Vengo a decirte que el Espirítu Santo no sólo es de suma importancia en tu vida, sino que es sumamente vital, porque aquel que no tiene al Espiritu Santo, no podrá servir, ni agradar a Dios.

Sin el Espíritu Santo no podremos entender la verdad de la Palabra. Es más, solo con el Espíritu Santo podremos ser efectivos en nuestros trabajos, en nuestros negocios, en nuestros ministerios y en cada actividad de nuestras vidas.

Por eso es que Dios, nos llama a estar concientes que el Espíritu Santo está por nosotros y que debemos andar en Él.

Galatas 5:16 "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.".  Andar en el Espíritu es ser dirigidos por El y no permitir que los deseos de la carne afloren de nuestro interior y que tienen la tendencia de vivir fuera de la voluntad de Dios ( Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios). Y aun cuando hemos venido a Cristo, esa tendencia no cambia y tenemos que confrontarla a diario.

Por eso Dios nos recuerda: Andad en el Espíritu y no satifagáis los deseos de la carne. Sí vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu (v-25).

Pero Quien es este Espíritu Santo?

Podemos decir que es una persona, es la tercera persona de la Trinidad, a quien el Padre ha enviado a nuestras vidas, porque sin Él, no podríamos llegar a ser, ni podríamos lograr lo que Dios tiene en mente para cada uno de nosotros.

Y cual es la labor del Espíritu en nuestras vidas? 

1. Él es el Consolador, uno que camina a nuestro lado. Juan 14:26 "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho."

Jesús lo llama El Consolador, una persona, alguien que nos ayuda, y nos consuela.

2. El nos enseña todas las cosas y nos las recuerda. El nos recordará la Palabra de Dios.

3. Nos testifica de Jesucristo. Juan 15:26 "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.". 

La labor del Espíritu es testificar de Jesucristo. El nunca habla de si mismo, siempre habla de Jesús.

4. Convence al mundo de pecado. Juan 16:8 "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio."

Para ser salvos, necesitamos la convicción de pecado. Él nos convence de pecado y nos dirige siempre a Cristo.

5. El Espiritu Santo mora en nosotros.

Romanos 8:11 "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.". 

El Espíritu Santo mora en cada creyente, pero mora en tí cuando vives en obediciencia, siguiendole y andando en sus caminos.

6. Nos guia como hijos de Dios. Romanos 8:14 "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.".

En otras palabras, Él es quien nos dá seguridad de nuestra relación con el Padre, testifica a cada creyente que eres hijo de Dios y has sido adoptado en su Reino.

El Espíritu Santo nos asegura y recuerda que hemos aceptado a Cristo como Salvador y nos recuerda las promesas de Dios.

7. Nos dá poder de lo alto para testificar de Jesús.  Hechos 1:7-8 "Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."

Para poder hacer lo que Dios nos ha llamado a ser, es necesario recibir al Espíritu Santo.

En el Antiguo Tetstamento nos percatamos que Él venia e impartía una palabra o hacia un milagro y luego se iba. Pero despues del Pentecostes, cuando hemos recibido a Jesús como nuestro Salvador, Él ha venido a morar en nosotros, ha hecho su morada en nosotros. Así que en todos los hijos de Dios, mora una de las personas de la Trinidad llamada el Espíritu Santo.

Por lo que, al ver lo que Él hace y el gran poder que tenemos a nuestra disposición, es insensato hacer cualquier cosa sin el Espiritu Santo.

8. Nos sella. Efesios 1:13 " En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,". 

El sellarnos significa que al aceptar a Cristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo no solo viene a morar en nosotros, sino que nos sella como hijos para siempre. Asimismo, el sello es una garantía de poseción, y por ende, la garantía de que Él cumplira su Palabra y sus promesas en nuestras vidas.

Como podemos andar en El Espiritu ?

1. Andar en  el Espíritu : es vivir en todo momento dependientes de Él, sensibles a su voz y obedientes a Él.

Si andamos en el Espíritu, no solo lo haremos el Domingo, sino cada día, y cada momento de nuestras vidas.

Por lo tanto, vivir la vida cristiana significa vivir en sumisión al Espíritu Santo, cuyo propósito es vivir la vida de Jesucristo en nosotros.

Esto es un asunto serio, porque Él vino a ser en y por nosotros lo que no podriamos hacer solos. Y al final el resultado será vivir como le agrada a Dios, haciendo su voluntad y no la nuestra.

2. Andar en el Espíritu es obedecer las indicaciones iniciales del Espíritu.

Y como es esto?, el Espiritu de Dios habla a nuestro espíritu que tengamos cuidado, que no pisemos terreno minado que nos pueda conducir al pecado. Por lo que Él nos lleva a pensar como El desea, dándonos alguna fuerte inclinación.

De ahi que cuando nos relacionamos y estamos concientes de su presencia, nos percatamos que Él es una persona activa en nuestro espíritu, porque vino para guiarnos, dirigirnos, capacitarnos, revelarnos la verdad de la Palabra e impartirla en nosotros.

Ahora, que pasa sino le hago caso, simplemente es desobediencia. Obediencia es hacerlo cuando Él lo indique y nos lo pida. Recuerde que el Espíiritu siempre nos dirá lo que es correcto, lo que es adecuado y de la manera correcta.

El Espíritu Santo no tiene obligación de explicarnos el porque, porque hay cosas que no podemos ver, no vemos el futuro, Él nos protege y es por nuestro propio bien.

Entonces que es lo que debemos hacer: RENDIRNOS a Él.

Porque cuando lo hacemos, entonces Él va a tomar el control de nuestras vidas y así veremos lo mejor de Dios para cada uno de nosotros.

Oremos: Señor, vengo delante de tu presencia, reconociendo tu señorio sobre mi vida. Hoy levanto mis manos en señal de rendición, pidiendote en el nombre de Jesùs que tu Espíritu venga a morar a mi vida, y me llenes completamente. Te doy gracias Señor. Muchas Gracias.

 

Comentarios