Categoría: Presencia

EL ESPIRITU SANTO: NUESTRO AYUDADOR y CONSOLADOR


En ocasiones los nuevos creyentes creen que sus vidas serán más fáciles después de ser salvos; pero eso no es lo que casi siempre sucede.

A veces, puede que enfrentemos más bien algunos problemas y desafíos. Y esto puede llegar a preguntarse dónde está Dios o por qué no responde nuestras oraciones. Si no sabemos qué hacer, puede que nos sintamos solos y abrumados. Pero si hemos recibido a Cristo como Señor y Salvador, nunca estamos solos, pues nos ha prometido un AYUDADOR : el Espíritu Santo.

Antes de ir a la cruz, Cristo les dijo a sus discípulos que enviaría a alguien que les ayudaría.

LA BIBLIA habla de la Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Sin embargo, algunos creyentes no comprenden que Dios, en la persona de su Espíritu, ha venido a morar en ellos, o no le han dado el lugar que se merece.

No obstante, el problema no es el Señor, sino la falta de conocimiento en cuanto a la presencia y guía del Espíritu Santo en sus vidas. Se nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir nuestro andar de fe. Solo debemos estar dispuestos a rendirnos ante Dios para hacer uso de los recursos del Espíritu Santo. Nuestro Ayudador divino siempre está dispuesto a socorrernos. En ningún momento, desde que recibimos a Cristo como Salvador, hemos estado solos ni desamparados; aunque nos sintamos así. Su Espíritu está siempre presente y obra de manera activa en nuestra vida.

CUAL ES LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO ?

  1. Nos convence de pecado. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn 16.8). En primer lugar, nos hace reconocer que somos pecadores necesitados de salvación para que podamos arrepentirnos, depositar nuestra fe en Cristo y recibir su perdón. E incluso, después de ser salvos, nos hace reconocer cuando actuamos de manera incorrecta, al recordarnos que el pecado no debe ser parte de nuestra vida, pues ahora seguimos a Jesucristo.

2. Nos sella para salvación. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Ef 1.13). En esa época el sello era usado para autentificar, demostrar posesión y protección. El Espíritu Santo nos sella en Cristo como hijos de Dios, pues ahora vivimos bajo su divina protección. Es un sello que nadie puede romper, ni Dios, ni el diablo, ni nosotros mismos. Sin embargo, eso no significa que podemos pecar sin sufrir consecuencias. Dios nos muestra lo que está mal y también nos disciplina.

3. Mora en nosotros. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Ro 8.11). El Espíritu Santo es un regalo eterno que ha enviado a nuestra vida. Y vivimos bajo su dirección, mientras nos capacita para que hagamos lo que nos pide.

4. Nos enseña. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosa” (Jn 14.26). Puesto que es Dios, su Espíritu es un maestro que supera a todos los demás. Nos guía al leer la Palabra de Dios y nos ayuda a interpretarla adecuadamente. La Biblia es un maravilloso regalo que Dios nos ha dado, y si somos fieles al leerla y le pedimos a su Espíritu que nos enseñe, nos ayudará a entenderla y sobretodo a ponerla en práctica.

5. Nos revela su verdad. “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1 Co 2.12). Se nos promete un conocimiento divino que va más allá de nosotros y del universo, y que solo puede ser hallado en la Palabra de Dios. Puede que no entendamos de manera inmediata lo que significa el pasaje que hemos leído, o cómo podremos aplicarlo; pero, si perseveramos en buscar y escudriñar la Palabra de Dios, el Espíritu nos ayudará a entender. No obstante, si dejamos de leer la Biblia, nos faltará la sabiduría que solo proviene de Dios.

6. Nos guía. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Jn 16.13). Nuestro Ayudador divino es también quien nos guía. Nos ayuda a discernir lo verdadero y a tomar decisiones correctas. En vez de buscar los consejos de otras personas, lo primero que debemos hacer es pedirle al Espíritu Santo que nos dirija.

7. Produce fruto en nosotros. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Ga 5.22, 23). A menudo, estas cualidades se producen en nosotros por medio de circunstancias que podrían hacernos responder de manera diferente. Por ejemplo, si nos resulta difícil amar a una persona, el Espíritu Santo puede cambiar nuestra actitud si se lo pedimos y si deseamos caminar en obediencia a Él.

8. Nos recuerda. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14.26). Aunque los discípulos ya habían estado con Cristo y escuchado sus enseñanzas durante tres años, solo disponían de lo que recordaban después de que Él había partido. Para enseñar a otros acerca de Cristo necesitaban que el Espíritu Santo les ayudara a recordar. Incluso en nuestro tiempo, necesitamos que nos recuerde los pasajes bíblicos que necesitamos para cada situación. Si leemos la Biblia fielmente, Él nos ayudará a recordar lo que dice.

9. Nos faculta con dones espirituales. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo” (1 Co 12.4). Su Espíritu nos da dones espirituales para que podamos servirnos los unos a los otros de la manera que Él desea.

10. Nos da poder. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (He 1.8). Su poder nos permite completar la misión que nos ha dado y nos capacita en cada aspecto de la vida.

11. Nos llena. “Sed llenos del Espíritu” (Ef 5.18). Esta es una vida gobernada y guiada por el Espíritu Santo, pues su presencia mora en nosotros. Ningún creyente tiene una excusa legítima para no obedecer a Dios, pues su Espíritu nos ha capacitado para cumplir con su voluntad y mandamientos.

OREMOS: Gracias Padre celestial por habernos enviado al Espíritu Santo a morar en nosotros, a enseñarnos, a guiarnos, a fortalecernos, a darnos dirección, a revelarnos la Palabra de Dios, a revelarnos y a glorificar a Jesucristo, el Hijo de Dios, y a permanecer en nosotros todos los días de nuestras vidas. Enciende el fuego del Espíritu Santo en nosotros. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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USTED Y YO SOMOS MINISTROS DE DIOS

Cada persona que ha sido transformada por la fe en Jesús, tiene un plan específico para su vida, sin embargo, todos nosotros somos llamados a permanecer fundados firmes en la fe, sin movernos de la esperanza del evangelio, y hemos sido constituidos ministros del evangelio.

Colosenses 1:15-23 «15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.»

En el versículo 15:  la Palabra dice que Jesús es la imagen del Dios invisible, Dios tuvo tanto amor que envió a Jesús para mostrar de manera tangible el amor del Padre. Jesús es el primogénito de toda la creación, Jesús NO es un ser creado, él es Dios eterno, y santo, el es el ORIGEN de todas las cosas, sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho…

En el versículo 16:  declara que en Jesús fueron creadas todas las cosas visibles e invisibles, tronos, reinados, etc…

Verso 17:  El es eterno, antes de todo

Verso 18: Cabeza de la iglesia, la cabeza de la iglesia, no es el pastor ni el consistorio, es Jesús mismo.

Verso 19:  en Jesús reside toda la plenitud de Dios, es decir Jesús es Dios eterno, soberano y majestuoso.

Verso 20: Jesús nos reconcilia. Qué hermoso es reconciliarnos unos con otros… la reconciliación trae amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza… el fruto del Espíritu se manifiesta.

Verso 21: Nosotros que éramos extraños y forasteros, enemigos de Dios… Jesús nos ha reconciliado con el Padre… ¿Qué dice Juan 14:6? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Verso 22: Jesús no hizo solo de palabra, sino que llevó el acto de reconciliación hasta donde nadie podrá llegar jamás, el mismo en su Cuerpo llevó el castigo de nuestras rebeliones y nos llevó al Padre, habiendo pagado nuestras culpas…

Entonces: Glorifiquemos a Cristo Jesús, quien es el consumador de nuestra fe. Sin Él no tendría sentido la vida. Cuando le recibimos en nuestro corazón, Él se convierte en todo para nosotros. A Él sea la Gloria, la Honra y el Honor.

Por eso te invito de hacer, a Jesús el dueño de tu corazón y verás la realidad de Dios en tu vida.

OREMOS: Padre celestial, tú siempre escuchas nuestras oraciones y estas presto a darnos la vida eterna, a caminar con nosotros cada día, dándonos dirección y guía. Hoy, te pido perdón por mis pecados. Ven a morar a mi corazón, inscríbeme en el Libro de la Vida, y haz de mí una nueva criatura que te ame y bendiga todos los días de mi vida. Te lo pido en el nombre d Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por compartir tan hermosa Palabra.

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VALENTIA PARA AFRONTAR OPOSICIÓN

La valentía es vital en la vida de todo creyente en Jesucristo, ya que es necesaria para obedecer a Dios, para hacer lo que nos pida a hacer, para alejarnos de lo que Él quiere que dejemos, para darle lo que Él quiere que le entreguemos, para seguir sus mandamientos, incluso para invitar a alguien a la Iglesia o el testificar a otros de Cristo.

Asimismo, es muy importante enseñarles a nuestros hijos a ser valientes, a no temer, a no echarse para atrás, ser audaces, osados y sobretodo francos.

Podemos decir entonces, que Valentía es seguir instrucciones difíciles frente al peligro, sin detenerse y seguir haciéndolo, sabiendo que es correcto. 

A fin de ilustrar este aspecto, lo complementaremos con la historia de Noe. 

Genesis 6:5-  «Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.»

Se imaginan cuan malvado se había convertido el hombre, inmoral, depravado, vil aun en las intensiones de sus pensamientos, pues todo lo que le interesaba era satisfacer su carne, al punto que Dios se arrepintió de haberlo creado.

Dios mismo sintió una puñalada en su corazón porque se sintió completamente rechazado por el hombre a quien amó desde que lo creó.

Pero que tiene que ver esto con la valentía, la cual no se menciona explícitamente,  pero la verdad!, está ahí.

Le dijo Jehová a Noé:

Genesis 6:14 «Hazte un arca de madera,»

Y te salvaré con esto. Entonces Noé y sus hijos empezaron a cortar mucha madera para poder construir el arca. Seguramente la gente al pasar por ahí, se burlaban de esa situación ya que por ese tiempo en la tierra ni siquiera llovía.

Pero él, nunca desistió aunque fuese criticado. Noé fue valiente y siguió siendo obediente a Dios, hasta que terminó de construirla.

Una mañana se despertaron y lloviznaba. Luego empezó a llover un poco más y un poco más fuerte, los arroyos se llenaron. Ya esto era un asunto serio. Me pregunto cuántas personas al ver aquel arca, se preguntaban si eso tendría algo que ver con lo que estaba sucediendo.

El valiente Noé, su pequeña familia y los animales escogidos estaban a salvo en el arca.

Pero lo que quiero, es que veamos cómo Noé pudo construir esa gran arca en medio de tanta oposición y crítica, y un trabajo arduo durante tanto tiempo, porque esta labor no fue solo de varios días sino años. Como lo logró y tuvo el valor de obedecer a Dios?

1, La seguridad absoluta de que había escuchado a Dios.

Genesis 6: 13-14 «Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.

 Noé estaba seguro de haber escuchado a Dios decir: «haz el arca, que entren animales e insectos, Yo cerraré las puertas, confía en mí». Seguridad absoluta de haber escuchado a Dios.

Sino lo has escuchado, pídale a Dios de rodillas: «quiero escucharte, yo sé que tienes un propósito para mi vida, dijiste que el Espíritu Santo viviría en mí. Necesito escucharte. Haré lo que digas, pero necesito escucharte.»

Lo escuchara la primera vez, talvez no!, pero sí está dispuesto a escuchar a Dios, repítalo una y otra vez más, hasta que te hable al corazón.

2. El reconocimiento de la presencia de Dios.

Genesis 6: 9 «Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.» 

Esta es la Palabra que dice, con Dios caminó Noé. El estaba seguro de la presencia de Dios en su vida, él lo conocía porque siempre caminaba con Dios, y una muestra de ello es que le confió y le dio a conocer sus propósitos.

3. La claridad de las instrucciones que Dios le dio.

Genesis 6: 15-16 «Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.»

Dios no le dijo a Noé, construye un arca grande, sino, construye un arca con tanto de longitud, altura y anchura. Con 3 aposentos, 1 puerta y 1 ventana. Y le mostró cómo hacerlo paso a paso.

No tenía título en arquitectura, ni era experto en construcciones, pero escuchaba a Dios.

4. La experiencia de la fortaleza de Dios en él.

Genesis 6: 14 «Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.» 

Haz un arca de 140 metros de largo, corta árboles de gofer y cúbrela de brea por fuera y por dentro.

Noé sabía que era imposible hacerlo sino era con la fuerza de Dios. Es más, cuando Dios nos llama a hacer algo, Él nos da la fortaleza para hacerlo.

Noé fue obediente y perseveró porque escucho a Dios. Y tenía la fuerza de Dios, asi como, la sabiduria de Dios para seguir adelante.

5. Tuvo la advertencia del juicio venidero.

Genesis 6: 7 «Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.»

Dios le dijo: quiero que construyas un arca, porque voy a destruir toda vida sobre la faz de la tierra, excepto lo que esté dentro del arca. Y Noé le creyó a Dios.

De no haberle creído, no habría construido el arca. Y descubrió que cada vez que Dios le decía algo, y él lo hacia, Dios lo bendecía. Sabe porque?, porque Noé caminaba con Dios.

6. La gracia de Dios estaba sobre su vida.

Genesis 6: 8 «Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.»

Dios desea que sienta su gracia, la cual viene con obediencia, con rendición y entrega a Él.

Noé anduvo bajo el manto del reconocimiento de la gracia de Dios y a raíz de eso, todo lo que hiciera tendría el favor de Dios. En otras palabras, tendría éxito en todo lo que emprendiera. Lo que no supiera, Dios se lo enseñaría y actuaría en su vida de maneras indescriptibles.

7. Noé tenía una relación muy personal con Dios.

Genesis 6: 9 «Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.

Todo hijo de Dios tiene el derecho de tener una relación con Dios y es el Espíritu Santo quién se encarga de proveerle, guiarle, y capacitarlo para eso.

La base de su valentía era su relación personal con Dios. Aun cuando Noé se cansaba, no desistió por la gracia del Padre sobre él. Noé sabía que estaba obedeciendo a Dios.

8. La promesa que Dios le había dado de su futuro.

Genesis 6:18, 7:1 «Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo…; Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. 

Cuando Dios le dijo a Noé que haría un pacto con él y que lo salvaría a él y a su familia, debió haberse sentido muy honrado.

Que gran ejemplo el de Noé. Se necesita valor para obedecer a Dios, para hacer lo que nos pide hacer, para alejarnos de lo que Él quiere que dejemos, para seguir sus mandamientos.

No puedes seguir viviendo como has vivido hasta ahora, porque cuando obedezcas a Dios con valentía, no podrás perder.

Dios hará en tus circunstancias lo mismo que Dios hizo en las de Noé. Para él fue un arca, para ti algo más puede ser.

Te ruego que seas lo suficientemente sabio, sensible y valiente para obedecer a Dios, quien te ama incondicionalmente. Confía en Él.

Si nunca has aceptado a Cristo como tu Salvador, solo te estás manteniendo a flote, pero un día de estos se hundirás y todo terminará. Pero, pide a Cristo que perdone tus pecados. Y no importa cuan malo creas que has sido, si vienes a Cristo, Él transformará tu vida.

Déjame ayudarte a pedirle a Cristo que perdone tus pecados. Repite después de mi: «Señor Jesús, hoy vengo delante de tu presencia, humillado pidiéndote perdón por todos mis pecados, lávame con tu sangre, ven a morar a mi corazón y haz de mí una nueva criatura. Te necesito Señor. Hoy, quiero hacer un pacto contigo de seguir tus mandamientos y tus preceptos. Bautízame con tu Santo Espíritu y abre mis ojos espirituales, de tal manera que pueda ver lo que tu quieres que haga. Dame de tu Gracia y camina conmigo a partir de este día. En el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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ARREPENTIMIENTO Y PURIFICACIÓN

Estos son días en que Dios está llamando al arrepentimiento, nos está llamando a una limpieza de contaminación de carne y de espíritu. Y éste debe ser un asunto diario.

El arrepentimiento es el paso inicial para que Dios lo entre en su temporada. Es el permiso que el hombre le da a Dios para que Él intervenga en su vida. Y no importa quién es usted, ya sea un Pastor, o un servidor, o un creyente, Dios nos esta llamando al arrepentimiento.

El arrepentimiento es separarnos de aquello que está mal, ya sea de asociaciones, de doctrinas falsas, de lugares, de cosas y de personas. Nosotros debemos renunciar a cualquiera de esos asuntos.

Evidencias cuando nos arrepentimos.

1. Cuando reconocemos que hemos hecho algo malo.

El Espíritu Santo té trae una convicción interna de haber hecho algo malo, y cuando eso sucede, te sientes mal. Esto es el Espíritu Santo trabajando en ti. No lo apagues, no lo entristezcas. Avívalo en ti. Porque es el Espíritu Santo de Dios haciéndote saber que tienes que corregir esa área de tu vida.

2. Se manifiesta un cambio.

Hasta que no haya un arrepentimiento genuino, no habrá cambio en tu corazón. Sino hubo cambio es porque nunca te arrepentiste. La evidencia de arrepentimiento es el cambio.

En el momento en que una persona se arrepiente, esa persona se somete a Dios.

Entre más profundo es el arrepentimiento, más profundo es el nivel de cambio en su vida. Desgraciadamente esa palabra, arrepentimiento, ya no se usa en los términos cristianos, porque pensamos que el arrepentimiento solo es para el no creyente, pero también es para los cristianos porque nosotros pecamos, no como un estilo de vida, pero cometemos pecados.

Hoy Dios viene a lavar nuestras iniquidades, viene haciendo una purificación. Y si vamos a entrar a una nueva temporada, no querremos llevar esas impurezas a nuestro futuro, arrastrando cosas del pasado.

Si tú tenias una adicción, ya no eres más adicto a las drogas o al alcohol o a la pornografía. Si tú abusabas de tu pareja, tú ya no le abusas más.

Si tú eres un mentiroso, ya no mientes más. Entonces, hay una evidencia de cambio.

3. Otra evidencia es el quebrantamiento.

Un hombre esta quebrantado cuando llega al final de sí mismo, cuando ya sabe que no hay otra salida, solo Dios.

Cuando hay un verdadero arrepentimiento, vas a ver un hombre humilde, vas a ver una mujer humilde, vas a ver a alguien que pide perdón cuando no es su culpa.

Cuando estás quebrantado, tú eres sensitivo  a la presencia de Dios. Lo correcto no es decir lo siento, sino, me arrepiento. Lo siento no es arrepentirse, eso no existe en la Biblia.

En la Biblia solo existe ésta palabra: me arrepentimiento.

4. Otra evidencia del arrepentimiento es la santidad.

Tiene que haber un distinción entre tu persona y el resto de las personas.

BENDICIONES DEL ARREPENTIMIENTO

1. El arrepentimiento previene el juicio.

Si tu te arrepientes, Dios es fiel y justo para perdonarte. Y cuando una nación se arrepiente, el juicio es demorado. Todo lo que esta sucediendo ahora es el resultado de un pueblo que no se arrepiente, Y esto, porque hay mucha gente viviendo con pecados secretos, pensando que nada va a suceder.

2. También eres prosperado.

Proverbio 28:13 » El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

Dios es fiel y sus promesas se cumplen. Si tan solo pudiéramos entender ésta Palabra, comprenderíamos que el sentir de Dios es prosperarnos y bendecirnos.

Pero Dios va a exponer ese pecado sino hay arrepentimiento. Lo maravilloso de Dios, es que para todo pecado, Dios tiene una solución.

DIOS TIENE DOS SOLUCIONES

Antes de manifestarte cuales son esas soluciones, déjame decirte que este es el tiempo de la limpieza, y si somos sinceros con nosotros mismos, podemos venir a preguntarle al Señor, que áreas en nuestras vidas necesitan limpieza?.

Estoy seguro que Dios nos la mostrará y cuando eso suceda, entonces debemos confesarlas y arrepentirnos  delante de Él. Probablemente te mostrará aquellas áreas donde asumimos que estamos bien. Pero ten la seguridad de que Dios está preparándote para lo que viene.

La desintoxicación es una necesidad antes de una nueva temporada.

Muchas cosas están paradas y no las vamos a recibir hasta que seamos limpiados.

2 Corintios 7:1 » Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.»

Si le permites que Dios te desintoxique en tu vida, entonces no vas a llevar ese lastre a tu futuro, pero si tu espíritu no ha sido desintoxicado, habrán mixturas, impurezas, y es por eso, es que tu espíritu debe ser limpiado.

Dios está en este proceso de limpiar la Iglesia, y este es el tiempo. Por lo tanto, Dios tiene dos elementos que llevan a cabo la limpieza: la Sangre de Cristo y la Palabra de Dios.

Apocalipsis 12:11 » Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos.

La  Sangre y la Palabra son detergentes espirituales que nos limpian y lavan. Hay bendiciones que no vamos a recibir, sino hasta que seamos limpiados. No se trata de seguir confesando el pecado, no es un asunto de perdón, sino es una cuestión de limpieza.

Los creyentes han vencido al diablo por medio de la Sangre del Cordero, porque esa Sangre tiene un valor incalculable, es nada menos que la Sangre del Hijo de Dios.

SIETE COSAS QUE HACE LA SANGRE DE JESÚS

Probablemente hemos hecho de todo, declarado la Palabra, ayunado, orado, etc, pero cuando declaramos la Sangre de Jesús, algo se rompe, porque la Sangre tiene el mismo poder que quien la derramó.

1. La Sangre de Cristo nos redime.

Salmo 107:2 » Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo.»

Redimir significa comprar algo de regreso. Jesucristo pagó el precio por medio de su Sangre. Y ese precio nos ha sacado de la mano del diablo. Mi dueño ya no es satanas, mi dueño es Cristo Jesús y yo he sido comprado por la Sangre del Cordero de Dios.

2. La Sangre continuamente nos limpia de todo pecado.

1 Juan 1:7 «pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Jesús no solo nos compró, sino que nos limpia continuamente de todo pecado. Pero si andamos en luz, tenemos comunión unos con otros y la Sangre de Jesucristo nos limpia.

Si tu has ofendido a alguien, la Sangre no te limpia a menos que te arrepientas. 

  1. La Sangre de Jesus te justifica.

Romanos 5:9 «Pues mucho mas, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 

Cómo nos justifica !, como si nunca hubiéramos pecado. Si te arrepientes, confiesas tu pecado, cedes a la convicción del Espíritu Santo, vienes a Jesús, entonces Cristo perdona tu pecado y después te justifica como si nunca hubieras pecado.

Por medio de la Sangre, soy justificado, soy inocente, hecho justicia como si nunca hubiera pecado.

4. La Sangre te santifica.

Hebreos 13:12 » Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre,» 

La Sangre te aparta del pecado y te aparta para Dios. «Por medio de la Sangre, soy santificado, hecho santo, apartado, separado para Dios, separado del pecado y apartado para Dios. Yo lo creo, en el nombre de Jesús.»

5. La Sangre es la vida sobrenatural de Dios.

Efesios 1:3-5 «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.»

Por medio de la Sangre, vienes a ser uno con Él, por su muerte, su resurrección y te sienta en lugares celestiales.

6. La Sangre de Jesus hace intercesión por nosotros.

Hebreos 12:24 «a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.» 

La sangre de Abel clama por venganza, pero la Sangre del Cordero clama por la vida y la misericordia. Como esto es verdadero, nosotros tenemos que pararnos y pedir perdón, no solo por nuestros pecados, sino también por los de nuestras familias, por nuestros hijos.

El juicio no vendrá a tu familia porque tu clamaste por misericordia por ellos. Hay familia en tu hogar que son blasfemos, mentirosos, ladrones, idólatras que se burlan de Dios. Dios tenga misericordia. El juicio comienza en casa.

7. La Sangre de Jesús nos da acceso a la presencia de Dios.

Hebreos 10:19 «Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,»

Es tan hermoso entrar a la presencia de Dios sin culpabilidad. Cuando no has sido limpiado, no puedes entrar a la presencia de Dios. Pero cuando has sido lavado y limpiado, puedes entrar a libremente a su presencia.

No puede haber un cambio en esta nueva temporada hasta que haya un arrepentimiento genuino.

Los cristianos no tienen tanto problema con el pecado, sino mas bien con la iniquidad, lo torcido, las impurezas, pero este es el momento de arreglar tu corazón.

Esta es una oportunidad que Dios está tocando a la puerta. Aquí no hay nadie que diga que no tiene pecado, porque todos tenemos pecados e iniquidades. Dios está llamando a una oportunidad de venir a arrepentirse, así que dobla tus rodillas, pide perdón y arrepiéntete.

OREMOS: Padre celestial, derramo mi corazón delante de ti, pidiéndote perdón. Perdóname, Señor. He pecado contra ti y mi pecado me ha separado de ti. Pero hoy vengo delante de tu presencia, diciéndote que perdones mis faltas, el pecado de mi familia, el pecado de mi casa, el pecado de mis hijos, perdona mis rebeliones, perdona mi apatía. Purifícame, lávame, sana mi vida, sana mi corazón y límpiame de todo pecado. Purifica mi mente, mis motivos y mis intenciones. Acepto mi responsabilidad como sacerdote. Te pido perdón por mi Iglesia, y si hemos sido piedra de tropiezo borra mis iniquidades. Lávanos con la Sangre del Cordero, lávanos con tu Palabra y protégenos Señor. Clamamos por nuestros hijos rebeldes, convierte sus corazones de piedra en corazones de carne. Reconozco que tú eres nuestro Dios y Señor. Olvida todo aquello que nos ha separado de ti. Renunciamos a todo pacto directo e indirecto que hemos hecho con el diablo, con el mundo y con nuestra propia carne. Renovamos el pacto con la Sangre de Jesús y hago un nuevo pacto con el Dios del cielo. Declaramos que somos tu pueblo y que tu Oh Dios, eres nuestro Señor y que te pertenecemos a ti. Gracias Padre bendito por lo que hiciste en la cruz del calvario. En el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor Guillermo Maldonado por sus enseñanzas.

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