Espero que al momento de escuchar este mensaje, usted pueda estar bien. Ese es mi deseo. No siempre ocurre así, pero estar bien, debiera ser un anhelo más allá de nuestras circunstancias, nuestras carencias y todo aquello que esperamos.

Anhelamos salud y nos enfermamos, estamos rodeados de una peste destructora y estamos bajo acecho. ¡Qué difícil situación la actual! En Honduras, nuestro país, la situación socio-económica-política, nos tiene los pelos de punta y hace que los ánimos de la generalidad de la gente se alteren.

Esta mañana quiero compartir con usted tres ingredientes que el apóstol Pablo le desea a Timoteo al empezar su primera carta.

  1. Gracia
  2. Misericordia
  3. Paz

2 TIMOTEO 1: 2 » a Timoteo, mi verdadero hijo en la fe: Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan gracia, misericordia y paz.

¡Qué deseo más hermoso! Te deseo Gracia, misericordia y paz. Pero note que más que un deseo, es una oración intercesora. Porque usted puede desear cosas buenas a los demás, pero será eso… sólo buenos deseos, pero cuando usted involucra al Señor en sus deseos, esto se vuelve en intercesión.

El apóstol Pablo le dice: Mi querido hijo en la fe… Que Dios Padre y Cristo nuestro Señor te den gracia, misericordia y paz. Que sea Dios quien te concede eso, no solo mis buenos deseos. Veamos hoy estos tres ingredientes esenciales para la vida.

  1. El primer ingrediente para la vida: Gracia. La definición del diccionario dice: Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita. La gracia es un regalo que no merecemos, no podemos pagarlo, no podemos comprarlo. Sólo podemos recibirlo. Veamos algunas características de esta hermosa Gracia:
  • Una Gracia que da vida. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 1 Corintios 15:10. La gracia de Dios, nos da vida, nos da propósito y nos asegura un destino seguro. No hay forma de que su gracia falle, nos mienta o nos defraude, la gracia de Dios es el lugar más seguro en este mundo.
  • Una Gracia que salva. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Efesios 2:8

Antes de recibir su gracia no teníamos esperanza alguna, estábamos totalmente apartados de Dios y

  • Una Gracia que es para todos. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 1 Pedro 4:10

2. El segundo ingrediente para la vida: Misericordia. La mejor definición encontrada sobre la misericordia es la encontrada en :

SALMOS 103:10-11 » 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

  • El Señor nos perdona por su Misericordia. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Lamentaciones 3:23. Si hay algo cierto es que Dios perdona y nunca más se acuerda de nuestras faltas. su misericordia es nueva cada mañana.
  • Debemos ejercitarnos en Misericordia. Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8. Es un ejercicio personal y diario, no podemos llamarnos creyentes en Jesús, si no nos ejercitamos en misericordia.
  • Debemos tener un corazón de Misericordia. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Mateo 18:33

3. El tercer ingrediente para la vida: Paz. Usted y yo debemos decidir vivir en paz. Tener paz es un acto deliberado de fe. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:7

a.  Paz que rebosa.
  • Paz que rebasa todo entendimiento.
  • Paz que guarda mis pensamientos y mi corazón.

Conclusión: Gracia, misericordia y paz. Tres ingredientes básicos para la vida. Debemos procurarlos para nosotros y procurarlos para la familia de la fe. Necesitamos la gracia de Dios, su misericordia a cada instante y su paz en estos tiempos inciertos. Que Dios le bendiga.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas.

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