Categoría: Obediencia

EL GENUINO ARRENPENTIMIENTO

Hoy quisiera iniciar este mensaje diciendo que Dios nos está otorgando un nueva oportunidad para arrepentirnos, porque iniciamos este año con una alerta por el COVID-19, que nos ha hecho confinarnos durante varios meses, provocando una situación financiera dificil, perdidas de empleos y negocios a nivel mundial, asi como el efecto de un huracán que ha venido a devastar la zona de producción mas importante de Honduras.

Y si no hay un arrepentimiento genuino de nuestros pecados, seguiremos viendo mas desastres, los que se pueden traducir en otra clase de pestes, terremotos, etc.

Es cierto que hay muchas persona que luchan con el pecado, piden perdón, sin embargo, vuelven a caer en lo mismo. Esa persona es sincera y se ampara en el siguiente versículo de las Sagradas Escrituras:

1 JUAN 1: 9  «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.»

Pero la pregunta aquí es: porque no logro tener victoria en esa área de mi vida?, por lo tanto, cual es el problema aquí?. Lo que pasa que las personas deberÍan experimentar un cambio en sus vidas, pero hace falta algo que es clave y lo encontramos en:

LUCAS 24: 45-49 «Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. «

Esta es la clave: el arrepentimiento, al mismo tiempo que el perdón de pecados. Porque el arrepentimiento es parte de la salvación. Y Dios esta empeñado en captar nuestra atención para guiarnos al arrepentimiento genuino, el cual es sinónimo de salvación. Y lo enfatiza en el siguiente versículo:

LUCAS 5:32 «No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.»

Por lo tanto, EL ARREPENTIMIENTO es un gran pesar por el pecado cometido, un compromiso de abandonarlo y un andar en obediencia a Dios.

No basta con experimentar pesar, dolor, ni remordimiento por lo que hayamos cometido, sino hacer el compromiso de abandonarlo completamente. Algunos dirán que están avergonzados de sus pecados, porque puede ser que alguien los descubrió, o porque se siente abatido por ellos, entonces lo lamentan, o porque alguien los desenmascaro y se sienten humillados. 

Pero hoy quiero que entiendas, que eso no es arrepentirse, sino que, debemos tener un dolor sincero por el pecado ante Dios Santo, y el compromiso de abandonarlo y dejarlo para siempre, porque Dios es Santo y Él no tolera el pecado, Él Dios Santo no pasa por alto el pecado, de lo contrario debemos atenernos a las consecuencias.

Lo siento mucho, pero tengo que decir lo siguiente: si su dios no es el de este Libro Sagrado, La Biblia, entonces practicas la idolatría y crees en un dios que no existe. Los hombres se postran y adoran cualquier cosa que puede ser hecha a mano, o ser una persona o lo que sea, pero hay un solo Dios y su nombre es Jehová de los Ejércitos, y es Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y lo que Él llama pecado, es pecado.

Algunos dirán que Dios es amor y que Él, nos ama con amor incondicional. Pero el hecho es que el amarnos incondicionalmente, no implica que ignore el pecado deliberadamente contra Él. Por lo tanto, el arrepentimiento genuino es cambio.

Y Dios nos lo repite aquí:

2 CRONICAS 7:14 «si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.» 

Dios es claro al decirnos que si nos humillamos y nos convertimos de nuestros pecados, Él nos perdonará y sanara nuestra tierra y todo lo nuestro.

Lo que pasa es que vivimos en un mundo en donde el pecado es tolerable. y no es posible tolerarlo porque Dios odia el pecado, lo detesta, Él juzga el pecado porque sabe lo que el pecado hace en la vida de sus hijos, en la vida de los no creyentes y creyentes y por consiguiente, lo detesta. Por lo tanto, Él dice que debe haber un cambio en nosotros.

He aquí un ejemplo de arrepentimiento, fijémonos, aprendamos para evitar que nos pase igual que en la historia del Hijo Prodigo:

LUCAS 15 11-14 «También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. «

Este muchacho pidió su herencia y se fue y malgasto todo lo que tenía, viviendo en pecado, pero súbitamente, Dios capto su la atención.

LUCAS 15: 15-19 «Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!. Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.» 

Este joven se puso a pensar en su realidad, Tenemos un joven cansado, hastiado, lo despilfarro todo, estaba desalentado, abatido, apenado, triste, por haber desperdiciado su vida.

Preguntamos y como cambio?. Dijo, me levantaré e iré a mi padre y le diré: he pecado contra ti y contra el cielo, perdóname.

Si este joven solo se hubiera lamentado, y si solo se hubiera quedado en la pocilga dándole algarrobas a los cerdos, habiendo perdido todo, seguiría en la pocilga.

LUCAS 15: 20-22 «Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. » 

Como es que el hijo prodigo se arrepintió genuinamente de haber vivido en pecado y malgastado toda su riqueza?, pues dijo: regresaré a mi padre, ya no viviré deseando las algarrobas de los cerdos.

En la actualidad, muchos viven espiritualmente en una pocilga, están corrompidos espiritualmente, su naturaleza es perversa, viven en pecado, desobedeciendo a Dios y se alejan de Él cada vez más y más, y no arreglan sus cuentas hasta que pierden todo.

Dios a veces permite que lo perdamos todo. Claro que sí!, porque todo lo que nos lleve a Dios es bueno. Y sabes porque lo pierdes todo?, porque Dios quiere llamar tu atención. No es asunto de solo sentirse mal, el arrepentimiento genuino es cambiar.

Y no solo es una disposición, sino permitir que Dios nos transforme, que abandonemos nuestro pasado y cambiemos de rumbo.Por eso es que las Iglesias están llenos de inconversos, pasan al frente, confiesan a Dios, pero no hay arrepentimiento genuino, y siguen viviendo en pecado. Lo trágico es que predica un evangelio que tolera el pecado y no les permite darse cuenta que la salvación consiste en un cambio eterno y total en cada vida.

No solo es un cambio de conducta, sino de comportamiento, de conversación y caracter que se lleva a cabo cuando una persona recibe a Cristo  y entabla una relación genuina con Él. Esto es lo que se llama nacer de nuevo, es una nueva vida, es creer en Cristo con espíritu de arrepentimiento genuino y confiar en Él como Salvador.

Es también disponerse a admitir su pecado delante de Dios y es pedir misericordia. El evangelio del Señor Jesucristo es un mensaje duro: deja tu pecado, con la fe en Cristo con un espíritu arrepentido, porque si venimos con ese espíritu, entonces Él nos perdona y nos inscribe en el Libro de la Vida.

Por esto quiero invitarte para que hagas a Jesús el Señor de tu vida. Hoy Dios te da la oportunidad de tener un encuentro verdadero con Él y reconciliarte con Él.

OREMOS: Señor, hoy vengo delante de ti, pidiéndote perdón por mis pecados, perdóname y me arrepiento por ellos. Límpiame y lávame con la preciosa Sangre de Cristo Jesús. Ven a morar a mi corazón. Muéstrame tu voluntad a traves de tu Palabra y has de mí una nueva criatura, un hijo tuyo y que camines conmigo dándome guía y dirección. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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LUCHA POR EL DOMINIO PROPIO

¿Existe algún aspecto de su vida que esté fuera de control? Pueden ser problemas económicos o de inmoralidad, relaciones con otras personas, actitudes, hábitos, chismes, o pereza.

La falta de dominio propio en cualquier aspecto de la vida no concuerda con quienes somos en Cristo. El deseo del Señor es que vivamos en completa sumisión a Él, para que su Espíritu produzca en nosotros dominio propio.

Si luchamos con Dios por el control de nuestra vida, sufriremos de estrés, ansiedad e infelicidad al estar en desacuerdo con Él. Cada vez que permitimos que nuestros deseos e impulsos nos controlen, nos privamos del descanso, la paz y el gozo del Señor.

¿Lucha con algunos de estos deseos?

  • Aceptación. ¿Qué tan grande es su deseo de ser aceptado por quienes le rodean?
  • Amor. ¿Es este un factor determinante en sus decisiones?
  • Placeres. ¿Se deja dominar por aquello que parece divertido y le hace sentir bien?
  • Sexo. ¿Tiene deseos sexuales que van más allá de los límites que Dios ha establecido?
  • Riqueza y seguridad. ¿Es esto una prioridad en su vida?
  • Logros. ¿Su deseo de sobresalir está fuera de control?
  • Notoriedad y fama. ¿Busca obtener prestigio sin importarle el costo?
  • Felicidad. ¿Qué está dispuesto a realizar con tal de sentirse feliz?
  • Atractivo. ¿Se ha dejado consumir por el deseo de lucir mejor que otros?
  • Control. ¿Anhela controlar la vida de otros o alcanzar una posición de poder y autoridad?
  • Aceptación propia. ¿Se siente descontento con la manera en la que Dios le creó?

La carne contra el Espíritu

El dominio propio consiste en pensar antes de actuar y en considerar las posibles consecuencias. Es un aspecto del fruto del Espíritu que contrasta con las obras de la carne.

• Las obras de la carne.

GALATAS 5:19-22 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”

Esta es una lista de acciones que no son del Espíritu Santo, sino de la naturaleza pecaminosa y carnal. Nos advierte que aquellos que practican tales obras no verán el cielo. No se trata de haberlos cometido en el pasado o de no haber resistido a la tentación en alguna de estas áreas. La palabra clave para comprender esta porción bíblica es “practican”. Es decir, se refiere a las personas que han hecho del pecado un hábito constante, un estilo de vida, o una identidad. Tales personas no son verdaderas cristianas, pues quienes viven continuamente en pecado no son salvos de verdad.

• El fruto del Espíritu.

GALATAS 5:22-23 “Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” .

Estas son características que resultan de la obra del Espíritu Santo en la vida de aquellos que han recibido a Jesucristo como Señor y Salvador. Aquellos que tienen estas cualidades contrastan con la sociedad que los rodea, pues son atributos semejantes a los de Cristo. Hay lugares a los que nunca irán, actividades en las que no participarán y cosas que no verán, porque hacerlo no encajarían con quienes son en Cristo.

Todos los que han sido salvos de verdad le dan la espalda al pecado. Aunque eso no significa que nunca más pecarán, sí han renunciado a su antiguo estilo de vida. Viven comprometidos a obedecer al Señor y a avanzar en su camino, no en las obras de la carne. A medida que se someten al Espíritu Santo que mora en ellos, Él produce su fruto que es reflejo de Cristo y una bendición para el creyente.

La batalla comienza cuando los creyentes en Cristo deseamos hacer lo correcto, pero sentimos que algo nos empuja en la otra dirección. La única manera de romper con esa tensión es rendirnos ante el Señor, confesando nuestro pecado y cediendo el control de nuestra vida a Dios. Si nos negamos, vendremos a ser esclavos del pecado y nos perderemos las bendiciones y recompensas que produce la obediencia.

Quizás nos parezca imposible renunciar al pecado que nos esclaviza, pero no lo es si el Espíritu Santo mora en nosotros. Él nos fortalece para alejarnos de la tentación y para entregarnos a Dios. Cuando su Espíritu tiene el control de nuestras acciones y pensamientos, podemos pensar antes de actuar y tener las fuerzas para hacer su voluntad.

LA CLAVE DEL DOMINIO PROPIO.

  • El dominio propio requiere que pensemos antes de actuar. De no hacerlo, nos lamentaremos después.
  • Debemos tener un firme deseo de obedecer a Dios. Si no obedecemos, no podremos vencer la batalla interna con el pecado, ni vivir en santidad.
  • Tenemos que creer que el Espíritu Santo nos facultará. La sociedad pecaminosa en la que vivimos no tiene por qué vencernos, pues no peleamos esta batalla solos. El Espíritu de Dios nos capacitará para que podamos renunciar al pecado y vivir en sumisión a Él.

AL SER TENTADOS, DEBEMOS HACERNOSLAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

  • ¿Cómo nos afectará espiritualmente?
  • ¿Cómo nos afectará económicamente?
  • ¿Cómo afectará nuestra salud?
  • ¿Cómo afectará la manera en que otros nos ven? ¿Podrán vernos como creyentes con un compromiso genuino con el Señor, o como personas que proclama ser cristianos, pero que no viven como tales? ¿Es el fruto del Espíritu evidente en nuestra vida?
  • ¿El pecado que nos tienta es mejor que recibir las bendiciones que Dios ha preparado para nuestra vida?

NO SE DEJE ENGAÑAR.

Andar en el Espíritu y expresar su fruto no siempre es fácil, aunque es la voluntad de Dios. Además, serias y dolorosas consecuencias nos aguardan si cedemos al pecado. El apóstol Pablo advierte acerca de esto en:

GALATAS 6:7 : “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

Afirmar que Cristo es nuestro Salvador y luego vivir como nos plazca es burlarse de Dios, lo cual produce una cosecha dolorosa de lo que hemos sembrado. Sin embargo, vivir en obediencia al Señor produce una gran cosecha de justicia y del fruto del Espíritu en nosotros.

OREMOS: Padre celestial, hoy vengo delante de ti, humillado a pedirte que perdones mis pecados. Hoy hago un compromiso de seguir tus mandamientos y preceptos. Ven a morar a mi corazón y has de mi una nueva criatura que te ame con todo mi corazón. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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QUE HACER CUANDO HAY UN VACIO EN NUESTRO CORAZÓN

Alguna vez ha sentido un vacío en su espíritu, en su alma, en su corazón y en su ser. Y aun cuando todo parezca estar de maravillas, pero muy en el fondo falta algo. Muchas personas viven ese vacío, sin nunca entenderlo, porque buscan en el lugar equivocado.

Sentirse vacío es no estar completo, es decir, no estar satisfecho y no tener una paz genuina. Probablemente se pregunta: Porque siento lo que siento?,  cuál es la razón?

Para entender esto, recurramos a conocer más de Jesucristo. Lo interesante es que Jesús conocía a todas las personas, porque tenía un discernimiento divino y sabía exactamente lo que ocurría a esa persona en particular. Ahora, si andamos en el Espíritu, Dios nos da un cierto grado de eso, pero siempre que andemos en el Espíritu y  vivamos cómo le agrada a Él.

Hay dos historias que muestran este discernimiento, uno de ellos es cuando Nicodemo, uno de los principales de la Sinagoga, se presento ante Jesús, a escondidas, para preguntarle, cómo era posible que hiciera esos milagros?. A lo que Jesus, le explico que solo podría entrar al Reino de los Cielos si nacía de nuevo. Había una hambre en este hombre, pues quería tener lo mismo que Jesús.

Otra historia es la de la Samaritana:

JUAN 4: 5-18 «Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta. Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. 9La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?. ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?.  Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.»

Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido y ven acá. Pareciera que Jesús estaba cambiando de tema. A qué se debe esto?, pensemos por un momento en esta mujer, porque ella es un ejemplo perfecto de alguien que vive una vida vacía. Una persona que se siente vacía, sin sentido, ni dirección, ni propósito verdadero, no hay sentido de realización. sus planes están en duda, no tiene muchas metas, ni sueños reales en la vida, porque se han dado por vencidos.

Puede ser alguien que estuvo casado y ya no lo está y eso empeora el vacío. O pueda ser que su esposo o esposa han fallecido y eso empeora mucho el vacío. O sus hijos se han ido a la Universidad o se han movido a otra ciudad.

Pero porque se sienten vacíos?, que hace falta en sus vidas? Bueno observemos a esta mujer. Dice la Biblia que Jesús decidió pasar por Samaria y descansar sentándose en el pozo y en ese momento llego una mujer Samaritana a la que se dirigió, lo cual era inusual, porque en aquellos tiempos no era costumbre que los hombres hablaran con mujeres en publico. 

Pero note lo que sucede: Sabes porque Jesús le pidió algo de beber.

1. Con el propósito de ayudarle a descubrir quién era ella.

2. Qué descubriera donde estaba en la vida.

3. Y para guiarla en una dirección distinta. 

Luego comenzaron a hablar acerca del asunto del agua viva. El agua, en aquel tiempo, era uno de los recursos mas preciados. Así que hablar de agua viva, es agua que fluye, lo que tuvo que cuestionar ya que el agua del pozo no fluía, estaba estancada. Entonces al hablar del agua viva, ella lo interpreta como agua que corre. El Seńor le dijo: si supieras quien soy, me pedirías agua y yo te daría agua viva. A lo que ella se intereso y captó su atención. Así que repentinamente, su actitud cambia al reconocer que Él sabía algo que ella no sabía.

Y Jesús continua la conversación, manifestándole lo siguiente: «Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás;» A lo que la mujer le dijo: «Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.» 

En tanto, Jesús, le cambió el tema: «Ve, llama a tu marido, y ven acá.»  Que fue lo que hizo Jesús: fue directo al meollo del asunto o sea al problema que ella tenía: «Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.»

Es decir, no están casados. Imagínese, lo que ella sintió cuando su vida privada salió a relucir. Sin embargo, note que Jesús no la condenó, no le dijo, mujer adultera, no mencionó palabra de condenación. 

Piense en esto, la Samaritana sufrió 5 veces el terrible rechazo, tu no sirves para nada, no importas, no estas a la altura, no puedes; asi que cada vez, uno de esos hombres tomaba una parte de ella, le quitaba parte de su personalidad. 

No sé si por alguna razón, alguien le dijo lo mismo, no estas a la altura, no vales o por cualquier otra razón hayas sido criticado. Seguro que eso habrá provocado un sentimiento y un dolor interno. 

Entonces Jesús la hace confrontar lo que estaba pasando en su vida, se sentía rechazada, insignificante, marginada por todas las mujeres de la villa y se encontraba sola. Pero, Jesús no solo vio la condición en que estaba, sino que vio la soledad en lo profundo de su ser. 

NADA  NI NADIE PUEDE SUSTITUIR A JESUCRISTO 

Escuche bin lo que voy a decirle: Dios nos creó a cada uno de nosotros para relacionarnos personalmente con Él. Por lo tanto, esto significa que nada sustituye a Jesucristo en la vida, porque no hay sustituto que pueda darnos satisfacción, felicidad, paz y gozo en la vida. La Samaritana lo probó todo y nada funcionó. Mire, hasta que no se relacione con Dios, su vida no estará bien. 

QUE PASA CUANDO ALGUIEN ESTA VACIO ? 

Esta vacío, frustrado,, se divide su mente, siempre esta buscando algo que satisfaga ese profundo vacío, unos lo hacen ingiriendo alcohol, otros con drogas o con sexo, o con cosas materiales, etc. Podrás tomar toda el agua que puedas, pero no vas a poder saciar la sed que hay en tu ser interior, porque solo hay una cosa que satisface el corazón y Jesús se lo dijo a la mujer, le dijo que el agua de la que Él hablaba es eterna, que fluye y perdura. 

JUAN 10:10 » ….yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.» 

Esa palabra abundancia significa que se desborda, es mas que suficiente, que llena, y que satisface. 

COMO ES ESA VIDA 

Al beber del agua que ofrece Jesús, recibimos esto: AMOR, GOZO, PAZ, PACIENCIA, BENIGNIDAD, BONDAD, FE, MANSEDUMBRE, TEMPLANZA, es decir los fruto del Espíritu (GÁLATAS 5:22-23). Es decir que si tenemos a Jesús en nuestras vidas, tenemos el privilegió de tener todo eso. Esa es la promesa. 

La mujer se percato de lo que sucedía y dice la Palabra que corrió a la ciudad: 

JUAN 4: 28-30 » Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?. Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.

Desde luego que ella reconoció que Jesús era el Cristo y sabemos que ella aceptó a Cristo como su Salvador, no bajo los términos que conocemos, porque al contarles lo que sucedió, no le hubieran escuchado, sino hubieran visto el cambio transformador que reflejaba. Y vinieron a conocer a Jesús, entendiendo quién era Él. 

JUAN 4: 39- 42  » Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho. Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días. Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo.

O sea que Dios también cambió sus vidas. Por lo tanto, no importa dónde se encuentre en la vida, ni cuánto este sumido en su situación, frustrado, preocupado, desvalido, desesperado porque todo lo que ha probado no ha tenido exito. Le invito a que prueba lo único que funcionará: Jesucristo. 

Talvez usted se pregunte y cómo lo hago?. Sencillamente haga esta oración conmigo, repitiéndolo en voz alta:  «Padre celestial, vengo humillado delante de tu presencia, a pedirte perdón por mis pecados, me arrepiento de todos y cada uno de ellos. Hoy, quiero entregar mi vida a ti. Ven a morar a mi corazón y a todo mi ser. Abre mis ojos espirituales para seguirte a ti, y hacer tu voluntad. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»  

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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CLAVES PARA VENCER EL TEMOR

Dios nos dice en Josué 1:5 » …no te dejaré, ni te desampararé», Yo estaré contigo, yo te guiaré, si me sigues y haces lo que te digo, prosperaré tu camino y todo te saldrá bien. Esa es la promesa del Dios Todopoderoso, quien tiene poder para guiarnos y prosperarnos en la vida.

Sin embargo, si descuidamos los principios de Dios, el temor puede apoderarse de nosotros al punto que crea ansiedad en nuestros corazones, divide nuestra mente y dificulta todo lo que hacemos en la vida. De hecho Dios espera de sus seguidores que no sean temerosos.

Tal como Jesús instruyo a sus discípulos a no temer, asimismo, nos instruye a nosotros a no temer también, pero lo hacemos cuando enfrentamos crisis financieras, o has perdido tu trabajo, o talvez por la pandemia que estamos pasando, o bien por lo que vaya a deparar el futuro.

LA PREGUNTA AQUI ES: COMO RESPONDEMOS?

Como seguidores de Cristo, tenemos una respuesta específica de cómo responder. Y no significa que nunca tendremos temor. NO!, pero no vivimos en temor.

Hemos de responder como quienes conocemos al Dios del Universo, al Soberano del Universo quien controla todo siempre en toda circunstancia. Y si creemos que ese es el Dios que tenemos, sabremos que pase lo que pase, Él nos ayudará a superar lo que sea.

CLAVES PARA VENCER EL TEMOR

Para esto iremos a la Biblia donde encontraremos la clave para vencer el temor., la clave para vivir consagrados a Dios, y tener una vida exitosa y prospera. Porque si los practicamos, Dios cambiará nuestra vida para bien y para lo mejor.

En un Libro del Antiguo Testamento, encontramos que este personaje estaba nuevamente a las puertas de la tierra prometida, Moises había fallecido, y Dios tuvo que hablarle a Josué.

Venían de salir de la tierra de Egipto, de la esclavitud, pasado por el Mar Rojo, llegaron a la Monte Sinaí donde recibieron la Tabla de los Diez Mandamientos, y Moises envió a 12 príncipes a reconocer esa tierra. Al regresar, 10 de ellos manifestaron que no podrían tomar esa tierra porque habían gigantes y las ciudades amuralladas.

Sin embargo, Josué y Caleb dijeron, sí podemos, Dios nos la entrego, vamos. Pero la gente escucho a los 10 y no a los 2, por su actitud negativa, no quisieron ir porque tenían MIEDO. Increíble, estaban temerosos aun después de haber visto a Dios hacer milagros y prodigios. Se quejaban y lloraban día y noche, estaban temerosos.

Entonces Dios les dijo: hasta aquí. Y a partir de ese momento, vagaron por el desierto durante 40 años hasta que todos los mayores de 20 años fueron muriendo.

Ahora estaban en el mismo lugar, así que escuche lo que sucedía aquí.

JOSUÉ 1:1-9 »  Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. 5Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.6Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»   

Lo impactante del pasaje bíblico son los principios que enseña lo que Dios le dice a Josué. Los que también se aplican a nuestras vidas cuando enfrentamos desafíos, dificultades, apuros y cosas que naturalmente causan temor.

Como Josué estaba dudoso, Dios tuvo que venir y decirle 3 veces: ESFUERZATE Y SE MUY VALIENTE y de allí reunió al pueblo para anunciarles lo que Dios le había dicho.

Y esto mismo les digo: esforzaos y sean valientes. Estamos a punto de entrar a una nueva era, estamos a la puerta de entrar a la tierra que fluye leche y miel, la tierra prometida.

1. Seamos valientes y esforzados. 

Valientes para enfrentar nuestros temores, angustias y todo lo que divide nuestra mente y que drena nuestras fuerzas.

Josué 1:9 «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.» 

Es tiempo de definir lo que es valentía: es la cualidad de la mente y del espíritu que permite enfrentar peligros, oposición o los desafíos de la vida con audacia, calma, firmeza y determinación.

No significa que nunca tendremos temor, NO!, Lo que Dios nos dice es que semaos firmes y determinativos y que tengamos plena confianza en Él.

Lo que pasa es que muchas persona no creen que Dios les hable y a esos, es porque talvez hay algo en sus vidas que saben que no están bien. Posiblemente tienen culpas, temor, dudas, lo cual impide que entiendan la Biblia en sus mentes.

Pero quien nos dice que seamos valientes y esforzados?, recordemos que quien lo dice, es el Dios Omnipresente, el Dios Omnisciente, el Dios Todopoderoso, quien conoce todo nuestro futuro y cada detalle de las situaciones por las que estamos pasando.

Por lo tanto, qué es lo que Dios quiere decirnos: QUE SIGAMOS SUS INSTRUCCIONES, no las nuestras, ni la de nuestros amigos, sino que quiere que hagamos exactamente lo que Él dice que hagamos.

2. Estar conscientes de la promesa de la presencia de Dios en nuestras vidas.

Josue 1: 5 «Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Mire, desde el momento que somos salvos, desde ese mismo día, esas 3 promesas son nuestras: estaré contigo, no te dejaré, ni te desampararé. Por lo tanto, apropiémonos de ello y podemos afirmarlo hoy en nuestros corazones. 

3. La obediencia a la Palabra de Dios

Josué 1: 7 » Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

En otras palabras, lo que Dios nos está diciendo es que seamos obedientes a TODA LA LEY DE DIOS, no solo una parte, sino a toda la Ley de Dios. No te apartes de ella, ni a diestra, ni a siniestra.

Fundamentémonos en la Palabra, en Jesús, quien es el autor y consumador de nuestra fe.

4. Meditemos en la Palabra.

Ahora bien, esta es la clave, la parte en la que muchos no piensan.

JOSUÉ 1: 8 «Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.» 

Entonces cuál es la clave, dice aquí la Palabra, que de día y de noche meditarás en Él. 

MEDITAR significa leer, pensar lo leído, observar lo que dice Dios, aplicarlo en mi vida y hacer preguntas.

Cómo me esforzaré y seré valiente?. NO temas, no desmayes, porque Dios está conmigo dondequiera que voy. Y me apropio de esa Palabra.

Meditar no solo es leer la Palabra, es mas bien leerlo, creerlo, asimilarlo, aplicarlo a nuestra vida y hacer preguntas.

QUE SUCEDE CUANDO MEDITAMOS EN LA PALABRA DE DIOS?

1. Calma nuestro espíritu. Se tranquiliza y el temor comienza a disiparse.

2. Purifica nuestro corazón. Porque cuando meditamos en la Palabra de Dios, colocamos su Palabra en nuestras vidas, en nuestra mente, en nuestro pensamiento, en nuestra conciencia, y en nuestro subconsciente.  Entonces, eso hace que nuestro espíritu se calme y purifique nuestro corazón, porque mientras más leemos, tendremos mayor entendimiento y más puro será nuestro corazón.

3. Aumentará nuestra fe y la percepción de Dios. La fe viene por oir y oir la Palabra de Dios. Entonces comenzaremos a creerle a Dios. Veremos las cosas desde la perspectiva de Dios. En nuestra mente lo veremos mas grande y sabremos con certeza que Dios no nos dejará, ni nos desamparará y no nos fallará. NO PODEMOS PERDER..

Escuche bien, meditar en la Palabra de Dios es la base de nuestra relación con Él como debe ser.

PLAN DE ACCIÓN PARA DESARROLLAR VALENTÍA

1. La meditación de la Palabra. Dios se convierte en nuestro compás. Si estamos en la Palabra, Dios nos mostrará cómo superar cualquier dificultad y nos dará la guía que necesitamos.

2. Recordar la fidelidad de Dios. Recordar experiencias pasadas de la fidelidad de Dios en nuestros desafíos, retos pasados y al haber clamado a Dios, leímos la Biblia, o algún Salmo y nos ayudaron a superar aquel momento.

3. Observar la valentía de otros y su desenlace. En mi propia vida, he visto a Hombres de Dios, que han escuchado estos principios y los han seguido. Y me da aliento al ver como han superado las pruebas confiando plenamente en Dios y ver cómo han prosperado y les ha dado éxitos en sus vidas.

4. Hacer la pregunta crítica, meditar de acuerdo a lo hemos expuesto y responderse asimismo: Qué pasa si no obedezco a Dios?, y si lo obedezco que pasará?

5. Recordar sus promesa. Estaré contigo, no te dejaré, ni te desampararé. Si me sigues y haces lo que te digo, yo prosperaré tu camino y todo te saldrá bien. Esta es la promesa del Dios Todopoderoso, quien tiene todo el poder para guiarnos y prosperarnos.

Todo esto será una realidad en tu vida, si aceptas a Jesucristo en tu corazón y aprendes a meditar en su Palabra mediante el Espíritu Santo y a esperar en el tiempo de Dios.

Te invito a que hagas esta oración conmigo: Padre celestial, vengo delante de tu presencia a pedirte perdón por mis pecados, me arrepiento de todos ellos y te pido que vengas a morar a mi corazón. Hazme una nueva criatura e inscríbeme en el Libro de la Vida. Todo lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén. 

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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