Categoría: Propósito

EL LLAMAMIENTO SUPREMO AL SERVICIO

Uno de los nombres por los cuales eran conocidos los cristianos era por la palabra siervo. De hecho, el Apostol Pablo en la Epístola de Romanos, comienza diciendo: Pablo, siervo de Jesucristo, asi como en otros libros del Nuevo testamento.

Un siervo es algo muy importante en la vida de los que propagan el evangelio. Y esto tiene una razón, porque ese era el mensaje que recibieron de nuestro Señor Jesucristo, tanto por la forma en que Él vivió y lo que Él espera de cada uno de los que somos creyentes.

FILIPENSES 2:5-11 » Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.»

Nos dicen estos versículos, que Jesucristo vino a este mundo a ser un siervo y dejó el cielo para que fuésemos salvos. Y es que este asunto de ser siervo a muchos no les gusta pensar.

MATEO 20: 25-28 » Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.»

Aqui nuestro Señor Jesucristo ha conectado la grandeza verdadera con el espíritu de siervo: Ÿ Él que quiera ser primero entre vosotros, será vuestro siervo.»

Ahora Jesús lo ha puesto muy claro, Él dijo que vino a servir y no a ser servido, por lo tanto, el mensaje que envío a sus seguidores fue que cada uno de nosotros debe ser siervo.

JUAN 12: 25-26 » El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. 26Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.»

Recuerde que Jesús relaciono la verdadera grandeza con el servicio, y si servimos de corazón Dios Padre nos honrará. Ahora bien, si el Padre quiere que le honre, debemos servirle. Y como nosotros le servimos?, sirviéndonos unos a otros, amándonos unos a otros, orando unos a otros y llevando las buenas nuevas del evangelio a otros.

Sin embargo, hay algo que los creyentes debemos confrontar, y es este asunto del yo. Porque sino, lo podrÍamos perder todo.

Si miramos la vida del Señor Jesús, recuerde lo que Él dijo: «el que me sigue, me sirve», y que la grandeza real esta relacionada con ser siervo y también, que si le servimos a Él, mi Padre le honrará.

ROMANOS 8: 29 » Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.»

Podemos ver que Dios nos predestino para que fuésemos transformados a la imagen de Jesucristo. Es decir, ser como es Él en servicio al enseñar, al dar, al amar, al escuchar y pudiéramos seguir enumerando muchas otras cosas. Pero asi debe se la labor de Dios para cada creyente.

PORQUE SER SIERVOS DEL DIOS ALTÍSIMO

  1. Porque es el medio por el cual Dios quiere llevar a cabo su labor.

Miremos en los siguientes versículos como Dios esta preparando a sus discípulos para llevar a cabo la Gran Comisión.

JUAN 14: 11-14 » Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.12De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Jesús vino y entrego su vida en la cruz del calvario, y esa cruz sobrepasa toda obra hecha por el hombre. Pero obras mayores harán. Lo que Jesús estaba diciendo: «Yo los voy a enviar ….y vayan por todo el mundo a predicar el evangelio a toda criatura.» Él iba enviarlos con una misión que era imposible humanamente hablando, y por eso les dió el Espíritu Santo. Y verán cosas que nunca podrán imaginarse. Ustades han visto lo que yo he hecho, pero esperen a ver lo que yo haré por medio de ustedes.

Entonces, el Padre les honraré en ese momento.

2. Dios sabe que es esencial para nuestro crecimiento.

El verdadero servicio es esencial para nuestro crecimiento espiritual y aquel que no esta sirviendo al Señor de alguna manera no esta creciendo espiritualmente.Si solo esta leyendo a Palabra, solo orando, se lo esta guardando para si mismo, eso no funciona, no crecerá en su vida cristiana hasta que empiece a entregarse.

A eso nos creo Dios.

3. El propósito de Dios es darnos dones espirituales para llevar a cabo su obra.

ROMANOS 12: 6-7 » De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

1 CORINTIOS 12:7 » Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Podemos interpretar esta Palabra, que Dios nos ha dado dones espirituales para ser usado en su honor, y para llevar a cabo su labor. Cada creyente tiene uno o dos dones espirituales y nos los ha dado para que le sirvamos, y por eso, debemos depender del Espíritu Santo.

1 PEDRO 4:10-11 » 10Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

La Gracia de Dios es la que ha traído salvación a nuestras vidas y es la Gracia de Dios la que hace posible que le sirvamos y es por eso que Él nos ha dado estos dones para equiparnos para servir a los demás.

Y es que hay mucha gente en este mundo y por todas partes que se encuentra con gran necesidad emocional, financiera y física.

La razón por la que hablo de esto es que quiero que piense que la Iglesia no es el único lugar para servir a Dios. Si tengo un espíritu de servicio, no solo debo ejercitarlo cuando llego a la Iglesia, lo ejercitaré en otros lugares, con las personas que conocemos, los compañeros de trabajo, los familiares que pudieran estar pasando por dificultades, apuros y dolor.

Cada día de su vida, puede ayudar a alguien. A veces podríamos servir con una llamada telefónica, o con un email, un whatsapp. Hay tantas formas de servir al Señor, pues todo se resume a cual es su actitud. Sí su actitud es la actitud de un siervo puedo asegurarle que no tendrá que buscar maneras porque Dios las pondrá en su camino.

Nosotros somos siervos de Dios y cuando lo vivimos, algo increíble comienza a suceder en nuestras vidas y en la de los otros.

4. Para superar cualquier obstáculo.

Los verdaderos siervos de Dios no huyen cuando hay conflicto, si así fuera, Jesús nunca hubiera ido a la cruz, pero Él eligió hacerlo. Esa es la actitud que debemos tener al servir a la gente.

Eso es lo que hace la grandeza. La grandeza no es un título, no es un salario, grandeza tiene que ver con el carácter de la persona, tiene que ver con quienes somos por dentro. Por lo tanto, nosotros debemos de vivir con la certeza que dio lo mejor.

Así que de qué se trata el servicio de acuerdo a la Biblia: ES UN ACTO DE SERVICIO DE AMOR REALIZADO EN EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO PARA SUPLIR LAS NECESIDADES ESPIRITUALES DE AQUELLOS A NUESTRO ALREDEDOR.

COMO SUPERAR LA IDEA DE NO PUEDO

  1. Recordar que el servicio es para Dios. No es lo que nosotros hacemos por Dios, sino que es permitirle que Él actúe atravez nuestro.
  2. Darse cuenta que no importa a quién estemos sirviendo o que este haciendo. Servimos al Señor Jesucristo y hacemos las cosas bien. Porque cualquiera sea su ocupación y quien quiera que sea su jefe, hacemos un buen trabajo sin importar quién sea su Jefe humano, tenemos un Jefe Superior, nuestro Señor Jesucristo.
  3. Darse cuenta que no se puede servir asimismo y a Dios al mismo tiempo. Debemos decidir a quien vamos a servir, si se va enojar y rendirse se esta sirviendo a si mismo, pero si va a servir a Dios, debe ser obediente. Y entonces Él será el responsable del resultado. Nuestra actitud debe ser la correcta. Talvez algunos de ustedes trabajan en algo que no les gusta, pero quiero desafiarlos para que cambien de actitud porque reuerde que si Dios esta en control y lo puso allí, entonces debe hacer lo mejor y tendrá que hacerlo por Él y no por ellos entonces todo cambiara para bien.

OREMOS: Padre, estamos tan agradecidos porque tú nos ds el privilegio de servirte y perdónanos si a veces nos quejamos por una pequeña incomodidad. Enséñanos como entender el espíritu de un siervo para que puedas transformar nuestras vidas y entonces provocar un impacto a nuestro alrededor. En el nombre de Jesucristo. Amén.

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NUESTRO ENFOQUE DEBE SER DIOS SIEMPRE

La Biblia es un Libro enfocado en Dios, con un mensaje enfocado en Dios para gente enfocada en Dios que quiere andar en los caminos de Dios, obedecer a Dios y experimentar sus bendiciones. Además es un Libro que nos da guía y lecciones prácticas para nuestra vida diaria.

Por lo tanto, solo hay dos maneras de vivir: conforme a lo que dice la Palabra de Dios y la otra no haciendo caso a lo que dice este Libro. Veamos que principios encontramos en los siguientes versículos:

EXODO 6: 1-8 » 1Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra. 2Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ. 3Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos. 4También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron. 5Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. 6Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; 7y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. 8Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ.

Lo que Dios está diciéndonos en estos pasajes es que Dios tenía una voluntad para su pueblo, que Dios tiene una voluntad para todos y para cada uno de nosotros y es conforme a su mejor plan porque Èl conoce nuestras facultades, destrezas y lo que sea.

Lo que nos muestra esta Palabra es que el pueblo de Dios había estado en esclavitud durante 400 años y Dios llamó a Moises para que confrontará al Faraón y le dijera que dejara ir a su pueblo. Claro, no iba a ser una tarea fácil, porque habían estado en esclavitud haciendo todas las actividades de agricultura, ganadería y construyendo los monumentos del Faraón.

Así que estaba este siervo de Dios, quien creció en Egipto, en el palacio del Faraón, y fue desterrado al otro lado del desierto y ahora Dios le decía a la edad de 80 años «te tengo la labor más importante de tu vida».

Ahora que enseñanzas podemos sacar de esta experiencia:

  1. Que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros. Es un gozo descubrir ese propósito, pero también puede ser aterrador, así como pudo haber sido para Moises, porque le parecía una labor imposible de llevar a cabo. Al decir 4 veces: YO SOY JEHOVÁ, lo que Dios le estaba enfatizando es esto: «No te preocupes por cual es tu responsabilidad, ni las consecuencias. Solo tienes que recordar que quien te envía es Jehová el Soberano del Universo, el Dios Todopoderoso.»
  2. Dios asume toda la responsabilidad para lo que sea que Dios nos llame. Él, asume la responsabilidad de prepararnos, facultarnos y sostenernos en lo que sea necesario para que hagamos lo que nos ha llamado hacer. A los ojos de Moises, lo que le pedía Dios parecía imposible desde el punto de vista humano, pues se les ataba pidiendo que volviera donde había sido expulsado y que le pidiera al Faraón, quien gobernaba al mundo de aquel entonces que haga algo. Que bendición sería si Dios nos escogiera para hacer lo que sea porque Él ve en nosotros un potencial con su mandato y su responsabilidad. Si así fuera, lo que nosotros debemos hacer, es mantenernos receptivos a lo que Dios nos pida que hagamos.
  3. Y qué hará Dios: Nos dará dirección para nuestra vida. Y con esa dirección, Él nos dará seguridad como a Moises. En este caso, le dijo que regresara para liberar a toda una nación de 2 millones de personas, sin tener ejercito, ni nada más que la Palabra de Dios. Mire!, solo necesitamos la Palabra de Dios para obedecerle. Cuando Dios nos pide que hagamos algo es porque en ese mandato esta todo lo necesario. Así que seamos obedientes porque Él está con nosotros en cada momento.
  4. Dios ejercerá su poder mediante nuestras vidas para llevar a cabo lo que Él ha dispuesto. No subestimemos lo que Dios puede hacer en nuestras vidas porque puede ser algo maravilloso, ya que Él sabe justo lo que somos capaces de ser y hacer con su fortaleza, su guía, su poder, su apoyo, su aliento y al tener todo eso, nada será imposible para cada uno de nosotros.

EXODO 7:4 «Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.«

Dios fue claro que sacaría a su pueblo, con grandes juicios. Así que no tenemos que descifrar como Dios lo hará, todo lo que Él quiere es que seamos obedientes y dejemos las consecuencias en sus manos. Sí titubeo en obedecerle, lo que estoy diciendo es que no confío en Él, que no creemos que Él pueda encargarse. Pero al final Moises confió en Él.

5. Dios quiere que confiemos en Él. Después de ver lo que Moises logró enfrentando al Faraón y lo imposible que era, fue posible porque Moises estuvo dispuesto a confiar en Dios. Hoy puedo decir: «No sé cuanto tiempo me queda, pero el resto de mi vida quiero entregártela todo a ti. No entiendo lo que harás conmigo, o como lo harás, con quien quieres que lo haga, pero Señor, el resto de mi vida te pertenece a ti». No importa la edad que tengas, Dios quiere usarnos para hacer una labor maravillosa impactando la vida de muchas otras personas. Nunca es muy tarde para escuchar a Dios.

Entonces que debemos hacer:

  1. Meditar en la Palabra de Dios y ponerla en practica porque ahi encontraremos la voluntad de Dios. Y si andamos en esa voluntad, nadie nos podrá detener. Todo lo que encontramos en la Biblia no es historia, sino vivir en el poder de Dios, donde también encontramos, la Gracias, el amor, la misericordia, el perdón de Dios, la purificación y la vida eterna.
  2. Que no se nos olvide quién nos llama: EL GRAN YO SOY, el Dios Todopoderoso.
  3. Olvidemos los peros y entreguemos nuestra vida a Jesucristo, declarando lo siguiente: » Dios mío, me humillo ante tu presencia y te pido perdón por mis pecados. Esto es lo que queda de mi Señor, me entrego a ti hoy y a lo que decidas hacer. Confiaré en ti por el resto de mi vida, en el nombre de Jesús. Amén»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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NUESTRAS CONVICCIONES

Como cristianos, debemos tener convicciones que definan nuestra identidad y determinen nuestro estilo de vida y decisiones.

Y Dios nos ha dado principios bíblicos con el propósito de protegernos, guiarnos, motivarnos y ayudarnos a vivir de acuerdo a su voluntad. Como nuestras convicciones tienen una influencia tan poderosa, debemos examinarlas para determinar si contribuyen o no a nuestro crecimiento espiritual, o si nos acercan o separan de Dios.

Cuando Pedro y Juan fueron lanzados en la cárcel por haber sanado a un hombre cojo, se les amenazó para que no hablasen o enseñasen en el nombre de Jesús. Sin embargo, se mantuvieron firmes en sus convicciones y dijeron:

HECHOS 4: 19-20 “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”.

El verdadero significado de la convicción

La palabra convicción puede ser definida:

  • Una creencia que se sostiene con firmeza. Como el hecho de que estamos seguros de que Jesucristo es el Hijo de Dios, quien ha resucitado y quien es el único camino al cielo.
  • Un sentimiento de culpabilidad que proviene del Espíritu Santo, pues Él es quien convence al mundo de pecado, justicia y juicio (Jn 16.8).

Tales convicciones son las que están relacionadas con nuestra fe. Las mismas deberían tener un efecto decisivo en nuestra conducta y marcar la diferencia cada vez que debamos demostrar nuestras creencias a quienes no piensan igual que nosotros.

LA DIFERENCIA ENTRE CONVICCIONES Y PREFERENCIAS

Al examinar nuestra vida, debemos determinar si vivimos por convicciones o preferencias.

  • Las preferencias son creencias que varían de acuerdo a las circunstancias y que podemos modificar para beneficiarnos. Las preferencias no proveen un cimiento sólido para nuestra vida, pues dependen de lo que nos ocurra, o pueden ser cambiadas si se nos ofrece algo mejor, por lo cual son fácilmente abandonadas ante las tentaciones.
  • Una convicción es una creencia sólida y firme, que está basada en la confianza en la Palabra de Dios. La cual nos hace estar completamente convencidos de su verdad, de tal manera que asumamos una postura sin importar las consecuencias. Las convicciones moldean, no solo nuestras creencias, sino también la manera en la que vivimos y en la que morimos. Definen nuestra identidad y proveen una dirección sólida que nos mantiene en el camino correcto sin importar las circunstancias o tentaciones que enfrentemos.

CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA CON CONVICCIONES.

Nuestra meta como creyentes es llegar a ser como Pedro y Juan, quienes se mantuvieron firmes en su fe en Cristo y en la responsabilidad que tenían de proclamar su salvación, sin importar las amenazas que recibieron. Al imitar su ejemplo expresaremos las siguientes características:

  • Sentido de propósito. Sabemos hacia donde nos dirigimos y andamos por un camino definido para llegar ahí, al buscar aquello que va de acuerdo con nuestra identidad en Cristo y al dejar a un lado lo que no sea de su agrado. En vez de imitar a la mayoría, o buscar nuestro propio placer, seguimos los principios bíblicos, al buscar la voluntad de Dios para abstenernos de los pecados que nos rodean.
  • Fe en Dios para poder vivir con convicciones. La fuerza que nos permite mantenernos firmes en nuestras convicciones proviene de la fe en Cristo como nuestro Salvador y de la Palabra de Dios.
  • Valentía ante los desafíos. Es fácil mantener convicciones firmes cuando estamos en la iglesia, rodeados de personas que piensan igual que nosotros. Pero si nos rodean personas que creen que los cristianos somos intolerantes y tontos, necesitamos valor para declarar que somos seguidores de Cristo y para proclamar la Palabra de Dios.
  • Perspectiva en mente. Antes de rendir nuestras convicciones o de negar lo que realmente creemos, debemos examinar los efectos a largo plazo que sufriremos al hacerlo.
  • Fortaleza inusual. Desde el momento en que fuimos salvos, el Espíritu Santo vino a vivir en nosotros y nos selló como hijos de Dios (Ef 4.30). Él es nuestro consolador, quien nos capacita para comprender la verdad y nos da la fortaleza física, emocional y espiritual para hacer lo correcto en medio de las pruebas y las dificultades (Jn 14.26). Nunca estaremos solos al ser firmes en nuestras convicciones, pues el Espíritu de Dios está siempre con nosotros para ayudarnos en lo que fuese necesario.
  • Entendimiento adecuado. El Espíritu Santo es quien nos da el discernimiento para reconocer la mentira. Las promesas del mundo de felicidad, prosperidad y placer para los que comprometen las convicciones bíblicas son un gran engaño. De manera que, si basamos nuestras convicciones en nuestras propias ideas, deseos y satisfacciones, nos encaminaremos al desastre. Es al vivir de acuerdo a las convicciones que provienen de Dios que podemos evitar las consecuencias de seguir los valores de este mundo.

¿PORQUE CLAUDICAMOS DE NUESTRAS CONVICCIONES?

  • El temor a las críticas. Vivimos en una sociedad donde muchos proclaman tener el derecho de hacer lo que les conviene. Es por eso que somos criticados al mantenernos firmes en nuestras convicciones cristianas, o al proclamar lo que Dios enseña acerca del estilo de vida pecaminoso que otros llevan.
  • El temor al rechazo. Si expresamos lo que creemos, o si vivimos de acuerdo a nuestras convicciones cristianas, puede que no seamos aceptados por quienes viven de acuerdo a sus propios deseos. Sin embargo, no debemos sacrificar esas convicciones para complacer a los demás, pues podemos perder las bendiciones que Dios nos ha preparado.
  • El temor a las pérdidas. En ocasiones, nos negamos a mantenernos firmes en nuestras convicciones, por temor a llegar a perder a nuestros amigos. Sin embargo, cualquier persona que trate de alejarnos de los caminos del Señor no es verdaderamente nuestro amigo.

Es tiempo de que los hijos de Dios nos mantengamos firmes, sin importar las consecuencias. Nuestra prioridad debe ser agradar a Cristo para que seamos hallados fieles a Él y a su Palabra.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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COMO SUPERAR LAS ADVERSIDADES

Todos estamos expuestos a vivir momentos de adversidad, pues vivimos en un mundo lleno de pecado y maldad. La adversidad es un estado de sufrimiento y dificultad, el cual puede incluir angustia, problemas, pruebas y decepciones. De ser posible, trataremos de evitar todo aquello que cause dolor, pero al hacerlo nos perdemos grandes bendiciones.

La Biblia nos da muchos ejemplos de personas que enfrentaron adversidades y que descubrieron que Dios las usó para bendecirlas. Todas estas personas nos hubieran podido decir que valió la pena sufrir con tal de recibir lo que se les dio como resultado.

Ejemplos de las Sagradas Escrituras

  • José sufrió traición, esclavitud y prisión antes de venir a ocupar el lugar más importante en Egipto después de Faraón.
  • Moisés estuvo fugitivo en el desierto antes de que Dios le llamara para que guiara a su pueblo Israel fuera de Egipto.
  • David pasó muchos años huyendo de Saúl antes de llegar a ser el rey más prominente del Antiguo Testamento.
  • Ester fue una exiliada judía hasta que Dios la elevó a la posición de reina de Persia y la usó para salvar a su pueblo.
  • Daniel estuvo cautivo en Babilonia, pero fue promovido por el rey a una alta posición en el gobierno.
  • En Los discípulos de Jesús sufrieron persecución, pero Dios usó esa adversidad para diseminar el cristianismo a lo largo del mundo romano.
  • María y Marta sufrieron la pérdida de su hermano antes de que Jesús le resucitara.

El ejemplo de Pablo

La adversidad puede venir a ser una bendición de Dios si reaccionamos de la misma manera que Pablo en 2 Corintios 12.7-10. Como consecuencia de las grandes revelaciones que recibió del Señor, también se le dio un “aguijón en la carne” para que se mantuviera humilde. El apóstol le pidió a Dios en tres ocasiones que esto fuera quitado de su vida, pero Él le respondió: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (v.9). A lo que Pablo respondió: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (v.9).

Dos respuestas ante la adversidad

En medio de la aflicción, las personas reaccionan de dos maneras completamente diferentes.

  • Se alejan de Dios. Si el Señor no llena sus expectativas, algunos se sienten decepcionados y reaccionan de las siguientes maneras:
    • Dudan de la existencia del Señor. Como ven que ha permitido que la adversidad suceda, se preguntan si Él es tal como la Biblia lo describe.
    • Culpan a Dios. Como no evitó que el motivo de dolor sucediera, deciden culpar a Dios.
    • Se alejan del Señor para siempre. Hay algunos que no pueden tolerar las dificultades y se enojan tanto con Dios que nunca regresan a Él.
    • Rechazan la Biblia. Cuando las personas desconocen las enseñanzas de la Palabra de Dios y sus expectativas no son llenadas, llegan a pensar que el Señor no cumple sus promesas. Pero el problema no radica en la fidelidad de Dios, sino en la interpretación que han dado a su Palabra.
    • Cultivan odio y enojo. El resultado de esa reacción es una ira mucho más grande, la cual lleva a las personas a la amargura. Y es esa amargura la que puede envenenar cada aspecto de sus vidas y traer miseria a los que les rodean.
    • Desperdician su vida. Aquellos que se alejan de Dios y de su Palabra renuncian al plan que Él tiene para ellos. La adversidad que fue diseñada para acercarlos al Señor ha sido desperdiciada al igual que sus vidas.
  • Avanzan hacia una comunión más profunda con Dios. En vez de alejarse del Señor, la mejor opción es acercarnos más a su presencia en medio de la adversidad. Esta opción trae como resultado lo siguiente:
    • Fe inconmovible. En medio de nuestro dolor, el Señor ha demostrado ser fiel, al no hacer lo que deseábamos, sino al cumplir sus promesas y estar con nosotros durante el sufrimiento.
    • Paciencia incansable. Es al comprender que Dios está con nosotros y que tiene un propósito para permitir la adversidad, que recibimos de Él la paciencia necesaria para esperar por su tiempo. Podemos confiar en que no prolongará nuestro sufrimiento más allá de lo que sea necesario.
    • Valentía inquebrantable. Dios exhortó a Josué a esforzarse y a ser valiente, pues Él le acompañaría en todo momento (Jos 1.9). Y lo mismo nos dice a nosotros en la actualidad. Cada vez que confiamos en el Señor recibimos la valentía que necesitamos para perseverar y enfrentar el próximo desafío con fe.
    • Pureza creciente. La adversidad nos impulsa a examinar nuestra vida. Cuando venimos ante el Señor, en medio del dolor y las dificultades, Él revela nuestros pecados y errores. De esa forma podemos arrepentirnos, ser purificados y vivir en santidad. Esa es una de las formas en las que somos hechos conforme a la imagen de Jesucristo. Es así también como cambian nuestros deseos para que no anhelemos nada que no esté de acuerdo con la voluntad de Dios. La Biblia nos llama santos, y esa es la manera en la que debemos vivir (1 Co 1.2). En medio de la adversidad, la santidad deja de ser una palabra, y se convierte en un estilo de vida. El Señor no espera que llevemos una vida exenta de pecados, sino una que esté completamente comprometida con Él.
    • Gran amor por la Palabra de Dios. Nuestra primera reacción ante la adversidad debe ser leer la Biblia, para así preguntarle al Señor lo que desea mostrarnos. La Palabra de Dios es nuestra posesión más valiosa, pues el Señor nos habla por medio de ella, nos anima, guía, consuela y reprende. Es al enfrentar la adversidad con una voluntad sometida a Dios, con una determinación a seguirle y con una fe firme en su Palabra, que podremos aceptar la prueba que llegue a nuestra vida. Es de esa manera que reconoceremos que la meta del Señor es transformarnos de acuerdo a su propósito y podremos dar un mejor testimonio ante las demás personas.

Puede que no tengamos la opción de elegir en relación con la aflicción, pero cuando llegue a nuestra vida, podremos decidir cómo reaccionaremos ante ella. Se nos da la opción de rendirnos ante la voluntad de Dios, pues sabemos que Él usará cada prueba para nuestro bien o podemos alejarnos del Señor, vivir en rebelión y desperdiciar nuestra vida.

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