Apocalipsis 12:10-11 "10.- Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios de día y de noche. 11.- Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos…".
Cuando la palabra aquí hace referencia a ellos, es que se refiere a nosotros los que hemos aceptado a Jesús en nuestro corazón.
Vencido a quien?, pues a Satanas, por dos cosas:
1. La Sangre del Cordero.
2. Y por la palabra del testimonio.
Cuando testificamos lo que la Sangre ha hecho por nosotros:
1. Nos ha rescatado de morir en pecado y de vivir esclavos del pecado. Nos perdona constantemente cuando venimos ante su presencia y confesamos nuestros pecados.
2. Nos justificó. Es decir que al habernos sustituido, por su sangre, nos hace que podamos entrar delante de Dios y El nos ve como justos.
3. Nos limpia de todo pecado.
4. Nos da acceso a Dios porque nos reconcilió con Dios Padre.
5. Nos santifica. No por nuestras obras sino por el sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario. Nos aparta para sí. Ahora somos sus hijos y hace que crezcamos constantemente hasta entender nuestra relación con El, y continua hasta su muerte.
Es por esto que cuando hablamos de lo que ha hecho la sangre vencemos al enemigo.
No es nuestro trabajo, sino la Sangre del Cordero, que nos hizo victoriosos.
Testificar lo que la sangre ha hecho, se hace cuando aplicamos la sangre de Jesús declarandolo con la boca.
Dí lo siguiente pero en voz alta: "Yo aplico la sangre de Jesús sobre mi casa". "Yo aplico la sangre de Jesús sobre mi provisión". "Yo aplico la sangre de Jesús sobre mi familia".
Entonces lo que va a pasar es que el angel de la muerte no nos va tocar.
De otra manera sino declaras la sangre sobre tu vida, la enfermedad está trabajando, la brujeria está trabajando porque nunca testificas de Jesús y lo que la sangre ha hecho sobre tí. Por eso el enemigo está trabajando en tu cuerpo y en tu mente. Esta trabajando en tus finanzas.
Porque cuando estás testificando de Jesús y de lo que la sangre ha hecho por tí, entonces estás bajo la protección de Dios y el enemigo no puede trabajar en tí.
Por eso es que el testimonio de tu vida, lo tienes que contar a tus hijos, a tus nietos, a tus vecinos, etc.
Abre tu boca y diles a tus compañeros de trabajo lo que Dios ha hecho.
Y cada vez que lo haces, vences al enemigo. Cada vez que hablas de tu testimonio, estás profetizando que CRISTO está VIVO.
Estas testificando de su resurrección. Jesús está vivo.
Cada vez que estás testificando estás untando con la Sangre de Cristo a tu casa, a tu familia. Porque no me averguenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación.
No servimos a un Dios muerto, servimos a un Cristo vivo.
1 Pedro1:2 " elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la Sangre de Jesucristo".
En otras palabras, la sangre sólo protege al obediente. Tenemos que caminar en obediencia para que la sangre pueda liberar su poder y pueda protegerte.
Para obtener la protección de Dios, debemos declarar la sangre primero sobre sí mismo, luego declarar la sangre sobre la familia, sobre el recinto donde te encuentres, sobre las cosas, sobre la gente.
Porque cuando aplicamos la sangre de Jesús, es el area en la que Dios va a trabajar en tu vida.
Si quieres que Dios trabaje en tus emociones, dirás: Padre en el nombre de Jesús, declaro el poder de la Sangre de Jesús sobre mis emociones.
Padre, estoy luchando con el temor y las fortalezas: declaro el poder de la Sangre de Jesús sobre mi mente, ahora, en el nombre de Jesús.
Si hay una maldición en mi vida: En el nombre de Jesús, yo declaro el poder de la Sangre de Cristo Jesús sobre esa maldición.
A lo que apliques la sangre, ahí es donde Dios va a trabajar.
Asi que vamos a ponerlo en práctica:
Si tienes pesadillas, ponte la mano sobre la cabeza y dí: Padre, en el nombre de Jesús, declaro el poder de la sangre sobre mis sueños y toda actividad demoniaca cesa ahora por el poder de la sangre de Jesús.
Cuando alguien está desempleado, aplica la sangre de Jesús a tus finanzas. Yo declaro el poder de la sangre de Jesús sobre mis finanzas. Etc. Amên.