Estamos próximos a celebrar La Navidad (25 Diciembre) y muchos se preguntarán, cuál es el verdadero significado de la Navidad?, pero, para ello tenemos que ir a la Palabra de Dios.

LUCAS 1: 26- 33 “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

Este es el relato del nacimiento del Señor Jesucristo, por lo tanto, la Navidad es la celebración del momento en el cual, Dios vino a la Tierra en la persona de su Hijo amado Jesús, para reconciliar consigo al hombre pecador mediante su muerte expiatoria.

De esto se trata la Navidad. no se trata de pesebres o de pastores sino de la obra del Dios Todopoderoso para redimir a la humanidad.  Nació en el mundo y creció como hombre. Él no se convirtió en Dios, Él ya era Dios y siempre fue Dios. Y vino al mundo por una razón, para que todos pudiéramos convertirnos en hijos de Dios, para que fuésemos reconciliados con Dios, pero tenía que morir en la cruz y de esa manera traernos salvación y tuvieramos una nueva posición en Dios.

CUAL FUE LA MOTIVACIÓN DE DIOS PARA VENIR A SALVARNOS?

  1. No podiamos salvarnos a nosotros mismos. Nunca nadie se ha salvado por ser bueno, la Biblia dice eso, porque nosotros no somos lo suficientemente buenos ya que somos pecadores y no somos salvos por nuestras buenas obras, sino por la Gracia, el amor y la misericordía de Dios. Es decir, que la única condición que puede cambiar la condición de alguien y el rumbo de la eternidad es Jesucristo.
  2. Por su amor incondicional por nosotros. Amor incondicional significa que su amor por nosotros no esta condicionado a nada, no esta condicionado a lo bueno que hagamos, ni a lo que hayamos hecho, ni a lo que haremos, sino por su amor incondicional por nosotros, que nos quiere como sus hijos, para ser salvos, para tener una nueva vida, para escribir nuestros nombres en el Libro de a Vida y anticipar nuestra llegada al cielo un dīa.

Ahora bien!, si Jesús murió por nuestros pecados y vino a salvar al mundo, eso quiere decir que todos son salvos?

NO!, eso significa que pueden ser salvables, porque solo teniendo fe en el Señor Jesucristo hay salvación, ya que Él es el único que murió en la cruz, quien llevó nuestros pecados, por esto es una muerte sustitutiva, ya que Él tomo nuestro lugar y declaró que Él es el camino, la verdad y la vida y solo podremos venir al Dios Padre mediante Él.

Por eso debemos creer en el Señor Jesucristo y aceptar como verdad que Jesús es el Hijo de Dios, nacido de una virgen, el Hijo encarnado de Dios y que fue a la cruz a pagar nuestra deuda de pecado. Y al pedirle perdón y confesar nuestros pecados a Dios, arrepentirse de ellos y entregar su vida a Él, en ese momento nos convertimos en hijos de Dios.

Asi que cuando Cristo viene a una persona que este dispuesto a que Él gobierne y reine en su vida, todo cambia, hay paz, gozo, felicidad, confianza y seguridad. Y aun cuando todo se descontrole en nuestras vidas, podemos seguir firmes porque nuestra confianza está en el Dios Todopoderoso.

Por lo tanto, la Navidad: se trata de Jesús y es la celebración del momento histórico, donde Dios Padre envió a su Hijo amado, Jesucristo para reconciliarnos con Dios y al aceptar a Jesús en su corazón, tener una nueva posición como hijos de Dios y poseer la vida eterna.

Quizas alguien diga: «No soy cristiano, qué hago entonces?». Solo repite conmigo la siguiente oración:

«Padre celestial, vengo delante de tu presencia, pidiéndote perdón por mis pecados, me arrepiento y me aparto de ellos. Declaro que a partir de este momento tu eres mi Señor y mi Dios. Ven a morar a mi corazón. Inscríbeme en el Libro de la Vida y abre mis ojos espírituales para seguir tus mandamientos, tus preceptos y tu voluntad. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»  

Comentarios