La gente hace todo lo que puede para obtener conocimiento de Dios. Pero en realidad lo que debería hacer es leer y meditar en lo que dice la Biblia. Dios no está escondiéndose de nadie; su voluntad es que tanto hombres como mujeres vivan conforme a la revelación de Su conocimiento.

Quizá usted diga: “Bueno, Dios no le dará a todos esos pecadores ninguna revelación”. ¿En serio? Entonces, ¿por qué Él envía evangelistas a predicarles? ¿Por qué cree que envió Su Palabra? ¡Para revelar la verdad!

Por tanto, si quiere saber esa verdad, sólo abra la Biblia y léala. Mi recomendación es que comience con el Libro de Juan, luego Mateo, Marcos, Lucas y el resto de los libros del Nuevo Testamento.

De hecho, si lee el tercer capítulo de Gálatas, descubrirá que toda promesa hecha a Abraham era ¡para Jesús! Esas promesas lo trajeron a Él y lo capacitaron para sanar y libertar a la gente. Él no ministró con algún poder especial que nadie más podía tener. Su ministerio se basó en las revelaciones que había recibido mediante la fe en la Palabra escrita de Dios.

Cuando el diablo lo tentó, Jesús no peleó en contra de sus ataques con una legión de ángeles asignada para protegerlo porque era el Hijo de Dios. Sino peleó contra Satanás con la frase: “Escrito está”.

Dios lo ha equipado con las misma armas para que haga lo mismo. Él le ha dado Su Palabra escrita y también al Espíritu Santo para que usted pueda entenderla. Él está siempre dispuesto a darle el conocimiento que necesita. Y sabe algo, usted sólo tiene que abrir la Biblia para que comiencen las revelaciones, pero no solo le dé lectura, sino que sea obediente y ponga la Palabra en acción en su vida y verá que Dios es real, porque su Palabra no vuelve vacia.

Juan 16: 7-15 " Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Fuente: Gracias Pastor Kenneth Copeland por sus enseñanzas. 

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