Cuando Ruth hizo esta declaración: iria adonde fuera su suegra Nohemi, y que su pueblo y su Dios serían tambíen los de ella. No se imaginó que al haber establecido este compromiso, Dios empezaría a trabajar en un nuevo caminar, y llevarla hacía una nueva dimensión.

Previamente a esta declaración, ambas habian perdido a sus esposos y practicamente quedaron en la calle, pero pensaron en regresar al pueblo natal de Nohemí. Intuye la Palabra, que eran muy pobres y tenian dificultades para sobrevivir. Sin embargo, eso no las detuvo en su caminar diario, creyendo que Dios proveería todo lo necesario.

Asi Ruth iba dia tras dia a recoger del trigo que dejaban en el campo los cosechadores. Siguió siendo fiel a su suegra, a no humillarse en recoger los granos de trigo, trayendo lo poco que recogian, sin renegar y agradecida que tenían de que comer.

Un dia, se apareció el dueño del campo, notó la presencia de aquella joven mujer y entonces el favor de Dios continuó operando, al grado que le fué informado que aquella mujer habia venido con su suegra de lejanas tierras, ambas viudas y les dijo a sus trabajadores que les dejaran masos de trigo para que llevara alimento a su casa y asi se le facilitara la recolección del trigo.

Sin entrar en tanto detalle, esta mujer y Boss se enamoraron y ya no solo vivia de los restos de la cosecha, sino que llegó a convirtirse en la dueña del campo.

Esto, es lo que Dios hace cuando somos fieles a El, sin cansarnos de hacer el bien, viniendo a la Iglesia para adorarle y agradecerle por su provisión en todos los aspectos de la vida, meditando en su Palabra todos los dias, diezmando y ofrendando.

Les aseguro que Dios tiene preparado lo mejor para cada uno de nosotros, el cumplimiento de los propositos y sueños de Dios que ha puesto en nosotros desde antes de nuestros nacimientos.

Al final del relato de Ruth, vemos que le nació un hijo llamado Obed, Padre de Isaí, Padre de David y por ende, descendiente de nuestro de nuestro Señor Jesucristo, El Salvador del mundo.

Que hermoso es nuestro Dios, todo lo tiene preparado para que el favor de Dios operara en la vida de Ruth, a consecuencia de su obediencia, de su compromiso, su bondad, de su fidelidad a Dios y a su suegra, sin importar las consecuencias y circunstancias.

Cuanto más nos favorecera Dios, si tan solo le entregamos nuestra vida a El. No te rindas, sigue perseverando, que el momento llegará y serás grandemente favorecido y bendecido.  En el Nombre de Jesús.

 

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