¡Dios les bendiga a todos! Llegamos al día 90 de esta cuarentena ordenada por el Gobierno de Honduras. Ha sido un camino interesante, lleno de pausa, lleno de espera, y lleno de paciencia.

Pero hay dos caminos al terminar esta cuarentena, o salimos mejores y renovados, o salimos peores que cuando entramos. Espero que sea lo primero. Le comparto mi experiencia y testimonio, y le animo a que envíe un mensaje y lo comparta en la página de este blog:

  1. He comprobado, que Dios es fiel y eso no depende de mí.
  2. He comprobado que tengo una familia que me ama.
  3. He comprobado que Dios me manda a servir, sea cual sea mi limitación.
  4. He comprobado que el Señor es soberano y él sigue en control.
  5. He tenido dificultades, pero Dios me sostiene a mí y mi familia.

Esta es mi experiencia, la suya puede ser diferente. Sé de algunos hermanos que han pasado pruebas duras en este tiempo, perdieron seres queridos, han experimentado soledad, o han experimentado enfermedad, o están pasando pruebas duras.

Me tocó salir a la oficina del canal para atender unos detalles algo urgentes, y mientras iba en el camino, pasando por el Boulevard del Norte, en el puente a desnivel que conduce a la Universidad Autónoma, observé un rótulo enorme que dice “TODO VA A ESTAR BIEN” haciendo alusión a la situación de la reapertura económica, y la incertidumbre en el aumento de casos de personas infectadas, con este terrible virus. Me sorprendió ese mensaje, pero me hizo recordar las promesas de Dios, y es que es cierto, si Dios está en control y yo he puesto mi confianza en él, definitivamente, “TODO VA A ESTAR BIEN». Pero, no cree que ¿usted y yo debemos ser portadores de este mensaje? Y el mensaje es este: Ponga su fe en Jesucristo, ponga su esperanza en Dios, y le aseguro que ¡todo va a estar bien!

Usted y yo somos llamados a edificar y bendecir a todas las personas a nuestro alrededor. Sea una persona que se sacrifica por los demás y levanta al débil, anima al desanimado, alienta al triste, socorre al necesitado. Tenemos un llamado y no podemos renunciar.

Vamos y meditemos en la Palabra de Dios:

1. Seamos fuertes por los demás.

ROMANOS 15: 1 -2 » 1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.

Por naturaleza somos egoístas desde niños, y preferimos ponernos antes que todo. Pero el estándar de Cristo es más alto y más sublime. Es mejor dar que recibir, porque dando es como recibimos. Llevemos siempre un mensaje de bendición y de buenas noticias. Mostremos la fortaleza de Cristo en nuestra vida e inspiremos a otros a tener esperanza.

            a. Significa negarse a nosotros mismos. Negarse es la parte difícil. Darle la mejor porción al otro. Y eso  cuesta, y mucho. Nadie quiere dar lo mejor, queremos dar lo menos mejor al otro y lo mejor para nosotros. Pero si en algo nos diferenciamos, es cuando damos al otro y disfrutamos ver al otro  deleitarse. Ahí es cuando crecemos.

             b. Tengamos consideración de los otros. 2 Cada uno agrade a su prójimo en lo que es bueno… Si usted puede hacer algo bueno por alguien, no se detenga. Se asombrará ver que la mayoría de las personas, no esperan bondad desinteresada, de los demás. Debido a nuestro pecado, siempre          tendemos a ver con sospecha, cuando alguien muestra bondad, pero no debe ser así con los hijos de Dios, usted debe dar con amor y mucha bondad.

              c. Dejemos que Cristo crezca y nosotros mengüemos. Cuando nos ejercitemos, en cuidar al otro, le damos espacio a Cristo para que el crezca y nosotros vayamos menguando. Es lo natural en el Reino de Dios, que Cristo reciba toda Gloria.

2. Cristo Jesús nos dió ejemplo vivencial. 

ROMANOS 15: 3 -4 » 3 Porque ni aún Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. 4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Siendo Dios, Jesús no tuvo eso como cosa a que aferrarse, sino que siendo en forma de Dios, se hizo hombre y fue obediente, humilde, hasta la muerte de Cruz (Fil. 2: 5 en adelante) Si el Creador del Universo, se humilló… ¿No cree que nos vemos, casi rayando en el ridículo, cuando somos orgullosos y prepotentes? Cada vez que siendo creyentes, nos enseñoreamos de los demás, negamos nuestra fe y de las demandas de Cristo.

               a. El hijo del Hombre no viene a ser servido, sino a servir. Mateo 20:28, Jesús claramente declara su misión, yo no vine a ponerme como más importante (Aunque es el más importante y más Grande) el vino a darnos ejemplo.

               b. Todo lo escrito en la Palabra es para nuestra enseñanza. Cada vivencia de Cristo, dejada en la Palabra, es para nuestra edificación y crecimiento. No hay más, es todo lo que nesitamos.

               c. Este servicio, nos traerá fruto de esperanza y paz. Servir a los demás, trae gozo, y trae paz, trae  esperanza que podemos cambiar, que podemos crecer, que en medio de toda circunstancia, cuando Dios gobierna nuestros corazones, todo, sí, todo, todo va a estar bien.

3. Tengamos ese mismo sentir en Jesús.

ROMANOS 15: 5-6 » Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Cristo viene a unirnos y la fe en Jesús, nos debe poner ese sentir. ¿Cuál sentir? el sentir de ser portadores de esperanza, de bondad, las buenas nuevas, del evangelio de Salvación.

               a. Seamos pacientes y consolemos. No todos tienen esperanza, algunos pasan quejándose, no nos unamos a esas voces, llevemos esperanza. No divulgue noticias que no edifican, que destruyen,                      ocupemos el tiempo en edificar, en todo lo bueno, todo lo justo, todo lo de buen nombre, lo que tenga toda virtud, en eso pensemos, en eso meditemos y ocupemos el

               b. Seamos unánimes a una voz. Cristo, el Padre, y el Espíritu Santo, son una unidad perfecta, el Dios trino, Un solo Dios en tres personas, es la muestra de unidad perfecta, perfecta armonía. El mismo Dios nos dice, sean unánimes a una sola voz. No hablen otro idioma. Me gusta esto: el idioma del reino de Dios es la alabanza, el idioma del mundo es la queja, no sea bilingüe, no hable “queja-banza” hablemos todos los creyentes un solo idioma, y mientras con nuestras vidas hablamos en una sola voz unánimes, el mundo sabrá que Dios es real.

               c. Juntos como un cuerpo glorifiquemos a Dios. Como un cuerpo bien conformado, debemos glorificar a Dios. Como Josafat frente a la batalla, que nuestro clamor y nuestro canto sea. “Glorificad a Jehová, porque su misericordia, es para siempre.” No dejemos de ser ejemplo a los demás, y de esa forma llevar Gloria a Dios.

Conclusión. ¿Qué le deja este tiempo de pausa durante esta cuarentena? Se ha vuelto amargado, ¿por el Gobierno?, ¿por el Covid-19? ¿Porque sus planes de 2020, no salieron?, no me mal entienda, a veces me enojo ante las decisiones a todas luces erradas, pero regreso a la cruz, y presento mi queja. Yo tenía planes a prueba de balas, y nada de eso se logró.¿Pero sabe qué? Yo estoy convencido, que TODO VA ESTAR BIEN, no por una frase bonita y pegajosa, sino, porque lo que me garantiza que todo va a estar bien, es que usted y yo  hemos confiado en Dios, y por ello podemos tener amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad, fe mansedumbre y templanza. El fruto del Espíritu en todo su esplendor es para este preciso momento, es lo que necesitamos de manera evidente en todo esto. Hermanos queridos, anhelemos ser mejores, anhelemos reflejar más a Cristo, ese debe ser nuestro anhelo, llenarnos de su Presencia, vivir por su espíritu y ser la manera tangible que los demás conocerán a Cristo. Dios les bendiga.

FUENTE: Gracias Pastor DORIAN BANEGAS por sus enseñanzas

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