El objetivo principal de este mensaje es el de perdonarnos unos a otros, no importa cual sea la situacioón que estemos enfrentando.
Parece muy facil pedir perdón, sin embargo, algunas veces no lo es, porque las raices han sido muy profundas o por nuestro orgullo de no querer ceder.
Pero cuando vemos las consecuencias de la falta de perdón, entonces podriamos considerar hacerlo, ya que las ofensas pueden traer consecuencias nefastas que ni siquiera nos imaginamos.
Un enojo es un fuerte sentimiento de disgusto como resultado de una ofensa, o un resentimiento, un insulto, una frustración o injusticia hacia nosotros u otros seres importantes para nosotros.
Y es nuestra responsabilidad lidear con todo esto lo mas pronto posible, porque sino, tarde o temprano, eso se va a convertir en una amargura, una hostilidad, hasta el punto de convertirse en una esclavitud. Y no importa quien sea o donde esté, eso será un veneno corrosivo que invadirá nuestross organismos, y aunque talvez no sea evidente por fuera, por dentro lo va a carcomer y fisicamente no podrá evitar las consecuencias.
Por esa falta de persón, las personas no son bendecidas y al final lo único que hace es causarle dolor. El enojo tiene un efecto retroactivo y el que saldrá herido es el que guarde rencor. Sufriendo en sus finanzas, en sus relaciones, en sus trabajos y en su hogar con sus hijos.
El rencor es separador, es destructivo, es esclavizante.
Todos hemos sido heridos y seremos heridos en algún momento. Entonces cuantas veces debo perdonar? pues cada vez que nos hieren.
Que debo hacer al respecto?
1. Tenemos que enfrentar el enojo, el rencor, y el resentimiento. Como creyentes es nuestra responsabilidad tomar la inicitiativa para afrontarlo. Estemos seguros que Dios nos ayudara. No hay otra manera mas efectiva.
2. Debemos perdonar lo mas pronto posible. De esta manera no permitiremos que el enojo se convierta en una raiz de profunda de amargura.
Como me deshago del enojo?
1. Tengo que reconocer que he experimentado el perdón absoluto de Dios. Porque el perdón de Dios ha venido por su gracia y no porque yo lo merezca de algún modo. De ahí parto, que soy una persona perdonada por Dios.
2. Debo comprender y reconocer que mi rencor es una violación a la Palabra de Dios.
Mateo 6:14-15 "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará tambíen a vosotros vuestro Padre celestial; más sino perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas."
La Palabra de Dios no nos permite guardar rencor. Debo reconocer que he pecado contra otros, que tengo un espíritu renocoroso. Pero Dios nos ayuda a perdonar mediante su Gracia maravillosa y por el poder del Espíritu Santo.
3. Debo estar dispuesto a confesar mi enojo, mi hostilidad, mi amargura, mi resentimiento y mi rabia. Y pedirle perdón a Dios por lo que dije, o por lo que hize y por mi actitud hacia esa persona.
"Dios, esto es lo que hice, esta es mi actitud, no es una actitud correcta, te pido que me perdones por mi enojo por tal persona (nombre a esa persona). Te lo pido en el nombre de Jesús."
Esto va a romper con ataduras y saldrá de la esclavitud.
Debemos perdonar no importa cual sea la situación y decir: "Padre, como un acto de voluntad, te entrego este enojo, te entrego esta amargura que he llevado por dentro, no es por mis sentimientos que lo hago, sino por un acto de mi propia voluntad, decido entregar esto. Perdóname Señor. Y por el poder del Espiritu Santo, quita este enojo de mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén"
4. Dios le mostrará si necesita ir a la otra persona.
Y cuando lo hagas podemos decirle algo como esto: "Tengo que pedirte que me perdones, porque mi actitud no ha sido la correcta hacia tí, he sido rencoroso, he sido enojado y debo pedirte que me perdones."
Tiene que ser un perdon genuino, porque el perdón divino no prepara una defensa. El perdón divino es perdonar sin límites y sin conciciones.
Lo grandioso es que cuando perdonamos, nos liberamos de esa esclavitud y libramos a las otras personas.
Suponga que esa persona vive lejos o ya falleció. Coloque dos sillas una frente a otra, imaginese que esa otra persona está allí, lo sienta en la otra silla y le manifiesta: " Quiero decirte que tuve un espíritu rencoroso hacia tí. Confieso que mi actitud no fué la correcta, lo he guardado durante estos años, y quiero que me perdones."
Talvez tenga que sentar a esa persona, una, dos, tres veces o mas. Pero sabe lo que sucederá, usted se levantará de esa silla y será libre, lo sentirá en su alma y en su espíritu, que es libre.
Como sabrá que lo ha perdonado?
1. No se sentirá de la misma manera. La próxima ve que lo vea, ya no tendrá eso en su corazón. Habrá una sensación de libertad. Sus sentimientos serán diferentes.
2. Tendrá una sensación de compasión. Será libre porque no hay cadenas en su corazón.
3. Estará dispuesto a aceptarles tal y como son.
4. Le agradecerá a Dios por permitir que esto sucediera, y por enseñarle cuan admirable es su Gracia.
Usted no tiene que guardar rencor, amargura y hostilidad.
No tiene que estar encadenado, ni en esclavitud. Pero debe ser sabio para perdonar y dejar que Dios le libre y que sea testimonio en todos lados.
"Padre, cuan agradecidos estamos que tu gracia es indescriptible, inestimable, e inmensurable. No podemos describirla adecuadamente. Solo puedo decir. Gracias por tu Gracia maravillosa. Amén."