En las primeras semanas del año 2021 compartíamos temas de cómo ser guiados por Dios y para lo cual debemos mantenernos en fe, y para esto necesitamos poner en primer lugar en nuestras vidas al Dios Celestial, a Jesucristo nuestro Salvador y al Espíritu Santo. Y para ello debemos crear o intensificar 7 hábitos en nuestras vidas.

Pero que es un hábito?. Es algo que se repite una y otra vez de manera inconsciente.

En cambio, una vida consagrada, es una vida que ya no busca satisfacción propia mediante un estilo de vida pecaminoso, sino que se ha entregado a Dios y a su voluntad. Es una vida rendida a Dios. Y como podemos lograrlo:

1. Estableciendo una vida de oración.

Marcos 1:35-37 » Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.»

 Jesús estaba haciendo lo más importante de su vida, orando cada mañana, disponiendose a escuchar de Dios y del Espíritu Santo.

Una vida de oración, no se refiere a orar de vez en cuando, sino que se refiere a sentir cada día la necesidad, el deseo, el gozo y el gran poder que viene de orar y de hablar con el Padre.

Es decir, debe ser un hábito, algo que recurre en nuestra vida. No solo cuando estamos en aprietos, o en necesidad, sino porque amamos a Dios y estamos agradecidos por lo que Él hace en nuestras vidas.

Lucas 11:1 «Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.»

Los discipulos habian visto algo distinto en la oración del Jesús. No se trataba de algún ritual puesto que sentian le hablaba personalmente al Padre Celestial.  

Y es que todos vivimos en un mundo de tentaciones, pruebas, penas, cargas y pecado. La verdad es que no se puede tener una vida consagrada sin tener una vida de oración, pues esto nos conecta con el Dios Todopoderoso y nos hace sensibles a su voluntad, propósito y plan para nuestras vidas.

2. Tener fé y confianza en Dios.

Salmos 103: 19 «Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos.»

Si Dios ha establecido su trono en los cielos, eso nos dá una idea de su soberanía, su poder divino sobrenatural y omnisiente, que domina sobre todo. Por lo que esto, nos dá una gran base para creer en Él.

Por lo tanto, podemos estar seguros que Dios está a cargo de todo, y no importa lo que suceda, sepa que Dios tiene las riendas, sepa que Él tiene el control y que puede confiar en Él para lo que sea que permita en su vida y en la mía.

Sino confiamos en Dios, no vamos a orar.

Proverbios 3: 5-6 » Fíate de Jehova de todo tú corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y El enderezará tus veredas.» 

Cuando confiamos en Dios, se afianza nuestra comunión, lo que significa que tenemos una relación estrecha con Él.

Esta relación estrecha con Dios es hablar con Él. Dios te escucha, tu le hablas a Él, le obedeces y Él te guía.

Hay una gran comunión en la vida de quien confía en Dios. Sí no estas preocupado, es porque estás confiando en Dios. Pero si estás preocupado, Dios te está señalando y diciendo: No me has entregado ese asunto de tu vida.

 3. Meditar en la Palabra de Dios.

Salmos 63: 6-8 » Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.

Meditar significa leer la Palabra, pensar en lo que dice, examinar mi corazón a la luz de lo que dice Dios, hacerle cualquier pregunta, rendirle lo que sea que nos traiga a la mente.

Entonces, mi atención se centra en Dios, y cuando nos centramos en Él, sucede que las preocupaciones se desvanecen, los problemas se disipan, y nuestra mente ya no está contaminada con toda clase de asuntos que no nos hacen bien.

Por eso es vital un tiempo a solas con Dios, anhelarlo, meditar en Él, y pensar en Él.

4. Obedecer a Dios.

Deuteronomio 27:10 «Oirás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy. Deuteronomio 28:1 «Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.

La forma más sabia de vivir, es obedecer a Dios y dejarle a Él las consecuencias en sus manos.

Tenemos que escoger entre seguir a otros o a Dios. Tener esto o a Dios. Esta senda o la de Dios.

Dejeme decirte lo siguiente: Sino tenemos estos hábitos sagrados, maravillosos, impactantes y edificantes, es porque hemos escogido la senda del mundo. Pero Él nos ha llamado a seguir sus caminos. 

5. Depender del Espíritu Santo.

Esto quiere decir, rendir nuestra vida a la presencia residente del Espíritu Santo.

Lucas 24:49 » He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.» 

Jesús sabía que sus discipulos no iban a poder hacer lo que les había encomendado.y por eso les indicó que esperasen a ser bautizados por el Espíritu Santo para recibir poder. De la misma manera para nosotros.

Efesios 5:18 » No os embriagueis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien, sed llenos del Espíritu Santo.»

LLeno significa, ser lleno de continuo. Cada mañana al despertar y antes de meditar en la Palabra, deberiamos de decir: » Padre, quiero que me llenes de tu Espíritu hoy, llename de poder, dame tu guia y dirección para cumplir tu llamado en mi vida. Que sea sensible a tu voz y consejo. Y que esté consiente de tu presencia en todo momento.»

Recuerda que cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador, el Espíritu Santo vino a morar a nuestro corazón, por lo tanto somos morada de la Tercera Persona de la Trinidad, que es el Espíritu Santo.

Dios lo envió a nuestra ayuda, nuca estamos solos. Él es quien nos faculta, nos fortalece, nos sana y está allí porque lo necesitamos a Él.

6. Dar a Dios y a otros.

Lucas 6:38 » Dar y se os dará, medida buena, remecida, apretada y rebosando, darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medis, os volverán a medir.»

Lo primero que debemos hacer cuando recibimos nuestros ingresos, es apartar el diezmo y entregarlo a Dios en la Iglesia donde recibimos el alimento espiritual. Por experiencia puedo decir que nunca nos ha faltado nada, al contrario, Dios nos ha proveido mucho más.

Sí ofrendamos a Dios, Él hará justo lo que prometió. La Biblia dice que Dios ama al dador alegre. Oígame bien, siempre tendrá algo porque tienes a Dios dentro de tí y todo lo que necesitas, Dios ha prometido proveerlo.

7. Perdonar a otros.

Efesios 4: 26-27, 30-32 » Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. … Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. «

No siempre es facil perdonar, a veces es dificil, especialmente cuando nos han hecho ciertas cosas, pero debemos perdonar.

De llevar a cabo estos 7 hábitos, tendremos una vida consagrada que será bendecida una y otra vez de muchisimas maneras, pero la decisión es tuya, por lo que le sugeriría que tomara una decisión ahora mismo, porque transformarán por completo tu vida y te llevarán a lograr más de lo que tu corazón podría haber anhelado.

OREMOS: » Padre, te amamos y agradecemos por tu Palabra desde Génesis hasta Apocalipsis. Hoy te pedimos que nos des sabiduría para reconocer que con estos 7 hábitos todo lo demas cobrará sentido y abrira la puerta a mis mejores bendiciones. Te pido que perdones mis pecados y desarrollemos estos 7 hábitos transformadores en nuestra vida. Señor, te pido por alguien que está leyendo este escrito y que no es salvo, que perdones sus pecados y vengas a morar en él, que limpies su corazón y rinda su vida a tí, ahora mismo. Te damos gracias, en el nombre de Jesús. Amén.»

Fuente: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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