Mensajes Puros

VIVIENDO EN LA PRESENCIA DE DIOS

Hay circunstancias en la vida donde no hemos encontrado respuesta atravez de la oración o el ayuno, además de haber llegado a la frontera de la fe y de la unción, pero entonces podemos recurrir a la presencia de Dios.

Y es que Dios esta a punto de hacer una transición de nuestros dones, de nuestra unción a la presencia de Dios. Sin embargo, esta presencia, solo es activada en nuestras vidas, mediante una revelación del Espíritu Santo, donde la Iglesia o sea, nosotros su pueblo, entramos a su presencia.

Y cuando eso suceda, cuidado!, nos medimos respecto a otras personas, porque debemos medirnos respecto a Dios y consecuentemente otorgarle la Gloria a Él.

Esto que estamos manifestando lo vemos reflejado en la vida de Moises:

EXODO 33:12-17 «Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. 13Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 14Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 15Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?17Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.»

Moises entendía la Soberanía de Dios y por ese se atreve a manifestarle que su presencia debería de ir con ellos. Definitivamente, en este relato, podemos decir que la clave de Moises era la presencia de Dios en su vida.

No solo la conocía, sino que también respondía a esa presencia. Por eso tantas señales, milagros y prodigios que Dios hacía en su pueblo.

Note que Moises le dijo a Dios: Señor no quiero ir a ningún lado a menos que tu presencia vaya conmigo. En otras palabras, Moises no estaba lo suficientemente seguro de su propia unción, o en su propia fe para creer que eso era suficiente.

Mucha gente, ahora mismo, no están conscientes de la presencia de Dios, ellos está sirviendo de un residuo, trabajan en lo mecánico de su don y cuando viene la presencia, no saben que hacer.

Así que el temor de Moises era que la presencia de Dios no estuviera con él. Lo que pasaba es que comprendía la importancia de someterse a la soberanía de Dios, por lo tanto, cuando nosotros nos sometemos a Dios, nos cercamos a su presencia. Es de hacer notar, que la presencia representa permiso para que Dios opere en nuestras vidas.

QUE SUCEDE CUANDO DIOS RETIRA SU PRESENCIA ?

Eso sucede porque hemos hecho algo indebido, y eso, nos hace dar un paso fuera de la voluntad de Dios, y cuando te sales de la voluntad de Dios, tus pasos ya no están en orden con Él.

Y en consecuencia, ya no tienes la cobertura, ni la protección, ni el cuidado de Dios. De ahí que la presencia de Dios es esencial, e importante. Y no importa cuan grande sea tu fe, llegará un momento en la vida donde no sabremos qué hacer. Y cuando no sabes que hacer, has llegado al final de tu fe y es el momento de ir en pos de la presencia de Dios.

SALMOS 27: 9 » No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.

David detrás de estas palabras, demuestra que su temor era la ausencia de la presencia de Dios. Y lo mismo sucede con nosotros, podríamos terminar dependiendo de nuestras propias fuerzas, donde todo se vuelve mas difícil. De ahí que debemos aprender a como recibir de la presencia de Dios. Y para eso, vamos a ir a los Salmos.

SALMOS 78:12 » Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán. 13Dividió el mar y los hizo pasar; Detuvo las aguas como en un montón. 14Les guió de día con nube, Y toda la noche con resplandor de fuego. 15Hendió las peñas en el desierto, Y les dio a beber como de grandes abismos, 16Pues sacó de la peña corrientes, E hizo descender aguas como ríos.

Increíble que todo lo que Dios hizo a los hijos de Israel estaba ligado a su presencia y no a su fe.. Esos hijos vivieron en el desierto por 40 años y vivieron en su presencia. La presencia no los visitaba, ellos vivían en su presencia, por lo tanto, vivir en su presencia es el estilo de lo sobrenatural, donde las cosas comienzan a cambiar y a ser transformadas.

No hay nada que la presencia de Dios pueda sanado. Por lo tanto, debemos concentrarnos y enfocarnos en su presencia. Qué la presencia de Dios sea nuestra meta, y la aprobación máxima, porque la presencia representa también el favor de Dios, si Él esta con nosotros.

Lo que esto dice, es que no importa lo que estemos pasando, ni como luzcan las circunstancias, o quien esté en contra nuestra, Él nos dice «YO ESTOY CONTIGO».

REQUERIMIENTOS DE LA PRESENCIA DE DIOS

  1. El Descanso.

Su presencia requiere descanso, así que cualquier persona que no descanse, después de un tiempo ya no va a funcionar bien. Por lo tanto, si no descansamos, violamos una ley espiritual y eso traerá consecuencias.

EXODO 33:14 » Y ÉL dijo: mi presencia irá contigo y te daré descanso».

Definitivamente descansamos fisicamente, pero también espiritualmente, sometiéndonos a Él y sometiendo toda circunstancia a Él, sabiendo que cuando descansamos en Dios, cualquiera sea la necesidad, Dios ya lo ha hecho.

Entonces, no hay stress, sino suficiencia divina. Dice el Salmo 78 que cuando los hijos de Israel necesitaban agua o comida, Dios se los otorgaba, porque todo lo que necesitaban estaba en un solo lugar, en la presencia de Dios. De ahí que también podemos decir que en la presencia de Dios hay salud divina.

Su cuerpo trabajará y funcionará diferente, porque en la presencia, su cuerpo se recalibra a la atmósfera del cielo, donde Dios hace algo nuevo, donde su cuerpo se aclimata a lo sobrenatural.

2. Tienes que ceder el control a Dios.

Porque al soltarlo, eso le da permiso a Dios para operar a tu favor.

CARACTERISTICAS DE LA PRESENCIA DE DIOS

Estos son algunas de ellas:

  1. Su voz, que puede ser audible o atravez de su Palabra.
  2. El descanso.
  3. El peso de su Gloria.
  4. La paz de Dios. Porque cuando viene la paz de Dios, lo que sea que estaba en nuestra contra, se desarma asimismo.
  5. Su provisión. Hay una brecha entre la visión y la provisión, es la presencia de Dios. La visión no es suficiente para atraer la provisión de Dios, porque la provisión vienes de la presencia de Dios.
  6. El temor se desvanece. Salmos 23:4 «aunque ande en valle de sombra y de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estas conmigo.» La Sangre de Cristo ha sido derramada sobre nosotros, y hay ángeles que están guardándonos y el Señor mismo esta con nosotros, por ende, no temeremos mal alguno.
  7. En su presencia Dios es nuestro refugio y fortaleza. Y nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
  8. La clave para estar en su presencia es la Obediencia a Dios. Obediencia a su Palabra, a su Ley, sus mandamientos y sus preceptos, porque detrás de cada obediencia hay un milagro.

OREMOS: Señor, invitamos tu presencia a que venga sobre nosotros ahora mismo. Señor, recibimos tu paz, recibimos tu vida, recibimos tu descanso, te damos todo a ti, y simplemente levantamos nuestras manos delante de ti. Tú eres digno de toda la Gloria y la adoración. Tu presencia nos inunda y viene ahora mismo, viniendo a darnos dirección en las cosas que no sabíamos que hacer, porque tu voz viene de tu presencia. Tu paz viene a nosotros como un rio, fluye en mi vida, ahora mismo. En el nombre de Cristo Jesús. Declaramos que toda oposición es desarmada y queda sin poder y cualquier enfermedad que pudiera estar en mi cuerpo, la presencia de Dios, consume mi cuerpo y quema cualquier rastro de enfermedad, en el nombre de Jesús. La presencia de Dios esta aquí y nos ministra en este momento y podemos tener todo. Así que, sometemos nuestras finanzas, nuestros hijos, nuestros negocios, los ponemos delante de tí, Señor, en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor RENNY MCLEAN por sus enseñanzas.

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DIOS SIGUE EXTENDIENDO SU MANO PROTECTORA

Dios sigue obrando con poder en medio de los tiempos. Dios no ha cambiado, sigue siendo el mismo ayer, hoy y por siempre. Le animo a que siga creyendo y siga edificando su vida.

Una de las actividades que me toca hacer como padre de familia es, leer todos los días antes de dormir, un pasaje de la Biblia con mi hijo de 8 años, ya leímos los evangelios y ahora nos adentramos en el Libro de los Hechos, es como la continuación de la historia, luego que Jesús subiera al cielo y viniera sobre ellos el Espíritu Santo.

Cada historia es fascinante y desafiante, algunos dicen que los 28 capítulos del libro de Hechos quedaron inconclusos, porque pareciera que no tiene un cierre tal cual, y por eso los cristianos de hoy debemos seguir escribiendo el capítulo 29 de los Hechos.

En el capítulo 4 encontramos registro de una oración que los apóstoles hacen pidiendo a Dios confianza y valor ante la situación que enfrentaban.

HECHOS 4:23-31 “Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que por boca de David tu siervo dijiste:

¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo.

Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de DIOS.

Quiero llamar la atención de tres aspectos que nos deben desafiar para orar con propósito y edificar nuestra fe y hacerla fuerte ante los tiempos difíciles que enfrentamos hoy en día.

  1. DIOS ES SOBERANO. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor…

De esto debemos ser entendidos: DIos es soberano, ¿que significa? Que nuestra mente finita, no puede ordenarle a Él, como hacer y cómo obrar. Dios es el que tiene control absoluto de todo. Sin embargo, es un control de amor, nos llena con su presencia y nos guía por sendas de justicia.

a. Dios sigue en control. A pesar de lo que estaban atravesando los discípulos, ellos reconocen la majestad de Dios, el Creador de todas las cosas. Si Él puede hacer de la nada todas las cosas definitivamente, podía ayudarles ante las dificultades. Dios sigue en control, por duro el panorama, el sigue en control.

b. Dios sigue en su trono. Nada mueve a nuestro Dios de su posición como Rey y amo. El es digno de adoración, de exaltación. Y usted y yo somos llamados a adorar con nuestra vida, con nuestra adoración, con nuestra obediencia sobre todo, y por supuesto poniendo toda nuestra fe en Él. Toda nuestra vida con sus problemas y sinsabores, no hacen que Dios pierda ni siquiera un poco de la esencia de quién es.

c. Dios es nuestra fortaleza. En tiempos de necesidad debemos acudir a Dios, en tiempos de angustia debemos acudir al Señor, es nuestro primer y último refugio, es nuestra única opción, y es nuestra completa seguridad.

2. DIOS ES NUESTRA FUENTE DE CONFIANZA Y SEGURIDAD.

Los discípulos experimentaron en ese momento la persecución y el rechazo, por causa del nombre de Jesús. Puede que usted y yo experimentemos ese tipo de rechazo, por nuestro entorno. Puede ser que lo vean de menos, o directamente lo rechacen, pero como dice el:  

SALMOS 73:25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

a. Dios no es ajeno a nuestros desafíos. Me encanta la manera de orar de los discípulos. Son específicos, y directamente le dicen al Señor: Y ahora, Señor, mira sus amenazas,

Cuando oremos seamos específicos al hacerlo, seamos directos con el Señor. Si tiene temor, dígale al Señor: Tengo temor Señor; si tiene tristeza, dígale al Señor; ¿está enojado? Háblelo con el Señor… él escucha nuestra oración.

b. Dios sigue dando fortaleza. Los discípulos piden fortaleza. Piden renovar fuerzas, mire que no pide que quite la dificultad, piden ánimo. Porque probablemente los problemas no se solucionen, de la noche a la mañana, pero sí podemos pedir fortaleza para este momento, para cada instante.

c. Dios pone su Palabra en nosotros. (denuedo) Los discípulos pidieron fortaleza y ánimo, con un solo propósito, seguir siendo mensajeros del Evangelio. Si su deseo de bienestar, si su deseo de poder de Dios, no es para otra cosa que testificar de Dios, entonces nada va a ocurrir. Dios nos fortalece, nos equipa, y nos usa, para alcanzar a otros con su amor y servir a los demás. Pida fortaleza, pida poder de Dios pero para seguir sirviendo al Señor con todo el corazón…

3. DIOS SIGUE EXTENDIENDO SU MANO PROTECTORA.

Dios no ha dejado de obrar en nuestro favor. Dios no ha cesado de hacer justicia, Dios no ha dejado de sanar, Dios no ha dejado de escuchar nuestro clamor. Dios sigue siendo Dios y Él no cambia ni cambiará. Los discípulos en el pasaje que estamos viendo y meditando, dicen: mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Ellos estaban convencidos de que Dios responde con poder y gran beneficio para su pueblo.

a. La mano de Dios se extiende para obrar en favor de sus hijos. Dios no ha acortado su mano. Si hay algo que debemos pedir es como dijo el profeta Habacuc:

HABACUC 3: 2 » Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.

b. Aún se operan milagros. ¡Estamos vivos! Siempre que tengo la oportunidad de saludar a mi buen amigo y hermano Manuel Girón, al momento de saludarnos, la pregunta es: ¿Cómo está hermano? Y él me contesta: ¡Estamos vivos, y eso es un milagro! Cuanta verdad hay en eso, no percibimos los pequeños milagros que a cada instante ocurren en nuestro favor, vimos la luz del sol, ya el hecho que podamos ver es un milagro, o tuvimos la oportunidad de hacer nuestras actividades… etc. Dios sigue operando milagros. Dios sigue obrando para bendecirnos.

c. Su mano se extiende para usarnos con poder. Nuestra oración es úsanos Señor, cuando era niño, había un canto que se cantaba en la parroquia de mi comunidad, que era una Oración de San Francisco de Asís que decía:

Señor, hazme un instrumento de Tu paz.

Que donde haya odio, siembre yo amor; donde haya injuria, perdón;

donde haya duda, fe;

donde haya tristeza, alegría;  donde haya desaliento, esperanza;

donde haya sombras, luz.

¡Oh, Divino Maestro!

Que no busque yo ser consolado sino consolar; que no busque ser amado sino amar;

que no busque ser comprendido sino comprender; porque dando es como recibimos;

perdonando es como TÚ nos perdonas;

y muriendo en TI, es como nacemos a la vida eterna.

Si usted y yo no anhelamos el poder de Dios para bendecir a otros, si no anhelamos tener poder de Dios, para Glorificar a Dios, con nuestras vidas, entonces habremos perdido nuestro propósito y sentido. Nuestra oración debe ser, extiende tu mano Señor, para que me uses para tu Gloria.

Conclusión: Dios sigue extendiendo su mano protectora. Dios sigue obrando en nuestro favor. Dios continúa haciendo milagros. La pregunta es: ¿Qué haremos para dejarnos usar por el Señor? ¿Estamos dispuestos a dejarnos usar? Yo espero que sí. Dios desea usar a cada uno de nosotros en estos tiempos tan complicados y llenos de dificultades, para que los que nos rodean también puedan gustar y ver las bondades de nuestro Dios. Dios les bendiga a todos.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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EL ESPIRITU SANTO: NUESTRO AYUDADOR y CONSOLADOR


En ocasiones los nuevos creyentes creen que sus vidas serán más fáciles después de ser salvos; pero eso no es lo que casi siempre sucede.

A veces, puede que enfrentemos más bien algunos problemas y desafíos. Y esto puede llegar a preguntarse dónde está Dios o por qué no responde nuestras oraciones. Si no sabemos qué hacer, puede que nos sintamos solos y abrumados. Pero si hemos recibido a Cristo como Señor y Salvador, nunca estamos solos, pues nos ha prometido un AYUDADOR : el Espíritu Santo.

Antes de ir a la cruz, Cristo les dijo a sus discípulos que enviaría a alguien que les ayudaría.

LA BIBLIA habla de la Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Sin embargo, algunos creyentes no comprenden que Dios, en la persona de su Espíritu, ha venido a morar en ellos, o no le han dado el lugar que se merece.

No obstante, el problema no es el Señor, sino la falta de conocimiento en cuanto a la presencia y guía del Espíritu Santo en sus vidas. Se nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir nuestro andar de fe. Solo debemos estar dispuestos a rendirnos ante Dios para hacer uso de los recursos del Espíritu Santo. Nuestro Ayudador divino siempre está dispuesto a socorrernos. En ningún momento, desde que recibimos a Cristo como Salvador, hemos estado solos ni desamparados; aunque nos sintamos así. Su Espíritu está siempre presente y obra de manera activa en nuestra vida.

CUAL ES LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO ?

  1. Nos convence de pecado. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn 16.8). En primer lugar, nos hace reconocer que somos pecadores necesitados de salvación para que podamos arrepentirnos, depositar nuestra fe en Cristo y recibir su perdón. E incluso, después de ser salvos, nos hace reconocer cuando actuamos de manera incorrecta, al recordarnos que el pecado no debe ser parte de nuestra vida, pues ahora seguimos a Jesucristo.

2. Nos sella para salvación. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Ef 1.13). En esa época el sello era usado para autentificar, demostrar posesión y protección. El Espíritu Santo nos sella en Cristo como hijos de Dios, pues ahora vivimos bajo su divina protección. Es un sello que nadie puede romper, ni Dios, ni el diablo, ni nosotros mismos. Sin embargo, eso no significa que podemos pecar sin sufrir consecuencias. Dios nos muestra lo que está mal y también nos disciplina.

3. Mora en nosotros. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Ro 8.11). El Espíritu Santo es un regalo eterno que ha enviado a nuestra vida. Y vivimos bajo su dirección, mientras nos capacita para que hagamos lo que nos pide.

4. Nos enseña. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosa” (Jn 14.26). Puesto que es Dios, su Espíritu es un maestro que supera a todos los demás. Nos guía al leer la Palabra de Dios y nos ayuda a interpretarla adecuadamente. La Biblia es un maravilloso regalo que Dios nos ha dado, y si somos fieles al leerla y le pedimos a su Espíritu que nos enseñe, nos ayudará a entenderla y sobretodo a ponerla en práctica.

5. Nos revela su verdad. “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1 Co 2.12). Se nos promete un conocimiento divino que va más allá de nosotros y del universo, y que solo puede ser hallado en la Palabra de Dios. Puede que no entendamos de manera inmediata lo que significa el pasaje que hemos leído, o cómo podremos aplicarlo; pero, si perseveramos en buscar y escudriñar la Palabra de Dios, el Espíritu nos ayudará a entender. No obstante, si dejamos de leer la Biblia, nos faltará la sabiduría que solo proviene de Dios.

6. Nos guía. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Jn 16.13). Nuestro Ayudador divino es también quien nos guía. Nos ayuda a discernir lo verdadero y a tomar decisiones correctas. En vez de buscar los consejos de otras personas, lo primero que debemos hacer es pedirle al Espíritu Santo que nos dirija.

7. Produce fruto en nosotros. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Ga 5.22, 23). A menudo, estas cualidades se producen en nosotros por medio de circunstancias que podrían hacernos responder de manera diferente. Por ejemplo, si nos resulta difícil amar a una persona, el Espíritu Santo puede cambiar nuestra actitud si se lo pedimos y si deseamos caminar en obediencia a Él.

8. Nos recuerda. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14.26). Aunque los discípulos ya habían estado con Cristo y escuchado sus enseñanzas durante tres años, solo disponían de lo que recordaban después de que Él había partido. Para enseñar a otros acerca de Cristo necesitaban que el Espíritu Santo les ayudara a recordar. Incluso en nuestro tiempo, necesitamos que nos recuerde los pasajes bíblicos que necesitamos para cada situación. Si leemos la Biblia fielmente, Él nos ayudará a recordar lo que dice.

9. Nos faculta con dones espirituales. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo” (1 Co 12.4). Su Espíritu nos da dones espirituales para que podamos servirnos los unos a los otros de la manera que Él desea.

10. Nos da poder. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (He 1.8). Su poder nos permite completar la misión que nos ha dado y nos capacita en cada aspecto de la vida.

11. Nos llena. “Sed llenos del Espíritu” (Ef 5.18). Esta es una vida gobernada y guiada por el Espíritu Santo, pues su presencia mora en nosotros. Ningún creyente tiene una excusa legítima para no obedecer a Dios, pues su Espíritu nos ha capacitado para cumplir con su voluntad y mandamientos.

OREMOS: Gracias Padre celestial por habernos enviado al Espíritu Santo a morar en nosotros, a enseñarnos, a guiarnos, a fortalecernos, a darnos dirección, a revelarnos la Palabra de Dios, a revelarnos y a glorificar a Jesucristo, el Hijo de Dios, y a permanecer en nosotros todos los días de nuestras vidas. Enciende el fuego del Espíritu Santo en nosotros. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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LOS 7 HABITOS DE UNA VIDA CONSAGRADA A DIOS

En las primeras semanas del año 2021 compartíamos temas de cómo ser guiados por Dios y para lo cual debemos mantenernos en fe, y para esto necesitamos poner en primer lugar en nuestras vidas al Dios Celestial, a Jesucristo nuestro Salvador y al Espíritu Santo. Y para ello debemos crear o intensificar 7 hábitos en nuestras vidas.

Pero que es un hábito?. Es algo que se repite una y otra vez de manera inconsciente.

En cambio, una vida consagrada, es una vida que ya no busca satisfacción propia mediante un estilo de vida pecaminoso, sino que se ha entregado a Dios y a su voluntad. Es una vida rendida a Dios. Y como podemos lograrlo:

1. Estableciendo una vida de oración.

Marcos 1:35-37 » Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.»

 Jesús estaba haciendo lo más importante de su vida, orando cada mañana, disponiendose a escuchar de Dios y del Espíritu Santo.

Una vida de oración, no se refiere a orar de vez en cuando, sino que se refiere a sentir cada día la necesidad, el deseo, el gozo y el gran poder que viene de orar y de hablar con el Padre.

Es decir, debe ser un hábito, algo que recurre en nuestra vida. No solo cuando estamos en aprietos, o en necesidad, sino porque amamos a Dios y estamos agradecidos por lo que Él hace en nuestras vidas.

Lucas 11:1 «Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.»

Los discipulos habian visto algo distinto en la oración del Jesús. No se trataba de algún ritual puesto que sentian le hablaba personalmente al Padre Celestial.  

Y es que todos vivimos en un mundo de tentaciones, pruebas, penas, cargas y pecado. La verdad es que no se puede tener una vida consagrada sin tener una vida de oración, pues esto nos conecta con el Dios Todopoderoso y nos hace sensibles a su voluntad, propósito y plan para nuestras vidas.

2. Tener fé y confianza en Dios.

Salmos 103: 19 «Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos.»

Si Dios ha establecido su trono en los cielos, eso nos dá una idea de su soberanía, su poder divino sobrenatural y omnisiente, que domina sobre todo. Por lo que esto, nos dá una gran base para creer en Él.

Por lo tanto, podemos estar seguros que Dios está a cargo de todo, y no importa lo que suceda, sepa que Dios tiene las riendas, sepa que Él tiene el control y que puede confiar en Él para lo que sea que permita en su vida y en la mía.

Sino confiamos en Dios, no vamos a orar.

Proverbios 3: 5-6 » Fíate de Jehova de todo tú corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y El enderezará tus veredas.» 

Cuando confiamos en Dios, se afianza nuestra comunión, lo que significa que tenemos una relación estrecha con Él.

Esta relación estrecha con Dios es hablar con Él. Dios te escucha, tu le hablas a Él, le obedeces y Él te guía.

Hay una gran comunión en la vida de quien confía en Dios. Sí no estas preocupado, es porque estás confiando en Dios. Pero si estás preocupado, Dios te está señalando y diciendo: No me has entregado ese asunto de tu vida.

 3. Meditar en la Palabra de Dios.

Salmos 63: 6-8 » Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.

Meditar significa leer la Palabra, pensar en lo que dice, examinar mi corazón a la luz de lo que dice Dios, hacerle cualquier pregunta, rendirle lo que sea que nos traiga a la mente.

Entonces, mi atención se centra en Dios, y cuando nos centramos en Él, sucede que las preocupaciones se desvanecen, los problemas se disipan, y nuestra mente ya no está contaminada con toda clase de asuntos que no nos hacen bien.

Por eso es vital un tiempo a solas con Dios, anhelarlo, meditar en Él, y pensar en Él.

4. Obedecer a Dios.

Deuteronomio 27:10 «Oirás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy. Deuteronomio 28:1 «Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.

La forma más sabia de vivir, es obedecer a Dios y dejarle a Él las consecuencias en sus manos.

Tenemos que escoger entre seguir a otros o a Dios. Tener esto o a Dios. Esta senda o la de Dios.

Dejeme decirte lo siguiente: Sino tenemos estos hábitos sagrados, maravillosos, impactantes y edificantes, es porque hemos escogido la senda del mundo. Pero Él nos ha llamado a seguir sus caminos. 

5. Depender del Espíritu Santo.

Esto quiere decir, rendir nuestra vida a la presencia residente del Espíritu Santo.

Lucas 24:49 » He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.» 

Jesús sabía que sus discipulos no iban a poder hacer lo que les había encomendado.y por eso les indicó que esperasen a ser bautizados por el Espíritu Santo para recibir poder. De la misma manera para nosotros.

Efesios 5:18 » No os embriagueis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien, sed llenos del Espíritu Santo.»

LLeno significa, ser lleno de continuo. Cada mañana al despertar y antes de meditar en la Palabra, deberiamos de decir: » Padre, quiero que me llenes de tu Espíritu hoy, llename de poder, dame tu guia y dirección para cumplir tu llamado en mi vida. Que sea sensible a tu voz y consejo. Y que esté consiente de tu presencia en todo momento.»

Recuerda que cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador, el Espíritu Santo vino a morar a nuestro corazón, por lo tanto somos morada de la Tercera Persona de la Trinidad, que es el Espíritu Santo.

Dios lo envió a nuestra ayuda, nuca estamos solos. Él es quien nos faculta, nos fortalece, nos sana y está allí porque lo necesitamos a Él.

6. Dar a Dios y a otros.

Lucas 6:38 » Dar y se os dará, medida buena, remecida, apretada y rebosando, darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medis, os volverán a medir.»

Lo primero que debemos hacer cuando recibimos nuestros ingresos, es apartar el diezmo y entregarlo a Dios en la Iglesia donde recibimos el alimento espiritual. Por experiencia puedo decir que nunca nos ha faltado nada, al contrario, Dios nos ha proveido mucho más.

Sí ofrendamos a Dios, Él hará justo lo que prometió. La Biblia dice que Dios ama al dador alegre. Oígame bien, siempre tendrá algo porque tienes a Dios dentro de tí y todo lo que necesitas, Dios ha prometido proveerlo.

7. Perdonar a otros.

Efesios 4: 26-27, 30-32 » Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. … Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. «

No siempre es facil perdonar, a veces es dificil, especialmente cuando nos han hecho ciertas cosas, pero debemos perdonar.

De llevar a cabo estos 7 hábitos, tendremos una vida consagrada que será bendecida una y otra vez de muchisimas maneras, pero la decisión es tuya, por lo que le sugeriría que tomara una decisión ahora mismo, porque transformarán por completo tu vida y te llevarán a lograr más de lo que tu corazón podría haber anhelado.

OREMOS: » Padre, te amamos y agradecemos por tu Palabra desde Génesis hasta Apocalipsis. Hoy te pedimos que nos des sabiduría para reconocer que con estos 7 hábitos todo lo demas cobrará sentido y abrira la puerta a mis mejores bendiciones. Te pido que perdones mis pecados y desarrollemos estos 7 hábitos transformadores en nuestra vida. Señor, te pido por alguien que está leyendo este escrito y que no es salvo, que perdones sus pecados y vengas a morar en él, que limpies su corazón y rinda su vida a tí, ahora mismo. Te damos gracias, en el nombre de Jesús. Amén.»

Fuente: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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