENTE y de allí reunió al pueblo para anunciarles lo que Dios le había dicho.
Y esto mismo les digo: esforzaos y sean valientes. Estamos a punto de entrar a una nueva era, estamos a la puerta de entrar a la tierra que fluye leche y miel, la tierra prometida.
1. Seamos valientes y esforzados.
Valientes para enfrentar nuestros temores, angustias y todo lo que divide nuestra mente y que drena nuestras fuerzas.
Josué 1:9 «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»
Es tiempo de definir lo que es valentía: es la cualidad de la mente y del espíritu que permite enfrentar peligros, oposición o los desafíos de la vida con audacia, calma, firmeza y determinación.
No significa que nunca tendremos temor, NO!, Lo que Dios nos dice es que semaos firmes y determinativos y que tengamos plena confianza en Él.
Lo que pasa es que muchas persona no creen que Dios les hable y a esos, es porque talvez hay algo en sus vidas que saben que no están bien. Posiblemente tienen culpas, temor, dudas, lo cual impide que entiendan la Biblia en sus mentes.
Pero quien nos dice que seamos valientes y esforzados?, recordemos que quien lo dice, es el Dios Omnipresente, el Dios Omnisciente, el Dios Todopoderoso, quien conoce todo nuestro futuro y cada detalle de las situaciones por las que estamos pasando.
Por lo tanto, qué es lo que Dios quiere decirnos: QUE SIGAMOS SUS INSTRUCCIONES, no las nuestras, ni la de nuestros amigos, sino que quiere que hagamos exactamente lo que Él dice que hagamos.
2. Estar conscientes de la promesa de la presencia de Dios en nuestras vidas.
Josue 1: 5 «Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Mire, desde el momento que somos salvos, desde ese mismo día, esas 3 promesas son nuestras: estaré contigo, no te dejaré, ni te desampararé. Por lo tanto, apropiémonos de ello y podemos afirmarlo hoy en nuestros corazones.
3. La obediencia a la Palabra de Dios
Josué 1: 7 » Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
En otras palabras, lo que Dios nos está diciendo es que seamos obedientes a TODA LA LEY DE DIOS, no solo una parte, sino a toda la Ley de Dios. No te apartes de ella, ni a diestra, ni a siniestra.
Fundamentémonos en la Palabra, en Jesús, quien es el autor y consumador de nuestra fe.
4. Meditemos en la Palabra.
Ahora bien, esta es la clave, la parte en la que muchos no piensan.
JOSUÉ 1: 8 «Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.»
Entonces cuál es la clave, dice aquí la Palabra, que de día y de noche meditarás en Él.
MEDITAR significa leer, pensar lo leído, observar lo que dice Dios, aplicarlo en mi vida y hacer preguntas.
Cómo me esforzaré y seré valiente?. NO temas, no desmayes, porque Dios está conmigo dondequiera que voy. Y me apropio de esa Palabra.
Meditar no solo es leer la Palabra, es mas bien leerlo, creerlo, asimilarlo, aplicarlo a nuestra vida y hacer preguntas.
QUE SUCEDE CUANDO MEDITAMOS EN LA PALABRA DE DIOS?
1. Calma nuestro espíritu. Se tranquiliza y el temor comienza a disiparse.
2. Purifica nuestro corazón. Porque cuando meditamos en la Palabra de Dios, colocamos su Palabra en nuestras vidas, en nuestra mente, en nuestro pensamiento, en nuestra conciencia, y en nuestro subconsciente. Entonces, eso hace que nuestro espíritu se calme y purifique nuestro corazón, porque mientras más leemos, tendremos mayor entendimiento y más puro será nuestro corazón.
3. Aumentará nuestra fe y la percepción de Dios. La fe viene por oir y oir la Palabra de Dios. Entonces comenzaremos a creerle a Dios. Veremos las cosas desde la perspectiva de Dios. En nuestra mente lo veremos mas grande y sabremos con certeza que Dios no nos dejará, ni nos desamparará y no nos fallará. NO PODEMOS PERDER..
Escuche bien, meditar en la Palabra de Dios es la base de nuestra relación con Él como debe ser.
PLAN DE ACCIÓN PARA DESARROLLAR VALENTÍA
1. La meditación de la Palabra. Dios se convierte en nuestro compás. Si estamos en la Palabra, Dios nos mostrará cómo superar cualquier dificultad y nos dará la guía que necesitamos.
2. Recordar la fidelidad de Dios. Recordar experiencias pasadas de la fidelidad de Dios en nuestros desafíos, retos pasados y al haber clamado a Dios, leímos la Biblia, o algún Salmo y nos ayudaron a superar aquel momento.
3. Observar la valentía de otros y su desenlace. En mi propia vida, he visto a Hombres de Dios, que han escuchado estos principios y los han seguido. Y me da aliento al ver como han superado las pruebas confiando plenamente en Dios y ver cómo han prosperado y les ha dado éxitos en sus vidas.
4. Hacer la pregunta crítica, meditar de acuerdo a lo hemos expuesto y responderse asimismo: Qué pasa si no obedezco a Dios?, y si lo obedezco que pasará?
5. Recordar sus promesa. Estaré contigo, no te dejaré, ni te desampararé. Si me sigues y haces lo que te digo, yo prosperaré tu camino y todo te saldrá bien. Esta es la promesa del Dios Todopoderoso, quien tiene todo el poder para guiarnos y prosperarnos.
Todo esto será una realidad en tu vida, si aceptas a Jesucristo en tu corazón y aprendes a meditar en su Palabra mediante el Espíritu Santo y a esperar en el tiempo de Dios.
Te invito a que hagas esta oración conmigo: Padre celestial, vengo delante de tu presencia a pedirte perdón por mis pecados, me arrepiento de todos ellos y te pido que vengas a morar a mi corazón. Hazme una nueva criatura e inscríbeme en el Libro de la Vida. Todo lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.