Categoría: Amor de Dios

El VERDADERO SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD

Cuando pensamos en la Navidad, lo primero que se nos viene a la mente es la forma en que la podemos celebrar, sin embargo, olvidamos de qué se trata, y todo se trata de Dios y de su plan maravilloso para la humanidad.

Si queremos saber acerca del significado de la Navidad tenemos que ir la Palabra de Dios. Es cierto que los Evangelios solo relatan los sucesos y nos dan un recuento de ellos.. Pero aquí es donde encontramos el significado de la Navidad:

2 CORINTIOS 5:17-21 «17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.»

Dios puso sobre Cristo la carga del pecado de toda la humanidad, pero nosotros pensamos en el relato de la anunciación a los pastores por medio de un angel, la venida de los reyes magos, a donde se encontraba Maria y Jose y el niño envuelto en pañales.

Sin embargo, la Navidad es la celebración del momento histórico en el cual, Dios vino a la Tierra en la persona de su Hijo amado Jesús, para reconciliar consigo al hombre pecador mediante su muerte expiatoria.

De esto se trata la Navidad. no se trata de pesebres o de pastores sino de la obra del Dios Todopoderoso para redimir a la humanidad.

Hay dos palabras importantes para ver en que consiste la Navidad:

  1. ENCARNACIÓN

FILIPENSES 2: 5-11 » 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

La encarnación solo significa que Dios envió a su Jesucristo como un bebe, que aun siendo Dios, nació en el mundo y creció como hombre. Él no se convirtió en Dios, Él ya era Dios y siempre fue Dios. Y vino al mundo por una razón, para que todos pudiéramos convertirnos en hijos de Dios, morir en la cruz y traernos salvación.

2. RECONCILIACIÓN

Esto significa traer unidad, dejando a un lado toda hostilidad, para traer paz y orden entre dos personas y volverse amigos.

Esto lo hizo posible Dios, Dios Padre por su amor por nosotros envió a su Hijo unigénito, Jesús, a morir en la cruz e hizo posible que el hombre tuviera una nueva posición con Dios.

Dios nos alcanzó, o sea, no buscamos nosotros reconciliarnos, sino que Él nos alcanzó en su espíritu de perdón, y fue mediante el nacimiento del Hijo de Dios encarnado en quien fue a la cruz, vertió su Sangre e el Calvario para pagar la deuda de pecado del mundo. Así Dios hizo posible que fuéramos salvos. El mismo pagó el precio que nadie podía pagar, solo una persona sin pecado.

CUAL FUE LA MOTIVACIÓN DE DIOS PARA VENIR A SALVARNOS?

  1. No podiamos salvarnos a nosotros mismos.

Nunca nadie se ha salvado por ser bueno, la Biblia dice eso, porque nosotros no somos lo suficientemente buenos ya que somos pecadores y no somos salvos por nuestras buenas obras, sino por la Gracia, el amor y la merced de Dios.

La única condición que puede cambiar la condición de alguien y el rumbo de la eternidad es Jesucristo.

2. Por su amor incondicional por nosotros.

Amor incondicional significa que su amor por nosotros no esta condicionado a nada, no esta condicionado a lo bueno que hagamos, ni a lo que hayamos hecho, ni a lo que haremos, sino por su amor incondicional por nosotros, que nos quiere como sus hijos, para ser salvos, para tener una nueva vida, para escribir nuestros nombres en el Libro de a Vida y anticipar nuestra llegada al cielo un dīa.

Ahora bien!, si Jesús murió por nuestros pecados y vino a salvar al mundo, eso quiere decir que todos son salvos?

NO!, eso significa que pueden ser salvables, porque solo teniendo fe en el Señor Jesucristo hay salvación, ya que Él es el único que murió en la cruz, quien llevó nuestros pecados, por esto es una muerte sustitutiva, ya que Él tomo nuestro lugar.

Por eso debemos creer en el Señor Jesucristo, es decir, aceptar como verdad que Jesús es el Hijo de Dios, nacido de una virgen, el Hijo encarnado de Dios y que fue a la cruz a pagar nuestra deuda de pecado. Y al pedirle perdón y confesar nuestros pecados a Dios, arrepentirse de ellos y entregar su vida, en ese momento nos convertimos en hijos de Dios.

Por esto, es nuestra responsabilidad llevar el evangelio a todas partes para que el mundo entero sea salvo y conozca la verdad. Y es que hay muchas religión, pero ninguna puede salvar a una persona, excepto Jesucristo. Él dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí.

Asi que cuando Cristo viene a una persona que este dispuesto a que Él gobierne y reine en su vida, todo cambia, hay paz, gozo, felicidad, confianza y seguridad. Y aun cuando todo se descontrole en nuestras vidas, podemos seguir firmes porque nuestra confianza esta en el Dios Todopoderoso.

Por lo tanto, la Navidad se trata de Jesús y es la celebración del momento histórico, donde Dios Padre envió a su Hijo amado, Jesucristo para reconciliarnos con Dios y al aceptar a Jesús en su corazón, tener una nueva posición como hijos de Dios y poseer la vida eterna.

Quizas alguien diga: «No soy cristiano, qué hago entonces?». Solo repite después de mi esta oración:

«Padre celestial, vengo delante de tu presencia, pidiéndote perdón por mis pecados, me arrepiento y aparto de ellos. Declaro que a partir de este momento tu eres mi Señor y mi Dios. Ven a morar a mi corazón. Abre mis ojos espírituales para seguir tus mandamientos y preceptos y tu voluntad. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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LEVANTEMOS ACCIONES DE GRACIAS

Cada día de Acción de Gracias nos recuerda cuando los peregrinos cruzaron el Océano Atlántico en el año 1620 para instalarse en el Nuevo Mundo.

Este grupo aventurero vino a una tierra desconocida en busca de libertad religiosa. A pesar de todas las dificultades y pérdidas que sufrieron durante ese primer año, se reunieron para celebrar una cena de acción de gracias a Dios por sus bondades para con ellos. Y cada año continuamos con esa tradición.

El Salmo 100 es sobre la gratitud. No contiene nada negativo, pues cada línea es sobre el Señor. Ese debe ser también nuestro enfoque al dar gracias, aún en circunstancias difíciles. Al igual que los peregrinos, necesitamos un espíritu de gratitud que reconozca la provisión, bondad y dirección de Dios.

Aunque no estemos comenzando una nueva vida en una tierra desconocida, si ya hemos aceptado a Cristo como Señor y Salvador, hemos recibido una nueva vida en Él. Así como el nuevo comienzo de los peregrinos no estuvo exento de problemas, angustias y cargas, tampoco lo está la vida del cristiano. Pero al enfocarnos en el Señor, tenemos muchas razones para estar agradecidos.

SALMO 100: 1-5 » Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Las palabras de este Salmo nos muestran varias maneras en las que podemos expresar gratitud a Dios. Podemos cantar alegres, servirle, venir ante su presencia con regocijo, reconocerlo, entrar ante su presencia con alabanza y con acción de gracias y bendecir su nombre. Este Salmo también describe al Señor como nuestro Dios, Creador y Pastor, quien es bueno, misericordioso, agradable y fiel.

Todas estas son razones para estar agradecidos; pero también debemos considerar las muchas maneras en las que Dios ha sido bueno en nuestra vida personal. Cada soplo es un regalo suyo. Nos mantiene con vida y nos permite despertar cada mañana. Nos provee el aire para respirar, ropa para vestir y todo lo que necesitamos para vivir. Y mucho más importantes son las bendiciones espirituales que recibimos al vivir en Cristo. Él obra en nuestro corazón para transformarnos y ayudarnos a amar a otros. Podemos hablar con el Señor en oración, y tener fe de que nos escucha, cuida y dirige. Todo lo que sucede está bajo su control; y todo lo que permite que suceda, está de acuerdo a su buena y perfecta voluntad.

Y aun así, a menudo nos quejamos y lamentamos por lo que sucede en nuestra vida o en el mundo. No importa lo que suceda a nuestro alrededor, o qué tan grave parezca todo, no debemos temer pues vivimos en la gracia de Dios. Incluso en tiempos de enfermedad, angustia o desilusión, el Señor nunca cambia. En todo momento nos protege, nos provee y se preocupa por nosotros.

Expresiones de acción de gracias

El Salmo 100 describe una reverente, gozosa y exuberante alabanza de acción de gracias, como lo hacen otros Salmos.

  • Salmo 66.1, 2: “Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la gloria de su nombre; poned gloria en su alabanza”.
  • Salmo 81.1: “Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob aclamad con júbilo”.
  • Salmo 95.1, 2: “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos”.
  • Salmo 98.4: “Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos”.

La reverencia a Dios se puede expresar en la serena contemplación de su carácter y obras; pero también se puede ver en una alabanza entusiasta y en cánticos de gozo. Lo que importa es nuestra actitud reverente al reconocer los atributos y actos del Señor. Debe haber gozo y gratitud en nuestros corazones cuando nos reunimos para recibir las verdades de la Palabra de Dios. Entonces, lo que hemos aprendido acerca del Señor se debe manifestar en alabanza, adoración y servicio; ya sea que lo expresemos con un silencio reverente o por medio de cánticos de gozo.

Razones para dar gracias con regocijo

  • El Señor es nuestro Dios. “Reconoced que Jehová es Dios” (Sal 100.3). Aunque los falsos dioses abunden, el Señor es el único Dios verdadero y el Rey soberano de toda su creación. Génesis 1 no solo se escribió para describir todo lo que creó, sino también para enfatizar que Él es la fuente de todo lo que existe. Dios es también quien ha creado nueva vida en todos los que reciben a su Hijo Jesucristo como Señor y Salvador.
  • Él nos hizo. “Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos” (v. 3). El Señor nos ha dado vida y ha diseñado a cada uno con personalidades, talentos, facultades y dones espirituales únicos. No cometió errores, así que no tenemos por qué compararnos con otros.
  • “Somos su pueblo” (v. 3). Por medio de la fe en Cristo hemos venido a ser hijos de Dios y ciudadanos de su reino. Ahora le pertenecemos a Él y no a nosotros mismos.
  • Somos “ovejas de su prado” (v. 3). Nuestra relación con el Señor puede compararse a la de la oveja con su pastor. Como nuestro Pastor, Dios nos protege, nos guía y se preocupa por nosotros. Conocemos su voz y lo seguimos; y si nos apartamos, nos trae de vuelta a Él.
  • Dios es bueno. “Porque Jehová es bueno” (v. 5). La evidencia de su bondad se puede apreciar en nuestra salvación eterna; aunque en ocasiones, en medio de pruebas y sufrimientos, nos olvidamos de esta verdad.
  • Su misericordia es para siempre (v. 5). Como hijos suyos y ovejas de su prado, vivimos bajo la cobertura de su amor y bondad. Aunque no nos demos cuenta en ese instante, hasta su disciplina es un acto de amor que nos trae de vuelta al redil.
  • Su fidelidad nos acompaña por todas las generaciones (v. 5). Como Dios nunca cambia, su fidelidad dura para siempre. Por tanto, podemos confiar en Él, pues en todo momento obra de acuerdo a su naturaleza y hace justo lo que ha prometido.

El Señor es digno de nuestra alabanza y gratitud por su sacrificio de amor expresado en la cruz, por su bondad constante y su eterna fidelidad.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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QUE SE NECESITA PARA TENER ORACIONES CONTESTADAS

No se si le ha pasado a usted que hace una oración y es como si el cielo estuviera cerrado. Ha orado, ayunado, intercedido, guerra espiritual, y nada ha pasado. Probablemente es porque aun tiene falta de perdón contra alguien.

Pero hay algo que debe estar seguro que Dios siempre contesta las oraciones, PERO, para que Dios nos conteste debemos estar alineados a la Palabra de Dios (BIBLIA). La palabra alineados en este caso significa obediencia. Y si estamos alineados, entonces Dios nos contesta y entonces el gozo del Señor en nuestro corazón es cumplido y Él es glorificado.

Lo que tenemos que hacer es creerle de verdad, porque Él contesta nuestras oraciones desde el principio de la paternidad. Es decir que la oración de ABBA PADRE, el Padre nuestro, esta basada con una relación con el Padre Celestial. Y cuando eso sucede, eso produce que nuestras oraciones se materialicen en la tierra.

Dios es mas que nuestro amigo, Él es nuestro Padre Celestial, porque cada vez que se acerca a Dios, Él lo ve como un hijo y le contesta a usted como Padre, porque Él lo engendró en espíritu y en verdad, además porque somos sus hijos.

Cuando manifestamos: Santificado sea tu nombre. Se refiere a la honra a Dios y la honra la expresamos a travez de palabras y con nuestra obediencia.

MATEO 7:21 » No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

HOY nos centraremos en el perdón, la cual es la base del fundamento del cristianismo y porque todo lo que recibimos de Dios es por medio de la oración.

Uno de los mayores obstáculos para que nuestras oraciones no sean contestadas es porque tenemos falta de perdón, y es que la falta de perdón es algo muy común ahora en día, tanto entre los no creyentes y los creyentes. Déjame decirte, la falta de perdón es un pecado que corroe el alma, deforma el ser interior de la persona y destruye relaciones para siempre. Por esto, es que debemos ser honestos delante del Señor.

MATEO 6:12 » Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 

Aquí podemos ver que Dios conecta nuestras oraciones con el perdón y no se puede separar una de la otra, las dos están entrelazadas, van unidas. Por eso es que siempre que vayamos a la presencia de Dios, es muy importante que miremos y escudriñemos nuestros corazones y le pidamos ayuda al Espíritu Santo para ver si hay falta de perdón en nuestros corazones.

ENTONCES, PORQUE LA BIBLIA DICE QUE NUESTRAS ORACIONES NO SERÁN CONTESTADAS?

MATEO 6:15 » mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Y si Dios no nos perdona, Dios no nos contesta. No porque no quiera, sino porque no puede.

AHORA BIEN, PORQUE LA BIBLIA HABLA TAN FUERTE ACERCA DEL PERDÓN?

Porque el perdón es totalmente opuesto a la naturaleza de nuestro Señor Jesucristo y porque sus consecuencias tienen repercusiones eternas y no solo aquí en la tierra.

1 JUAN 4:8 » El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

En otras palabras, Dios es amor, es decir, es opuesto al resentimiento, a la amargura, al odio, porque en el Él no existen esos sentimientos y cuando Él vino a morar en nuestro corazón, nos dio la capacidad de amar.

ROMANOS 5:5 » ……porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Así que no hay excusa, el Dios que vive dentro de nosotros es totalmente opuesto a nuestra falta de perdón. Yo no se usted pero yo quiero ser como Jesús, parecerme a Él, por eso somos llamados hijos de Dios.

Por otro lado la falta de perdón puede traer consecuencias eternas. Y esto lo podemos ver en la Palabra.

1 JUAN 3: 14-15 » Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

Mire lo que dice aquí la Palabra, el que aborrece a su hermano, el que tiene falta de perdón, el que tiene esa amargura, esa ofensa, lo compara con un homicida.

Este pecado no es algo ligero y por eso es que Dios lidea con él, porque es contrario a todo lo que es el Reino de Dios. La palabra clave aquí es aborrecer que significa enfado, detestar, tener entre ceja y ceja, mirar con malos ojos.

Cuantas veces hemos tenido a alguien entre ceja y ceja, no soportando a la persona que estamos viendo. Molestándonos por lo que nos hizo hace 5 años o hace un día.

No importa el grado de ofensa en contra de nosotros, el Señor nos dice que tenemos que perdonar, sino las consecuencias serán terribles y también trae consecuencias en el tiempo presente.

MATEO 18:32-35 » Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?. Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

Hay gente que esta viviendo tormentos emocionales, y angustias mentales, todo porque no han perdonado, pero aquí la Biblia habla claro, que el que no ha perdonado es entregado a los verdugos.

Verdugos quiere decir demonios, es decir, que la falta de perdón abre puertas a los demonios.

EFESIOS 4: 26-27 » Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.»

Esto quiere decir, que Dios nos da un día para perdonar a la persona que hemos ofendido, porque sino le abrimos puertas al enemigo para que entre.

QUE ES LA FALTA DE PERDÓN ?

La falta de perdón es la deuda que alguien nos debe, en forma de injusticia, de maldad, de pecado, de ofensa cometida en contra nuestra.

La verdad que todos hemos ofendido y a nosotros nos han ofendido. Es una injusticia, es una maldad que hicieron en contra nuestra o que nosotros hicimos.

Y una de las condiciones para que el Padre nos conteste las oraciones, es que de verdad perdonemos de todo corazón. No de palabras, sino de corazón. Recuerde que al Señor no se le puede engañar, todo esta desnudo delante de Él.

QUE ES EL PERDÓN ?

Es dejar ir, es enviar lejos lo que esa persona le hizo a usted. Y cuando recordamos esa ofensa, ya no nos causa ningún daño, ni dolor, ni ira. Por el contrario, hay una paz en tu corazón, porque esa falta cometida es removida de nuestros corazones por la Gracia y el poder del Espíritu Santo para siempre.

En otras palabras, es hacer lo que el Señor hizo con nosotros.

COLOSENSES 2:14-15 » anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

El Señor cancelo nuestras deudas. Él ya no se acuerda de ellas y si nosotros somos cristianos debemos ser íntegros olvidando las ofensas y confrontando nuestros pecados, la iniquidad, la maldad y empecemos a ser la persona que Dios quiere que seamos.

IGLESIA, no tenemos más opción que perdonar, no hay alternativa, no hay otro camino. Jesús puso la responsabilidad sobre mí y sobre ti de perdonar. No en esperar que nos vengan a pedir perdón. Primero perdone a esa persona delante de Dios. Así que diga conmigo: «ŸO TE PERDONO», «YO TOMO LA DECISIÓN DE PERDONAR».

Vuelvo a decir, que la condición para que nuestro Pare Celestial nos oiga y nos conteste las oraciones que le hagamos, es que perdonemos a nuestros deudores. Y no importa cuan grande sea esa ofensa, el amor de Dios es más grande que cualquier ofensa.

Nosotros éramos pecadores y Él nos perdono, y hoy por sus heridas podemos ser curados. Así que hoy, es el día que entregamos al perdón, porque la iniciativa es suya, Cristo ya lo hizo. Y cuando le diga al Señor sí, usted va a sentir una libertad en su corazón. Hoy va ocurrir algo maravilloso en su corazón y hoy esa persona, no va a tener poder sobre su vida.

Cuando usted perdone, hoy, algo se va a romper en su vida. Hay cosas de Dios que se han detenido por años y por mas que tratan, no ve rompimiento.

IGLESIA !, es la falta de perdón. aquí hay personas que fueron abusadas, hay gente que le han robado y no le han pagado, hay gente que alguien le traiciono, hay gente que están enojadas contra Dios y le echan la culpa a Él, hay personas que sus padres los abandonaron y han tenido que trabajar duro en la vida, hay personas que han hecho cosas muy malas, ya tienen a Cristo, pero eso no les da paz, ni tranquilidad.

Levántese de dónde se encuentra, levante sus manos para que reciba el perdón de Dios y se perdónese asimismo, porque cuando haga esta oración, satanás no va a tener más poder sobre usted; satanás ya no le va a robar lo que Dios tiene para usted.

El diablo no va poder detenerle mas a usted. Usted va a sentir un rompimiento en su vida y usted va a sentir una libertad como nunca la ha tenido. Es más, cuando ores al Señor, Él va a sanar tu cuerpo porque por sus llagas somos sanos y la Sangre de Cristo removerá todo dolor, porque el Señor esta aquí para liberar.

REPITA CONMIGO EN VOZ ALTA ESTA ORACIÓN: Señor Jesús, en este día, he escuchado tu Palabra. Yo te pido, que me perdones. Yo reconozco, que he tenido falta de perdón en mi corazón. Lo que me hicieron fue doloroso e injusto, fue malo. Trajo consecuencias a mi vida. Pero hoy Señor, yo decido perdonar, porque tu amor ha sido derramado en mi corazón. Y porque tu Señor, me perdonaste a mi primero, y la misma misericordia que tu has mostrado conmigo, yo la mostraré con los que me han ofendido. En el nombre de Jesús.

Ahí donde se encuentra, ahora mismo, diga el nombre de la persona: » ________________ YO TE PERDONO» y dígale: «TE PERDONO PORQUE____________», puede ser por abuso, maltrato, robo, injusticia, por abandono, por insultos, por lo que han hecho a tu familia.

OREMOS NUEVAMENTE, REPITA CONMIGO: » Hoy renuncio a todo pacto, con el diablo, con el mundo y con la carne. Hoy renuncio a todo pacto de amargura, de odio, de perdón, de resentimiento, pactos que aun hice con mis palabras. Yo, hoy le quito el derecho legal a esas personas que me ofendieron. Y le quito el derecho legal a satanás, sus demonios y la maldición en mi vida. Y en el nombre de Jesús, dejo libre aquellos que me han ofendido.

Ahora voy hacer una oración por usted: «En el nombre de Jesús, ahora mismo, tu pueblo ha creído y orado. Y ahora en el nombre de Jesús, rompo en tu nombre, todo yugo de satanás, todo yugo de dolor, de tormentos, de depresión, de angustias, de resentimientos, de amargura. A la cuenta de 3: uno, dos y tres, fuera, fuera de todos estos cuerpos, en el nombre de Jesús. El fuego de Dios desciende ahora mismo, quemando todos esos yugos. Declaro que eres libre, en el Nombre de Jesús.

AHORA PROFETIZO: unidad, que el amor de Dios se derrama en ese lugar donde te encuentras. profetizo que el amor de Dios fluye y que el poder de la ofensa ha sido deshecho. Un nuevo manto de amor viene a tu casa, amaras a tus enemigos, amaras a tus ofensores, amaras a los que te han hecho daño y ese amor aplastará a todo enemigo en tu vida. Ese amor volverá al hijo prodigo a la casa, ese amor traerá al perdido a la casa de Dios, ese amor del Hijo de Dios te dará la victoria.

Recibe una porción nueva del amor de Dios, recibe el gozo, la paz y el amor de Dios, porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza y el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.

Establezco victoria a partir de hoy y todo lo que estaba retenido por causa de la ofensa es roto por el poder de la Sangre de Jesús. Hoy empieza la plenitud de todo lo que Dios te había prometido porque satanás ya no tiene derecho legal en tu corazón. Amén.

FUENTE: Gracias PROFETA DIANA FINKELSTEIN por sus enseñanzas.

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QUIEN PIENSAS QUE ES DIOS?

¿Quién es Dios y cómo es?

Si tuviera que describir a Dios, ¿qué palabras usaría? ¿Cuánto de lo que conoce de Él proviene de la Biblia? ¿Cuánto viene de sus experiencias o de las ideas que otros tienen acerca de Él?

Algunos se lo imaginan como si fuera un abuelo que vive en el cielo y que desea bendecirlos en todo momento. Otros, lo ven como un juez severo sentado en su trono, listo para castigarlos. Y también hay quienes no creen que Dios exista, pues desean vivir de acuerdo a sus propios deseos carnales y no seguir la autoridad divina de Dios. Sin embargo, la única manera de llegar a conocerlo es creer lo que la Biblia nos enseña acerca de Él.

Conocer correctamente a Dios es crucial, pues produce ramificaciones eternas.

Todos tenemos convicciones que rigen nuestra vida, y estar convencidos de la identidad de Dios debe ser una de ellas. Tener convicción en torno a algo es estar tan plenamente convencido de que ese algo es cierto, que lo defendemos sin importar las consecuencias. Si estamos convencidos de que la Palabra de Dios es verdad, contamos con un cimiento firme para nuestras convicciones acerca de Dios.

  • Dios es un ser que no fue creado. Él existe antes del comienzo del tiempo y es el Creador de los cielos y la tierra (Gn 1.1). El Salmo 90.2 afirma que “desde el siglo y hasta el siglo [Él es] Dios”.
  • Dios es invariable. Cuánta confianza nos da el saber que los planes, propósitos y promesas del Señor nunca cambian. Si nos ha hecho una promesa en su Palabra, podemos estar convencidos de que no cambiará su manera de pensar.
  • Dios es omnipresente Eso significa que el Señor está presente en todas partes. No tenemos que buscarle para encontrarle. De hecho, de acuerdo a Salmo 139:7 «A donde me iré de tu Espíritu?, Y a donde huiré de tu presencia?». No hay nada que podamos hacer para huir de su presencia. Sin importar lo que enfrentemos, siempre está con nosotros.
  • Dios es omnipotente. Tiene todo el poder. Por eso nos dice en Mateo 19.26: “más para Dios todo es posible”. Sin embargo, el Señor nunca actúa de una manera que esté en desacuerdo con su naturaleza. Por ejemplo, nunca miente, ni es tentado por la maldad, pues es bondad y verdad (Tit 1.2).
  • Dios es omnisciente. Posee un conocimiento completo acerca de todo, incluyendo cada evento del pasado, del presente y del futuro. Aunque nos gustaría que compartiera su conocimiento con nosotros, no podemos asimilarlo, pues tenemos una mente finita incapaz de comprender la vastedad infinita de la mente de Dios. De acuerdo a Deuteronomio 29.29: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros”. El Señor no satisface toda nuestra curiosidad, pero nos revela lo que desea que conozcamos por medio de su Palabra. Y de no poder encontrar alguna respuesta en la Biblia, debemos dejar ese asunto en las manos de Dios, pues confiamos en su infinita sabiduría y conocimiento.
  • Dios es invisible. Aunque Jesús pudo ser visto en carne y hueso como Dios hecho hombre, solo Cristo ha visto al Padre. Pablo lo describe como el “solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto, ni puede ver” (1 Ti 6.15, 16).
  • Dios es amor. Esto no es solo lo que hace, sino quién es Él, pues el amor es una parte esencial de su naturaleza. Su expresión máxima de amor fue el enviar a su Hijo Jesucristo a este mundo, para redimir a los pecadores Jn 3.16 » Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna«. Su misericordia, gracia y amor ha descendido a nosotros para salvar y dar vida eterna a todos los que creen en Jesús.
  • Dios es santo. Eso significa que está separado de toda maldad y su santidad es el modelo que debemos seguir. Aunque nunca podremos vivir sin pecar como Dios lo hace, quienes hemos confiado en Cristo como nuestro Salvador personal, debemos tener el deseo de vivir en santidad y obediencia. La santidad es un estilo de vida al que Dios nos ha llamado, y al que nos ha capacitado por medio del Espíritu Santo. Nos hace sensibles al pecado y nos exhorta a pedirle perdón y buscar su fortaleza en todo momento.
  • Dios es justo. Él es el modelo perfecto de justicia, y siempre actúa de acuerdo a lo que está correcto. Además, su deseo para cada uno de nosotros es que vivamos en justicia, y nos da su Espíritu para que podamos hacer lo correcto.
  • Él es Dios de ira. Eso significa que aborrece el pecado y todo lo que se opone a su carácter moral. De acuerdo a Juan 3.36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. La ira de Dios nunca vendrá sobre los que hemos depositado nuestra confianza en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, pues está limitada para los que rechazan a su Hijo.
  • Dios es nuestro Juez. Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo para ser juzgados por nuestras obras y recibir las recompensas que hemos obtenido (2 Co 5.10). Como cristianos no debemos temerle a la ira de Dios, pues solo compareceremos a un juicio con el propósito de determinar las recompensas que recibiremos. Seremos juzgados de acuerdo a la manera en la que hemos vivido y a lo que hemos hecho con las oportunidades que nos ha dado.
  • Dios es nuestro galardonador. A todos se nos da la oportunidad de escoger cómo edificar nuestra vida sobre el fundamento de Cristo (1 Co 3.10-15). Si nuestras obras no tienen valor eterno, se consumirán en el juicio. Pero si son preciosas y duraderas, recibiremos recompensas del Señor. Aún en ese juicio, el amor y la gracia de Dios se harán evidentes hacia sus hijos.
  • Dios es digno de adoración. Él es el Señor del universo y nuestro Salvador, quien es digno de todo honor y gloria. Nuestra adoración por Él se hace evidente cuando permitimos que su Palabra permanezca en nosotros y le adoramos con cánticos de agradecimiento (Col 3.16).

Si quieres ver la realidad de todo esto que hemos compartido, te invito a hacer la siguiente oración, diciéndola con tu propia boca: Padre te amamos y alabamos por tu paciencia y bondad y tu perdón. Por la gran verdad que nos das en tu Palabra. Y te pido que perdones mis pecados y decido aceptar a Cristo como mi Señor y Salvador, en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor Charles Stanley por sus enseñanzas.

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