Categoría: Presencia

El Verdadero Regalo de Navidad: Jesucristo, el Hijo que Nos Reconcilia

Hoy nos reunimos para reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad. Aparte de las luces, regalos y festividades, quiero invitarles a ir más profundo, y contemplar la grandeza de lo que realmente celebramos.

Navidad es la celebración del regalo más extraordinario que la humanidad ha recibido: el Hijo de Dios Jesucristo. El profeta Isaías lo declara con majestuosidad en:

ISAIAS 9:6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”

Este versículo nos transporta al corazón del mensaje de Navidad. No estamos hablando solo del nacimiento de un niño, sino de la llegada del Salvador, del Rey eterno, de aquel que lleva sobre sus hombros la autoridad de todo el universo.

Que significa: “Un hijo nos es dado”. ¡Que Dios nos dio a Su Hijo! No porque lo mereciéramos, no porque lo buscáramos, sino porque Él nos amó primero. Él vio nuestro quebranto, nuestra separación, y decidió actuar. Jesús no fue un plan de emergencia; Él es el cumplimiento del eterno propósito de Dios para salvarnos y reconciliarnos con Él.

Ahora bien, ¿por qué vino este Hijo? La respuesta la encontramos en:

2 CORINTIOS 5:17-21: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

¡Este es el milagro de la Navidad! Cristo no vino simplemente para ser admirado en un pesebre; vino para transformar vidas, para hacer nuevas todas las cosas. Y no importa cuán lejos hayamos estado, no importa cuán rotas estén las piezas de nuestras vidas: en Cristo hay restauración, hay renovación, hay esperanza, hay un nuevo comienzo.

Así que, mientras celebramos esta Navidad, recordemos las palabras de Isaías: “Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Este es el motivo de la Navidad: Jesús al que adoramos.

Más que celebrar con regalos o adornos, la Navidad es una invitación a reconciliarnos con Dios, a rendir nuestras vidas al Príncipe de Paz. Y esto lo podemos hacer orando en voz alta conmigo la siguiente oración:

«Padre celestial, hoy venimos ante Ti ,reconociendo Tu inmenso amor al enviar a Tu Hijo Jesús, el único que pudo cargar con nuestros pecados y darnos la vida eterna. Señor, sabemos que te hemos fallado, que nuestras vidas han estado lejos de Ti, pero gracias que en Cristo, tengo esperanza, perdón y un nuevo comienzo.

Señor, transfórmame, limpiame de todos mis peados, derrama Tú paz sobre mi vida y renueva mi corazón, te lo pido en el nombre poderoso de CristoJesús, nuestro Salvador. Amén»

Comentarios

EL PODER DE MEDITAR EN LA PALABRA DE DIOS

Aquí, la meditación se refiere a la meditación Bíblica, no a la oriental. Esta clase de meditación implica leer la Palabra de Dios, estudiarla y debemos hacer una pregunta importante: Señor,  cómo aplico esto a mi corazón?; Señor que estás diciéndome?; o como la pongo en práctica?; es esto una palabra de aliento o una advertencia?; debo tener cuidado?; debo ser sensible a alguien?; debo dar algo que no había considerado dar?

Muchos se preguntarán: porque voy a meditar en un libro escrito hace más de 2,000 años, lo que pasa es que la Biblia fue escrita para cada generación, esta vigente, no cambia, es la misma ayer, hoy y para siempre. Mire lo que dice el siguiente pasaje:

SALMO 119: 97-105 “ ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!, Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.

David meditaba todos los días, lo hacía entendido de Dios, era obediente a los mandamientos, guardaba la Palabra de Dios, consideraba dulces las palabras de Dios, y que la Palabra le guiaba en toda su vida, así como puede ayudarnos a nosotros en nuestro diario vivir.

Quiero hacerte una pregunta: caminas, hablas, y vives conforme a la Palabra del Vivo?, o estas dependiendo de la propaganda y de la publicidad, que dice: serás más apuesto y mucho más exitoso?, crees eso o crees en la Palabra de Dios?

Quiero decirte que la Palabra de Dios es el libro mas importante del mundo y su guía es la más importante, porque nos da la sabiduría para escoger amigos sabios, no se endeudará, tomará las decisiones más sabias, podrá seguir y hacer las promesas que Dios ha hecho y que le guiarán en su vida.

La meditación es el proceso por el cual aprendemos a escuchar a Dios, aplicar estos principios a nuestra vida, y verlo actuar. Talves se pregunte: y cómo sabe esto?, bueno, el día que acepto a Jesucristo como su Salvador, el Espíritu Santo vino a su vida a sellarle como hijo de Dios y a facultarles, a enseñarle a creer la Palabra de Dios y por ende, a dirigir su vida.

AHORA, QUÉ QUEREMOS DECIR CON MEDITACIÓN CONFORME A LA PALABRA DE DIOS?

Meditación es enfocar nuestro corazón en Dios y dejar todo lo demás a un lado.

  1. Apartar un tiempo a solas con el Dios Omnisciente, Omnipresente y Todopoderoso quien le ama incondicionalmente y tiene poder sobre su vida entera.
  2. Se trata más de escuchar que hablar. Señor que estás diciéndome?
  3. Es la actividad más importante en la vida de un seguidor de Cristo, porque es allí donde recibe dirección clara y tiene las respuestas a nuestras preguntas.

QUE SUCEDE CUANDO APRENDEMOS A MEDITAR?

  1. Calma nuestro espíritu, cuando le dices a Dios, mira qué día he tenido o has recibido malas noticias, etc. Dios tranquiliza nuestro espíritu.
  2. Dios ilumina nuestra mente para que pensemos como piensa Él en lo que nos interesa. Inmediatamente tenemos un sentido de grado de paz. Él nos dice que no nos preocupemos, tengamos confianza en Él porque nos dirigirá.
  3. Aumenta nuestra energía. Podemos venir ante Dios y decirle que te ayude, que necesitas fortaleza, la fuerza que viene solo de Él. Y Él no lo defraudará. Nuestro Dios suplirá lo que necesitamos conforme a sus riquezas en Gloria.
  4. La meditación purifica nuestro corazón. El Espíritu Santo dentro de nosotros sacará a la luz el pecado en nuestro corazón. Podemos ir al Señor y decirle: no sé porque esta pasando esto en mi vida, Señor, yo sé que Tú lo entiendes, necesito que me ayudes. Y Dios le mostrará lo que sea haya en su vida que no debería estar. Entonces, una vez que se lo muestre, podremos recitar 1 Juan 1:9 “ Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. Tenemos esa grandiosa promesa. Y Él lo va hacer, limpiarnos y purificarnos.
  5. También amplia nuestra percepción de quien es Dios.  NO me refiero al tamaño, sino a la capacidad de nuestro Dios amoroso que puede perdonarnos. Él se interesa en usted en cada aspecto de su vida, Él lo creo, Él sabe cuándo es el inicio y el último segundo de su existencia en la tierra. Recuerde que Dios es Admirable y Él desea lo mejor para nosotros.
  6. Aumenta nuestro amor por Dios. Esto es lo que pasa cuando meditamos y guardamos la Palabra de Dios en nuestro corazón. Ésta es la clave de la meditación de la Palabra de Dios, que cuando necesite algo en su vida, le llevará a un pasaje específico de la Biblia donde le animará, le alentará, le guiará, le suplirá y estará seguro que recibirá una respuesta. Y usted dirá: “Gracias Señor”, y al encontrar esa respuesta de parte de Dios, su fe se disparará. La meditación es concentrarse en Dios, creemos lo que Él dice, lo esperamos en cualquier momento, Él estará allí para darnos dirección en la vida, y Él está dispuesto a ayudarnos en cualquier situación.
  7. Nos hace más sensibles y más conscientes de la autoridad y el poder de Dios. Por eso es que debemos quitar todo peso y pecado de nuestras vidas. El orgullo es destructivo en cualquier área de la vida, es devastador, se trata de humildad y estar conscientes de que necesitamos a Dios, y que al estar en necesidad, Dios suplirá lo que necesitamos. Una persona es insensata sino medita en Dios.
  8. Fortalece nuestra fe. Vemos a Dios contestar nuestras oraciones, y cuando tenemos momentos críticos, podemos retornar a Dios y decirle: “Solo Tú puedes manejar esto y confío en Ti”. Si andamos en su voluntad, Él está dispuesto a venir a nuestro rescate porque le damos Gloria y Honor.
  9. Nos hace estar más conscientes de la presencia de Dios. Nada logra más esto que el meditar en la Palabra de Dios, el percibir su presencia de una forma sobrenatural. Y podemos ver el obrar de Dios en la vida de Josué, José, David, Daniel, Ruth, Esther, Elías, Moisés, Abraham.
  10. La meditación nos infunde gozo al pasar tiempo en la Palabra, leyéndola, meditando, escuchándola y viéndola obrar en nuestra vida. Qué sucede?, hay gozo porque tenemos un sentido de reconocimiento de que pase lo que pase, Dios tiene el control.

ASí que deseo decirle que el suceso más importante en su vida, en cualquier momento desde el instante de su salvación, es el tiempo que pasa a solas con Dios, meditando en su Palabra porque es como ver la luz de cosas que no veríamos de otro modo.

Valoremos el tiempo que podemos pasar con Dios. Él es maravilloso porque la Palabra de Dios esta disponible a todos sin excepción. La meditación Bíblica es un hábito impactante, fructífero y alentador que debemos desarrollar porque lo cambia todo. Amén

Padre, te amamos y te alabamos, no por lo que haces, sino por quien eres. Te pido que grabes en el corazón de la vida de todo aquel que lo lea o escuche, hoy o mañana y en años venideros. Es la verdad, es el aspecto más importante de nuestra vida porque determina todo lo demás, te amamos y te alabamos.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

Comentarios

ANDANDO CON EL ESPÍRITU SANTO

Vivir la vida cristiana es vivir en sumisión al Espíritu Santo, cuyo propósito es vivir la vida de Jesucristo en nosotros, lo que nunca podríamos hacer nosotros solos.

Uno de los temas Bíblicos que más ignoramos, es la obra del Espíritu Santo en el creyente. La Biblia dice que no podemos agradar a Dios, ni podemos servirle adecuadamente, sino entendemos como actúa Él en nuestras vidas.

Para comenzar, déjame hacerte la siguiente pregunta: ¿ a quién recurres para recibir orientación diaria sobre cómo vivir o qué decisión tomar?

Las Escrituras nos dicen que el único Guía digno de confianza es el Espíritu Santo. Él es quien conoce completamente nuestro pasado, desde el momento en que fuimos concebidos hasta el presente, y quien también conoce nuestro futuro, desde este día hasta la eternidad. Él conoce el plan y el propósito de Dios para nosotros hoy y para cada día de nuestra vida. Él también sabe lo que es bueno y correcto para nosotros. Además, sin el Espíritu Santo no podríamos entender la Palabra de Dios, Él la traduce y la hace viva para nosotros.

Por otro lado, sin el Espíritu Santo, un creyente no será eficaz y tampoco tendría el fruto que podría tener si dependiéramos de Él para llevar a cabo su labor.

Jesús se refirió repetidamente al Espíritu como el “Espíritu de la verdad”. Note lo que dijo acerca de la actividad del Espíritu Santo en su vida:

JUAN 16:13 “Él os guiará a toda la verdad; porque Él no hablará de Su propia iniciativa, sino que todo lo que oiga, Él hablará; y Él os hará saber lo que ha de venir”.

El Espíritu de la verdad es como una brújula interna en nuestras vidas, siempre apuntándonos hacia lo que Jesús sería, diría o haría en un momento dado.

Dios desea darte a conocer Su voluntad. Él quiere que sepas qué hacer y cuándo hacerlo. ¡Por lo tanto, puede confiar en que el Espíritu Santo será su guía diario! . Después que el Señor derramó el Espíritu Santo sobre los discípulos, se encontraron guiados profundamente por el Espíritu. Los versículos a continuación dan solo algunos ejemplos de cómo el Espíritu Santo trató a su pueblo de maneras que le proporcionaron una guía muy personal y específica. Lo que Él hizo por ellos entonces, Él desea hacerlo por ti hoy.

HECHOS 13:2 “Mientras estaban ministrando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” .

HECHOS 16:6 “Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido prohibidos por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia”.

Los líderes de la iglesia primitiva confiaron en el Espíritu Santo para que les diera este tipo de guía específica y personal, y somos sabios al hacer lo mismo.

GÁLATAS 5:16 «Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.»

Este versículo se refiere a que seamos “guiados por el Espíritu”, la norma de la vida cristiana, y de esa manera, Él nos da la fuerza para que hagamos lo que le agrada a Dios y no a las tendencias que existen en nosotros y que no van de acuerdo a la voluntad de Dios, es decir pecar contra Dios.

Te estarás preguntando y quien es el Espíritu Santo?, pues bien, Él es la Tercera persona de Deidad. Él fue enviado por el Padre como el otro Consolador, el Ayudador para que las cosas que hagamos no sean un fracaso y nos salgan bien. O nos ayude para que podamos atravesar por cualquier problema, o prueba, o dificultad, o tentación en victoria. Y sobre todo, cumplir con los planes y propósito que Dios tiene en mente en nuestras vidas.

Por lo tanto, el Espíritu Santo es esencial en la vida de todo creyente y tenemos que estar consientes de su labor. Él esta por nosotros para siempre, y viene a morar en nosotros cuando hemos aceptado a Jesús como Señor y Salvador. Él da testimonio de Jesucristo, nos enseña quién es Él y porque lo necesitamos tanto. Nos da seguridad de nuestra relación con el Padre, porque nos ha hecho hijos de Dios y podemos acercarnos a Él confiadamente. Y nos empódera con poder para llevar el evangelio a todo el mundo.

ENTONCES, PERMÍTEME DETALLARTE LAS CONDICIONES PARA SER GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS.

Andar en el Espíritu es vivir en cada momento, depender del Espíritu Santo, sensibles y obedientes a Él, de tal manera que andemos como le agrada a Dios.

1. Primero, debemos permanecer rendidos al Espíritu.

Debemos decir si al Espíritu cuando Él nos impulsa a realizar una determinada acción o decir una determinada palabra. Debemos dar asentimiento mental a la dirección del Espíritu, y luego debemos realmente obedecer Su inspiración y seguir adelante haciendo o diciendo lo que Él nos ha llamado a hacer o decir.

El Espíritu a menudo nos habla en la quietud de nuestros corazones con una palabra de convicción o seguridad. Cuando el Espíritu Santo nos está alejando de algo dañino, muy a menudo tenemos una pesadez, un sentimiento de problema, presentimiento o inquietud en nuestro espíritu. Cuando el Espíritu Santo nos está dirigiendo hacia cosas útiles, tendemos a sentir una profunda paz interior, un deseo de ver lo que Dios hará y un sentimiento de gozo.

¿Cómo puedes saber si estás rendido al Espíritu Santo? Estás rendido a Él cuando puedes decirle: “Esto es lo que deseo. Pero si Tu respuesta a esto es ‘no’, está bien. Haré lo que dices”.

2. Debemos creer y obedecer su guía.

Es mucho más probable que escuchemos lo que el Espíritu Santo tiene que decir si estamos escuchando activamente para que Él hable. Es mucho más probable que veamos la dirección del Espíritu Santo si lo buscamos. Hebreos 11:6 nos dice que Dios es “remunerador de los que le buscan”. Debemos ser diligentes en buscar Su guía, pedirla, velar por ella, anticiparla y recibirla.

El Espíritu Santo ha venido a revelarnos la verdad. Él ha venido en Su habilidad omnisciente para impartirnos lo que necesitamos saber para vivir una vida obediente y fiel. ¡Confía en Él para guiarte, ahora y siempre!

Ahora bien, para que todo esto sea una realidad en nuestras vidas, lo que debemos hacer es venir delante de Dios, rendir su vida a Él y hacer de Jesús el Señor y Salvador de nuestras vidas. Para ello le invito hacer la siguiente oración en voz alta después de mi:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia, para pedirte perdón de mis pecados. Me arrepiento de ellos. Hoy declaro con mi boca que creo que Jesucristo es el Hijo de Dios y El Padre lo levanto de entre los muertos. Te pido Jesucristo que vengas a morar a mi corazón. Te pido que tu Espíritu Santo venga a mi vida, sea mi guía y mi Ayudador. Bautízame con el fuego de tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

Comentarios

PRINCIPIOS PARA VIVIR UNA VIDA ABUNDANTE

La Biblia esta llena de grandes principios para que rijamos nuestras vidas. Y lo más sabio que un padre puede hacer por sus hijos es enseñarles desde muy pequeños, a creer que esta es la Palabra de Dios, de tal manera que rijan sus vidas por preceptos divinos, lo que hará que tengan vidas más plenas.

Así que veamos a que principios nos referimos:

1. Obedece a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos.

PROVERBIOS 3:1-4 » 1Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; 2Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. 3Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.»

Para esto se requiere primero escuchar a Dios, y segundo, confiar en Él, porque sino confiamos en Él veremos las consecuencias de nuestra desobediencia.

Lo maravilloso es que Él se ha hecho responsable de las consecuencias de nuestra obediencia, pero es mi responsabilidad escuchar a Dios, y confiar en Él, por lo que debemos de lidiar con la opinión de otras personas que nos quieren decir, como vivir y que decisiones debemos tomar, ya que si las oímos a ellos no escucharemos cual es la voluntad y los propósitos de Dios para nuestras vidas.

Estamos claros que ser obedientes requiere valor y fe, pero recuerde, Dios en su sabiduría sabe cuales serán las recompensas de ello.

2. Aprender a confiar en Dios para todo lo que necesitemos en la vida.

A menudo, las dificultades nos ayudan a confiar en Dios y Él nos enviará suficientes para aprender a confiar en Él, por lo que, después de 44 años de vida cristiana, puedo decirte que podemos confiar en que nos proteja en cada circunstancia.

ISAIAS 54:17 «Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.»

Crea en lo que dice Dios, en lugar de lo que crea o vea, porque si cree en lo que dice Dios, nunca se equivocará en hacer lo bueno.

3. Aprende a esperar la dirección y el tiempo e Dios.

Al decir Dios: «espera», nos esta queriendo decir que no estamos listos para lo que Él tiene para nosotros respecto a su voluntad, porque no es mi tiempo, sino el suyo. Si Dios dice: «espera», debes esperar.

Esta es una de las decisiones más difíciles y mas importantes, así que no se mueva, espere hasta que Dios le dé permiso de hacerlo.

Otra razón, es porque la circunstancia aun no esta lista. No podemos apresurarnos a Dios, porque Él hace las cosas en su tiempo perfecto y de manera perfecta.

Otra razón, es porque Él tiene algo mejor, algo mejor que nunca hemos pensado o soñado.

4. Dar con generosidad a la obra de Dios.

Cuando abro mis manos para dar de lo que tengo, esto demuestra que no estoy aferrado a nada. Y es que nuestra meta no debe ser el dinero, sino andar en obediencia a Dios.

Si seguimos sus principios de diezmar y ofrendar, Dios le prosperará de maneras que nunca nos imaginamos. Le protegerá de la avaricia y de el egoísmo, de volverse a lo material, porque no hay felicidad en el dinero, sino en una relación intima con Dios.

5. No puedo por siímismo llevar la vida cristiana: es Cristo en cada uno de nosotros.

Cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, Él vino a morar en cada uno de nosotros, a llevar una vida que nosotros no podríamos vivir.

No se si le ha pasado lo siguiente: lo que no queremos hacer, eso hacemos, no tenemos la fuerzas suficientes, probablemente hemos ido de fracaso en fracaso y por eso creemos que la vida cristiana no funciona, es entonces cuando debemos recordar lo siguiente:

JUAN 15:5 » Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.»

Esto nos demuestra que nosotros por nuestros propios medios, no podemos llevar una vida cristiana, hasta que reconozcamos que Jesús es el único que puede llevar una vida por ti, porque Él quiere que nos rindamos a nuestras habilidades, capacidades y dependamos de Él, confiemos en Él y le dejemos vivir en y a traves nuestro.

GALATAS 2:20 » Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Esto es liberador saber que Cristo vive en mí, de tal manera que dejemos de dar la talla, de tratar de complacerlo para que Él pueda actuar a traves de nosotros.

Tenga presente esto: CRISTO en nosotros, la verdad mas reveladora.

6. Dios nos ama incondicionalmente.

Él nos ama de esa manera, no por quienes somos o como actuamos, sino porque así es su naturaleza y carácter, amarnos con toda la plenitud y potencial.

ROMANOS 8:38-39 «38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

No tiene nada que ver con nosotros, sino con Él, quien recibe la Gloria, el Mérito y la Alabanza. Es importante entender que cuando comprendemos el amor de Dios, la gratitud nos motiva a obedecerlo.

Al recibir a Jesús como nuestro Salvador, Él nos sella con su Santo Espíritu hasta el día de la Redención, nos hace hijos de Dios, y nada que hagamos podrá alterar ese hecho, ni podrá alterar que Jesucristo murió por sus pecados y que lo ama incondicionalmente.

7. Dios tiene el control de cada circunstancia de nuestras vidas y de la vida.

Dios tiene el control total y absoluto. Dice la Palabra: «ninguna arma forjada contra nosotros prosperará». Dice que ninguna, pues Él tiene el control.

Sí hay algo que pareciera estar en contra nuestra, Dios sabe justo lo que sucede. Voy a decirle con toda seguridad que vivimos bajo su cobertura divina, su soberanía, su omnisciencia, su omnipresencia y su omnipotencia.

Dios tiene el control de cada faceta de nuestra vida, sino lo creyera, dejaría de predicar la Palabra de Dios.

8. Debemos depender por completo del Espíritu Santo.

Lo que Dios te llame a hacer, lo puedes hacer bien y hacerlo de modo que tenga un impacto. Así nos diseño Dios, que Él viva en nosotros mediante el poder sobrenatural del Espíritu Santo, quien nos faculta para lograr lo que sea.

9. Nuestro tiempo personal de meditación con Dios debe ser la prioridad de nuestra vida.

Además de orar, meditar en la Palabra de Dios es lo mas valioso, lo más fructífero, y los más productivo que podemos hacer en nuestra vida cristiana, porque esto sustenta cada uno de estos otros principios.

Dios quiere que pasemos tiempo con Él, a solas con Él, escuchándole, orando y clamando a Él. Y esto debemos hacerlo también con nuestros hijos para que crezcan con una fe firme.

Sabes porque?, porque este Evangelio de Jesucristo, puede penetrar en el corazón más endurecido, transformar nuestras vidas y cambiar el destino eterno de cualquier persona.

Si hay algo que he aprendido, es que la Biblia es lo mas valioso de la tierra. Esta es la revelación del Dios Todopoderoso. El Apostol Pablo dijo: «porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que en Él cree». Este es el gran poder de la Palabra Viva de Dios.

ISAIAS 40:8 » Sécase la hierba, marchítase la flor; más la Palabra del Dios nuestro permanece para siempre.»

Este es el Libro de instrucciones de Dios, y si usted desea una vida plena, le he presentado principios que funcionan, sé que funcionan, lo he visto en otras persona, y lo he visto en mi propia vida.

Y la única manera en que esto puede convertirse en una realidad en su vida, es aceptando a Jesús como su Señor y Salvador. Por eso le invito a que repitas conmigo la siguiente oración:

«Padre Celestial, vengo delante de tu presencia, a rendirme a ti, a decirte, que me perdones mis pecados, se que te he ofendido, perdóname, me arrepiento de ello. Ven a morar a mi corazón y me comprometo a seguir tus mandamientos y preceptos. Te hago en este día, el Señor y Salvador de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

Comentarios

YouTube