Categoría: Obediencia

NUESTRO AYUDADOR PARA TODA CIRCUNSTANCIA

La vida cristiana no la podemos vivir sin la asistencia permanente del Espíritu Santo, por lo que debemos permitirle la entrada libre en nuestras vidas.

Todos hemos pasado por situaciones críticas en las cuales necesitamos la ayuda de alguien. Entonces a dónde vamos?, veamos a nuestro ejemplo JesúsCristo n el Huerto de Getsemani, para cumplir con su propósito, y expreso que necesitaba la ayuda del Padre.

Por otro lado, la noche antes antes de ser crucificado, sus discípulos estaban desalentados, confundidos y frustados por las cosas que estaban sucediendo, pero Jesús vino a consolarlos.

Entonces Jesús les dio una promesa y esa misma promesa nos la hace a nosotros.

JUAN 14:16-18 » 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. «

Todos los que hemos aceptados a Jesucristo en nuestro corazón tenemos a este Ayudador. Asimismo, el Rey David mencionó en los Salmos, 58 veces que Dios era su Ayudador.

SALMOS 18:6 » En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.»

SALMOS 33:20 » Nuestra alma espera a Jehová;Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

David tuvo el privilegio de saber lo que nosotros sabemos hoy respecto al Espíritu Santo. Que el Señor era su Ayudador y que podía venir y clamar a Él en cualquier momento.

AYUDADOR: significa alguien que nos asiste, quien viene en nuestra ayuda; alguien que nos ayuda a lograr algo cundo hacemos nuestro trabajo o dándonos lo que necesitamos para hacerlo; es alguien que nos alienta y quita los obstáculos en nuestra vida para que podamos lograr lo que Dios quiere que hagamos.

Y Jesús define quien es este ayudador:

JUAN 14:16 » Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. »

Fíjese que Jesús usó la palabra OTRO, que significa uno igual a este, y quizo decir, enviaré uno igual a mí; y luego añade: para que este con vosotros para siempre, es decir el Espíritu Santo.

JUAN 14:26 » Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.»

JUAN 15 26 » Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.»

Mire lo que esto dos versículos de la Palabra menciona especificamente, el Espíritu Santo nos recordaría y enseñaría todo lo que Jesús nos había dicho y nos mostrará quien es Jesucristo.

JUAN 16:7 » Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré

Vemos en toda la Biblia que nuestra ayuda para toda circunstancia es el Espíritu Santo y ahora esta en la tierra, morando en cada creyente, como lo prometió Jesús; quien nos capacita y nos faculta para que seamos las personas que Dios quiere que seamos y llegar a lograr lo que Él nos ha encomendado, no me refiero solo a predicar y enseñar, sino a lo que sea que Dios lo ha llamado a ser en la vida.

Ese es el Ministerio del Espíritu Santo, por lo tanto sabemos que es una persona y no una cosa. No solo es un Ayudador personal, sino uno práctico que se involucra en cada aspecto de nuestras vidas.

Es un Ayudador adecuado porque es omnipotente, Omnisciente y Omnipresente y es un Ayudador disponible que mora en nosotros.

AL CREER EN JESUCRISTO COMO NUESTRO SALVADOR, QUÉ SUCEDE?

Él no solo nos convence de pecado, no solo nos don el don de la fe, no solo nos sello con el don de la seguridad eterna, sino que mora en nosotros para capacitarnos a hacer lo que Dios quiere y porque Jesús sabía que no podríamos hacer solos la tarea que nos había encomendado. Por eso Jesús les dijo a sus discípulos:

LUCAS 24:49 » He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

Ellos no estaban listos para vivir la vida cristiana, hasta que el Espíritu Santo los ungiera para llevar a cabo la tarea que les había encomendado

HECHOS 1:8 » Y recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.»

Jesús les había hecho esta promesa y el día de Pentecostes, el Espíritu Santo vino a morar a los creyentes. Ahora todo creyente, tiene al Dios Todopoderoso, morando en la persona del Espíritu Santo.

POR LO TANTO, NO PODEMOS ESCAPARNOS DE DIOS

La razón por la cual no podemos escaparnos de Dios, es que una vez que hemos recibido a Jesucristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo ahora mora dentro de nosotros y Él nos ha sellado como un hijo o una hija de Dios. Él lo ha adoptado en su Reino y somos para siempre hijos e hijas de Dios.

Es más, Él ha decidido vivir dentro de nosotros y nadie puede vivir sin la ayuda del Espíritu Santo, nuestro AYUDADOR. Todo creyente lo tiene sin excepción.

QUIEN ES EL ESPÍRITU SANTO ?

Él es la Tercera Persona de la Trinidad, que Dios nos ama tanto que no solo nos envió a un Salvador, sino que también envió al Espíritu Santo para ayudarnos a hacer lo que Él quiere que seamos, para que nosotros pudiéramos vivir la vida cristiana, porque no lo podríamos hacer por nuestra propia cuenta.

COMO NOS AYUDA EL ESPÍRITU SANTO ?

  1. El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra vida de oración.

ROMANOS 8: 26-27 » Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

A menudo no sabemos cómo orar porque no sabemos lo que nos depara el futuro. Y si lo hacemos, lo hacemos con un conocimiento limitado. Y no sabemos que es lo mejor para nosotros, es decir, no conocemos nuestras necesidades como Dios las conoce.

Por eso es que cuando le pedimos a Dios que nos muestre su voluntad, ahí, el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles, quien los lleva al Padre y así Dios escucha nuestras oraciones. Mientras tanto, Jesús intercede por nosotros.

Dios nunca quiere esconder su voluntad de nosotros, es más, Él nos la quiere dar a conocer porque Él nos predestino para que fuésemos conformados a la semejanza de Cristo. Además, quiere que tomemos decisiones acertadas.

Él nos nos revela su voluntad solo para que la consideremos, sino para que la obedezcamos.

PROVERBIOS 3:5-6 » Fíate de Jehová de todo tu corazón,Y no te apoyes en tu propia prudencia.6Reconócelo en todos tus caminos,Y él enderezará tus veredas.7No seas sabio en tu propia opinión;Teme a Jehová, y apártate del mal.»

La labor del Espíritu Santo es revelarnos la voluntad de Dios, clarificarla y que andemos en él. Y Él solo nos envía lo que necesitamos en ese momento, no lo que dicten nuestros deseos, pues Él sabe el presente, el futuro y las consecuencias. Esta es la labor maravillosa del Espíritu Santo.

2. Nos ayuda a entender la Palabra de Dios.

Y para esto debemos entender 3 conseptos:

Revelación: Es la verdad que Dios le muestra a un hombre o una mujer, que no pudiera recibir de otra forma.

Esto se refiere a la revelación de Dios, de mismo y que se encuentra plasmada en la Biblia. Dios esta en cada página de la Biblia, y por eso decimos que es un tesoro.

No se trata de un libro de historia o de ciencia. Es la revelación de Dios mismo y de su trato con la humanidad.

Iluminación: Aqui el Espíritu Santo nos abre nuestras mentes, nos revela la verdad de un pasaje de la Biblia y entendemos lo que significa; decimos, lo habíamos leido y ahora lo entiendo.

No podemos entender Juan 3:16, sin tener la iluminación del Espíritu Santo.

JUAN 3:16 «Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él crea, no se pierda más tenga vida eterna.»

Dios envió a Jesús a la tierra a morir por nuestros pecados, y si lo creemos y creemos en Él, no nos perderemos, sino seremos salvos y tendremos la vida eterna.

Definitivamente, no podemos entender la Palabra sin la ayuda del Espíritu Santo. Así que al leer la Biblia, pídale al Espíritu Santo que le dé entendimiento, pues en eso consiste la iluminación.

1 CORINTIOS 2:9 » Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Una persona que no es salva, no puede entender la Palabra de Dios. La lee pero no le encuentra ningún sentido. Porque?, porque es la mente de Dios, a menos que su Espíritu ilumine nuestra mente humana para que podamos entender la mente divina.

Algo que tenemos que estar claros, no podemos esperar que el Espíritu Santo ilumine nuestra mente y nos muestre los tesoros de la Palabra de Dios, si estamos caminando en pecado y en desobediencia a Dios. NO LO HARÁ!!

Inspiración: Cuándo el Espíritu de Dios ilumina nuestras mentes y corazones, nos da entendimiento y nos da inspiración para aplicar la Palabra de Dios a nuestros corazones y a nuestras vidas.

Sí queremos entender la Palabra de Dios, lo que tienes que hacer es decir lo siguiente:

» Señor, sé que no entiendo todo esto, me encantaría entenderlo. Ayúdame Señor, abre mis ojos a la verdad, muéstrame el pecado en mi vida, para que pueda arrepentirme, para que mi corazón este limpio y así tu Espíritu Santo, pueda hablarle a mi corazón, a mi mente y a mi espíritu, para que pueda tener un entendimiento mas profundo de tu Palabra. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

Sí quieres entender la Palabra de Dios, se necesitan dos cosas: u corazón limpio y la dependencia del Espíritu Santo para que Él ilumine su mente. Y cuando la entendemos, somos inspirados en nuestro corazón a hacer lo que Él quiere, y luego Él exige que le obedezcamos y hagamos exactamente lo que nos mostro.

3. Nos ayuda a confrontar lo pecaminosos en nosotros.

El pecado es un problema y todos tenemos que enfrentarlo de una manera u otra. Pensemos en las personas que aceptaron a Jesús como su Salvador y poco a poco comienzan a alejarse de Dios, dejan de leer la Palabra, dejan de asistir a la Iglesia, no están bajo la predicación y la enseñanza de la Palabra de Dios y al final se alejan de su relación con Dios.

Qué sucede?, viene el Espíritu Santo y activa las alarmas, siendo esto su convicción de que va en sentido contrario a su relación con Dios y que de seguir así, se puede meter en problemas. Y qué hacen?, dicen: «Sabes Dios, yo no soy perfecto», y terminan alejándose de Dios.

Lo que pasa es que satanás les ha disfrazado su pecado, lo han racionalizado y entonces, se encuentran haciendo cosas que saben nunca lo hubiesen hecho en sus vidas. Y ya ni siquiera sienten la convicción del Espíritu Santo porque lo han reprimido, lo han entristecido.

Recuerde que la convicción del Espíritu Santo es un acto del amor de Dios hacia nosotros, y Él es quien nos convence de pecado.

JUAN 16:7-8 » 7Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

El Espíritu Santo, en primer lugar nos convence de pecado, luego nos convence de la justicia de Cristo, es decir, nos convence de que la muerte expiatoria de Jesucristo es suficiente para pagar toda la deuda de pecado, nos convence de que hay un juicio y de que somos responsables, ante Dios Todopoderoso por nuestra vida.

Esa es la labor del Espíritu Santo, esta es su manera de encarrilarnos en el camino de Dios, por lo que necesitamos de su ayuda para confrontar lo pecaminoso que somos.

Dios prometio que nos guiaría a toda la verdad. Tenemos el compas perfecto del Espíritu Santo, quien conoce nuestro presente, el futuro y el pasado. Y es que Él sabe que es lo mejor para nosotros y lo mejor es obedecerlo.

Ignorarlo es desechar la dirección perfecta de Dios.

OREMOS: Padre, reconozco que he pecado contra ti y contra el cielo. Te pido perdón por mis pecados. Límpiame y lávame con la preciosa Sangre de Jesús. Sé tú mi Salvador y mi Señor. Activa el fuego del Espíritu Santo en mi vida para que me muestre los tesoros escondidos y tu voluntad a travez de tu Palabra. gracias por mostrarnos tu voluntad y por haber enviado al Espíritu Santo para que este con nosotros todos los días de nuestras vidas y pueda seguir tus mandamientos y preceptos. En el nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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EJERCITADOS EN LA PACIENCIA

¡Cuánto cuesta tener paciencia! Es difícil esperar. Nadie gusta de esperar, todos queremos que nuestras peticiones se resuelvan lo más rápido posible, pero algo si es real, vivimos en una época donde estamos obligados a tener paciencia. Nunca antes, se nos había dicho que debemos poner en pausa todas las actividades de nuestra vida, debemos esperar para hacer comprar, debemos esperar con distancia por seguridad, debemos tener paciencia. Pero resulta que la paciencia NO ES ALGO NATURAL, es aprendido y es de Dios.

Este día espero podamos aprender algunas cosas importantes sobre la paciencia, y lo que podemos lograr cuando llegamos a ejercitarnos en ella. Vamos a la Palabra de Dios.

ROMANOS 5: 1-5 » Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Antes de entrar en materia por favor anotemos algunos aspectos importantes. Una de las relaciones que debemos restaurar de manera urgente es la relación con Dios, si usted no está en paz con Dios, nada de lo que quiera lograr, lo podrá lograr, o al menos lograrlo bien.

Pero, ¿cómo tengo paz con Dios?

  1. Siendo justificados por medio de Jesús.​ Dios nos hace justos, por los méritos de Cristo.
  2. Reconociendo que sólo en la fe en Jesús nuestra vida tiene solución.​ Reconocer nuestro pecado y necesidad de un Salvador.
  3. Abrazar esta fe y ejercitarse CONSTANTEMENTE EN ELLA. ​No es cuestión de un fin de semana, o ir a un servicio a que me ministren, es un ejercicio constante de vida, y búsqueda constante de la Presencia de Dios para transformar nuestra vida a la imagen de Cristo.
  4. Vivir con gozo en la esperanza que tenemos en Dios.​ Cuando estamos firmes en Dios, podemos vivir llenos de esperanza en la Gloria de Dios.
  5. Experimentaremos esa paz con Dios en las tribulaciones.​ Y aquí justo en las tribulaciones comienza nuestro proceso.

Vemos que este proceso comienza el día que se opera el milagro de la justificación por medio de Cristo. El mismo momento que usted y yo recibimos a Jesús como Salvador en ese momento, empieza a funcionar todo el engranaje divino que nos moldea, por medio de las circunstancias en nuestras vidas, para lograr darle honor a Dios en todo:

  1. Nos alegramos en las tribulaciones. Vs. 3​ Las tribulaciones son el gimnasio de la vida. Y si ya que vamos a pasar buen tiempo en esta tierra, y luego la eternidad, lo mejor es que vayamos llenandonos del gozo de Dios, en medio de las tribulaciones. Nadie está libre de tener tribulaciones, nadie está libre de no sufrir dolor, todos estamos en el mismo barco. Por supuesto no digo, que vamos a reír a carcajadas ante el dolor, pero si digo que el mejor remedio ante la tribulación es buscar la presencia de Dios. Por eso, debe ver con otros ojos la tribulación…
  2. Las tribulaciones nos traen paciencia. Vs.3​ No hay otra forma de encontrar paciencia, sino a través de las dificultades. ¿Porque?
    1. En las tribulaciones aprendemos a dar valor a lo que realmente vale la pena.
    2. En las tribulaciones aprendemos que debemos vivir pausadamente.​ (Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Mateo 6:34)
    3. La paciencia es parte del fruto del Espíritu Santo.​ (Amor, gozo, paz, PACIENCIA, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza)
  3. La paciencia nos da carácter. Vs. 4 ​La paciencia produce prueba.​ ​Quiere decir que la paciencia nos hace mostrar quienes somos realmente. Es con la paciencia y ejercitándose en paciencia que formamos un buen carácter. Tener buen carácter, se refiere a mostrar la vida de Cristo en nuestras acciones, a poner la otra mejilla, a caminar la milla extra, a amar al enemigo, a mostrar a otros el camino de la Verdad.
  4. El carácter nos trae esperanza. Vs. 4​ El carácter que se forma en la paciencia nos hace esperar, con paz el día que todo estará bien. Este carácter trae esperanza que Dios no falla, y nos da la certeza que nuestras oraciones siempre son escuchadas. Este carácter trae esperanza que un día todo estará perfecto en la Presencia de Dios, y aún si no hallamos recibido en esta tierra la respuesta, sabemos que tenemos la esperanza veraz, y perecedera que un futuro glorioso en Cristo Jesús.

5. La esperanza levanta nuestra vida.​ Uno puede vivir lleno de vergüenza por el pecado, por sus malas decisiones, pero hay algo que nos da la esperanza de la fe en Cristo: es que nos dignifica, nos devuelve la confianza, nos da seguridad, nos da identidad y levanta nuestra cabeza. Ya no andamos cabizbajos, ni avergonzados. Usted mira cada día como una oportunidad y no como parte de una rutina. Sus mejores años puede que no hayan pasado, si tan solo decide rendir su vida ante la majestad de Dios. ​5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

¡Esto ya fue hecho! ¡Dios ha derramado su gracia en su vida!!!! No perdamos el tiempo, se lo pido por las misericordias de Dios. Basta ya de vivir esa doble vida. Decida de una vez vivir la vida que Cristo le ofrece.

Conclusión.​ Si usted no tiene paciencia en este tiempo, usted necesita a Cristo. Si no está experimentando la esperanza del futuro glorioso con Cristo necesita alinear su vida con Jesús y rendir su vida hoy. Le hablo a los no creyentes y a los creyentes, necesitamos vivir rendidos ante Dios. Si usted nunca le ha dicho a Cristo, vive en mí, perdona mis pecados… Es tiempo de que lo haga. Busque un amigo, y pida ayuda. Si usted es un creyente que vive en vergüenza por que ha tomado malas decisiones, ¿Qué espera para levantarse de seguir cuidando cerdos y correr a los brazos del Padre? No espere más, ya no demore su decisión Dios desea restaurar y sanar nuestra vida. Dios le bendiga.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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EN ARMONÍA CON EL PLAN DE DIOS.

ISAIAS 55: 9 «Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Esta Palabra nos indica que los caminos y los pensamientos de Dios, son mas altos que los nuestros. y por eso es importante tomar en cuenta la voluntad de Dios, alineándonos a sus planes y propósitos, los cuales son únicos para cada uno de nosotros.

De ahí que necesitamos estar en armonía con los planes de Dios.

Hay tres preguntas que todos debemos hacernos antes de tomar una decisión importante: ¿Qué, cuándo y cómo?

Si dejamos a un lado siquiera una de estas preguntas, podríamos tomar la decisión equivocadas y sufrir consecuencias. Por tanto, la opción más sabia es venir ante el Señor para pedirle que nos muestre qué desea que hagamos, cómo quiere que procedamos y cuándo sería el momento propicio conforme a su perfecta voluntad.

La historia de Moisés en Éxodo 2.11-15 es un ejemplo de la importancia de buscar la dirección de Dios antes de tomar una decisión. Aunque Moisés era hebreo, fue criado en el palacio como hijo de la hija de Faraón; ese era un lugar de poder, prominencia y prestigio egipcio. Ya siendo adulto, vio cómo un egipcio golpeaba a un hebreo y tomó una decisión precipitada que cambió su vida de manera radical. Intervino al matar al egipcio, como resultado, lo perdió todo y tuvo que huir para resguardar su vida, convirtiéndose en fugitivo. Con el tiempo, se estableció en el desierto de Madián y se convirtió en pastor de ovejas.

MOISÉS SE ADELANTO AL PLAN DE DIOS

Al igual que Moisés, en ocasiones también nos adelantamos al plan de Dios, al tomar decisiones apresuradas sin considerar las consecuencias.

  1. Se enfocó en un suceso en lugar del panorama completo. Los hebreos, quienes buscaron refugio en Egipto cientos de años antes, fueron forzados a ser esclavos por el faraón, quien les amargaba la vida con labores difíciles. Cuando Moisés vio el maltrato que sufría uno de su pueblo, se enfocó en la injusticia de esa situación específica y no pensó más allá. No se dio cuenta de que la solución al problema era una tarea que solo Dios podía hacer. El plan divino para liberarlos no se llevaría a cabo sino 40 años después.

2. Se guió por su razonamiento en lugar de escuchar a Dios. Eso es lo que casi siempre hacemos. Examinamos la situación y llegamos a una conclusión equivocada respecto a lo que debemos hacer, basándonos en nuestro entendimiento limitado. En cambio, Dios sabe cuál es la mejor manera de proceder y está dispuesto a brindarnos su ayuda si buscamos su dirección.

3. Actuó por impulso en lugar de buscar lo que Dios quería que hiciera. Su deseo era defender al esclavo hebreo, pero no pensó en las consecuencias. A pesar de que defender a los desprotegidos es bueno, Moisés debió haber considerado si su acción impulsiva era la manera más sabia de proceder.

Cuando actuamos de manera impulsiva corremos más riesgos de tomar decisiones que luego lamentaremos. Dios desea que primero busquemos conocer su voluntad en torno a la situación que enfrentamos.

4. Actuó con su propia fuerza en lugar de la de Dios. La fuerza humana es muy limitada, pero el Señor es Todopoderoso. Más adelante, Dios demostró su poder al liberar a los hebreos de Egipto y al destruir al ejército egipcio en el mar Rojo.

5. Actuó con ira. Si nos aferramos al enojo en vez de perdonar de inmediato, se mantendrá en nuestro corazón hasta que una situación lo haga estallar. Sin embargo, la Palabra nos aconseja lo siguiente:

EFESIOS 4:26 » Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. »

De lo contrario, eso nos hará más propensos a reaccionar de una manera vergonzosa, hiriente o destructiva.

Debemos ser perdonadores y no guardar rencor a nadie.

6. No consideró las consecuencias. En vez de reaccionar de manera impulsiva ante una situación, debemos pensar con seriedad en las consecuencias a largo plazo. Algunas decisiones traen consecuencias que pueden durar toda la vida.

QUE SUCEDE CUANDO NOS MANTENEMOS EN ARMONÍA CON EL PLAN DE DIOS ?

Para que podamos tomar decisiones sabias, debemos andar conforme a la voluntad de Dios y no dejarnos guiar por lo que creamos que es mejor y podemos esperar los siguientes beneficios:

  1. Dios proveerá todo lo que necesitemos. Cuando tenemos una relación personal con el Señor del universo, podemos venir a Él confiadamente con nuestras peticiones, con la seguridad de que suplirá nuestras necesidades conforme a sus riquezas en gloria (Fil 4.19).

2. Dios nos dará instrucciones específicas. Sin embargo, la única manera de recibir su dirección es mediante su Palabra. No debemos cometer el error de solo orar por lo que nos concierne sin buscar en la Biblia lo que Él desea decirnos. No sabemos lo que el futuro nos depara, pero Dios sabe cada detalle del pasado, presente y futuro, y nos ha dado su Palabra como guía. En las Sagradas Escrituras encontramos todo lo que necesitamos saber para que podamos vivir conforme a su voluntad. Sin ella, nunca sabríamos lo que Él desea que hagamos. De hecho, no podemos llevar la vida cristiana sin nutrirnos de sus enseñanzas cada día.

3. Dios nos quitará el temor. Como no sabemos lo que nos depara el futuro, tomar decisiones puede ser una experiencia aterradora, pues desconocemos las consecuencias que pueden acarrear. Pero cuando buscamos la guía de Dios mediante su Palabra, Dios reemplaza nuestro temor con confianza en Él.

4. Veremos a Dios actuar de maneras inusuales. Sin embargo, debemos confiar y esperar en su tiempo. Si no responde de inmediato a nuestra petición, es porque sabe que en verdad no estamos listos para recibirlo, o quizás no sea el momento indicado. Si deseamos palpar el poder de Dios en nuestra vida, debemos leer la Biblia, esperar con paciencia y confiar en que responderá en el momento preciso.

5. Aprenderemos los caminos de Dios. Si buscamos su dirección al leer y obedecer su Palabra, veremos cómo obraba en los tiempos bíblicos y cómo obra en nuestras vidas. Si en verdad deseamos conocer más al Señor, debemos adquirir un conocimiento más profundo de su Palabra.

6. Dios usará nuestras debilidades y flaquezas. Nuestras insuficiencias y necesidades nos llevan al Señor en oración. Por tanto, no debemos verlas como algo negativo, sino como un medio que Dios usa para acercarnos a Él.

7. En un breve lapso de tiempo Dios puede lograr más de lo que nosotros podemos lograr en toda una vida. El Señor puede alcanzar mucho más que lo que podríamos llegar a hacer por nuestras propias fuerzas. Así que, siempre debemos buscar su dirección en vez de precipitarnos a tomar las riendas.

Moisés reconoció la soberanía de Dios, respondió a la presencia de Dios y se dejó usar de una manera poderoso cumpliendo los planes y propósitos de Dios para su vida.

Así que nosotros también podemos hacer lo mismo.

Anhelo ver a la gente obedecer a Dios, porque sé cual es el resultado final, serán bendecidos abundantemente, tendrán seguridad, confianza en Dios, descubrirán la bondad, la gracia, el favor y todo lo demás de parte de Dios.

OREMOS: Señor, te pido perdón por mis pecados y rindo mi vida a tí. Hazme un instrumento de tu paz y una nueva criatura. Abre mis ojos espirituales para comprender tu voluntad atraves de tu Palabra, y que pueda seguir tus mandamientos y tus preceptos. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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EL ESPIRITU SANTO: NUESTRO AYUDADOR y CONSOLADOR


En ocasiones los nuevos creyentes creen que sus vidas serán más fáciles después de ser salvos; pero eso no es lo que casi siempre sucede.

A veces, puede que enfrentemos más bien algunos problemas y desafíos. Y esto puede llegar a preguntarse dónde está Dios o por qué no responde nuestras oraciones. Si no sabemos qué hacer, puede que nos sintamos solos y abrumados. Pero si hemos recibido a Cristo como Señor y Salvador, nunca estamos solos, pues nos ha prometido un AYUDADOR : el Espíritu Santo.

Antes de ir a la cruz, Cristo les dijo a sus discípulos que enviaría a alguien que les ayudaría.

LA BIBLIA habla de la Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Sin embargo, algunos creyentes no comprenden que Dios, en la persona de su Espíritu, ha venido a morar en ellos, o no le han dado el lugar que se merece.

No obstante, el problema no es el Señor, sino la falta de conocimiento en cuanto a la presencia y guía del Espíritu Santo en sus vidas. Se nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir nuestro andar de fe. Solo debemos estar dispuestos a rendirnos ante Dios para hacer uso de los recursos del Espíritu Santo. Nuestro Ayudador divino siempre está dispuesto a socorrernos. En ningún momento, desde que recibimos a Cristo como Salvador, hemos estado solos ni desamparados; aunque nos sintamos así. Su Espíritu está siempre presente y obra de manera activa en nuestra vida.

CUAL ES LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO ?

  1. Nos convence de pecado. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn 16.8). En primer lugar, nos hace reconocer que somos pecadores necesitados de salvación para que podamos arrepentirnos, depositar nuestra fe en Cristo y recibir su perdón. E incluso, después de ser salvos, nos hace reconocer cuando actuamos de manera incorrecta, al recordarnos que el pecado no debe ser parte de nuestra vida, pues ahora seguimos a Jesucristo.

2. Nos sella para salvación. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Ef 1.13). En esa época el sello era usado para autentificar, demostrar posesión y protección. El Espíritu Santo nos sella en Cristo como hijos de Dios, pues ahora vivimos bajo su divina protección. Es un sello que nadie puede romper, ni Dios, ni el diablo, ni nosotros mismos. Sin embargo, eso no significa que podemos pecar sin sufrir consecuencias. Dios nos muestra lo que está mal y también nos disciplina.

3. Mora en nosotros. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Ro 8.11). El Espíritu Santo es un regalo eterno que ha enviado a nuestra vida. Y vivimos bajo su dirección, mientras nos capacita para que hagamos lo que nos pide.

4. Nos enseña. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosa” (Jn 14.26). Puesto que es Dios, su Espíritu es un maestro que supera a todos los demás. Nos guía al leer la Palabra de Dios y nos ayuda a interpretarla adecuadamente. La Biblia es un maravilloso regalo que Dios nos ha dado, y si somos fieles al leerla y le pedimos a su Espíritu que nos enseñe, nos ayudará a entenderla y sobretodo a ponerla en práctica.

5. Nos revela su verdad. “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1 Co 2.12). Se nos promete un conocimiento divino que va más allá de nosotros y del universo, y que solo puede ser hallado en la Palabra de Dios. Puede que no entendamos de manera inmediata lo que significa el pasaje que hemos leído, o cómo podremos aplicarlo; pero, si perseveramos en buscar y escudriñar la Palabra de Dios, el Espíritu nos ayudará a entender. No obstante, si dejamos de leer la Biblia, nos faltará la sabiduría que solo proviene de Dios.

6. Nos guía. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Jn 16.13). Nuestro Ayudador divino es también quien nos guía. Nos ayuda a discernir lo verdadero y a tomar decisiones correctas. En vez de buscar los consejos de otras personas, lo primero que debemos hacer es pedirle al Espíritu Santo que nos dirija.

7. Produce fruto en nosotros. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Ga 5.22, 23). A menudo, estas cualidades se producen en nosotros por medio de circunstancias que podrían hacernos responder de manera diferente. Por ejemplo, si nos resulta difícil amar a una persona, el Espíritu Santo puede cambiar nuestra actitud si se lo pedimos y si deseamos caminar en obediencia a Él.

8. Nos recuerda. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14.26). Aunque los discípulos ya habían estado con Cristo y escuchado sus enseñanzas durante tres años, solo disponían de lo que recordaban después de que Él había partido. Para enseñar a otros acerca de Cristo necesitaban que el Espíritu Santo les ayudara a recordar. Incluso en nuestro tiempo, necesitamos que nos recuerde los pasajes bíblicos que necesitamos para cada situación. Si leemos la Biblia fielmente, Él nos ayudará a recordar lo que dice.

9. Nos faculta con dones espirituales. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo” (1 Co 12.4). Su Espíritu nos da dones espirituales para que podamos servirnos los unos a los otros de la manera que Él desea.

10. Nos da poder. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (He 1.8). Su poder nos permite completar la misión que nos ha dado y nos capacita en cada aspecto de la vida.

11. Nos llena. “Sed llenos del Espíritu” (Ef 5.18). Esta es una vida gobernada y guiada por el Espíritu Santo, pues su presencia mora en nosotros. Ningún creyente tiene una excusa legítima para no obedecer a Dios, pues su Espíritu nos ha capacitado para cumplir con su voluntad y mandamientos.

OREMOS: Gracias Padre celestial por habernos enviado al Espíritu Santo a morar en nosotros, a enseñarnos, a guiarnos, a fortalecernos, a darnos dirección, a revelarnos la Palabra de Dios, a revelarnos y a glorificar a Jesucristo, el Hijo de Dios, y a permanecer en nosotros todos los días de nuestras vidas. Enciende el fuego del Espíritu Santo en nosotros. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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