La Biblia es un Libro enfocado en Dios, con un mensaje enfocado en Dios para gente enfocada en Dios que quiere andar en los caminos de Dios, obedecer a Dios y experimentar sus bendiciones. Además es un Libro que nos da guía y lecciones prácticas para nuestra vida diaria.
Por lo tanto, solo hay dos maneras de vivir: conforme a lo que dice la Palabra de Dios y la otra no haciendo caso a lo que dice este Libro. Veamos que principios encontramos en los siguientes versículos:
EXODO 6: 1-8 » 1Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra. 2Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ. 3Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos. 4También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron. 5Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. 6Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; 7y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. 8Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ.
Lo que Dios está diciéndonos en estos pasajes es que Dios tenía una voluntad para su pueblo, que Dios tiene una voluntad para todos y para cada uno de nosotros y es conforme a su mejor plan porque Èl conoce nuestras facultades, destrezas y lo que sea.
Lo que nos muestra esta Palabra es que el pueblo de Dios había estado en esclavitud durante 400 años y Dios llamó a Moises para que confrontará al Faraón y le dijera que dejara ir a su pueblo. Claro, no iba a ser una tarea fácil, porque habían estado en esclavitud haciendo todas las actividades de agricultura, ganadería y construyendo los monumentos del Faraón.
Así que estaba este siervo de Dios, quien creció en Egipto, en el palacio del Faraón, y fue desterrado al otro lado del desierto y ahora Dios le decía a la edad de 80 años «te tengo la labor más importante de tu vida».
Ahora que enseñanzas podemos sacar de esta experiencia:
- Que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros. Es un gozo descubrir ese propósito, pero también puede ser aterrador, así como pudo haber sido para Moises, porque le parecía una labor imposible de llevar a cabo. Al decir 4 veces: YO SOY JEHOVÁ, lo que Dios le estaba enfatizando es esto: «No te preocupes por cual es tu responsabilidad, ni las consecuencias. Solo tienes que recordar que quien te envía es Jehová el Soberano del Universo, el Dios Todopoderoso.»
- Dios asume toda la responsabilidad para lo que sea que Dios nos llame. Él, asume la responsabilidad de prepararnos, facultarnos y sostenernos en lo que sea necesario para que hagamos lo que nos ha llamado hacer. A los ojos de Moises, lo que le pedía Dios parecía imposible desde el punto de vista humano, pues se les ataba pidiendo que volviera donde había sido expulsado y que le pidiera al Faraón, quien gobernaba al mundo de aquel entonces que haga algo. Que bendición sería si Dios nos escogiera para hacer lo que sea porque Él ve en nosotros un potencial con su mandato y su responsabilidad. Si así fuera, lo que nosotros debemos hacer, es mantenernos receptivos a lo que Dios nos pida que hagamos.
- Y qué hará Dios: Nos dará dirección para nuestra vida. Y con esa dirección, Él nos dará seguridad como a Moises. En este caso, le dijo que regresara para liberar a toda una nación de 2 millones de personas, sin tener ejercito, ni nada más que la Palabra de Dios. Mire!, solo necesitamos la Palabra de Dios para obedecerle. Cuando Dios nos pide que hagamos algo es porque en ese mandato esta todo lo necesario. Así que seamos obedientes porque Él está con nosotros en cada momento.
- Dios ejercerá su poder mediante nuestras vidas para llevar a cabo lo que Él ha dispuesto. No subestimemos lo que Dios puede hacer en nuestras vidas porque puede ser algo maravilloso, ya que Él sabe justo lo que somos capaces de ser y hacer con su fortaleza, su guía, su poder, su apoyo, su aliento y al tener todo eso, nada será imposible para cada uno de nosotros.
EXODO 7:4 «Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.«
Dios fue claro que sacaría a su pueblo, con grandes juicios. Así que no tenemos que descifrar como Dios lo hará, todo lo que Él quiere es que seamos obedientes y dejemos las consecuencias en sus manos. Sí titubeo en obedecerle, lo que estoy diciendo es que no confío en Él, que no creemos que Él pueda encargarse. Pero al final Moises confió en Él.
5. Dios quiere que confiemos en Él. Después de ver lo que Moises logró enfrentando al Faraón y lo imposible que era, fue posible porque Moises estuvo dispuesto a confiar en Dios. Hoy puedo decir: «No sé cuanto tiempo me queda, pero el resto de mi vida quiero entregártela todo a ti. No entiendo lo que harás conmigo, o como lo harás, con quien quieres que lo haga, pero Señor, el resto de mi vida te pertenece a ti». No importa la edad que tengas, Dios quiere usarnos para hacer una labor maravillosa impactando la vida de muchas otras personas. Nunca es muy tarde para escuchar a Dios.
Entonces que debemos hacer:
- Meditar en la Palabra de Dios y ponerla en practica porque ahi encontraremos la voluntad de Dios. Y si andamos en esa voluntad, nadie nos podrá detener. Todo lo que encontramos en la Biblia no es historia, sino vivir en el poder de Dios, donde también encontramos, la Gracias, el amor, la misericordia, el perdón de Dios, la purificación y la vida eterna.
- Que no se nos olvide quién nos llama: EL GRAN YO SOY, el Dios Todopoderoso.
- Olvidemos los peros y entreguemos nuestra vida a Jesucristo, declarando lo siguiente: » Dios mío, me humillo ante tu presencia y te pido perdón por mis pecados. Esto es lo que queda de mi Señor, me entrego a ti hoy y a lo que decidas hacer. Confiaré en ti por el resto de mi vida, en el nombre de Jesús. Amén»
FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.