Categoría: Gracia

CRISTO RESUCITO

La Pascua es la celebración del mensaje más poderoso que ha sido anunciado:

MATEO 28:6 “No está aquí, pues ha resucitado,»

Lo que pareció ser una derrota resultó ser el cumplimiento de la maravillosa misión de Jesucristo, quien venció la muerte y vive por la eternidad.

¿Cuál fue la misión de Jesucristo?

El Hijo de Dios dejó el cielo para venir al mundo y cumplir lo que el Padre le encomendó.

1. Dar a conocer al Padre.

Cuando el Hijo de Dios vino en forma humana, Dio una revelación profunda acerca de su relación con el Padre.

JUAN 8:19 “Si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.”

JUAN 10:30 “Yo y el Padre uno somos.”

JUAN 14:11 “Yo soy en el Padre, y el Padre en mí.”

2. Redimir a la humanidad caída. 

Debido a que somos pecadores, necesitamos un Salvador. De otra manera, moriríamos en nuestros pecados y enfrentaríamos la condenación. Jesucristo vino a rescatarnos.

LUCAS 10:10 “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”

3. Revivir la esperanza vacilante de quienes esperaban al Mesías. 

Cientos de años habían pasado desde que Isaías profetizó la venida del Mesías (Is 9.6). En el momento en el que Juan el Bautista presentó al Señor como el esperado Mesías, Andrés creyó y le dijo a su hermano Pedro:

JUAN 1:41 “Hemos hallado al Mesías.”

 4. Sacrificar su vida en la cruz por nuestros pecados. 

1 PEDRO 2:24 “Quien llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”

La muerte de Cristo proveyó la redención que nos permite ser salvos.

5. Presentarnos el poder del Espíritu Santo. 

En el Antiguo Testamento se hace referencia al Espíritu Santo, pero es Jesucristo quien da una revelación más completa a sus discípulos acerca de Él:

JUAN 14:16-17 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”

Es la presencia del Espíritu Santo en el cristiano lo que hace que se diferencie de los que no conocen a Cristo. Como creyentes hemos sido sellados por el Espíritu Santo, quien nos enseña, guía y capacita para vivir en santidad.

6. Enseñarnos a amarnos y a perdonarnos unos a otros. 

Aunque compartió estas enseñanzas en el Sermón del Monte, la enseñanza más importante que Cristo nos dejó fue proclamada en la cruz. Porque nos amó, dio su vida por nosotros. De la misma manera, fue el ejemplo perfecto de perdón al perdonar a los que lo crucificaron. Al considerar la magnitud de su perdón para con nosotros, no tenemos excusa para negarnos a perdonar a los demás.

7. Darnos enseñanzas que transforman nuestra vida y nos preparan para morar con Él. 

Aunque nunca hemos visto a Jesucristo cara a cara, algún día lo veremos en toda su gloria. Pero por ahora la misión del Señor es prepararnos para vivir en santidad en un mundo pecaminoso y carente de perdón.

JUAN 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”

8. Enseñarnos a orar. 

La oración fue parte vital de la vida de Jesucristo:

MARCOS 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”

Aunque su ministerio terrenal solo duró tres años, siempre dedicó tiempo para orar y recibir la dirección del Padre. Al observar la manera en la que oraba, sus discípulos le pidieron que les enseñara a orar (Lc 11.1). Siempre debemos dedicar tiempo a prestarle toda nuestra atención a Dios al traer nuestras peticiones en oración. Sin ella, no contamos con el poder para vivir como Él desea.

9. Darnos la seguridad de la vida después de la muerte. 

Luego de la muerte de Lázaro, el Señor les aseguró a María y Marta:

JUAN 11:25 “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.”

Tenemos la misma promesa de que la muerte no acabará con nuestra existencia. Cristo nos dio vida eterna por medio de su muerte y resurrección.

10. Asegurarnos del cielo. 

JUAN 14:1-2 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”

11. Prepararnos para que nuestra vida sea una buena influencia para otros. 

Jesucristo capacitó a doce hombres que luego impactarían el mundo. Lo mismo ocurre en la actualidad, a medida que otros escuchan el evangelio y observan nuestra manera de vivir. El mensaje de salvación que escuchamos vino a través de muchos que fueron fieles para compartir el evangelio con otros.

12. Establecer a su Iglesia. 

MATEO 16:18 “Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.

La roca que menciona es la verdad de la Palabra de Dios y el evangelio de Jesucristo. A pesar de las persecuciones, pruebas y sufrimientos, el Señor logró su misión de edificar la Iglesia que permanece por generaciones. Ni siquiera la muerte de los creyentes puede destruirla, ya que multitudes siguen siendo salvas.

13. Prepararnos para su regreso. 

MATEO 24:42-44 «Jesucristo regresará muy pronto y cuando menos lo esperemos».

Por eso debemos estar preparados para encontrarnos con Él.

Jesucristo tenía una misión y la cumplió. En tan solo tres cortos años de ministerio, pudo alcanzar todo lo que Dios le había encomendado y preparó a su pueblo para vivir y morir.

No cree quesería sabio responder a la misión de Jesucristo?: La de cambiar su vida, salvarle y todo lo demás que ha hecho.

No cree que seria sabio resolver dónde pasará la eternidad?. La Biblia dice que todos moriremos y nos presentaremos delante de Él. Claro, si rechazas eso, es condenarse asimismo. Pero Dios nos da la oportunidad de participar de todo esto, pidiéndole a Dios que perdone nuestros pecados, asi:

Declarando la siguiente oración: Padre celestial, vengo ante de tu presencia, pidiéndote perdón por todos mis pecados, me humillo delante ti y te pido que vengas a morar a mi corazón. Abre mis ojos espirituales para que aprenda a hacer tu voluntad. Inscríbeme en el Libro de la Vida y dame la vida eterna. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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LA SANTIDAD DE DIOS, Y NUESTRA HERENCIA

En estos tiempos difíciles por los cuales estamos pasando y donde la degradación del carácter humano es tan grande, la imagen de Dios se ha ido perdiendo, por lo que este es el momento de hablar de Dios y de su Santidad. Sabes porque ?, porque Él quiere tocar el corazón de su pueblo.

Qué es la Santidad?. No es guardar apariencias externas, ni guardar regulaciones o reglas, sino significa ser consagrado, separado exclusivamente para cumplir un propósito, el cual es, estar disponible para el uso exclusivo de Dios.

Es decir, cuando se esta consagrado a Dios, no ves programas pornográficos, no prestas tu lengua para criticar a la gente porque tu lengua esta consagrada para hablar de Dios.

Él esta buscando hombres y mujeres separadas para Dios, por lo tanto, preguntémonos si hay áreas en nuestras vidas que necesiten ser consagradas a Dios, porque hoy, es el día de consagrarlo y dedicarlo para el uso de Dios.

LA SANTIDAD SOLO PROVIENE DE DIOS.

APOCALIPSIS 4:8 «Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.»

Es claro que si los 4 seres vivientes están declarándole al Señor Dios Todopoderoso: Santo, Santo, Santo; conocÍan uno de los mayores atributos de Dios, su Santidad, por lo que este atributo es único en Dios, no lo podemos adquirir de nadie más, sino solo de Dios.

Cuando tú ves la Santidad de Dios, cuando sientes esa grandeza, cuando tienes un encuentro con la Santidad de Dios, todo lo que quieres es adorarle. A Dios es al único que se le adora y se le dice tres veces Santo.

RAZONES POR LAS CUALES DEBEMOS SANTIFICARNOS

1. Porque es la voluntad de Dios para ti y para mí.

1 PEDRO 1:14-16 «como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.»

Queremos enfatizar lo que dice la Palabra de Dios: porque escrito esta: Sed Santos porque Yo Soy Santo.

1 TESALONISENSES 4:3,7 «pues la voluntad de Dios es vuestra santificación……..Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.

La Escritura es clara, ya que nos manifiesta que la voluntad de Dios es que seamos Santos. No es esto grandioso!

2. Cuando nos santificamos Dios nos permite entrar a su herencia.

HECHOS 26:18 «para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.» 

La herencia de Dios se refiere a disfrutar de lo mejor que Dios tiene para nosotros. En otras palabras, Él nos bendice, abre las ventanas de los cielos para ti, para mí y para nuestras familias. Esto es maravilloso, verdad!.

Como solo Dios puede hacerlo, podemos llegar a percibir su presencia, su protección, su favor, su bondad y su misericordia.

ADQUIRIENDO LA SANTIDAD DE DIOS

1. Algunos dicen que es a travez de reglas, regulaciones y el esfuerzo humano.

Sin embargo, esta se refiere a toda persona que busca la santidad por asuntos externos, pero nunca camina por amos, es bien juzgadora, se creen exclusivos, guardan formas externas, como por ejemplo: no te pintes, no uses aretes, no uses pantalones, etc.

Esto se llama mas bien una persona legalista y para Dios no es santidad porque nadie puede guardarla.

2. Sino mas bien, es a travez de la fe en Jesucristo.

Una vez que hemos aceptado a Jesucristo como nuestro salvador personal, entonces nacemos de nuevo, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros, la naturaleza de Dios se impregna en nosotros, experimentamos el amor incondicional de Dios que nos transforma y ya no queremos volver atrás. Esto es simplemente, increíble!.

CAMINANDO EN LA SANTIDAD DE DIOS.

Esto se refiere a poder caminar no en una santidad externa, sino en una Santidad del corazón.

Talvez estas luchando con el mal genio, pasiones desordenadas, alcohol, drogas, malos deseos, avaricia, idolatría y cualquier otra cosa que a Dios no le agrada. Y te sientes cansado y quieres cambiar. Déjame decirte que Dios te llamo este día porque Dios te apartará de todo esto.

1. Ejecutando al Rebelde que se encuentra dentro de ti.

Hay una naturaleza adámica dentro de ti y con el que tienes que lidiar, llamada EL REBELDE, o sea, someter la carne, el ego o el viejo hombre. Y lo que hacemos es ejecutarlo, haciendo a Jesucristo el Señor de tu vida, además de someter nuestros miembros a Cristo.

Dí con tu boca en voz alta: «Señor Jesús, someto mis manos, mis ojos, mi boca, mi corazón para tu uso exclusivo. Mis manos no tocarán lo que no es mío, mis ojos no mirarán lo que no debo ver, ahora mismo, yo ejecuto al rebelde, a mi ego, a mi carne porque fueron crucificados en la cruz del calvario. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amen. Me declaro libre».

2. Escojo a Jesucristo como mi Señor y Salvador.

LUCAS 9:23-24 «Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará.»

Jesucristo nos habla de tres pasos:

a) Negarse a sí mismo. Es decir renunciar a lo que dicta la carne, negarse al ego, negar a lo que quieres. Si deseas droga, si deseas sexo ilícito, si deseas cosas en tu mente, niégate a ti mismo.

b) Tome su cruz. Se refiere a que en la cruz de Jesus, es donde se cruzan la voluntad de Dios y la de cada uno. Por lo tanto, cada día debemos tomar la decisión de seguir a Cristo.

c) Y sígueme. Es seguir la voluntad de Dios y ser obediente a la Palabra de Dios.

Muchos vamos a ser tentados todos los días, entonces debes decir todos los días: «Viejo hombre, fuiste crucificado, no voy a pecar contra Dios. Mis miembros están consagrados a Dios y quiero hacer su voluntad. 

3. Permitir que la Gracia de Dios opere en tu vida.

2 PEDRO 1: 2-3 «Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,»

La GRACIA de Dios se manifiesta cuando le hemos dicho a Dios sé tu mi Señor, quiero hacer tu voluntad, me entrego a ti para hacer tu voluntad, yo no tengo el poder ni la fuerza, pero me someto a ti en este día, yo quiero ser santo, no quiero hablar contra las personas. Entonces Dios te desata el poder sobrenatural de Dios.

Cuando la Gracia de Dios viene a nuestra vida, agarra nuestros miembros, agarra nuestras mentes, agarra nuestros espíritus, invade nuestro ser, nos ayuda, nos cambia, y nos transforma. Lo que no has podido cambiar en años, Dios lo cambia en un segundo, en un instante.

4. Estar consiente de la presencia del Espíritu Santo en tu vida.

1 Corintios 6: 17,19-20 «Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis qué vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.»

Si tan solo nos diéramos cuenta quién vive en nosotros, no contristaríamos al Espíritu Santo, sino mas bien tendríamos un temor santo. Y esto fue lo que me pasó.

Cuando leí esta verdad hace ya 42 años, me entró una convicción de que tenía lo mas preciado de este mundo, morando dentro de mi, la Tercera Persona de Dios, El Espíritu Santo, quien es El Consolador y quien esta conmigo todos los días de mi vida, quien ha hecho toda la diferencia del mundo en mi vida porque siempre ha guiado y dirigido mis caminos.

En ese momento todo alcohol, todo cigarrillo, y otras cosas, llegaron a su fin. Fue glorioso, y desde ese momento trato de caminar cuidando la presencia de Dios en mi vida.

Pero todo comenzó cuando hice esta oración y si tu la haces, veras el poder de Dios descender sobre tu vida, al punto que Dios mismo te mostrara tu propósito y destino, siempre y cuando seas obediente a su Palabra.

OREMOS: Padre Celestial, vengo humildemente delante de tu presencia, para pedirte perdón por mis pecados. Creo que moriste en la cruz del calvario por mis pecados y que Dios te levanto de entre los muertos. Inscríbeme en el Libro de la Vida. A partir de hoy, buscaré de tu presencia y haré tu voluntad expresada en la palabra de Dios. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor Guillermo Maldonado por sus enseñanzas.

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EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA CRUZ

Estamos viviendo tiempos peligrosos a esta fecha Febrero del 2020. Sino veamos los últimos acontecimientos actuales, terremotos en Cuba, Jamaica, Islas Caimán y Puerto Rico; erupciones de volcanes en Japón, Filipinas, Alaska y Mexico; tambores de guerra entre Estados Unidos e Iran; guerras civiles en Hong kong, Francia, y Chile; pestilencias en China y expandiéndose el Coronavirus en el mundo.

Definitivamente tenemos que estar preparados para cuando Cristo venga o nos llame a su presencia. Por lo tanto debe haber urgencia por predicar la Palabra de Dios, vivir una vida que honre a Dios y conducir a la gente a Cristo o la sangre de ellos será sobre nuestras vidas.

El evangelio no es si conseguimos un carro nuevo, o si nos aumentan el salario o si nos dan un reconocimiento en el trabajo. No estamos aquí para ver que me da el evangelio!. NO!, el evangelio es para que pasemos de muerte a vida, y que no nos vayamos al infierno.

Así que debemos hablar del verdadero significado de la cruz a todos los vientos y a toda persona. DESPIERTA IGLESIA!.

Tenemos que tomar ejemplo del Apostol Pablo que nos dice:

Gálatas 6:14 «Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.»

Cuando el Apostol Pablo hablaba de la cruz, la gente decía que estaba loco, pero a él no le importaba eso porque entendía el tema central de la Palabra de Dios, la cual, es la crucifixión y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Y que su muerte es lo que Dios aceptaría de Cristo su Hijo como pago total por nuestros pecados.

La sepultura no fue el final, a diferencia de todos los demás profetas, ya que su resurrección marcó la diferencia. Por esto es que el Apóstol Pablo dijo que la cruz es lo único por lo cual se gloriaría.

Nos preguntamos porque Dios escogió la muerte en la cruz?, acaso había otra manera de enviar a su Hijo Unigénito a morir de la manera más vil, la peor muerte?. Humanamente no lo entendemos.  Pero por eso, tenemos que entender cual es la perspectiva de la cruz:

1. Para muchos la cruz es símbolo de vergüenza, sufrimiento y muerte pero para Dios es símbolo de salvación y vida eterna.

1 Corintios 1:18 «Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.»

Mucha gente no cree que su salvación esta envuelta en la muerte del Señor Jesucristo como nuestro Salvador, pero adquiere un verdadero sentido porque sucedió.

2. La crucifixión fue parte del plan de Dios.

Hechos 2:22-24 «Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a este, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.» 

Podemos apreciar en estos versículos que antes del principio ya estaba en la mente de Dios, permitiendo que la maldad del mundo lo llevara a la cruz. Fue Dios el Padre, quien con lo planeo todo.

Romanos 3:23-25 «por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación (sacrificio) por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.»

El asunto es lo siguiente: Cómo siendo Dios Santo, perdonaría y declararía no culpable a alguien, culpable de pecado?. Hay una sola respuesta para esto: Dios el Padre, viendo la condición pecaminosa de la humanidad, motivado por su amor a nosotros, decidió venir al mundo en la persona de su Hijo Jesucristo con el propósito principal de morir en la cruz, como sustituto por nuestros pecados, y con ello pagar la deuda de pecado del mundo entero. Solo Él podía hacerlo porque era el Cordero sin pecado y sin mancha alguna. 

Nosotros mismos no podemos pagar nada, ni siquiera con obras. Éste es el engaño mas grande: que si hacemos buenas obras iremos al cielo. Escúchame bien!, las buenas acciones no añaden nada a nuestra salvación, quizas sumen a nuestro galardón. Es por la Gracia de Dios.

Sería un gran engaño enfrentar la muerte, sin estar seguros que iremos al cielo. Debemos tener seguridad absoluta al respecto, porque lo que Jesús hizo en la cruz fue suficiente para sacarnos de esta vida y llevarnos al cielo por la eternidad.

Jesús es el único camino al cielo y siendo esta verdad, como respondemos:

1. Pidiéndole perdón por nuestros pecados a Jesucristo y arrepintiéndonos de ellos.

2. Aceptando a Jesucristo como Salvador personal y amo de nuestras vidas.

3. Rindiendo nuestras vidas a Él. El Espíritu Santo quien mora en nosotros una vez hemos aceptado a Jesús en nuestro corazón, viene a ayudarnos a vivir agradándole a Dios. Y de esta manera, a cumplir sus mandamientos y a vivir conforme a la Palabra de Dios.

4. Servir a Cristo. Llevando el evangelio a todo el mundo, negándonos a nosotros mismos y no dándole lugar a la carne.

5. Y hablando a otros de Cristo. Tenemos que testificarle a alguien.

Ahora haremos una oración para pedirle a Jesús que perdone nuestros pecados y entonces veras como el Reino de los Cielos se abre ante tus ojos:

OREMOS: Padre celestial, he pecado contra tí y no merezco la vida eterna. Te pido que me perdones, no por mis propios méritos, sino por lo que tu hiciste en la cruz del calvario en mi lugar y morir por mis pecados. Te pido que me perdones. Te acepto como mi Salvador personal. Desde hoy con tu ayuda, deseo vivir como te agrada. En el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastores Charles Stanley y Dante Gebel por sus enseñanzas.

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De Lo Que Sabemos Hablamos

Una de los encuentros más famosos de Jesús en su ministerio terrenal fue la entrevista que tuvo con Nicodemo, un principal de la sinagoga local, en tiempos de Jesús. Vino de noche, especulamos que pudo haber tenido pena, yo me inclino a creer que le buscó a esa hora, porque así como Nicodemo era hombre de ministerio, entendía que a Jesús no se le podía abordar rodeado de miles de personas… le buscó de noche para tener tiempo de hablar, con calma, oír y preguntar libremente. Imaginemos el cuadro… Jesús en el jardín con una bebida caliente, una mesa con algún pan, una silla esperando a su visita.

Nicodemo entra y saluda, es recibido con calidez por el Maestro. Comienza la conversación, Nicodemo arranca de frente y dice: “Rabí, sabemos que has venido de Dios…” Jesús escucha y dispara su respuesta directamente y sin tapujos:

Juan 3:7-12 » No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?. Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?. De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

La fe cristiana es sencilla y sin complicaciones. Las verdades bíblicas, se reciben por fe, por la capacidad que nos da el Espíritu Santo para recibirlas, no necesita cursar largos seminarios, para que Dios le use, o le hable, (si Dios le llama a estudiar de manera formal, no resista y hágalo). El punto es que Dios nos invita a conocer más de su voluntad, conocer más de su Palabra y conocer más de su Reino, debemos conocer la verdad de Dios, para que esas palabras de Jesús se hagan nuestras:

a.    Debe estar sabido que el Padre celestial ya nos bendijo. Lo que sabemos hablamos.

Si usted y yo hablamos lo que no sabemos eso se llama especulación. Si hablamos lo que no sabemos, somos ignorantes. Pero la pregunta  es ¿qué debemos saber? ¿cuál conocimiento debemos procurar? ¡Debemos conocer a Cristo! ¡El conocimiento de Cristo! Si usted y yo no supiéramos nada más que el conocimiento de Cristo, nuestro futuro terrenal estaría asegurado y después la eternidad. No necesitamos más que el conocimiento de Cristo.

Efesios 1:3 » Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo

b.     Debe estar sabido que usted fue escogido.

Cuando yo jugaba pelota en el barrio del mi hogar de mi niñez, los equipos se armaban de acuerdo a las habilidades deportivas de cada niño… los mejores siempre los elegían, a este servidor siempre, siempre lo elegían, pero siempre me elegían al final… porque no era muy bueno. Pero gracias a Dios, en esta vida, a usted, a mí y a todos los creyentes en Jesús, los eligen por puro amor y gracia.

Viva como un hijo de Dios lleno de bendiciones, sepa que su vida tiene todo tipo de bendiciones. Cuente sus bendiciones, hable de cuán bendecido es usted y no hable de lo material, por favor, no rebaje el poder de Dios a bendiciones materiales. Si las bendiciones de Dios fueran solo materiales, todos seríamos ricos, ¿pero cuántos ricos hay desdichados, porque nadie puede amarlos? Las bendiciones de Dios son espirituales, las bendiciones son eternas, son para siempre y nadie se las puede quitar, absolutamente nadie.

Efesios 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él… para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.»»

c. Debe estar sabido que su vida es alabanza a Dios.

SU VIDA fue escogida para alabar a Dios. Sepa esto y viva sabiendo esto. No deje que nadie le menosprecie, que nadie le minimice, no crea las mentiras del enemigo. Usted hace sonreír a Dios.

Efesios 1:6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado…

Lo que hemos visto, testificamos. Usted no puede hablar de algo como verdad, si usted no es testigo directo. Usted se vuelve testigo verdadero, cuando usted mismo experimenta el fruto el Espíritu en su vida. Usted testifica de lo que usted ha experimentado y si usted ha experimentado a Cristo… debe testificarlo en su vida…

Testificamos que Jesús nos perdonó. Efesios 1:7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia… Cuando usted conoce a Jesús usted NO PUEDE ser el mismo. Cuando usted se encuentra con el maestro, su vida DEBE cambiar, si roba, trabaja con sus manos; si miente, dice la verdad; si adultera, es fiel a su esposa; su vida cambia 180 grados…

Testificamos que Dios nos provee sabiduría e inteligencia. Efesios 1: 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia… ¿Tiene falta de sabiduría? pidala a Dios, ¿necesita inteligencia? Pídala a Dios. El provee todo lo que nos falta según sus riquezas en Gloria.

Testificamos que podemos conocer su voluntad. Si hay algo que usted debe buscar y procurar en su vida, es conocer la voluntad de Dios. Pero no de manera general, procure buscar la voluntad de Dios, de manera específica para su vida. Para su familia, para su rol como esposo y padre, para su papel ciudadano de esta nación. ¿Pero dónde encuentro respuestas? Todas las respuestas a sus preguntas las encuentra en la PALABRA DE DIOS. Efesios 1:9 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo

Aunque no reciban nuestro testimonio, lo anunciamos. Jesús vino a los suyos, más los suyos no lo recibieron… Jesús no andaba rogando a nadie que creyera su mensaje, el daba el mensaje y si alguien lo recibía que bien, y si no lo recibía el seguía adelante. Juan 3:12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Jesús no se ofende, ni se inmuta. El proclama las buenas nuevas, nos hace responsables a nosotros de creer o no creer.

No podemos controlar que la gente acepte nuestro mensaje. Usted es el mensajero, lleva en su vida el mensaje de manera vivencial. Usted viva anunciando a Jesús y el Espíritu Santo en su soberanía, hará el resto. Juan 3:18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Debe vivir como si hoy vienen a pedirle cuentas. Usted y yo debemos vivir nuestra vida, como si mañana nos vienen a hacer una auditoría final. Debemos andar en la luz, vivir en la luz y ser luz.

Viva agradando a Dios, y él se encargará del resto. Efesios 1:12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. Usted es testimonio viviente del poder de Dios, no puede callar lo que ha visto y oído. No puede esconder la luz debajo de la cama.

Conclusión: Un encuentro parecido al de Jesús y Nicodemo, se sigue repitiendo una y otra vez. Se repite cada vez que usted y yo vamos al Señor con nuestras dudas y decimos: Señor, sabemos que eres de Dios, porque solo tu haces las cosas como las haces tú… Y una vez más el Señor corta la conversación diciendo: Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es… Juan 3:6

Dios, por simplemente el puro afecto de su voluntad, nos acercó a él para hacernos parte de su familia. Y esta verdad debe llenar y satisfacer nuestras vidas. De lo que sabemos hablamos y de lo que hemos visto, testificamos. Conozcamos más a Jesús, su carácter, su voluntad, sus demandas, y eso nos hará vivir en libertad.

FUENTE: Gracias Pastor Dorian Banegas por sus enseñanzas.

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