La sociedad en que vivimos quiere las cosas el dia de hoy. Pero debemos recordar que el diablo al tentarnos, no nos habla de las consecuencias, siempre habla de la diversión y el gozo.
Tenemos una ilustración en Genesis 25: 29-34, habla de cuando Esaú vendió su primogenitura por un guisado de lentejas. Un precio alto que tuvo que pagar, puesto que después se arrepintió y tuvo que vivir con las consecuencias.
Esaú llegó cansado después de un día de trabajo arduo y muy hambriento. "dijo a Jacob: te ruego que me dés de comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado….Y Jacob: respondió: véndeme tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, para que pues me servirá la primogenitura. Y dijo Jacob: júramelo en este día, y él le juró y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dió a Esaú pan y del guiso de las lentejas y él comió y bebió y se levantó y se fué. Así menospreció Esaú la primogenitura".
En otras palabras, lo que Jacob le estaba pidiendo: renuncia al derecho de la herencia del padre, al derecho de la fortuna de la familia, renuncia al lugar de autoridad en la familia y al sacerdocio.
Esto al igual que nos pasa a nosotros cuando deseamos algo y no medimos las consecuencias. Sobretodo cuando las decisiones que tomamos nos pueden inducir al pecado.
La pregunta aqui es, si has tomado alguna decisión que hubieras preferido haberlo pensado antes o deberías haber pensado en el precio que has tenido que pagar ?
Antes de salir de ese atoyadero, repasemos cuando es que sacrificamos el futuro por el placer del momento:
1. Cuando no tomamos en cuenta los mandamientos y princípios de Dios. La Palabra es clara cuando dice: No robarás, No mentirás, No matarás, No cometerás adulterio, No desearás la mujer de tu projimo, ni sus poseciones, etc.
En cualquiera de ellas, Dios dice NO, y si las hacemos, cada una de ellas acarrean consecuencias. Prácticamente las tenemos ahí, pero las desconocemos, queremos hacer lo que nos plazca.
2. Cuando insistimos en la satisfacción inmediata de nuestros deseos. Dicho de otro modo, si tengo un deseo lo quiero ya, ahora mismo.
Un ejemplo claro es el de David. Se paseaba por los patios del palacio y desde allá, vió a una hermosa muchacha, la deseo y aun cuando era casado, pidió a un guardia que la trajera a sus aposentos. Terminó embarazandola, envió a su esposo al frente de batalla donde murió, pero cuando tuvieron su hijo falleció a los pocos dias, y al final su reino quedó dividido.
Otro es el caso de Sansón, el hombre mas fuerte de la tierra. Le gustaba relacionarse con prostitutas llegando a conocer a Dalila, quien fué sobornada por el Rey de los filisteos para que descubriera de donde provenía su fuerza. Tontamente despues de tres fallidos intentos, le descubrió su secreto. Al final, perdió su fuerza, era exhibido en grandes eventos, se burlaban de él, lo metieron preso y le sacaron los ojos.
Sansón arruinó su vida por completo por algo que deseó en ese momento. Cosechó lo que sembró.
3. Cuando nos enfocamos en lo mundano en lugar de lo eterno. Probablemente piense que quienes nos rodean no se percatan de lo que ha hecho, pero no se engañe, Dios lo sabe.
4. Cuando tomamos decisiones irrevocables en períodos de debilidad física y emocional. Eso fué lo que le sucedió a Esaú sin pensar en el futuro, Comió un plato de lentejas pero a que precio.
Definitivamente el pecado sólo satisface temporalmente. Y cualquiera que sean sus planes, quiero decirle que Dios ya los ha visto y sabe el resultado. Si has caido en adulterio o prácticado el aborto, al inicio todo parece marchar bien, sin embargo después de un tiempo, la carga de la culpa es más de lo que pueden soportar.
Vivimos en una sociedad que se vende al sexo, a las drogas y a todo eso. Pero Dios puede indicarnos cual es la senda correcta.
Complementariamente podemos reflexionar que otros asuntos podemos encontrar en el tazón de lentejas de Jacob:
1. Alcohol. Puedes comprar lo que quieras y beber cuanto quieras, pero terminarás esclavo del alcohol y al final puede llegar a destruirte a tí, tu familia y a tus hijos. Es eso lo que quieres ?. El alcoholismo trae consecuencias.
2. Prejuicios. O sea, tratar a las personas despectivamente. Para Dios no hay prejuicios.
3. Las drogas. Igual que el alcohol, producen esclavitud y destruyen las vidas y de los suyos.
4. La amargura. Probablemente le han hecho daño y la amargura es muy destructiva ya que afecta su salud emocional.
5. Adulterio. Este es un pecado que casi se ha legitimado. Está en la televisión, en la música, pero una noche, un día, puede costarle algo por el resto de su vida. La infidelidad y la deslealtad es pecado contra Dios y no podemos pecar contra alguien sin que ocurra algo.
6. Odio. Cuando odiamos afecta nuestras vidas, nuestra salud, nuestra actitud, nuestra relación con Dios y nuestra relación con otras personas.
7. Rencor o falta de perdón. Nunca podemos justificar la falta de perdón. Jesús no lo hizo. La falta de perdón es un sentimiento que tenemos y nos ha hecho daño en algún momento. Consume nuestra vida y causa toda clase de enfermedades. Pero tenemos el modelo de Jesús sin importar lo que nos hayan hecho.
Amigos, hermanos, el pecado es destructivo. Y no importa quien seas, ni el pecado que cometas. El pecado trunca nuestra relación con Dios.
De haber encontrado alguno de estos pecados o algo más, entonces, hoy, ahora mismo, debes confrontarlos. Porque sino lo haces, sacrificarás las mejores bendiciones que Dios tiene preparado para tí.
Sólo, será dificil sino imposible, pero si aceptas a Jesús en tu corazón, El, el Padre y el Espiritu Santo vendrán y harán morada en tí. Te convertirás en una nueva criatura, serás un hijo de Dios, todo pecado será perdonado y limpiada toda maldad. Tendrás acceso al trono de la gracia y la misericordia.Y tu vida será restaurada.
1 Juan 1:9 "si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad". Y más importante, pasarás de la muerte a la vida eterna.
Ora conmigo en voz alta: Padre celestial, vengo delante de tu presencia, para pedirte perdón por mis pecados, creo que Jesús es el Hijo de Dios, y que Dios lo levantó de entre los muertos. Hoy, hago un nuevo pacto contigo, de seguir tus mandamientos y tus preceptos. Amên.