Los cristianos tenemos la opción de escoger entre dos caminos completamente opuestos; uno nos guía hacia la paz y el otro al estrés.
Podemos ser guiados por los principios bíblicos o dejarnos llevar por los sentimientos y las presiones del momento. Podemos ser dirigidos por el Espíritu, o dejarnos influenciar por lo que nos rodea. Podemos vivir confiados bajo el propósito y la dirección de Dios, o ir por la vida reaccionando ante las situaciones que enfrentemos.
La Biblia es el Libro que Dios usa para guiarnos en esta vida y contiene los principios que desea que sigamos. Mi propósito en este mensaje es compartir los principios más importantes que me han guiado durante todos estos años. Hay muchos más, pero estos son los que más han impactado mi vida y aquellos por los que estoy muy agradecido.
1. Obedezcamos a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos.
De cierta manera, este principio viene a ser una base para todos los demás. Para que podamos aplicarlo, primero debemos conocer lo que el Señor desea que hagamos. Por eso es crucial que aprendamos a escucharlo. De lo contrario, podemos fácilmente comenzar a actuar por nuestra cuenta, en vez de dejarnos guiar por nuestro Padre celestial y por su Palabra.
2. Aprender a confiar en Dios para todo lo que necesitemos en la vida.
Una de las razones por las que a veces no obedecemos al Señor, es porque deseamos que nos dé todos los detalles de lo que pasará si le seguimos. Pero Dios no está obligado a revelarnos el futuro. Su deseo es que confiemos en Él aun cuando desconocemos las consecuencias que recibiremos. Por eso se requiere de mucho valor para dar pasos de obediencia.
Uno de los métodos que Dios usa para fortalecer nuestra confianza son las pruebas. Cuando enfrentamos oposición, fracasos y dudas, nuestra confianza puede debilitarse, pues no comprendemos su obra. En ese instante es que debemos recordar que el Señor es digno de nuestra confianza. Podemos descansar al tener la seguridad absoluta de que cumplirá cada promesa que nos ha dado. En vez de poner nuestra mirada en la situación que enfrentamos y preocuparnos, nos invita a que descansemos en su fidelidad. De hecho, es al sentirnos sin esperanza e indefensos ante las pruebas que recordamos cuán confiable es Dios.
3. Aprender a esperar la dirección y el tiempo de Dios.
En ocasiones creemos saber el mejor camino que debemos seguir, pero solo el Señor conoce el futuro. Por tanto, debemos esperar a que nos guíe con su infinita sabiduría, conocimiento y entendimiento. Mientras esperamos, obra en nuestra vida para prepararnos, permite situaciones de acuerdo a su plan perfecto y prepara lo mejor para nosotros. Puede que no sea lo que anhelamos, pero nunca se equivoca, pues obra a favor de aquellos que esperan en Él.
4. Dar con generosidad para la obra de Dios.
Cuando damos con generosidad, Dios se compromete a suplir para nuestras necesidades, para que podamos continuar contribuyendo a su obra en y por medio de la iglesia. La motivación para ofrendar nunca debe ser aumentar nuestras riquezas, sino vivir en obediencia ante el Dios todopoderoso. La generosidad nos protege contra la avaricia, el egoísmo y el materialismo; además nos enseña a confiar en que el Señor nos proveerá de todo lo que desea que tengamos.
5. Admitir que no puedo llevar la vida cristiana; es Cristo en mí. Esa verdad se expresa en:
Aunque demos nuestro mejor esfuerzo, si estamos apartados de Él, fracasaremos. Debemos depender por completo en Cristo, para que nos transforme y nos fortalezca.
6. Aceptar que Dios nos ama incondicionalmente. Cuando Cristo oró por sus seguidores, declaró que el Padre los amaba tanto como le amaba a Él.
No hay nada que tengamos que hacer para merecer ese amor, pues no está basado en nuestros méritos, sino en la naturaleza de Dios y en nuestra relación con su Hijo. No hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame más, o menos, o para que seamos separados de su amor.
7. Saber que Dios tiene control total de cada circunstancia de la vida.
No somos víctimas de nuestras circunstancias, o de las acciones de otros porque Dios es soberano sobre todo, inclusive sobre las situaciones difíciles y dolorosas.
Este pasaje nos asegura que nuestro Padre celestial usa cada situación para nuestro bien y para su gloria. Su soberanía debe ser una fuente de consuelo, pues vivimos cubiertos por su divino amor, conocimiento, sabiduría y poder. Siempre es fiel y puede hacer uso de una gran adversidad para edificarnos y fortalecernos.
8. Depender por completo del Espíritu Santo para todo.
Dios desea que reconozcamos nuestra absoluta dependencia en Él. Es la única manera en la que podemos crecer y estar protegidos contra el orgullo. Mientras un niño madura, se vuelve más independiente; pero en el mundo espiritual, depender más de nuestro Padre celestial es una muestra de madurez. Nos ha dado su Espíritu para enseñarnos su Palabra, transformarnos a la imagen de su Hijo y fortalecernos para obedecer y servirle.
9. Nuestro tiempo personal de meditación debe ser la prioridad de nuestra vida.
Nada de lo que hagamos será tan esencial, fructífero o valioso como esto. Comience cada día dedicando tiempo con el Señor en oración y leyendo las Sagradas Escrituras. Reflexione en la Palabra de Dios. Humíllese delante de Él en adoración y alabanza, y aplique lo que ha aprendido.
El evangelio de Jesucristo puede penetrar el corazón más endurecido, transformar esa vida y cambiar su destino eterno. Nunca se avergüence de compartir el evangelio, “porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Ro 1.16).
Todo esto y otros principios pueden ser una realidad en su vida, como la ha sido en la mía y la de mi familia, sí tan solo hace a Jesús el Señor y Salvador de su vida. Y para ellos repita esta oración conmigo:
«Padre celestial, vengo delante de tu presencia, humillado ante ti y reconociendo que soy un pecador, los confieso, me arrepiento y me aparto de ellos. Ven a morar a mi corazón y has de mí una nueva criatura. Hago un nuevo pacto contigo de seguir tus mandamientos y preceptos. Abre mis ojos espirituales para que pueda comprender cuál es tu voluntad para mi vida atravez de tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén.
FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.
Muchas personas tienen problemas para vivir la vida cristiana, han recibido a Cristo y creen que su vida será fabulosa pero llega un momento en que sus vidas ya no marchan como deberían y se preguntan si hay algo mejor. Saben que el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, dominio propio, sin embargo, muchas veces no tiene paciencia ni dominio propio.
Pero Dios nos puede revelar porque hemos fracasado en esos aspectos, por eso hablaremos de la clave para la vida cristiana.
GALATAS 2:20 » Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.»
Aqui encontramos la razón de la clave para la vida cristiana. Que Cristo ha venido a vivir en nosotros y a manifestarse por medio nuestro.
En el pasado nosotros vivíamos de otra manera, hasta que finalmente escuchamos la verdad del evangelio y en ese momento ocurrieron varias cosas:
COMO PODEMOS VIVIR LA VIDA CRISTIANA Y CONFRONTAR LOS DESEOS DE LA CARNE?
Reconociendo que al aceptar a Jesús en nuestro corazón, él vino a morar para vivir en y mediante nosotros la vida que Él ha provisto y planeado para cada uno de nosotros.
Recuerda la noche antes de ser crucificado, Él dijo: me iré pero no quiero que se sientan huérfanos porque volveré a ustedes y mi Padre les enviará al Espíritu Santo, El Ayudador, uno igual a yo y cuando Él venga, vendrá a sus vidas y los sellará como hijos de Dios. Por lo que ahora tenemos en nosotros la vida de Cristo.
En este caso, el Espíritu Santo, al morar en nosotros, tiene la responsabilidad principal de vivir en nosotros la vida misma de Cristo. Además de facultarnos para vivir como le agrada a Dios. Y si tenemos la vida de Cristo en nosotros, lo tenemos todo.
ENTONCES PORQUE VINO CRISTO
Sabemos que vino a salvarnos, pero también:
Por eso Él dijo: regresaré a vosotros y estaré con ustedes. Y fue a partir del Pentecostés que todo creyente o toda persona que acepte a Jesucristo como Salvador es morada del Espíritu Santo porque Jesús sabía que no podriamos solos y tenemos que admitir que no hemos podido hacerlo, volvemos a pecar, somos débiles y volvemos a decirle a Dios, perdóname Señor una vez más.
Y que hace Él?, es su misericordia, nos perdona, nos da de su amor y quiere que conozcamos la verdad. Por lo tanto, , en eso consiste la vida cristiana, no se centra en nosotros, se trata de Él. Todo consiste en que Cristo viva en nosotros mediante nosotros.
2. Porque de esta manera, Dios lleva a cabo su obra.
Hace su obra en la tierra al vivir en y mediante nosotros los creyentes. Todos hemos pasado y pasaremos en algún momento pruebas o dificultades, pero aquí, la clave esta en quién las pelea.
Si lo hacemos nosotros en nuestras propias fuerzas, o sabiduría, conocimiento, entendimiento pasaremos por dificultades, pero como Él es nuestra vida y si nos rendimos a Él y le entregamos esas dificultades, Él nos dará la victoria y podremos atravesarlas juntamente con Él.
3. Dios desea tener una relación personal con nosotros.
La vida cristiana se trata de tener una relación persona y estrecha con Dios. Déjame explicártelo de esta manera:en que consiste el matrimonio?
Es compartir una casa?, dormir juntos?, manejar el carro juntos?, acaso salir o trabajar juntos?. Mire bien, se trata de una relación y mientras más amorosa es esa relación, más grato será todo lo demás. Es una comunión genuina que llega hasta lo más profundo del corazón.
Y sabes tu cuál es la razón principal porque nos creo?, para poder derramar su amor, su merced, su perdón sobre nosotros y al mismo tiempo, recibir de nosotros, nuestro amor, obediencia, lealtad y fidelidad.
Todo se trata de una relación personal y estrecha con Dios mediante su Hijo Jesucristo. Y para que esto sea una realidad, Cristo debe vivir en nosotros. Y si tenemos a Cristo lo tenemos todo porque lo valioso viene de esa relación.
La clave para la vida cristiana es dejar que el Señor Jesús viva su vida en y mediante nosotros.
QUE PASOS DEBO TOMAR?
Si usted es sabio, permitirá que el Hijo de Dios y el Espíritu Santo, que mora en usted, sea quien tome sus decisiones, dirija su vida y todo lo que enfrente permita que Él le dé dirección, porque esa será la vida en toda toda su plenitud.
No significa que no tendrá cargas, ni sufrimiento, porque una cosa es caminar por la vida solo y otra es con el poder del Dios vivo, quien vive en usted.
Si usted no es cristiano y no conoce la verdad, mi deseo es que su vida cambie y que tenga lo mejor, porque en Dios es lo mejor. Por esto, le invito que si quiere tener todo esto, haga una oración conmigo:
» Acepto que Jesús pago por mis pecados, lo confieso y me arrepiento de ellos. Te acepto como Señor y Salvador personal. Quiero que vivas tu vida en mi, Y confiaré en que me capacitarás para que lo haga. En el nombre de Jesús. Amén.»
FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.