Categoría: Oración

RETOMANDO LA ORACIÓN

Probablemente no has tenido respuesta tus oraciones o has decaído en tu nivel de oración, y es por eso que hemos querido compartir este tema de Retomando la Oración, sobretodo en este tiempo por el cual estamos pasando.Pero vamos a basarnos en la Palabra de Dios.

1 TESALONICENSES 5:16-18 » Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.»

Esta Palabra nos indica que la oración es un movimiento porque es algo continuo y sigue adelante. Es de un nivel de oración a otro nivel de oración. Y a lo largo de la Biblia, Dios nos dice reiteradamente que debemos orar sin cesar.

QUE SIGNIFICA ORAR SIN CESAR?

Significa que no solo debemos orar cuando necesito algo de Dios, porque la oración tiene un ritmo, y por eso se llama movimiento de oración. Y es por esto que Tesalonicenses nos dice : regocijémonos siempre, oremos sin cesar y que demos gracias a Dios en todo porque esa es la voluntad de Dios.

PORQUE DEBEMOS REGOCIJARNOS?

Lo que el Apostol Pablo quería decir es que no importa por lo que estemos pasando, debemos regocijarnos, porque Dios conecta la oración con el gozo. Por eso Dios nos dice: gócense. Es decir, esta debe ser nuestra actitud. Tienes dinero en el banco regocíjate; tienes el banco vacío, regocíjate; y si el diablo esta atacando tu salud, di: gracias Dios, porque mi salud viene pronto.

PORQUE DEBEMOS DE ORAR SIEMPRE?

  1. Porque la oración tiene un ritmo. Y ahí Dios esta diciendo que la oración es un movimiento.
  2. La oración es un estilo de vida. Aunque suena como algo simple, pero no les es porque cuando lo practicas cada día, eso se convierte en una cultura o en un estilo de vida. Lo que pasa es que nosotros vivimos en una generación que lo quiere todo rápido, un a gratificación instantánea y no quieren orar. Pero tiene que haber un espíritu de orar siempre, porque la oración es un movimiento de oración, un estilo de vida.
  3. Porque el quiere que su presencia sea normal en tu vida. Esto quiere decir que la oración te da acceso a la presencia de Dios y es que Dios quiere que vivas en su presencia. Por lo tanto, tiempo de oración es igul a su presencia.
  4. Porque Él quiere que desarrollemos un ritmo de oración. Jesús les refirió a sus discípulos una parábola de orar siempre y no desmayar. Y nos lo dice a nosotros también, porque cuando oramos continuamente, se desarrolla un ritmo, que provoca un impulso y ese es un momentum que trae un rompimiento un tu vida. Caso contrario, si paras de orar nunca veremos un rompimiento, porque eso es lo que quiere el diablo, que paremos de orar. Por eso es que debe haber una consistencia, porque la consistencia nos lleva a un impulso y ese impulso a un rompimiento.
  5. Porque el que ora constantemente no le falta la fe. Ya que mientras más oras, es más fácil creer. Y si logras mantener ese ritmo, tus oraciones se van acumulando en el mundo del espíritu. Claro que si no has recibido respuestas a tus oraciones es porque hay oposición y porque hay oposición debes seguir empujando orando sin parar hasta obtener la victoria.

Hechos 12:5,7 «Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él…Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.

Aquí Pedro tuvo oposición del gobierno, sin embargo, la Iglesia hacía oración sin cesar. Y cuando lo hizo, las cadenas cayeron y salió libre. Por lo tanto, tu oración debe ser tan fuerte que cuando oras, empujas y sigues empujando hasta que las cadenas se rompen y caen. Esto es lo que Dios quiere de su Iglesia, que nuestras oraciones rompan cadenas.

CUAL ES ELPROPÓSITO DE LA ORACIÓN?

Definitivamente es para tener una relación personal con Dios. Y para desarrollar esa relación debemos orar por lo menos 1 hora al día, porque la oración cambia las cosas y te eleva por encima y mas allá de nuestras realidades.

Te eleva por encima del problema, por encima del dolor, por encima de o que estas pasando y vamos a ver las circunstancias desde la perspectiva de Dios. Por lo tanto, la oración es el lugar donde nos empoderamos, es el lugar de la revelación, es el lugar donde conoces a Dios, el lugar de la fe y donde crees.

Asi que, si tenemos una oración continua, vamos a tener victorias continuas y vamos a lograr un rompimiento para que Dios cambie el corazón de nuestros hijos, el corazón de nuestros conyujes, pero debemos seguir empujando, empujar y seguir empujando en oración, porque en los tiempos que vivimos tenemos que orar constantemente.

COMO TENER UN MOVIMIENTO DE ORACIÓN?

No será con el primer impulso, pueda que sea en la segunda o en la tercera vez, pero hay que seguir orando. Pueda que haya oraciones sin contestar por años, pero no tienes que parar tu ritmo, sigue orando y no desmayes, sigue creyendo y sigue hacia adelante porque veremos un rompimiento así que no tes por vencido y rogocíjate.

Recuerda que los muros de Jericó no cayeron a la primera vez, ni a la segunda, ni a la tercera vez, sino hasta la séptima vez.

Si te quitaron el contrato, sigue tocando la puerto; si te negaron el empleo, sigue tocando la puerta; si el médico te dice que estas enfermo, sigue orando; si los miembros de tu familia siguen empeorando, sigue empujando, en la mañana, en la tarde, en la noche, hasta que provoques un rompimiento.

PORQUE ES QUE JESÚS QUIERE CONTESTARTE LA ORACIÓN?

Te lo voy a explicar basado en la Palabra de Dios:

SAN JUAN 16:24 » Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

Si has leído esa Palabra habrás descubierto que la razón por la cual Dios quiere contestar nuestras oraciones es para que nos gocemos, que estemos contentos cuando nuestra familia haya venido a los pies de DIos, que estemos gozosos cuando nos sane, cuando nos supla todas nuestras necesidades. Es que es sabroso y se siente bien cuando recibimos respuesta a nuestras oraciones. Pero no debes desmaya, sigue orando, sigue empujando.

FUENTE: Gracias Pastor GUILLERMO MALDONADO por sus enseñanzas.

[fbcomments]

VENCIENDO LAS TENTACIONES

En algún momento de nuestras vidas nos vemos enfrentados con las tentaciones. La pregunta aquí es: cuándo fue la última vez que enfrento algo así, en la que tuvo que luchar para alejarse de eso y huir?, sabía que no era lo debido, pero debatió si lo haría o no, quizás por fin se alejo, o talvez terminó pensando, «Dios entiende» y nos entregamos a la tentación que sea.

La verdad es esta, mientras vivamos, nosotros seremos tentados. En la actualidad, somos tentados por todos lados, ya sea por lo que escuchamos en la radio, lo que vemos en la televisión, en los anuncios, por el internet y más. Como sea, vivimos en una era sensual y hay tentaciones por doquier y la gente reacciona de diferentes maneras, unos se rinden y otros pelean y sobreviven.

Así fue el comienzo del pecado en el mundo, la tentación de Adan y Eva, y no ha cambiado, al decirle satanás a Eva lo fabuloso que sería morder esa fruta. Es el mismo cuento pero con diferentes elementos.

Entonces al verse en esa posición que piensa usted?, se detiene a pensar: de dónde viene esto? , de mi corazón?. NO SEÑORES!, les aseguro que es un ataque satánico, porque el diablo sabe cuándo somos más débiles, sabe en que momento captar nuestra atención.

Y nos presenta una serie de excusas para persuadirnos: «es lo que nos merecemos», «nadie es perfecto», «Dios nos ama y nos perdonará» y por allí sigue para atraparnos y que perdamos las mejores bendiciones de Dios para nuestras vidas.

QUE OCURRE AL ENFRENTAR UN ATAQUE SATÁNICO ?

Primero veamos a la luz de la Palabra de Dios, lo que nos dice:

EFESIOS 6:10-13 » 10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.»

La Palabra es clara, nuestra lucha es contra principados, potestades, gobernadores de la tinieblas de este siglo y contra huestes espirituales de maldad. Satanás es nuestro enemigo Y el Apostol Pablo nos dice que debemos mantenernos firmes contra las acechanzas del diablo.

Definamos que es un ataque satánico: es un asedio y un asalto deliberado de satanás contra nosotros con el propósito de hacernos daño, ya sea en nuestro espíritu, alma o cuerpo, o en los tres juntos, y puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar.

Satanás sabe cuándo somos más débiles y sabe justo lo que hace falta y que usar para hacernos caer o que nos atrae. Por lo tanto, veamos los objetivos de ese ataque:

  1. Alejarnos de Dios hacia él. Sabe exactamente cómo desviar nuestra mente de Dios, de lo espiritual a las cosas materiales, a lo sensual y a lo que hace falta.
  2. Desviarnos del propósito de Dios en nuestras vidas. Sí eso sucede, nos tiene donde él quiere, porque recuerde, Dios tiene un plan y tiene lo mejor para nosotros.
  3. Quiere quitarle a Dios la adoración, la exaltación y la gloria que se merece. O sea, él no quiere que adoremos a Dios y por eso nos da un plato de cosas para que quitemos nuestra atención de Dios.
  4. Quiere destruirnos. La meta principal de satanás con la tentación es la destrucción. Destruir nuestra relación con Dios, destruir nuestro interés y nuestra fe en Él, destruir nuestro deseo de orar y nuestro sentido de seguridad eterna. Y se aparece para distraernos de escuchar la verdad de Dios para que siga moviéndose en una dirección contraria a lo que Dios dice.
  5. Quiere dividir nuestras relaciones. Lo que sea para dividir las familias, lo que sea para causar divorcio, traer toda clase de pecados sexuales y lo que sea que nos quite de la mente a Dios

ESTRATEGIAS DE SATANÀS

  1. Primer paso: engañarnos. O sea mentirnos. Y si creemos esa mentira, hemos dado el primer paso hacia la derrota absoluta.
  2. Presentarnos excusas: Puedo escuchar muchas veces decir: «pero no sabe cuál es mi situación», pues Dios conoce su situación; «Bueno, no sabe por cuánto tiempo he sufrido». pues Dios sabe cuánto. Podemos idear toda clase de excusas, pero recuerde esto, Dios las ha oido todas. Y no vienen de Dios, sino del diablo.

Por lo tanto, satanás es un divisor, un engañador y un destructor. Su propósito es destruir nuestro testimonio, nuestra vida física, nuestro manejo del dinero, nuestro matrimonio, nuestras familias, y más para que quitemos nuestra atención de Dios.

Así que tenemos que estar alertas y atentos y no jactarnos de ser tan fuertes que nunca seremos tentados, porque entonces satanás pone una marca en esa declaración.

COMO CREYENTES Y SEGUIDORES DE CRISTO QUE DEBEMOS HACER AL SENTIRNOS TENTADOS.

Antes que todo, mire lo que dice la Palabra de Dios:

1 CORINTIOS 10:13 » No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Tenemos esta promesa de Dios y no tengo que hacer eso.

  1. Decido rechazar esa tentación inmediatamente. Recuerde que cuando hemos aceptado a Jesús como nuestro Señor y Salvador, nos convertimos en hijos e hijas de Dios, tenemos una plataforma de fortaleza, que es el Espíritu Santo morando en nosotros,.
  2. Vamos al Espíritu Santo quien esta con nosotros todos los días de nuestras vidas. Nos ayuda a identificar que lo que estamos enfrentando es un pecado y que no encaja en nuestras vidas, que no es de Dios y que es destructivo.
  3. Vamos a la Palabra de Dios. Porque la Palabra es viva y eficaz y más cortante que una espada de dos filos. Es nuestra espada espiritual. Es nuestra mayor defensa contra el diablo.

LUCAS 10:19 » He aquí, os doy potestad de hoyar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañara».

En otras palabras, Dios nos da la autoridad de reprender a satanás, de reprender al enemigo, de reprender esa tentación. Por lo tanto, cuando una tentación se presente podemos decirle: «satanás, te reprendo en el nombre de Jesús y te vas de mi vida ahora mismo, en el nombre de Jesús.»

Recuerde que solo leer la Palabra de Dios una vez el Domingo, no lo protegera del pecado. Necesita meditar en ella todos los días.

La vida cristiana no significa que nunca pecaremos contra Diosy si somos tentados nos volvemos a Dios y le decimos:

» Señor, estoy enfrentando esto y no lo quiero en mi vida, ayúdame Señor, te lo pido en el nombre de Jesús.»

Supongamos que esta en pecado y ha cedido a la tentación. Mire lo que dice la Palabra de Dios:

1 JUAN 1:9 » Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.»

Entonces, venimos delante de Dios y le decimos: «Te pido Señor que perdones mi pecado, no basándome en que lo merezca, sino por la Sangre que derramo Cristo en la cruz del calvario, perdona Señor todo pecado de mi vida y límpiame de toda culpa. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

[fbcomments]

EL CUARTO DE ORACIÓN

QUE DEBEMOS HACER CON LAS CARGAS, PRUEBAS Y DIFICULTADES?

Aunque muchos tratan de llevarlas sobre sí, Cristo nos muestra lo que debemos hacer en uno de los pasajes del Sermón del Monte. Nos dice que debemos ir a nuestro aposento, cerrar la puerta y orar a nuestro Padre celestial. Todos debemos aprender a compartir con el Señor aquello que nos preocupa. Y en ocasiones, ese aposento viene a ser nuestro cuarto de guerra mientras batallamos con el pecado, los conflictos, las decisiones y las dificultades, hasta que nos rendimos en obediencia a nuestro Dios.

LA ARMADURA DE DIOS

EFESIOS 10-18 «Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;»

Los creyentes enfrentan una batalla, no contra otras personas, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas y contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Se nos dice que debemos ponernos la armadura de Dios, pues las batallas espirituales demandan su protección:

  • El yelmo de la salvación protege nuestros pensamientos.
  • La coraza de justicia guarda nuestras emociones.
  • El cinturón de la verdad nos permite andar en la luz.
  • Nuestros pies deben estar calzados con el apresto del evangelio de la paz.
  • Debemos llevar con nosotros la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
  • Necesitamos del escudo de la fe para cubrirnos de los ataques del maligno.
  • Finalmente, debemos orar en todo momento.

Satanás es nuestro enemigo. Sabemos que es un asesino, un mentiroso, un engañador y un destructor. Pero como creyentes en Cristo, no tenemos que convertirnos en sus víctimas. Dios nos ha dado la clave para vivir en obediencia y honrarlo. Y la oración es esa clave. Mientras estamos en el cuarto de guerra de oración, libraremos nuestras batallas de rodillas. Podemos venir ante su presencia confiados y seguros de que nuestro Padre celestial conoce nuestras necesidades y escucha cada una de nuestras peticiones.

JESUCRISTO NOS HABLÓ DE UN LUGAR DE ORACIÓN.

El lugar que Jesús usaba para orar no era siempre el mismo, pues viajaba mucho. Pero sabemos que la oración siempre tuvo prioridad en su vida, y también debe tenerla en la nuestra.

  • Es un lugar privado. Cristo dice que debemos entrar en nuestro aposento y cerrar la puerta (Mt 6.6). Si en verdad deseamos encontrar un lugar apropiado para hablar a solas con Dios, Él nos lo dará. Puede que esto requiera algunos ajustes en nuestra vida, pero podemos estar convencidos de que el Señor desea que pasemos tiempo a solas para que podamos desarrollar una comunión íntima con Él.
  • Es un lugar santo. Si solemos tener un encuentro con Dios cada día en el mismo lugar, podemos decir que ese lugar es santo, pues ha sido apartado para adorar al Señor y poner ante su presencia nuestras preocupaciones. Será fácil tener comunión con Él, pues eso es lo que estaremos acostumbrados a hacer en ese lugar. Todo lo que alcancemos en nuestra vida, vendrá como resultado de la relación personal que tengamos con Dios y del tiempo que pasemos con Él en oración. Al confiar en el Señor, podemos ver la manera en la que obra en la vida de sus hijos.
  • Es donde libramos nuestras batallas. Cada vez que enfrentemos situaciones difíciles o conflictos con otras personas, debemos traerlos ante la presencia de nuestro Padre celestial y permitir que sea Él quien libre nuestras batallas. Necesitamos su guía, ayuda y sabiduría para responder adecuadamente en todo momento. Habrá ocasiones en las que nadie más podrá ayudarnos, pero el Señor siempre estará a nuestro lado para consolarnos, fortalecernos y exhortarnos. Al humillarnos ante su presencia y al clamar por su ayuda, nos sostiene en medio de las tentaciones y las pruebas de la vida.
  • Es donde recibimos instrucciones para cada día. No sabemos lo que sucederá cada día, pero Dios sí lo sabe. Si comenzamos cada día en nuestro cuarto de guerra, nos rendimos a su voluntad y le pedimos que guíe nuestros pasos, el Señor avanzará con nosotros para acompañarnos, guiarnos y protegernos. Nuestro Padre celestial promete dirigir nuestros pasos si confiamos en Él con todo nuestro corazón y si le reconocemos en cada uno de nuestros caminos, en vez de depender de nuestro propio entendimiento (Pr 3.5, 6). La Biblia nos instruye para cada situación que enfrentaremos en la vida. Pero si optamos por no escuchar al Señor, no podremos conocer su plan y perderemos la batalla. No podremos vivir en obediencia si mantenemos nuestra Biblia cerrada.
  • Es donde recibimos instrucciones para cada día. No sabemos lo que sucederá cada día, pero Dios sí lo sabe. Si comenzamos cada día en nuestro cuarto de guerra, nos rendimos a su voluntad y le pedimos que guíe nuestros pasos, el Señor avanzará con nosotros para acompañarnos, guiarnos y protegernos. Nuestro Padre celestial promete dirigir nuestros pasos si confiamos en Él con todo nuestro corazón y si le reconocemos en cada uno de nuestros caminos, en vez de depender de nuestro propio entendimiento (Pr 3.5, 6). La Biblia nos instruye para cada situación que enfrentaremos en la vida. Pero si optamos por no escuchar al Señor, no podremos conocer su plan y perderemos la batalla. No podremos vivir en obediencia si mantenemos nuestra Biblia cerrada.
  • Es donde confesamos nuestros pecados. Cuando abrimos su Palabra con un corazón sincero ante su presencia, tenemos la oportunidad de confesar nuestros pecados y de pedirle que nos muestre aquello que hemos hecho fuera de su voluntad. Mientras oramos, debemos darle tiempo a Dios para que hable a nuestro corazón. En ocasiones usa pasajes de la Biblia para exhortarnos, dirigirnos y mostrarnos lo que hemos hecho mal. También nos habla por medio de su Espíritu Santo. Y hasta puede llegar a usar las pruebas y las dificultades para captar nuestra atención.
  • Es donde desarrollamos una relación cercana con Dios. Si estamos demasiados ocupados para pasar tiempo a solas con el Señor, no podremos crecer en la comunión que nos ha permitido tener con Él. Dios nos ama y desea que dediquemos tiempo para conocerlo. Hay momentos en los que oramos junto a otras personas, pero es cuando estamos a solas que crecemos más en sus caminos y abrimos nuestro corazón ante su presencia. Esta es la actividad más importante en la vida del cristiano, pues nos permite tener comunión con nuestro Salvador.
  • Es donde dejamos nuestras cargas. Dios se encarga de llevar nuestras cargas y preocupaciones, y perdona nuestros pecados si se los confesamos.
  • Es donde lloramos nuestras pruebas y pesares. Cuando vamos a nuestro cuarto de oración y clamamos al Señor, Él nos escucha, comprende y sana nuestro roto corazón.
  • Es donde perdonamos a otros. El Señor no solo perdona nuestros pecados, sino que también nos ayuda a perdonar a los que nos han herido.
  • Es donde somos fortalecidos. Es en ese lugar santo que tenemos la oportunidad de expresar todo lo relacionado con nuestra vida; y al derramar nuestro corazón en oración, somos fortalecidos por el Señor.

OREMOS: Gracias Señor porque nos haces estar consientes de tu presencia y que nos has dado las armaduras espirituales para cuando pasamos por situaciones difíciles. Bendecimos tu nombre y te agradecemos porque cada vez que accesamos a tu presencia en oración podemos encontrar consuelo, provisión, fortaleza, ayuda y liberación. En el nombre de Jesús.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

[fbcomments]

NUESTRA PRIORIDAD: LA ORACIÓN

La oración es una de las actividades más importantes, pues es por medio de ella que hablamos con el Dios soberano del universo.

El Señor sabe lo que sentimos, conoce nuestros pensamientos y tiene el poder necesario para intervenir en cualquier aspecto de nuestra vida. Pero a pesar de que nuestro Padre celestial está dispuesto a escucharnos y a responder nuestras peticiones, no siempre somos fieles en la oración. Puede que cuando todo nos vaya bien, nos olvidemos de orar, o quizás pensemos que Dios no nos escucha. Pero el estorbo más grande para la oración es el pecado. Si no estamos dispuestos a reconocer nuestras desobediencias y a pedirle al Señor que nos perdone, no tendremos deseo de hablar con Dios.

El apóstol Pablo le escribe a los creyentes de Tesalónica, quienes sufrían bajo el dominio romano, y les dice:

 1 TESALONISENSES 5:17 “Orad sin cesar”.

En otras palabras, la oración debe ser una prioridad para nosotros.

¿A qué se refiere con orar sin cesar?

Esto no significa que debamos orar cada minuto de nuestra vida. Cuando Dios nos habla de orar sin cesar, se refiere a una recurrencia continua. La oración no es constante, pero debe ocurrir con frecuencia durante cada día de nuestra vida. Esto debe venir a ser parte de nuestro estilo de vida diario, y no solo un evento ocasional que es motivado por problemas, o por aquello que nos hemos acostumbrado a seguir. Dios desea que mantengamos nuestra mirada en Él en todo momento. 

Por ejemplo, en la mañana, podemos pedirle al Señor que nos guíe, que nos dé las fuerzas y la sabiduría que necesitaremos. También, al enviar a nuestros hijos a la escuela, debemos orar para que Dios los proteja. O quizás, mientras vamos camino a nuestro trabajo, podemos hablar con Él acerca de los desafíos que encontraremos, y darle gracias por la obra que realizará. Y a lo largo de cada día, podemos elevar nuestras plegarias, buscar su dirección y darle gracias hasta que terminemos nuestra jornada.

Dios está dispuesto a escuchar y a responder nuestras oraciones.

No hay nada que podamos decirle al Señor que ya no conozca. No esconderá su voluntad, ni se negará a escuchar nuestras oraciones. Dios demostró su amor por nosotros al enviar a su Hijo a morir por nuestra salvación, y continúa demostrando su amor al estar interesado en cada aspecto de nuestra vida.

LUCAS 18:1-7 «También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? » 

Cristo nos habla de la parábola de la viuda y el juez injusto, la cual nos recuerda que Dios siempre escucha nuestras oraciones y provee para nuestras necesidades. Si somos sus hijos, no tenemos que suplicarle que nos escuche, ni tampoco sentirnos indignos. No merecemos su amor, gracia y misericordia; sin embargo, los recibimos como fruto de nuestra relación con Él a través de Jesucristo.

Hay una gran diferencia entre la oración falsa y la genuina.

La oración genuina requiere una relación con Dios. Es por eso que aquellos que han rechazado a Jesucristo no tienen el fundamento para acercarse al Señor en oración, pues esto es algo que solo podemos hacer por medio de su Hijo. Esa es la razón por la que Dios no contesta las oraciones falsas. Aquellos que han rechazado a Cristo no pueden esperar que sus oraciones sean contestadas por Dios. Sin embargo, hay una oración que sí responderá. Si alguien está dispuesto a humillarse, a confesar sus pecados y a recibir a Jesucristo como Salvador personal, Dios le perdonará y recibirá como hijo suyo.

La oración falsa es egoísta y solo está basada en lo que creemos que merecemos. En muchas ocasiones solo es un monólogo enfocado en aquello que deseamos recibir de Dios. Pero la oración genuina proviene de la humildad que sentimos al reconocer que hemos sido aceptados por la misericordia del Señor y no por nuestra buena conducta. La oración genuina es un diálogo que mantenemos con Dios, pues no solo deseamos compartirle nuestras peticiones, sino que también queremos escuchar lo que desea decirnos.

La oración genuina nos ayuda a tener comunión con el Señor. Toda relación requiere de buena comunicación. En lugar de solo decir nuestras peticiones, debemos escuchar al Señor. Y como, por lo general, nos habla por medio de la Biblia, debemos también leerla durante nuestro tiempo de oración. Si el Señor desea darnos su respuesta por medio de su Palabra, nos guiará al pasaje que necesitamos leer. Sin embargo, si no dedicamos tiempo para escucharle, nos perderemos muchas bendiciones y nuestra oración no será eficaz.

Seamos devotos a la oración.

Las Sagradas Escrituras nos exhortan a ser devotos a la oración. 

COLOSENSES 4:2 «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; » 

Esta devoción no solo requiere que dediquemos tiempo a orar cada día, sino que también pensemos en lo que pedimos. Tenemos que dedicarle a Dios la atención y el tiempo que solo Él merece.

La oración debe ser nuestra prioridad.

El tiempo que dedicamos para estar con el Señor impacta nuestra vida de diversas maneras.

  • Es el método que Dios usa para suplir nuestras necesidades (Fil 4.19).
  • El Señor nos consuela en tiempos de prueba y dolor, al asegurarnos que está con nosotros y que desea ayudarnos.
  • La oración nutre nuestra relación personal con Dios y nos ayuda a recordar cuánto nos ama.
  • El Señor nos fortalece en la tentación a medida que confiamos en sus promesas y buscamos su dirección.
  • Dios es Fiel para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad, si confesamos nuestros pecados en oración (1 Jn 1.9).
  • La oración es nuestra fuente de guía, mientras buscamos la dirección del Señor y escuchamos sus instrucciones 
  • Dios nos ayuda a comprender su Palabra mientras la leemos y le pedimos que hable a nuestro corazón.
  • La oración es un escudo que nos protege de la ansiedad y el afán.
  • Es por medio de la oración que el Señor nos da el valor y la confianza para enfrentar los desafíos.
  • La oración provee la sanidad emocional y física que solo Dios puede darnos.
  • Hemos recibido el poder del Espíritu Santo, el cual nos fortalece para enfrentar situaciones difíciles.
  • La oración nos permite tocar la vida de cualquier otra persona, pues crea un triángulo santo entre nosotros, Dios y la persona por la que hemos orado.

Ahora bien, si tú no has conocido a Cristo Jesús como tu Salvador, no puedes tener una vida de oración real. Pero si lo has aceptado, déjame decirte que tendrás lo mejor de Dios para ti y Él t usará de una manera especial.

OREMOS: Señor, vengo delante de ti, reconociendo que he pecado contra ti, me arrepiento de mis pecados, ven a morar a mi corazón. Muéstrame tu voluntad a travez de tu Palabra. Enséñame a orar y a tener una relación estrecha contigo. Te lo pido en el nombre de Jesucristo. Amén

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

[fbcomments]

Deprecated: Automatic conversion of false to array is deprecated in /home/theobepd/shekina/wp-content/plugins/ultimate-social-media-icons/libs/sfsi_widget.php on line 539

Deprecated: Automatic conversion of false to array is deprecated in /home/theobepd/shekina/wp-content/plugins/ultimate-social-media-icons/libs/sfsi_widget.php on line 539
Facebook
YouTube