Hoy quisiera iniciar este mensaje diciendo que Dios nos está otorgando un nueva oportunidad para arrepentirnos, porque iniciamos este año con una alerta por el COVID-19, que nos ha hecho confinarnos durante varios meses, provocando una situación financiera dificil, perdidas de empleos y negocios a nivel mundial, asi como el efecto de un huracán que ha venido a devastar la zona de producción mas importante de Honduras.
Y si no hay un arrepentimiento genuino de nuestros pecados, seguiremos viendo mas desastres, los que se pueden traducir en otra clase de pestes, terremotos, etc.
Es cierto que hay muchas persona que luchan con el pecado, piden perdón, sin embargo, vuelven a caer en lo mismo. Esa persona es sincera y se ampara en el siguiente versículo de las Sagradas Escrituras:
1 JUAN 1: 9 «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.»
Pero la pregunta aquí es: porque no logro tener victoria en esa área de mi vida?, por lo tanto, cual es el problema aquí?. Lo que pasa que las personas deberÍan experimentar un cambio en sus vidas, pero hace falta algo que es clave y lo encontramos en:
LUCAS 24: 45-49 «Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. «
Esta es la clave: el arrepentimiento, al mismo tiempo que el perdón de pecados. Porque el arrepentimiento es parte de la salvación. Y Dios esta empeñado en captar nuestra atención para guiarnos al arrepentimiento genuino, el cual es sinónimo de salvación. Y lo enfatiza en el siguiente versículo:
LUCAS 5:32 «No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.»
Por lo tanto, EL ARREPENTIMIENTO es un gran pesar por el pecado cometido, un compromiso de abandonarlo y un andar en obediencia a Dios.
No basta con experimentar pesar, dolor, ni remordimiento por lo que hayamos cometido, sino hacer el compromiso de abandonarlo completamente. Algunos dirán que están avergonzados de sus pecados, porque puede ser que alguien los descubrió, o porque se siente abatido por ellos, entonces lo lamentan, o porque alguien los desenmascaro y se sienten humillados.
Pero hoy quiero que entiendas, que eso no es arrepentirse, sino que, debemos tener un dolor sincero por el pecado ante Dios Santo, y el compromiso de abandonarlo y dejarlo para siempre, porque Dios es Santo y Él no tolera el pecado, Él Dios Santo no pasa por alto el pecado, de lo contrario debemos atenernos a las consecuencias.
Lo siento mucho, pero tengo que decir lo siguiente: si su dios no es el de este Libro Sagrado, La Biblia, entonces practicas la idolatría y crees en un dios que no existe. Los hombres se postran y adoran cualquier cosa que puede ser hecha a mano, o ser una persona o lo que sea, pero hay un solo Dios y su nombre es Jehová de los Ejércitos, y es Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y lo que Él llama pecado, es pecado.
Algunos dirán que Dios es amor y que Él, nos ama con amor incondicional. Pero el hecho es que el amarnos incondicionalmente, no implica que ignore el pecado deliberadamente contra Él. Por lo tanto, el arrepentimiento genuino es cambio.
Y Dios nos lo repite aquí:
2 CRONICAS 7:14 «si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.»
Dios es claro al decirnos que si nos humillamos y nos convertimos de nuestros pecados, Él nos perdonará y sanara nuestra tierra y todo lo nuestro.
Lo que pasa es que vivimos en un mundo en donde el pecado es tolerable. y no es posible tolerarlo porque Dios odia el pecado, lo detesta, Él juzga el pecado porque sabe lo que el pecado hace en la vida de sus hijos, en la vida de los no creyentes y creyentes y por consiguiente, lo detesta. Por lo tanto, Él dice que debe haber un cambio en nosotros.
He aquí un ejemplo de arrepentimiento, fijémonos, aprendamos para evitar que nos pase igual que en la historia del Hijo Prodigo:
LUCAS 15 11-14 «También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. «
Este muchacho pidió su herencia y se fue y malgasto todo lo que tenía, viviendo en pecado, pero súbitamente, Dios capto su la atención.
LUCAS 15: 15-19 «Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!. Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.»
Este joven se puso a pensar en su realidad, Tenemos un joven cansado, hastiado, lo despilfarro todo, estaba desalentado, abatido, apenado, triste, por haber desperdiciado su vida.
Preguntamos y como cambio?. Dijo, me levantaré e iré a mi padre y le diré: he pecado contra ti y contra el cielo, perdóname.
Si este joven solo se hubiera lamentado, y si solo se hubiera quedado en la pocilga dándole algarrobas a los cerdos, habiendo perdido todo, seguiría en la pocilga.
LUCAS 15: 20-22 «Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. »
Como es que el hijo prodigo se arrepintió genuinamente de haber vivido en pecado y malgastado toda su riqueza?, pues dijo: regresaré a mi padre, ya no viviré deseando las algarrobas de los cerdos.
En la actualidad, muchos viven espiritualmente en una pocilga, están corrompidos espiritualmente, su naturaleza es perversa, viven en pecado, desobedeciendo a Dios y se alejan de Él cada vez más y más, y no arreglan sus cuentas hasta que pierden todo.
Dios a veces permite que lo perdamos todo. Claro que sí!, porque todo lo que nos lleve a Dios es bueno. Y sabes porque lo pierdes todo?, porque Dios quiere llamar tu atención. No es asunto de solo sentirse mal, el arrepentimiento genuino es cambiar.
Y no solo es una disposición, sino permitir que Dios nos transforme, que abandonemos nuestro pasado y cambiemos de rumbo.Por eso es que las Iglesias están llenos de inconversos, pasan al frente, confiesan a Dios, pero no hay arrepentimiento genuino, y siguen viviendo en pecado. Lo trágico es que predica un evangelio que tolera el pecado y no les permite darse cuenta que la salvación consiste en un cambio eterno y total en cada vida.
No solo es un cambio de conducta, sino de comportamiento, de conversación y caracter que se lleva a cabo cuando una persona recibe a Cristo y entabla una relación genuina con Él. Esto es lo que se llama nacer de nuevo, es una nueva vida, es creer en Cristo con espíritu de arrepentimiento genuino y confiar en Él como Salvador.
Es también disponerse a admitir su pecado delante de Dios y es pedir misericordia. El evangelio del Señor Jesucristo es un mensaje duro: deja tu pecado, con la fe en Cristo con un espíritu arrepentido, porque si venimos con ese espíritu, entonces Él nos perdona y nos inscribe en el Libro de la Vida.
Por esto quiero invitarte para que hagas a Jesús el Señor de tu vida. Hoy Dios te da la oportunidad de tener un encuentro verdadero con Él y reconciliarte con Él.
OREMOS: Señor, hoy vengo delante de ti, pidiéndote perdón por mis pecados, perdóname y me arrepiento por ellos. Límpiame y lávame con la preciosa Sangre de Cristo Jesús. Ven a morar a mi corazón. Muéstrame tu voluntad a traves de tu Palabra y has de mí una nueva criatura, un hijo tuyo y que camines conmigo dándome guía y dirección. Amén.
FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.