En estos tiempos difíciles por los cuales estamos pasando y donde la degradación del carácter humano es tan grande, la imagen de Dios se ha ido perdiendo, por lo que este es el momento de hablar de Dios y de su Santidad. Sabes porque ?, porque Él quiere tocar el corazón de su pueblo.

Qué es la Santidad?. No es guardar apariencias externas, ni guardar regulaciones o reglas, sino significa ser consagrado, separado exclusivamente para cumplir un propósito, el cual es, estar disponible para el uso exclusivo de Dios.

Es decir, cuando se esta consagrado a Dios, no ves programas pornográficos, no prestas tu lengua para criticar a la gente porque tu lengua esta consagrada para hablar de Dios.

Él esta buscando hombres y mujeres separadas para Dios, por lo tanto, preguntémonos si hay áreas en nuestras vidas que necesiten ser consagradas a Dios, porque hoy, es el día de consagrarlo y dedicarlo para el uso de Dios.

LA SANTIDAD SOLO PROVIENE DE DIOS.

APOCALIPSIS 4:8 «Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.»

Es claro que si los 4 seres vivientes están declarándole al Señor Dios Todopoderoso: Santo, Santo, Santo; conocÍan uno de los mayores atributos de Dios, su Santidad, por lo que este atributo es único en Dios, no lo podemos adquirir de nadie más, sino solo de Dios.

Cuando tú ves la Santidad de Dios, cuando sientes esa grandeza, cuando tienes un encuentro con la Santidad de Dios, todo lo que quieres es adorarle. A Dios es al único que se le adora y se le dice tres veces Santo.

RAZONES POR LAS CUALES DEBEMOS SANTIFICARNOS

1. Porque es la voluntad de Dios para ti y para mí.

1 PEDRO 1:14-16 «como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.»

Queremos enfatizar lo que dice la Palabra de Dios: porque escrito esta: Sed Santos porque Yo Soy Santo.

1 TESALONISENSES 4:3,7 «pues la voluntad de Dios es vuestra santificación……..Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.

La Escritura es clara, ya que nos manifiesta que la voluntad de Dios es que seamos Santos. No es esto grandioso!

2. Cuando nos santificamos Dios nos permite entrar a su herencia.

HECHOS 26:18 «para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.» 

La herencia de Dios se refiere a disfrutar de lo mejor que Dios tiene para nosotros. En otras palabras, Él nos bendice, abre las ventanas de los cielos para ti, para mí y para nuestras familias. Esto es maravilloso, verdad!.

Como solo Dios puede hacerlo, podemos llegar a percibir su presencia, su protección, su favor, su bondad y su misericordia.

ADQUIRIENDO LA SANTIDAD DE DIOS

1. Algunos dicen que es a travez de reglas, regulaciones y el esfuerzo humano.

Sin embargo, esta se refiere a toda persona que busca la santidad por asuntos externos, pero nunca camina por amos, es bien juzgadora, se creen exclusivos, guardan formas externas, como por ejemplo: no te pintes, no uses aretes, no uses pantalones, etc.

Esto se llama mas bien una persona legalista y para Dios no es santidad porque nadie puede guardarla.

2. Sino mas bien, es a travez de la fe en Jesucristo.

Una vez que hemos aceptado a Jesucristo como nuestro salvador personal, entonces nacemos de nuevo, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros, la naturaleza de Dios se impregna en nosotros, experimentamos el amor incondicional de Dios que nos transforma y ya no queremos volver atrás. Esto es simplemente, increíble!.

CAMINANDO EN LA SANTIDAD DE DIOS.

Esto se refiere a poder caminar no en una santidad externa, sino en una Santidad del corazón.

Talvez estas luchando con el mal genio, pasiones desordenadas, alcohol, drogas, malos deseos, avaricia, idolatría y cualquier otra cosa que a Dios no le agrada. Y te sientes cansado y quieres cambiar. Déjame decirte que Dios te llamo este día porque Dios te apartará de todo esto.

1. Ejecutando al Rebelde que se encuentra dentro de ti.

Hay una naturaleza adámica dentro de ti y con el que tienes que lidiar, llamada EL REBELDE, o sea, someter la carne, el ego o el viejo hombre. Y lo que hacemos es ejecutarlo, haciendo a Jesucristo el Señor de tu vida, además de someter nuestros miembros a Cristo.

Dí con tu boca en voz alta: «Señor Jesús, someto mis manos, mis ojos, mi boca, mi corazón para tu uso exclusivo. Mis manos no tocarán lo que no es mío, mis ojos no mirarán lo que no debo ver, ahora mismo, yo ejecuto al rebelde, a mi ego, a mi carne porque fueron crucificados en la cruz del calvario. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amen. Me declaro libre».

2. Escojo a Jesucristo como mi Señor y Salvador.

LUCAS 9:23-24 «Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará.»

Jesucristo nos habla de tres pasos:

a) Negarse a sí mismo. Es decir renunciar a lo que dicta la carne, negarse al ego, negar a lo que quieres. Si deseas droga, si deseas sexo ilícito, si deseas cosas en tu mente, niégate a ti mismo.

b) Tome su cruz. Se refiere a que en la cruz de Jesus, es donde se cruzan la voluntad de Dios y la de cada uno. Por lo tanto, cada día debemos tomar la decisión de seguir a Cristo.

c) Y sígueme. Es seguir la voluntad de Dios y ser obediente a la Palabra de Dios.

Muchos vamos a ser tentados todos los días, entonces debes decir todos los días: «Viejo hombre, fuiste crucificado, no voy a pecar contra Dios. Mis miembros están consagrados a Dios y quiero hacer su voluntad. 

3. Permitir que la Gracia de Dios opere en tu vida.

2 PEDRO 1: 2-3 «Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,»

La GRACIA de Dios se manifiesta cuando le hemos dicho a Dios sé tu mi Señor, quiero hacer tu voluntad, me entrego a ti para hacer tu voluntad, yo no tengo el poder ni la fuerza, pero me someto a ti en este día, yo quiero ser santo, no quiero hablar contra las personas. Entonces Dios te desata el poder sobrenatural de Dios.

Cuando la Gracia de Dios viene a nuestra vida, agarra nuestros miembros, agarra nuestras mentes, agarra nuestros espíritus, invade nuestro ser, nos ayuda, nos cambia, y nos transforma. Lo que no has podido cambiar en años, Dios lo cambia en un segundo, en un instante.

4. Estar consiente de la presencia del Espíritu Santo en tu vida.

1 Corintios 6: 17,19-20 «Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis qué vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.»

Si tan solo nos diéramos cuenta quién vive en nosotros, no contristaríamos al Espíritu Santo, sino mas bien tendríamos un temor santo. Y esto fue lo que me pasó.

Cuando leí esta verdad hace ya 42 años, me entró una convicción de que tenía lo mas preciado de este mundo, morando dentro de mi, la Tercera Persona de Dios, El Espíritu Santo, quien es El Consolador y quien esta conmigo todos los días de mi vida, quien ha hecho toda la diferencia del mundo en mi vida porque siempre ha guiado y dirigido mis caminos.

En ese momento todo alcohol, todo cigarrillo, y otras cosas, llegaron a su fin. Fue glorioso, y desde ese momento trato de caminar cuidando la presencia de Dios en mi vida.

Pero todo comenzó cuando hice esta oración y si tu la haces, veras el poder de Dios descender sobre tu vida, al punto que Dios mismo te mostrara tu propósito y destino, siempre y cuando seas obediente a su Palabra.

OREMOS: Padre Celestial, vengo humildemente delante de tu presencia, para pedirte perdón por mis pecados. Creo que moriste en la cruz del calvario por mis pecados y que Dios te levanto de entre los muertos. Inscríbeme en el Libro de la Vida. A partir de hoy, buscaré de tu presencia y haré tu voluntad expresada en la palabra de Dios. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor Guillermo Maldonado por sus enseñanzas.

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