Categoría: Fe

COMO ESCUCHAR A DIOS

Nos anima saber que Dios nos ama lo suficiente como para trazar un plan específico para cada uno de nosotros.

De hecho, sabemos que diseñó ese plan mucho antes de que naciéramos. Nada en nuestra vida ocurre al azar o por casualidad. Aunque el plan de Dios es el mejor camino, no siempre será el más fácil de transitar. Quizás tendremos que escalar algunas montañas y recorrer diversos valles de sombra, pero si seguimos sus instrucciones, descubriremos las recompensas de vivir en su voluntad. Es por eso que debemos pedirle al Señor que nos indique su plan, y nos ayude a estar preparados y dispuestos para escuchar sus palabras.

PROVERBIOS 3:5-6 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.

Reconocer al Señor significa considerar sus palabras, reconocer su poder, confiar en su dirección y seguir sus instrucciones. En todo momento desea guiarnos, pero si no estamos atentos a su voz, no escucharemos sus instrucciones, y tomaremos el camino equivocado.

Jesús desea que le escuchemos cada vez que nos hable.

  • Marcos 4.23, 24. Cristo también dijo que “Si alguno tiene oídos para oír, que oiga”. Y les advirtió al decirles: “Mirad lo que oís”. No solo es importante oír, también es necesario discernir lo que escuchamos.
  • Marcos 7.14. En otra ocasión, Jesús dijo: “Oídme todos, y entended”. Pues su meta es que comprendamos sus palabras.
  • Juan 3.3. Cuando Jesús habló con Nicodemo le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Esta frase “de cierto, de cierto te digo” es usada por Jesús veinticinco veces en el evangelio de Juan. Era la manera que usaba para enfatizar la autoridad que tenían sus palabras y la atención que debíamos brindarles.

¿De qué manera nos habla Dios ahora?

Sabemos que el Señor se comunicaba con las personas en los tiempos bíblicos, pero también desea hablar personalmente con cada uno de sus hijos hoy. Eso significa que debemos estar atentos.

  • La manera principal en la que Dios nos habla es por medio de su Palabra. La Biblia no es solo un libro antiguo, también es la infalible Palabra de Dios. Es al leerla que recibimos su mensaje de manera directa. Todos los demás métodos para escuchar a Dios deben ser discernidos por medio de las Sagradas Escrituras, para poder así determinar si en verdad lo hemos escuchado.
  • También nos habla por medio de la oración. La oración es un método efectivo para comunicarnos con el Señor. No solo debemos usarlo para hablar con Él, sino también para escucharle. En vez de sencillamente compartir la lista de peticiones que tenemos, debemos aprender a permanecer quietos y esperar para escuchar aquello que Él desea decirnos.
  • Puede que el Señor nos hable por medio de las circunstancias. En medio de las situaciones difíciles, debemos recordar que es más importante escuchar la voz de Dios que sentirnos cómodos. Él usa las dificultades y el sufrimiento para captar nuestra atención. Desea enseñarnos algo importante en cada momento de la vida. En vez de poner nuestra atención en la prueba, debemos preguntarle: “Señor, ¿qué deseas decirme por medio de esta situación?”
  • A veces, Dios nos habla por medio de otras personas. Puede que venga en la forma de una afirmación, confirmación, aliento, amonestación o advertencia. Y el Señor puede usar a cualquiera que escoja para traernos su mensaje. Sin importar de dónde provenga, debemos considerar en oración lo que nuestro Padre celestial nos ha dicho.

¿Cómo podemos identificar la voz de Dios?

Mientras tratamos de escuchar la voz de Dios, debemos estar seguros de que el mensaje que hemos recibido proviene de Él y no de otros lugares.

  • La voz de Dios siempre concuerda con la Biblia. Cualquier mensaje que recibamos de Él coincidirá con lo que nos ha dicho en las Sagradas Escrituras.
  • Su voz es silenciosa. Aunque Dios nos habla por medio de su Espíritu Santo de manera inaudible, su mensaje es muy convincente.
  • El Señor nos habla claramente. Si sintonizamos nuestro corazón con Dios al dedicar tiempo para leer su Palabra y escuchar la voz de su Espíritu, nos guiará de manera clara y específica.

¿De qué manera Dios capta nuestra atención?

  • En ocasiones nos hace sentir inquietos. Puede que ya hayamos trazado nuestro propio plan, pero entonces comenzamos a sentirnos inquietos y sin paz. Si oramos y le pedimos a Dios que nos guíe, es posible que nos lleve por el camino que menos pensaríamos.
  • Hay veces en las que nos susurra al oído. Aunque nos habla de manera inaudible, escuchamos su voz de manera clara y específica en nuestro espíritu.

¿Por qué no escuchamos a Dios?

  • Puede que no creamos que el Señor nos habla. Si ese es el caso, no estaremos atentos para escucharle. Pero aquellos que le buscan diariamente, saben que Él habla de manera personal a nuestro espíritu.
  • Puede que sintamos temor de lo que nos dirá. ¿Qué sucederá si Dios nos pide algo que no deseamos hacer? Esa actitud demuestra falta de confianza de aquellos que no creen que el plan del Señor incluye lo que es mejor para ellos.
  • Puede que estemos enojados con el Señor. Si le culpamos por aquello que ha sucedido en el pasado, no estaremos interesados en lo que desea decirnos.
  • Puede que tengamos un espíritu rebelde. Si nos negamos a dejar el estilo de vida pecaminoso que llevamos, no desearemos escuchar la voz de Dios.

¿Cuáles son las consecuencias de no escuchar a Dios?

Sabemos que el Señor hablaba en los tiempos bíblicos, pero también lo hace de manera personal en nuestros días con cada uno de sus hijos. Esto significa que debemos estar atentos a su voz.

  • No recibiremos su dirección y no podremos disfrutar del plan que ha trazado para nuestra vida.
  • Escucharemos las voces equivocadas, seremos engañados, tomaremos decisiones erradas y nos perderemos las bendiciones de Dios.
  • Otros sufrirán. No solamente nosotros seremos afectados por no escuchar al Señor, sino que también nuestros seres queridos pagarán el precio.

OREMOS: Padre celestial, gracias por estar pendientes de cada uno de nosotros. Perdónanos si no hemos prestado atención a tus ordenanzas, a tus mandamientos, preceptos y a tu voz. Quiero tener un oido fino para escucharte y ser obediente a lo que me digas. Guíame en tus caminos y que no me aparte de ellos. Te lo pido en el nombre que es sobretodo nombre, Jesucristo.

FUENTE: Gracias Pastor Charles Stanley por sus enseñanzas. Lo bendecimos.

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EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA CRUZ

Estamos viviendo tiempos peligrosos a esta fecha Febrero del 2020. Sino veamos los últimos acontecimientos actuales, terremotos en Cuba, Jamaica, Islas Caimán y Puerto Rico; erupciones de volcanes en Japón, Filipinas, Alaska y Mexico; tambores de guerra entre Estados Unidos e Iran; guerras civiles en Hong kong, Francia, y Chile; pestilencias en China y expandiéndose el Coronavirus en el mundo.

Definitivamente tenemos que estar preparados para cuando Cristo venga o nos llame a su presencia. Por lo tanto debe haber urgencia por predicar la Palabra de Dios, vivir una vida que honre a Dios y conducir a la gente a Cristo o la sangre de ellos será sobre nuestras vidas.

El evangelio no es si conseguimos un carro nuevo, o si nos aumentan el salario o si nos dan un reconocimiento en el trabajo. No estamos aquí para ver que me da el evangelio!. NO!, el evangelio es para que pasemos de muerte a vida, y que no nos vayamos al infierno.

Así que debemos hablar del verdadero significado de la cruz a todos los vientos y a toda persona. DESPIERTA IGLESIA!.

Tenemos que tomar ejemplo del Apostol Pablo que nos dice:

Gálatas 6:14 «Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.»

Cuando el Apostol Pablo hablaba de la cruz, la gente decía que estaba loco, pero a él no le importaba eso porque entendía el tema central de la Palabra de Dios, la cual, es la crucifixión y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Y que su muerte es lo que Dios aceptaría de Cristo su Hijo como pago total por nuestros pecados.

La sepultura no fue el final, a diferencia de todos los demás profetas, ya que su resurrección marcó la diferencia. Por esto es que el Apóstol Pablo dijo que la cruz es lo único por lo cual se gloriaría.

Nos preguntamos porque Dios escogió la muerte en la cruz?, acaso había otra manera de enviar a su Hijo Unigénito a morir de la manera más vil, la peor muerte?. Humanamente no lo entendemos.  Pero por eso, tenemos que entender cual es la perspectiva de la cruz:

1. Para muchos la cruz es símbolo de vergüenza, sufrimiento y muerte pero para Dios es símbolo de salvación y vida eterna.

1 Corintios 1:18 «Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.»

Mucha gente no cree que su salvación esta envuelta en la muerte del Señor Jesucristo como nuestro Salvador, pero adquiere un verdadero sentido porque sucedió.

2. La crucifixión fue parte del plan de Dios.

Hechos 2:22-24 «Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a este, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.» 

Podemos apreciar en estos versículos que antes del principio ya estaba en la mente de Dios, permitiendo que la maldad del mundo lo llevara a la cruz. Fue Dios el Padre, quien con lo planeo todo.

Romanos 3:23-25 «por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación (sacrificio) por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.»

El asunto es lo siguiente: Cómo siendo Dios Santo, perdonaría y declararía no culpable a alguien, culpable de pecado?. Hay una sola respuesta para esto: Dios el Padre, viendo la condición pecaminosa de la humanidad, motivado por su amor a nosotros, decidió venir al mundo en la persona de su Hijo Jesucristo con el propósito principal de morir en la cruz, como sustituto por nuestros pecados, y con ello pagar la deuda de pecado del mundo entero. Solo Él podía hacerlo porque era el Cordero sin pecado y sin mancha alguna. 

Nosotros mismos no podemos pagar nada, ni siquiera con obras. Éste es el engaño mas grande: que si hacemos buenas obras iremos al cielo. Escúchame bien!, las buenas acciones no añaden nada a nuestra salvación, quizas sumen a nuestro galardón. Es por la Gracia de Dios.

Sería un gran engaño enfrentar la muerte, sin estar seguros que iremos al cielo. Debemos tener seguridad absoluta al respecto, porque lo que Jesús hizo en la cruz fue suficiente para sacarnos de esta vida y llevarnos al cielo por la eternidad.

Jesús es el único camino al cielo y siendo esta verdad, como respondemos:

1. Pidiéndole perdón por nuestros pecados a Jesucristo y arrepintiéndonos de ellos.

2. Aceptando a Jesucristo como Salvador personal y amo de nuestras vidas.

3. Rindiendo nuestras vidas a Él. El Espíritu Santo quien mora en nosotros una vez hemos aceptado a Jesús en nuestro corazón, viene a ayudarnos a vivir agradándole a Dios. Y de esta manera, a cumplir sus mandamientos y a vivir conforme a la Palabra de Dios.

4. Servir a Cristo. Llevando el evangelio a todo el mundo, negándonos a nosotros mismos y no dándole lugar a la carne.

5. Y hablando a otros de Cristo. Tenemos que testificarle a alguien.

Ahora haremos una oración para pedirle a Jesús que perdone nuestros pecados y entonces veras como el Reino de los Cielos se abre ante tus ojos:

OREMOS: Padre celestial, he pecado contra tí y no merezco la vida eterna. Te pido que me perdones, no por mis propios méritos, sino por lo que tu hiciste en la cruz del calvario en mi lugar y morir por mis pecados. Te pido que me perdones. Te acepto como mi Salvador personal. Desde hoy con tu ayuda, deseo vivir como te agrada. En el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastores Charles Stanley y Dante Gebel por sus enseñanzas.

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USTED Y YO SOMOS MINISTROS DE DIOS

Cada persona que ha sido transformada por la fe en Jesús, tiene un plan específico para su vida, sin embargo, todos nosotros somos llamados a permanecer fundados firmes en la fe, sin movernos de la esperanza del evangelio, y hemos sido constituidos ministros del evangelio.

Colosenses 1:15-23 «15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.»

En el versículo 15:  la Palabra dice que Jesús es la imagen del Dios invisible, Dios tuvo tanto amor que envió a Jesús para mostrar de manera tangible el amor del Padre. Jesús es el primogénito de toda la creación, Jesús NO es un ser creado, él es Dios eterno, y santo, el es el ORIGEN de todas las cosas, sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho…

En el versículo 16:  declara que en Jesús fueron creadas todas las cosas visibles e invisibles, tronos, reinados, etc…

Verso 17:  El es eterno, antes de todo

Verso 18: Cabeza de la iglesia, la cabeza de la iglesia, no es el pastor ni el consistorio, es Jesús mismo.

Verso 19:  en Jesús reside toda la plenitud de Dios, es decir Jesús es Dios eterno, soberano y majestuoso.

Verso 20: Jesús nos reconcilia. Qué hermoso es reconciliarnos unos con otros… la reconciliación trae amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza… el fruto del Espíritu se manifiesta.

Verso 21: Nosotros que éramos extraños y forasteros, enemigos de Dios… Jesús nos ha reconciliado con el Padre… ¿Qué dice Juan 14:6? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Verso 22: Jesús no hizo solo de palabra, sino que llevó el acto de reconciliación hasta donde nadie podrá llegar jamás, el mismo en su Cuerpo llevó el castigo de nuestras rebeliones y nos llevó al Padre, habiendo pagado nuestras culpas…

Entonces: Glorifiquemos a Cristo Jesús, quien es el consumador de nuestra fe. Sin Él no tendría sentido la vida. Cuando le recibimos en nuestro corazón, Él se convierte en todo para nosotros. A Él sea la Gloria, la Honra y el Honor.

Por eso te invito de hacer, a Jesús el dueño de tu corazón y verás la realidad de Dios en tu vida.

OREMOS: Padre celestial, tú siempre escuchas nuestras oraciones y estas presto a darnos la vida eterna, a caminar con nosotros cada día, dándonos dirección y guía. Hoy, te pido perdón por mis pecados. Ven a morar a mi corazón, inscríbeme en el Libro de la Vida, y haz de mí una nueva criatura que te ame y bendiga todos los días de mi vida. Te lo pido en el nombre d Jesús. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por compartir tan hermosa Palabra.

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EXPECTATIVAS DEL 2020

Estamos iniciando el año 2020, y no es simplemente un nuevo año, sino es el inicio de la década de los dos mil veintes, donde Dios estará haciendo cosas diferentes de lo que ha hecho en años anteriores.

No podemos vivir de nuestros errores pasados y si le creemos, Dios va hacer cosas nuevas en este tiempo.  Cada vez que Dios inicia una nueva temporada, Él desata tres cosas:

1. Expectativas

2. Oportunidades

3. E instrucciones.

Dios desata expectativas por lo que ha de venir, porque nuestra fe debe estar puesta en algo y por eso Dios en este día quiere levantar nuestros niveles de expectativas pero tiene que ser específica.

Yo estoy esperando que toda mi familia sea salva y sirvan a Dios. Estoy expectante de que Dios va a sanarme de la próstata. Especifique su expectativa.

Hay una diferencia entre optimismo y expectación.

El optimismo es natural y esta basado en los deseos de una persona. «Mi deseo sería que Dios me diera una nueva casa». Eso esta bueno.

Pero en Dios funciona la expectativa. Sabe porque ?, porque la expectativa es sobrenatural y la fe funciona por la ley de la expectativa. Donde la gente no espera nada, no hay fe. Pero donde hay expectativa Dios trabaja.

Por lo tanto, la expectativa es la confianza en Dios de que algo bueno, algo grande y sobrenatural viene sobre nosotros.

La expectativa en un cristiano está basado en la verdad de la Palabra de Dios y en la relación estrecha que tengamos con Dios Padre, con Jesucristo y con el Espíritu Santo.

Por supuesto que Dios nos habla por medio de Jesucristo, y también por sueños, visiones, por una voz interior, por ángeles, por el Espíritu Santo. Asimismo, Dios nos habla por medio de números.

Ahora mismo ya entramos al año 2020 y el 20 representa proféticamente hablando restauración, es decir, que es el año donde Dios te restituye lo que el enemigo te robó.

Joel 2:23-25 «Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.»

20/20 nos está hablando para que diga: que todo aquello que perdí en los últimos 10 años, Dios me los va a restituir. Y cada vez que Dios lo restituya lo hace doble. Por lo tanto, este año 2020, Dios me va a restituir lo que el diablo me robó, el trabajo que perdí, la casa que perdí, pero no solo eso, sino que nos lo va a dar doble. Doble unción, doble fe, doble bendición, doble recompensa. 

Tenemos que entrar a este año y esta década con expectativas grandes.

20/20 en lo natural representa vista perfecta.

El 2020 es el año donde Dios va a desatar nuestra imaginación para que veamos como Él ve. Es decir, en el año 2020 ya no te veras pobre, ya no te veras enfermo, ya no te veras acongojado, sino como Dios te ve: sano, bendecido, próspero, saludable, libre.

HOY DIOS TE ESTÁ ABRIENDO TUS OJOS. Porque mayor son los que están contigo que los que están en el mundo.

Dios te ve como un mata gigantes. Tienes que verte como un Hijo de Dios. El 2020 es el año donde Dios te separa para Él. Es el año donde Dios te próspera, te restaura y todo lo que perdiste Dios te lo devuelve al doble.

PERO dos consejos son vitales, los cuales dejaremos que la misma Palabra te los diga:

Proverbios 4:20-23 «Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.»

Josue 1:7 «Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.»

Guarda la Palabra de Dios en medio de tu corazón, no dejes que te roben la Palabra, perdona a los que te han ofendido, esfuérzate y se muy valiente para cuidar de hacer los mandamientos y preceptos de Dios, no te apartes de ellos ni a diestra ni a siniestra. Y entonces vas a ser prosperado.

OREMOS: Amado Señor Jesús, hoy vengo delante de tu presencia, pidiéndote perdón por todos mis pecados, ven a morar a mi corazón. Hoy presento mis expectativas delante de ti y estoy seguro que tú me las concederás. Estoy seguro que todo lo que el enemigo me robó en estos últimos 10 años me son devueltos en este año al doble. Gracias Dios mio por lo que tu harás. En el nombre de Jesús. Amén.

FUENTE: Agradecemos al Pastor GUILLERMO MALDONADO por sus enseñanzas.

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