Mensajes Puros

QUIEN PIENSAS QUE ES DIOS?

¿Quién es Dios y cómo es?

Si tuviera que describir a Dios, ¿qué palabras usaría? ¿Cuánto de lo que conoce de Él proviene de la Biblia? ¿Cuánto viene de sus experiencias o de las ideas que otros tienen acerca de Él?

Algunos se lo imaginan como si fuera un abuelo que vive en el cielo y que desea bendecirlos en todo momento. Otros, lo ven como un juez severo sentado en su trono, listo para castigarlos. Y también hay quienes no creen que Dios exista, pues desean vivir de acuerdo a sus propios deseos carnales y no seguir la autoridad divina de Dios. Sin embargo, la única manera de llegar a conocerlo es creer lo que la Biblia nos enseña acerca de Él.

Conocer correctamente a Dios es crucial, pues produce ramificaciones eternas.

Todos tenemos convicciones que rigen nuestra vida, y estar convencidos de la identidad de Dios debe ser una de ellas. Tener convicción en torno a algo es estar tan plenamente convencido de que ese algo es cierto, que lo defendemos sin importar las consecuencias. Si estamos convencidos de que la Palabra de Dios es verdad, contamos con un cimiento firme para nuestras convicciones acerca de Dios.

  • Dios es un ser que no fue creado. Él existe antes del comienzo del tiempo y es el Creador de los cielos y la tierra (Gn 1.1). El Salmo 90.2 afirma que “desde el siglo y hasta el siglo [Él es] Dios”.
  • Dios es invariable. Cuánta confianza nos da el saber que los planes, propósitos y promesas del Señor nunca cambian. Si nos ha hecho una promesa en su Palabra, podemos estar convencidos de que no cambiará su manera de pensar.
  • Dios es omnipresente Eso significa que el Señor está presente en todas partes. No tenemos que buscarle para encontrarle. De hecho, de acuerdo a Salmo 139:7 «A donde me iré de tu Espíritu?, Y a donde huiré de tu presencia?». No hay nada que podamos hacer para huir de su presencia. Sin importar lo que enfrentemos, siempre está con nosotros.
  • Dios es omnipotente. Tiene todo el poder. Por eso nos dice en Mateo 19.26: “más para Dios todo es posible”. Sin embargo, el Señor nunca actúa de una manera que esté en desacuerdo con su naturaleza. Por ejemplo, nunca miente, ni es tentado por la maldad, pues es bondad y verdad (Tit 1.2).
  • Dios es omnisciente. Posee un conocimiento completo acerca de todo, incluyendo cada evento del pasado, del presente y del futuro. Aunque nos gustaría que compartiera su conocimiento con nosotros, no podemos asimilarlo, pues tenemos una mente finita incapaz de comprender la vastedad infinita de la mente de Dios. De acuerdo a Deuteronomio 29.29: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros”. El Señor no satisface toda nuestra curiosidad, pero nos revela lo que desea que conozcamos por medio de su Palabra. Y de no poder encontrar alguna respuesta en la Biblia, debemos dejar ese asunto en las manos de Dios, pues confiamos en su infinita sabiduría y conocimiento.
  • Dios es invisible. Aunque Jesús pudo ser visto en carne y hueso como Dios hecho hombre, solo Cristo ha visto al Padre. Pablo lo describe como el “solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto, ni puede ver” (1 Ti 6.15, 16).
  • Dios es amor. Esto no es solo lo que hace, sino quién es Él, pues el amor es una parte esencial de su naturaleza. Su expresión máxima de amor fue el enviar a su Hijo Jesucristo a este mundo, para redimir a los pecadores Jn 3.16 » Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna«. Su misericordia, gracia y amor ha descendido a nosotros para salvar y dar vida eterna a todos los que creen en Jesús.
  • Dios es santo. Eso significa que está separado de toda maldad y su santidad es el modelo que debemos seguir. Aunque nunca podremos vivir sin pecar como Dios lo hace, quienes hemos confiado en Cristo como nuestro Salvador personal, debemos tener el deseo de vivir en santidad y obediencia. La santidad es un estilo de vida al que Dios nos ha llamado, y al que nos ha capacitado por medio del Espíritu Santo. Nos hace sensibles al pecado y nos exhorta a pedirle perdón y buscar su fortaleza en todo momento.
  • Dios es justo. Él es el modelo perfecto de justicia, y siempre actúa de acuerdo a lo que está correcto. Además, su deseo para cada uno de nosotros es que vivamos en justicia, y nos da su Espíritu para que podamos hacer lo correcto.
  • Él es Dios de ira. Eso significa que aborrece el pecado y todo lo que se opone a su carácter moral. De acuerdo a Juan 3.36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. La ira de Dios nunca vendrá sobre los que hemos depositado nuestra confianza en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, pues está limitada para los que rechazan a su Hijo.
  • Dios es nuestro Juez. Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo para ser juzgados por nuestras obras y recibir las recompensas que hemos obtenido (2 Co 5.10). Como cristianos no debemos temerle a la ira de Dios, pues solo compareceremos a un juicio con el propósito de determinar las recompensas que recibiremos. Seremos juzgados de acuerdo a la manera en la que hemos vivido y a lo que hemos hecho con las oportunidades que nos ha dado.
  • Dios es nuestro galardonador. A todos se nos da la oportunidad de escoger cómo edificar nuestra vida sobre el fundamento de Cristo (1 Co 3.10-15). Si nuestras obras no tienen valor eterno, se consumirán en el juicio. Pero si son preciosas y duraderas, recibiremos recompensas del Señor. Aún en ese juicio, el amor y la gracia de Dios se harán evidentes hacia sus hijos.
  • Dios es digno de adoración. Él es el Señor del universo y nuestro Salvador, quien es digno de todo honor y gloria. Nuestra adoración por Él se hace evidente cuando permitimos que su Palabra permanezca en nosotros y le adoramos con cánticos de agradecimiento (Col 3.16).

Si quieres ver la realidad de todo esto que hemos compartido, te invito a hacer la siguiente oración, diciéndola con tu propia boca: Padre te amamos y alabamos por tu paciencia y bondad y tu perdón. Por la gran verdad que nos das en tu Palabra. Y te pido que perdones mis pecados y decido aceptar a Cristo como mi Señor y Salvador, en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor Charles Stanley por sus enseñanzas.

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UN MENSAJE ENFOCADO EN DIOS

La Biblia es un Libro enfocado en Dios, con un mensaje enfocado en Dios, para gente enfocada en Dios.

Aunque fue escrita hace mucho tiempo, no es irrelevante. Las verdades que nos enseña acerca del Señor y las lecciones que encontramos en sus páginas todavía se aplican a nuestra vida. No es solo un libro de historia, sino la Palabra de Dios que penetra corazones y demanda obediencia. Solo hay dos maneras de vivir: lejos de la Biblia o conforme a sus enseñanzas. Las personas enfocadas en Dios son quienes tienen un corazón inclinado a Él, quienes rigen su vida por las enseñanzas bíblicas y desean obedecerlo en sus caminos, al confiar en su fidelidad.

El libro de Éxodo no solo relata la historia de la liberación milagrosa de Israel de la esclavitud de Egipto. También nos muestra cómo el Señor obró con poder en y mediante la vida de un hombre obediente: Moisés.

El pueblo hebreo había vivido en esclavitud en la tierra de Egipto durante muchos años. Moisés era un hebreo que había vivido en el palacio de faraón hasta la edad de 40 años. Sin embargo, después de matar a un egipcio mientras defendía a un esclavo hebreo, se vio forzado a huir al desierto de Madián para salvar su vida.

Cuarenta años después, cuando Moisés tenía 80 años, Dios le habló por medio de una zarza ardiente, para darle la orden de regresar a Egipto y decirle a faraón que dejara ir a su pueblo. Moisés obedeció, pero la respuesta de faraón fue aumentar las labores pesadas del pueblo.

EXODO 6:1-2 “Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra. Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: ‘Yo soy JEHOVÁ’”

En este pasaje hay dos verdades que Dios enfatizó.

  • “Yo haré”:Sería Dios quien los liberaría y no Moisés.
  • “Yo soy JEHOVÁ”:Dios es Señor y lo tiene todo bajo su control. Moisés solo tenía que someterse y obedecer a sus órdenes.

Estas dos verdades fueron dadas para quitar de Moisés cualquier duda que pudiera tener acerca de esa misión que parecía imposible de realizar y para fortalecer su confianza en el Señor, quien es Soberano sobre el tiempo, las personas y los eventos. Moisés no tenía que conocer todos los detalles de cómo Israel sería liberado, ni tampoco comprender lo que Dios hacía; solo debía confiar en el Señor y seguir sus instrucciones.

Esta lección también se aplica a nuestra vida.

Debemos reconocer que cuando parece difícil o incluso imposible obedecer al Señor, Él es quien impulsa nuestra obediencia. Él es también el Señor de nuestra vida. Muchas veces no podemos comprender sus caminos, pero podemos seguirlo y confiar en Él, pues siempre está en lo cierto. Si razonamos y titubeamos, nos saldremos de su voluntad. Aunque en ocasiones sintamos miedo de ser obedientes, es un gozo saber que estamos haciendo justo lo que Dios quiere.

Sin lugar a dudas Moisés sintió temor al enfrentar a faraón, y la misión parecía imposible, pero también contaba con la seguridad de que el Señor estaba con él y que llevaría a cabo la liberación de Israel. Moisés solo actuaba bajo las órdenes del soberano Rey del universo, quien tiene todo el poder y la autoridad.

Dios asume toda la responsabilidad por lo que sea que nos llame a hacer.

Él nos capacitará, nos equipará y proveerá todo lo necesario para obedecerlo. Puede que la misión parezca estar por encima de nuestras facultades y tal vez no comprendamos cómo el Señor podría usarnos; pero si nos da una orden, lo hará posible.

La misión que Dios le confió a Moisés parecía insuperable. Desde la perspectiva humana, faraón era el rey más poderoso en el mundo de esa época; pero las promesas que Dios le dio a Moisés y a su pueblo eran más grandes que cualquier fortaleza o autoridad terrenal.

En Éxodo 6.6-8 Dios les prometió lo siguiente a los hijos de Israel:

  • “Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto”.
  • “Y os libraré de su servidumbre”.
  • “Y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes”.
  • “Y os tomaré por mi pueblo”.
  • “Y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto”.
  • “Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob”.
  • “Y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ”.

Nada es imposible para Dios.

Sin importar lo que nos mande hacér el Señor es fiel para fortalecernos. Todas sus promesas son verdaderas y no pueden fallar. Conscientes de esto, deberíamos estar deseosos de obedecerlo, aunque parezca imposible desde el punto de vista humano. Dios puede cumplir su voluntad en y por medio nuestro si le obedecemos en sumisión.

En el enfrentamiento entre Moisés y faraón, parecía que éste último tenía todo el poder, mientras que Moisés no contaba con nada. Sin embargo, Moisés estaba respaldado por el Dios Todopoderoso, por sus palabras y promesas, las cuales eran más poderosas que faraón y su ejército. El Señor usó a Moisés para cumplir su propósito de derrotar a esa poderosa nación, para rescatar a su pueblo y para proveerles con riquezas y bienes materiales que tomaron de los egipcios.

La Biblia es un Libro enfocado en Dios, con un mensaje enfocado en Dios, para gente enfocada en Dios.

Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento encontramos lecciones que aplicamos a nuestra vida diaria. Aprendemos acerca de la gracia de Dios, de su misericordia, su bondad, su perdón, su purificación y del regalo de la vida eterna por medio de Jesucristo. Sin embargo, si descuidamos su Palabra y no prestamos atención a sus mandamientos, no podremos conocer a Aquél que obró con poder en Moisés para cumplir su buena voluntad y nos perderemos las bendiciones que provienen de la obediencia.

Solo necesitamos lo mismo que tuvo Moisés para obedecer al Señor: su Palabra, su presencia y sus promesas. Tampoco tenemos que comprender a cabalidad la forma en la que Dios obrará en nuestra vida; solo debemos confiar y obedecerlo. En vez de enfocarnos en nuestras deficiencias, o de compararnos con otros, debemos mantener nuestra mirada en el Señor y en su Palabra, mientras confiamos en que por su poder cumplirá su voluntad en nosotros.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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DIOS RESTAURA

Este es un mensaje de exhortación para descubrir que Dios siempre esta atento a nuestras oraciones, siempre y cuando venimos a buscarle en humildad. Hemos basado esta meditación en la vida de un rey de Israel llamado Manases.

2 CRONICAS 33:1-2,6,10-12 «De doce años era Manases cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel…..Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira….Y habló Jehová a Manases y a su pueblo, mas ellos no escucharon; por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manases, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres.»

Lo que estos pasajes manifiestan es que Manases fue uno de los reyes más malvados de toda la Biblia y del pueblo de Israel, quien se excedió en hacer lo malo delante de Dios y dice que por más que Dios le hablaba, ensordecía sus oidos, así como los del pueblo de Israel.

Al igual que nosotros cuando estábamos sumidos en el pecado, un día clamamos a Dios y le dijimos: «ten misericordia de mí». De esa misma manera, dice la Biblia que Manases clamó y Dios le oyó. Ahora bien:

PORQUE DIOS PERDONÓ A MANASES ?

  1. Porque Dios nunca lo abandonó.

Dice la Palabra de Dios: «él oró a Jehová su Dios» En otras palabras, Dios nunca nos abandona aunque hagamos lo erroneo. Él esta ahí presente donde te encuentras. Y porque Él está allí contigo, Él te quiere levantar aun de lo más profundo, así ue no tienes que quedarte en el suelo, no tienes que hundirte en el lodo porque Jehová esta contigo, ahora mismo.

2. Porque Dios nunca resiste a los humildes.

Dice la Palabra: «se humillo grandemente». Dios mismo dijo: «el mayor en el Reino de los Cielos es aquel que sirve», así que cuando usted se humilla, usted es exaltado y el que es un siervo será el primero.

3. Porque Dios nunca ensordece su oido al clamor de la gente.

Y si usted se atreve a llamarlo, Él lo escucha. Mira!, tu estas a una oración de distancia para que Él Señor entre en tu vida, entre en tu familia.

Tu podrás decir: «si pero yo soy muy malo», Manases también lo era, era peor que alguno de nosotros, pero Dios lo escuchó, Dios lo oyó.

JEREMIAS 33:3 «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Aunque estes en pecado, clama a Dios. Aunque estes destruido, clama a Dios. Aunque estes llorando, clama a Dios. Aunque estes enfermo, clama a Dios. Aunque estes en la ruina, clama a Dios. Y aunque estes en el lecho de muerte, clama a Dios.

Ahora bien. Mira lo que pasó después de que manases oro y Dios lo perdono:

2 CRONICA 33: 13 «Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.»

También Jehová lo restauró: lo sentó nuevamente en el trono, en su reino, le dio autoridad, prosperidad, bendición y le devolvió todo lo que él había perdido.

Esto es lo que la gente debe de entender, que cuando tu clamas a Dios, te humillas delante de Dios, te arrepientes y te apartas del pecado, entonces, El Señor te traslada del reino de las tinieblas y te coloca en el reino de su amado Jesucristo, donde hay unción, donde hay autoridad, donde hay poder, donde hay bendición, donde hay protección y donde hay paz.

QUE SUCEDIÓ DESPUÉS?

2 CRONICAS 33: 14-15 «Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá. Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el monte de la casa de Jehová y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad. Reparó luego el altar de Jehová, y sacrificó sobre él sacrificios de ofrendas de paz y de alabanza; y mandó a Judá que sirviesen a Jehová Dios de Israel. «

Después de leer esta Palabra, te darás cuenta que Manases empezó a hacer lo bueno delante de Dios, por las siguientes razones:

  1. Lo hizo por amor a Dios.

En otras palabras, él se enamoró de Dios.

SALMOS 116: 1-2 «Amo a Jehová, pues ha oídoMi voz y mis súplicas; Porque ha inclinado a mí su oído;Por tanto, le invocaré en todos mis días.

Manases amaba a Jehová porque había visto lo bueno que era Él. Y es que el que se enamora de Dios no quiere ofenderlo.

3. Por temor a Dios.

El principio de la sabiduría es el temor a Dios. Mira!. Manases perdió todo por desobedecer a Dios y eso nos puede pasar si no le hacemos caso a Dios. Horrible es caer en las manos de Jehová. Y cuando sacudieron a Manases, él aprendió a respetar a Dio. Y tú y yo debemos aprender a respetar a Dios.

Con Dios no se juega.

GALATAS 6:7 » No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Nosotros debemos tener un temor santo para con Dios porque no sabemos cuándo vienen las consecuencias de nuestras acciones contrarias a la voluntad de Dios. Manases aprendió a tener temor de Dios.

3. Por gratitud.

SALMO 116:12 «¿Qué pagaré a JehováPor todos sus beneficios para conmigo?. Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jehová. Ahora pagaré mis votos a Jehová.

Cuando él vio lo bueno que era Dios, se dijo asimismo: «si yo pudiera darle un poquito a Dios». Este debe ser el sentir de todos nosotros.

Y como no le vas a dar los diezmos a Dios cuando tú has diezmados toda la vida al mundo. Probablemente has diezmado alcohol, a la pornografía, a las drogas y a toda la basura del mundo. O algo le diezmaste parte de tu salario para edificar no a tu familia, ni a tu vida.

Tu sabes de todo lo que ha librado el Señor, todo lo que Él te ha dado y Él se merece nuestra retribución.

4. Responsabilidad.

Por eso Manase hacia lo bueno al reconocer quien era Dios. De repente él sintió una carga por todos aquellos que había inducido a adorar otros dioses y ue debería hacer algo por los hijos de Israel.

Y si Dios tuvo misericordia de nosotros y nos salvo, no deberíamos de tener esa misma carga por aquellos que se desviaron por nuestra culpa. Nuestra carga debería ser ahora de arrebatarlos del fuego eterno.

Sabe lo que deberíamos hacer con esas personas que les hemos ofendido: llamarles y decirles: perdóname, perdóname por como me comporte, perdóname por haber sido un mal ejemplo. Y si usted le debe dinero a su ex esposa por sus hijos, llámeles y páguele con intereses lo que les debes.

5. Transformación.

Porque Manases hizo tantas cosas buenas?. Porque Dios le cambio el corazón. Dios le transformo el corazón y empezó a hacer el bien.

Por favor no me digas que el amor de Dios está en tu corazón cuando hay resentimientos, odias, rechazas, no perdonas, condenas y mientes.

COMO UN REY TAN MALVADO SUPO COMO CLAMAR A SU DIOS?

Por una historia. Manases era hijo de un rey llamado Ezequías y Ezequías cometió un grave error en su vida. Y dice que Dios le hablo a Isaias y le dijo «ve donde Ezequías y dile que prepare su casa porque hoy vas a morir». Isaias se fue, pero Ezequías vino y se humillo delante de Dios, comenzó a llorar y le dijo a Dios: «perdóname, lo hice mal». Isaias no había salido del patio de la casa cuando Jehová le dijo: «devuélvetey dile a Ezequias que le voy a dar otros 15 años, que lo voy a restaurar al trono y que lo voy a bendecir otra vez».

Cuando Ezequias se murió, Manases apenas tenīa 12 añitos, o sea que probablemente él no conocía mucho de lo que había pasado con su papá. Y cuando Manases estaba atribulado, angustiado, alguien vino y le dijo:»Manases oye, a tu papá le paso lo mismo que a ti, el pecó, pero se humillo y cuando él se humillo, Dios lo restauro»

Yo me imagino que en ese momento, Manases cayo de rodillas y empezó a decir: «perdóname Señor, hice lo malo delante de ti». Y el mismo Dios que le respondió a su papá le respondió a él.

El punto principal de todo lo que he dicho es este: hay tanta gente que caminan por el mundo bajo juicio y no bajo bendición. Y todo porque nadie les esta diciendo como caminar justamente. Mucha gente se pierde no porque quiere, sino porque nadie le ayuda a encontrar la luz.

Yo no se si tu sabes, pero estamos viviendo en los postreros días, este es el final de esta dispensación y el final esta cerca. Y cuando suene la trompeta, lo que va doler, no es cuanto dinero tuviste o cuantos carros o casas tuvistes, sino, que fue lo que yo hice para Dios y cual fue mi conducta.

La misión nuestra en este tiempo de angustia y dolor en la tierra es enseñarle justicia a las multitudes, caminar bajo los mandamientos y preceptos, a tener una comunión intima con Dios, a caminar bajo su voluntad.

Hoy vine a hablarles a los Manases y a decirles que HOY es tu oportunidad de cambiar completamente, hoy es la oportunidad de demostrarle a Dios cuánto le amas y cuánto deseas servirle a Él, cuanto quieres vivir por Él y para Él.

Asi que es momento de humillarte, reconocer tus errores y pedirle a Dios que te ayude a caminar de la manera correcta, desechar el pecado y hacer un nuevo pacto con Dios y aprender a caminar en justicia. Arrodíllate ahí donde estas, y repite conmigo en voz alta:

Padre celestial, en el nombre de Jesús, te pido perdón por lo que mi boca ha hablado, por lo que mis manos han hecho, por los lugares que mis pies han visitado, por los pensamientos de mi corazón, y por las actitudes de mi alma. Y hoy pido que tu bendición venga sobre mí, porque hoy me arrepiento de todos mis pecados en el nombre de Jesús. Y hago un nuevo pacto de que viviré por ti, para ti y en ti, por el resto de la eternidad. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor RUDY GRACIA por sus enseñanzas.

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CONVICCIONES ACERCA DE LA BIBLIA

Ya sea que nunca la hayamos leído, o que la leamos todos los días, todos debemos poner nuestra mirada en la Biblia. Algunos piensan que fue escrita por diferentes hombres, y por consiguiente debe estar llena de errores. Otros creen que es anticuada y completamente irrelevante para el presente, pues fue escrita hace mucho tiempo. Sin embargo, los cristianos creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, la cual se ha mantenido sin errores a lo largo de los siglos.

Es al estar convencidos de que la Biblia está libre de errores, que sentimos una convicción firme de que puede guiar nuestra vida.

Tener convicción en torno a algo es estar tan plenamente convencido de que ese algo es cierto, que lo defendemos sin importar las consecuencias. Por el contrario, sentir preferencia en cuanto a algo consiste en tener una creencia que puede cambiar según las circunstancias. Es al entender la verdad de la Palabra de Dios que desarrollamos una reverencia genuina por las Sagradas Escrituras. Debemos examinar nuestra vida y determinar si vivimos guiados por convicciones o por preferencias.

ISAIAS 66:1-2 » Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?. Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.

La Biblia tiene cuatro propósitos principales:

  • Revelarnos al único Dios verdadero.
  • Mostrarnos cómo podemos ser salvos.
  • Enseñarnos cómo podemos vivir en santidad.
  • Equiparnos para servir al Señor.

Podemos estar seguros de que la Biblia es la absoluta Palabra de Dios.

  • Es eterna. La Palabra de Dios nunca pasará de moda y se puede aplicar a cada generación.
  • Es infalible. La Biblia está libre de errores, pues fue el Señor quien inspiró a sus escritores.
  • Es la revelación del único Dios verdadero. Es en la Biblia que el Señor nos revela quién es Él y nos provee respuestas y ayuda para nuestros problemas.
  • Expone lo pecaminoso del hombre y su condición perdida. La Palabra de Dios nos enseña que todos hemos pecado, y que “la paga del pecado es la muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Ro 6.23). Además, un día “cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Ro 14.12).
  • Es la guía confiable para nuestro diario vivir. En la Biblia hallamos la respuesta para cada una de nuestras preguntas, la solución a nuestros problemas y aliento en medio de las pruebas. Pero para que podamos beneficiarnos de su dirección, debemos ser fieles y leer su Palabra todos los días.
  • Nos ilustra las consecuencias del pecado. Desde el comienzo de la humanidad, Dios advirtió a Adán y a Eva de las consecuencias que trae la desobediencia. En todo momento nos dice la verdad, aunque sea dolorosa. Y en nuestros días, sigue advirtiéndonos si estamos dispuestos a escucharle.
  • Nos revela el amor incondicional de Dios por nosotros. Su amor no está basado en lo que hacemos o dejamos de hacer. Así como los padres aman a sus hijos a pesar de su conducta, el Señor también nos ama de esa manera.
  • Nos explica cómo podemos ser salvos de nuestros pecados. Dios resume su mensaje de salvación en un pasaje de la Biblia, el cual nos dice lo siguiente: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha enviado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Jn 3.16).
  • Declara quién es Jesucristo y por qué vino. Él es el Hijo de Dios, quien vino al mundo con el propósito de morir en la cruz, para pagar la deuda que teníamos como consecuencia de nuestros pecados, y que así fueran perdonados todos los que creyeran en Él.
  • Explica por qué Jesús nació de una virgen. Si Jesús no hubiese nacido de una virgen, hubiese sido igual que los demás hombres pecadores y no hubiese podido ser nuestro Salvador. Por eso el Señor tenía que ser justo y sin pecado. Como era Dios hecho carne, solo Él estaba capacitado para morir en nuestro lugar.
  • Explica por qué murió en una cruz. Los sacrificios de animales que se mencionan en el Antiguo Testamento son un símbolo del sacrificio supremo que el Hijo de Dios haría, al entregar su vida en la cruz del Calvario.
  • Describe la Resurrección de Jesús. Aunque murió y fue sepultado, Cristo venció a la muerte al resucitar, y ahora se encuentra sentado a la diestra de nuestro Padre celestial, mientras intercede por nosotros (Col 3.1).
  • Nos muestra cómo lidiar con la tentación. De acuerdo a 1 Corintios 10.13, Dios “no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.
  • Identifica a la persona del Espíritu Santo. Él es la tercera persona de la Trinidad, quien mora y sella a los creyentes, como hijos de Dios. Es su Espíritu quien en todo momento obra en nuestra vida para ayudarnos a comprender las enseñanzas de la Biblia y para que podamos vivir en su voluntad.
  • Nos enseña la manera en la que debemos enfrentar las pruebas y las dificultades. Aunque el apóstol Pablo fue usado en gran manera por Dios, tuvo que sufrir muchos problemas. Fue en la prisión que escribió muchas de las epístolas que hoy nos ayudan a lidiar con las pruebas de la manera correcta.
  • Es una fuente de exhortación. Al creer lo que dice la Palabra de Dios sentimos confianza en las promesas de paz y perdón que Él nos ha hecho (Jn 14.271 Jn 1.9).
  • Explica lo que ocurre en la muerte. La Biblia es la única fuente confiable que nos explica lo que sucede al morir. Si hemos confiado en Cristo, sabemos que al morir seremos llevados a su presencia (2 Co 5.8).
  • Nos asegura el regreso de Cristo y nuestros galardones futuros. Jesucristo ha prometido regresar para llevarnos al lugar que ha preparado en su reino celestial (Jn 14.2, 3).
  • Advierte del juicio venidero. En Hebreos 9.27 nos dice lo siguiente: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. Aquellos que han rechazado a Cristo serán juzgados de acuerdo a sus pecados, pero los que le hemos recibido como Salvador, seremos juzgados para recibir recompensas.
  • Nos habla de sucesos futuros. En varios libros de la Biblia, Dios nos revela lo que necesitamos conocer en relación con los tiempos finales.
  • Es la Palabra indestructible del Dios vivo. A lo largo de la historia, muchas personas se han burlado y mofado de la Biblia. Hay quienes hasta han tratado de destruirla, pero Dios la ha preservado, para que permanezca para siempre (Is 40.8). Por eso debemos creerla y obedecerla.

Asi que, crea en la Palabra de Dios, medítala, vívala, practíquela, obedézcala y entonces la Palabra de Dios se volverá viva ent u vida, se hará una realidad y Dios tomará control de tu vida y te bendecirá sobrenaturalmente. Pero para que esto suceda, ora esta oración en voz alta:

Padre celestial, hoy vengo delante de ti, pidiéndote perdón por mis pecados. Límpiame y lávame de todos mis pecados con la preciosa Sangre de Jesucristo. Declaro que Jesucristo es mi Señor y Salvador. Y Espíritu Santo te invito a que vengas a morar a mi corazón y revélame tu Palabra para que pueda seguir tus mandamientos y preceptos. En el nombre de Jesús, amén.

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