¡Vivimos en tiempos malos! De todos es conocida la situación actual. Nos hemos dado cuenta, que hay gente mala. Muy mala. La Biblia nos advierte de eso, pero cuando lo vemos tan crudo como lo que vemos en las noticias, nos quedamos realmente perplejos.

¿Leyó la noticia de unas supuestas vacunas que venían de contrabando? Uno dice, ¿por qué hacen eso? ¡Cuánta maldad! ¡Cuánta mala intención! Aprovechar la necesidad de la gente, y de la buena fe de las personas para obtener ganancias deshonestas.

Sin duda estamos rodeados por toda la maldad de un mundo caído. Y necesitamos regresar a la fuente de esperanza y vida. Saber que estamos en el lugar correcto y haciendo lo correcto para estar dentro del propósito de Dios.

GALATAS 5:1-5 » 1 Pablo, apóstol, no por investidura ni mediación humanas, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muertos; 2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: 3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. 4 Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Pablo da inicio a su carta, aclarando quién es él, y su ministerio que fue directamente comisionado por Jesús. En esa experiencia exclama la pregunta que muchos creyentes alrededor del mundo han hecho: ¿Que quieres que haga Señor?

Jesús lo comisiona y Pablo inicia un ministerio tremendo en toda Asia menor. Y justo a las iglesias de Galacia les envía esta carta para exhortarlos, para llamar de la atención de manera enérgica y directa, porque algunos se habían infiltrado y estaban enseñando cosas apartadas de la sana doctrina.

Y luego de su presentación como apóstol investido directamente por Jesucristo, hace una declaración, que es un axioma. Un axioma por definición es: Una proposición tan clara y evidente que se admite sin demostración.

GALATAS 5: 4 » Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Quiero que meditemos en 3 pilares de nuestra fe cristiana que harán nuestra carga más liviana y reconocer que nuestra fe tiene una trascendencia eterna. Nuestra fe en Jesús puede afectar el rumbo de nuestras generaciones para siempre.

  1. Jesucristo dio su vida por nuestros pecados. (Vs.4a) Jesús vino en forma de hombre para pagar la deuda de nuestros pecados de una vez y para siempre. Él consumó e instituyó el ministerio de la reconciliación con Dios. Jesús logró en la cruz, lo que ninguna religión o profeta ha podido lograr, hacer que un pueblo que no era pueblo, se volviera pueblo de Dios, hizo de este pueblo, la reunión de los hijos de Dios.
    • .Nada puede cambiar ese hecho. Ni que usted peque más o menos, cambia el hecho que Jesús hizo una obra perfecta de perdón de pecados.
    • No teníamos esperanza. Nadie nos iba a rescatar, nosotros solos no podíamos, y nadie aparte de nuestro Creador, vendría en rescate.
    • Jesús nos reconcilió con el Padre por siempre. Estábamos lejos, enemistados y totalmente opuestos a Dios, en Jesús la separación del pecado se va y ahora somos uno con el Padre.
  2. Para rescatarnos de este mundo malvado. (Vs 4b) Nosotros en el mundo sin Cristo, moriríamos irremediablemente. Dios tiene misericordia y nos salva, por la sola gracia de su amor sin límites. «Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados».
    • El rescate fue pagado. Aunque la salvación es gratuita, el valor de ella es incalculable. El hecho que sea gratuita, no significa que su valor es insignificante. Al contrario, en nosotros, vasos de barro se ha derramado un tesoro que no se puede cuantificar, el precio pagado es la sangre misma de Jesús.
    • Este mundo es malo. Este rescate fue la llave de la prisión de este mundo malo. El mundo es malo, no hay nada bueno en él. Sin Dios nada tiene sentido, con Dios, absolutamente todo cobra propósito y vida.
    • Aunque no nos ha sacado del mundo, su rescate nos sacó del mundo. Seguimos en el mundo, Jesús dijo en Juan 17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. Es decir, que su rescate nos permite estar en el mundo, sin pertenecer a este mundo.
  3. Según la voluntad de nuestro Dios y Padre. (Vs4c) Somos hijos de Dios por la voluntad de Dios. Juan 1:13 A Dios en su sola potestad le dió placer hacernos su hijos. Por medio del sacrificio de Jesús, somos hechos sus hijos y el sobre nosotros se ha derramado el Espíritu Santo, que nos ha adoptado y ahora somos los hijos amados de Dios.
    • La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. ¿Cómo sé cuál es la voluntad de Dios para mi vida? Toda su vida pásela por el “colador” de Romanos 12:2 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Toda su vida pásela por esta declaración… y verá como la voluntad de Dios se revela ante usted.
    • La voluntad de Dios es soberana. Dios dice, y lo dicho se cumple. Dios habla y todos obedecemos, él manda y nadie cuestiona. Él es el REY y nosotros sus súbditos. Su voluntad es soberana.
    • La voluntad de Dios no se equivoca. Separa usted que el propósito de Dios, NUNCA conduce al error. Dios es amor y en el perfecto amor no hay temor. Su voluntad es tan amorosamente correcta, que aún las cosas que no tienen ningún sentido, se aclaran ante su bendita voluntad. Su voluntad nunca nos conduce al error.

Conclusión: El apóstol Pablo, nos desafía en Gálatas a vivir, buscar y velar por estar siempre dentro de la sana doctrina. Y en este pasaje nos introduce a este glorioso evangelio:

Gálatas 1:4 «Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,

Gálatas 1:5 «a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.»

Dios sea glorificado en Nuestra vida, Nuestras relaciones, Y todo lo que hagamos.

Es mi oración que usted y yo podamos proclamar con nuestras vidas: ¡Gloria a ti Cristo por los siglos de los siglos. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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