Llevamos 215 días de pandemia en Honduras. ¿Se ha preocupado? ¿Tenía planes? ¿Ha dudado? ¿Se ha sentido confundido?

Yo puedo responder, sí, a todas esas preguntas. Es que como personas con una naturaleza pecaminosa, es muy fácil, olvidar que tenemos un Dios Todopoderoso. Somos como el pueblo de Israel justo después de haber cruzado el mar Rojo. Este pueblo vio, la columna de nube en el día, y la columna de fuego en la noche, con estos dos portentos podían caminar de día y de noche y poder escapar de la ira del faraón. Luego vieron abrirse al Mar Rojo, vieron cerrarse el Mar Rojo y con ello tragarse a los enemigos que les perseguían. Cantaron y bailaron por esa victoria, pero rápidamente olvidaron todo el favor de Dios para enfocarse en saciar el deseo de comer las cebollas y la comida egipcia.

A veces se nos olvida de dónde nos sacó el Señor. Vamos a la Palabra y descubramos juntos los tesoros de la Palabra de Dios:

M​ARCOS 8:14-21 «Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes. Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón?, ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?. Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce. Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete. Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?»

El mensaje central de este pasaje y la idea que debe permanecer en su mente es: D​ios es todo en mi vida, nada es más importante que Dios, y no me dejaré llevar por la corriente de este mundo.

A. Estamos enredados en la vida cotidiana y olvidamos lo trascendental.

Jesús va con los discípulos en la barca, y trata de enseñar verdades profundas, “cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes. La levadura afecta a toda la masa, recuerde que para el pueblo de Israel la levadura era símbolo de impureza, en la Pascua se comía pan sin levadura, simbolizando la pureza. Jesús divide las levaduras: la de los fariseos y la de Herodes… ambas terribles, hipocresía, maldad, crueldad, etc.

  1. Es importante cuidar de nuestro diario vivir, pero no es lo determinante. Si usted no trabaja, no tiene derecho a comer, dice la Palabra. Pero no puede enfocarse solo en el trabajo. Debe guardar un balance.
  2. Por cuidar lo temporal, descuidamos lo eterno. Nos enredamos en lo que perece, lo banal de la vida, los afanes del mundo, y nuestro enfoque se pierde de lo realmente importante lo eterno. ​Colosenses 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
  3. Por ocuparnos de trivialidades, no escuchamos al maestro. Qué fácil es decir: “los discípulos peleando, quién había olvidado comprar la comida del viaje” Pero, ¿acaso nosotros no nos enfrascamos en discusiones sin sentido por qué vestir o qué comer? Jesús hablando, y nosotros discutiendo sobre si comemos pizza o pollo o sopa… Terminamos como Marta, la hermana de Lázaro, y el maestro con ternura nos llama la atención y nos dice:​ …afanados y turbados están con muchas cosas. Lucas 10:41

B.  Jesús demanda poner prioridades.  Y​ a no es tiempo de discutir cosas sin sentido trascendental. Creo que una de las cosas en estos tiempos, es valorar lo realmente importante. Hay prioridades, usted y yo dijimos, más de una vez, no tengo tiempo, ¿pues que cree? A la fuerza nos dieron más tiempo… nos obligaron a encerrarnos, nos obligaron a cuidarnos, si hay tiempo. Y si eso es en lo terrenal, cuanto más en lo espiritual, pero la cuestión es llevar mi vida espiritual, esa que está alineada a Jesús, a que afecte positivamente mi vida terrenal. Cuando pongo a Dios en primer lugar, no me preocupa que comeré, o si tengo o no tengo para pagar la factura de energía, no me malentienda, trabaje duro para sus compromisos, pero no ponga su confianza en su fuerza, ni en su trabajo, sino que ponemos nuestros ojos en Jesús.

  1. Abramos el entendimiento. ¿​ Acaso no entienden? Preguntó el Maestro, la pregunta sigue vigente y sigue haciéndose.
  2. Requiere humildad y entrega. N​ o lo sabemos, ni lo podemos todo. Necesitamos ayuda. Necesitamos auxilio. Salmo 121 dice Alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro?
  3. Dios no desprecia un corazón dispuesto. ​Lo contrario de un corazón dispuesto, es un corazón endurecido. Jesús les habla fuerte a sus discípulos, y nos habla fuerte a nosotros y llama con energía nuestra atención para que dispongamos el corazón en depongamos toda barrera de orgullo y demos paso al conocimiento de Dios, para ser usados en la extensión de su Reino. Un corazón dispuesto, obedece y se enfoca en Dios y su Reino.

C. Jesús nos recuerda que él es Todopoderoso. Ustedes han visto, ustedes han oído, ¿No recuerdan? NO DEBEMOS OLVIDAR LA MISERICORDIA, NI LA GRACIA DE DIOS SOBRE NUESTRAS VIDAS. Pero qué fácil para nosotros es olvidar que Dios es tan bueno. Hagamos un ejercicio mental, y por un momento recuerde de dónde le ha traído el Señor, no quiero decir, de dónde lo ha sacado, pero si piense: ¿De dónde me ha sacado el Señor? ¿Hasta donde me ha traído? Decida NUNCA volver atrás.

  1. Él nos ha llenado de favores y misericordias.
  2. Cada día experimentamos un milagro y ni cuenta nos damos.
  3. ¿Acaso no entienden?. Qué debemos entender, pues debemos entender esta idea que no debe irse jamás de su mente: D​ ios es todo en mi vida, nada es más importante que Dios, y no me dejaré llevar por la corriente de este mundo.

​Somos producto de la gracia de Dios. NO LO OLVIDE, usted es depositario de la multiforme gracia de Dios. Si usted se acerca más a Dios, más se va a parecer a Cristo, si usted se ejercita en este pensamiento: ​Dios es todo en mi vida, nada es más importante que Dios, y no me dejaré llevar por la corriente de este mundo… ​le aseguro que está por ver los mejores años de su vida. No hablo de un camino sin espinas, pero si le hablo de vivir una vida en sintonía con la gracia de Dios.

Repita conmigo: D​ios es todo en mi vida, nada es más importante que Dios, y no me dejaré llevar por la corriente de este mundo.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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